Capítulo 28
Decir que no estaba nerviosa sería mentira, mi padre sigue evaluando a Ardan de pies a cabeza sin decir nada, plantado a menos de un metro de mi ahora esposo, mamá sigue con Tacha cargada entre las manos, sumando que ya están enojados con Rhett, huele a muerto ya y no sé quién será el cuerpo esta vez.
— Oye, deja de verlo así.
Interponiéndome entre ambos en un ridículo intento de proteger a Ardan que me saca poco más de treinta centímetros, soy un accesorio, un colgante en semejante anatomía masculina de mi esposo, alto, musculoso, de espalda amplia, cicatrices por aquí y por allá, marcas de su legado y su apellido, tan sexy...
Me estoy desviando del tema, joder.
— Bueno, en vista de que tu primera relación salió de la mierda — dijo calmado mi padre— Y no creas que me olvidé de Rhett, le haré algo peor que a Aless cuando se metió con mi mujer — sin dejar de mirar a Ardan— Soy tu papá y me preocupo, tesoro, sólo quiero comprobar que este no es otro hijo de puta oportunista.
Ardan ni siquiera se inmutó por la agresiva forma de hablar de papá.
— No lo es papá, es respetuoso y me quiere, no es como Rhett, Ardan y yo no follamos hasta hoy, él quería probarme que era mejor que el castaño y créeme que superó mis expectativas con creces, creí que todo se me había ido a la mierda cuando Rhett... — miré de reojo a su familia, no quería arruinar nada— Bueno, la cosa es que pensé que iba a tener que casarme por obligación con un idiota.
— Y lo hiciste, te casaste con uno que apenas conoces.
Protestó sin mirarme, Ardan era todo lo que sus ojos acusatorios veían.
— Me casé con el mejor de los quince, el que me enseñó lo que es ser feliz porque no lo fui ningún puto día de mi vida, lo sabes, sabes que vivía estresada, vivía teniendo ataques de pánico, no podía dormir con la luz apagada y sólo Rhett tenía permitido despertarme por la mañana porque me aterra que alguien más entre y me mate mientras duermo — ahora sí tenía su atención— Ardan me entiende papá, vela mi sueño y respeta mis limites, me respeta a mí, me quiere, de verdad me quiere, quiere a mis hermanos... Ardan ha sido un apoyo para mí estas ultimas semanas, la carga del cargo de Boss ya no me agobia, es más, lo disfruto y es porque él está acompañándome en cada paso que doy, así que no hables sin saber, no lo conoces.
Ardan apoyó su mano en mi hombro, dando un paso al frente, quedando a mi lado.
— Responderé a todas las dudas que tenga señor y señora — mirando a mis padres— Sé que Rhett dejó una mancha que es imposible quitar y sé que quizá no confía en mis intenciones, pero su hija es la mujer más maravillosa que he conocido. Cuando conoces a la indicada, simplemente lo sabes, sabes que es ella porque todo encaja, nada entre nosotros es forzado, estoy enamorado.
Mi corazón dio un brinco dentro de mi pecho, se me retorció el estómago por el repentino movimiento de las mariposas, no pude evitar mirarlo a la cara con sorpresa.
— ¿Qué? — preguntó mamá— Parece que viste un fantasma.
Tocando mi brazo.
— Es primera vez que dices que estás enamorado — dije yo, mirando a Ardan, sólo podía mirar a Ardan— ¿Lo dices en serio?
El rubio desvió la vista de mis padres y me miró, sonriendo.
— Estoy enamorado, ayer sin ti me sentí perdido, hoy cuando te vi volví a sentirme calmado y feliz, realmente feliz, concentrándome en algo más que no sea la muerte, las armas y el entrenamiento. Te lo he dicho antes y te lo repito Bombón, tus ojos me robaron el corazón.
Mamá y Eris soltaron un Aaww que preferí ignorar, este era el momento, hazte mujer Aradia.
— Pues te me adelantaste — dije— Porque luego de todo lo que sucedió hoy, de la seguridad, el amor y la calma que me haces sentir, me di cuenta de que me enamoré de mi pobre león que tiene que soportar a la bestia de mi padre.
Tuve toda la intención de estirar mi mano para tocarlo, pero papá me lo impidió, mirando asqueado la escena.
— Todas esas chorradas podrían ser ensayadas, a Aradia le enseñó su abuela a ser una mentirosa estupenda — protestó mi progenitor— Además, mira como la dejaste — señalando mi cuerpo— ¿Crees que voy a darte la bienvenida si dejaste a mi hija así?
— Y no has visto como le dejé la espalda — respondí, viendo el horror en su rostro— No soy ninguna santa papá —quitando mi mano de entre las suyas— Así que hazte la idea porque estoy muy casada y feliz.
Vi la duda cruzar por esos ojos grises, el temor.
— Sé que te asusta que vuelvan a lastimarme — tocando su mejilla— Sé que intentas protegerme papá, pero si no lo intento, jamás saldremos de la duda, y él — señalando a Ardan— Me ha demostrado con creces que es mucho más hombre que mi Segundo, son los detalles y tengo de dónde comparar, sé lo que digo.
Suspiró rodando los ojos, he ganado.
— Supongo que grabaron todas las chorradas de los votos y no sé de qué canción hablas, quiero verlo, luego evaluaré si este es sincero o no.
Cruzándose de brazos, haciendo berrinches como un niño.
— Este tiene nombre, papá — rodando los ojos— Aless grabó todo todito, ve y pídele el móvil, y la canción — sonreí ante el recuerdo— Ardan tocó la guitarra y cantó para mí, me sentí como una princesa.
— Eres una reina, nunca lo olvides — dijo papá— Tú eres una reina, nunca bajes la cabeza ante nadie — apoyando sus manos en mis hombros— ¿Cómo te ha ido con los ancianos? ¿Te han jodido mucho? ¿El bastardo de Fabio te dio problemas con la boda?
Ardan y yo intercambiamos miradas cómplices.
— Los maté.
Respondí sin más.
— ¿Tú qué?
Preguntó mamá, acercándose con Ares y Eris abrazados a ella.
— Los maté a todos, con ayuda, claro — guiñándole un ojo a mi esposo— Maté a los treinta viejos y a Fabio, estaban planeando matarme y a mí no me ve la cara nadie, lo hice llamando a las cuatro casas para que vieran lo que les sucederá si van en mi contra, todos me juraron lealtad, absolutamente todo, y las chicas también se están entrenando desde ahora, no hay objeciones, en mi mafia todos tendrán las mismas oportunidades.
Mamá estiró su mano para cerrarle la boca a papá, parecía no creer lo que le estaba diciendo.
— Me estás mintiendo, es una broma.
Habló mamá por mi padre, ella estaba tan sorprendida como él.
— No, no te miento, quiero que tú vivas tranquila mamá, que vivas como se te de la gana, haciendo lo que se te cante el culo, sin presiones ni miradas acusatorias, y quiero que Eris sea capaz de elegir lo que quiera hacer sin que la encasillen en absurdas tradiciones de hace más de cien años, quiero que todas tengan la posibilidad de elegir lo que quieren hacer con su vida. Y no porque hayas regresado, viejo — señalando a papá— Significa que te devolveré el cargo, el Boss soy yo y seguiré haciendo cambios hasta erradicar el fuerte machismo de este lugar.
Mamá y Eris vinieron hasta mí, abrazándome con fuerza, la primera, mojando mi cuello con sus lagrimas mientras sus hombros temblaban, estaba llorando.
— Ya se acabó la pesadilla mamá, nadie volverá a juzgarte jamás — acariciando su espalda— Nadie volverá a hablar mal de ti, ni de frente ni a tus espaldas, me puse la meta de hacer que fueras feliz, que tú y Eris lo fueran y por fin lo estoy consiguiendo.
Mamá me apretó más fuerte, y la sensible de Eris al verla llorar, terminó llorando también.
— Aradia... sé que siempre te exigimos demasiado, te presionamos, te odiabas por haber nacido mujer... lamento no haber podido hacer más por ti, lamento que tú misma tuvieras que abrirte camino...
— Hiciste lo mejor que pudiste mamá, yo lo sé porque lo vi, tú hiciste todo lo que estuvo en tus manos, ahora es mi turno de hacer todo lo que está en las mías, porque ahora, en un mundo gobernado por hombres, llegó una mujer y pienso cortarle el cuello a todo aquel que se me oponga.
— Hay sólo dos caminos — dijo Eris— A favor de mi hermana, o en su contra, y yo le ofrecí mi vida a ella y la organización, voy a ayudarla para que todas podamos elegir.
— Y yo siempre voy a estar para apoyarlas, son mis hermanas — dijo Ares— Siempre voy a querer lo mejor para ellas, para que sean felices.
— Y yo te cedí mi cargo, mocosa — dijo papá, apoyando su mano en mi cabeza— Has hecho un trabajo estupendo, estoy orgulloso de ti, por fin te deshiciste de la parte de ti que sentía piedad y pudiste castigar a los tuyos sin remordimiento.
— Ellos se lo merecían — dije— Se merecían todo lo que les hice, todo lo que mis perros les hicieron.
Sonriendo maliciosa.
— Sólo tengo una pregunta, vi la sabana quemarse — dijo mamá, dando un paso atrás, secándose las lágrimas— Vi sangre en ella ¿Cómo lo hicieron? Digo... ¿Tu esposo sabe que...?
Callando, mirándome con la duda plantada en el rostro, haciendo alusión a la perdida de mi virginidad.
— Lo sé — dijo Ardan— Lo sé y eso no resulta ningún problema, es una estupidez pedirles que lleguen virgen cuando a nosotros se nos presentan las chicas desde los quince años. A Aradia jamás le exigí nada.
Asentí, mirándolo sonriente.
— Ardan me ayudó, se cortó la muñeca para fingir que era mi sangre, es un tonto, un tonto sádico que lo hace todo por mí, por eso quiero que lo aceptes papá, estoy feliz, estira el entrecejo, por favor.
Papá nos miró a ambos, miró nuestros anillos, miró mis pintas y suspiró.
— Supongo que si te esmeraste tanto es porque vale la pena — estirando su mano hacia Ardan— Si la haces llorar, te mato, bienvenido a la familia.
Ardan estrechó su mano con confianza.
— Si la hago llorar, yo mismo me quito la vida señor, no se preocupe por eso.
Papá carcajeó, negando.
— Olvidé que hablo con un De Santis, hijos de puta extremistas — soltándolo— Ahora, iré a matar a Rhett y a buscar el video, quiero ver la boda que me perdí, y tú, vístete o vas a enfermarte jovencita.
Señalándome.
Dando media vuelta, tomando el revolver que siempre guarda en su saco, caminando hacia Rhett.
— Oye, oye, oye — cortándole el paso, apoyando ambas manos en su pecho, siendo arrastrada por su anatomía, él no se detenía— ¡Papá! ya basta, yo ya lo castigué como es debido, lo envíe al calabozo con un castigo nivel amarillo, lo mantuve a pan y agua por dos semanas, también lo amarré como perro en el avión, sentándose en el piso y todo — dejó de arrastrarme a escasos metros del castaño y sus padres— Lo castigué, lo humillé y pisotee su orgullo, eso fue suficiente.
— Te lastimó y jugó contigo, no esperarás que me quede así como así.
Protestó.
— Tú tranquilo, que Ardan ya le dio una paliza por todo eso, Vincenzo también, Aless también — mentí— Más palizas no necesita, es mi Segundo y lo necesito caminando para que haga mi trabajo mientras no estoy.
— Estoy yo, puedo ayudarte, así que si le rompo un brazo al menos...
— ¡Papá! — protesté otra vez— Entiende, tú ya no eres Boss, es mi trabajo, mi organización, mis planes y mi Segundo, así que tienes que obedecer como todos los demás, si te digo que no vas a matarlo ni quebrarle nada porque yo ya lo hice pagar, tienes que acatar mi orden ¿O vas a pasar por encima de mí para ser la burla de las cuatro casas? No soy sólo tu niñita ahora.
Frunció el ceño, haciendo un mohín.
Supongo que lo que le dije le hizo sentido y se está replanteando las cosas.
— Pero yo también quiero defenderte.
— Hiciste lo suficiente atormentando a mi esposo.
Hizo una mueca.
— No me gusta esa palabra, no me acostumbro a la idea de que estás casada.
— Pues acostúmbrate porque no hay vuelta atrás.
Suspiró, relajando la postura, guardando el arma otra vez.
— ¿No lo vas a matar?
Pregunté dudosa.
— No. Tienes razón, debería respetar tus decisiones, pero no lo quiero cerca de ti.
— Es mi Segundo, retrasado, obviamente tiene que estar cerca.
Respondí, rodando los ojos.
— No me digas retrasado, mocosa de mierda.
Señalándome.
— No digas mierda en la misma oración para referirte a mí, retrasado.
Boris se abrazó a mi pierna, llamando mi atención antes de que papá pudiera pensar en un insulto más ingenioso.
— Aradia, cuidado, la mamá debe estar por ahí — mirando en todas direcciones— ¡No lo toques! Puede tener rabia o qué se yo.
Carcajee levantando a boris en brazos, se ve monísimo con su moño en el cuello.
— Te presento a mi mascota, Boris — besando a mi oso— Boris, mi papá.
Me miró mal.
— Me voy un tiempo y te compras un oso, eres un caso perdido.
— Primero, no era para mí, era para Eris, pero la chiquilla de mierda no lo cuidó nunca y Boris se acostumbró a mí, y segundo, no lo compré, es un oso rescatado, mataron a su mamá para sacarle la piel, no iba a sobrevivir por su cuenta, lo rescaté.
Suspiró sujetándose el puente de la nariz.
— Sabes que crecerá ¿Cierto?
— Y lo estoy entrenando, tres veces a la semana en mi casa.
— La casa del bastardo de tu esposo.
Corrigió.
— Nuestra casa papá, su casa es mi casa ahora y soy muy feliz ahí, las mucamas son un amor, los trabajadores muy amables, hay animales y huertos, paseamos a caballo para llegar al lago pasando el bosque que hay en nuestra propiedad, tiene un almacén enorme en el que entrenamos a las nuevas reclutas, me hizo una biblioteca y un cuarto de música sólo para mí, y malcría a Ares y Eris, los tuve viviendo conmigo para tenerles un ojo encima y no les sucediera nada, Ardan les ha enseñado muchas cosas, de hecho, los chicos son capitanes de escuadrón, entrenan con Ardan casi a diario para mejorar sus habilidades.
— Si sigues hablándome bien de tu esposo, terminará agradándome.
Mirándome mal.
— Zar... deja que te explique lo sucedido ¿Sí? No mates a Rhett, por favor... es mi hijo. No dije nada cuando mataste a mi padre o cuando le disparaste a mi madre, pero mi hijo... mi hijo es algo diferente.
Dijo Santino, acercándose tembloroso.
— Yo le di mi palabra a Santino de que nada le pasaría a Rhett — apoyando mi mano en el hombro del castaño— Y mi padre respetará eso ¿Cierto?
Papá rodó los ojos, bufando.
— Sí, ya dije que sí una vez, no voy a matarlo maldita sea — cruzándose de brazos— Ni golpearlo porque mi hija la muy capaz ya lo hizo pagar por lo que hizo.
— ¿De verdad Caesar? ¿De verdad no vas a matarlo?
Preguntó Santino, dejando que se le escapara una lagrima.
— Sí Santino, te doy mi palabra — dijo papá— Se salvó sólo porque mi hija es capaz de resolver sus problemas por su cuenta y prácticamente me obligó a quedarme quieto, agradécele a ella que tu mocoso siga respirando.
Santino me abrazó con fuerza, llorándome encima mientras me agradecía.
— Te dije que no iba a dejar que le pasara nada — acariciando su espalda— No quiero que sufras más, de verdad quiero que dejes de sentirte agobiado, Santino, si algo te pasa me moriría de la pena. Gracias por entregarme en el altar hoy... fuiste un papá postizo estupendo.
— ¿Santino te entregó?
Preguntó papá.
— Sí, él se ha hecho cargo de mí estas semanas, me ha ayudado con los maquillajes y las ropas, con la agenda, me ha secado las lagrimas y subido el animo cuando creí que tú y mamá no estarían hoy... Ha sido un apoyo indispensable, por eso no quiero que lo pase mal, no me lo agobies, papá.
Mi padre sonrió, acariciándole el cabello a Santino.
— Sólo por eso, por haber cuidado de mi pequeña, te juro que no voy a tocar a tu mocoso, estate tranquilo hombre, eres mi mejor amigo, fuiste el pilar de mi esposa y ahora también el de mi hija ¿Quién lo diría? Tienes ese don de calmar a quien sea que esté cerca de ti.
— ¿Cómo no iba a cuidarla, tonto? — Dijo Santino, levantando la cabeza, mirándolo mal— La vi crecer, es como si fuera mía, siempre voy a estar para ella.
— Eres un marica llorón — dijo papá— Deja de ensuciar a mi hija, llórame a mí, idiota marica.
Y eso hizo, me soltó y le lloró a papá mientras este lo calmaba, poco después llegó Aless y sostuvo a su esposo, calmándolo mientras papá veía los videos que su asesino grabó, llamó a mamá para que los viera con él, dándome tiempo de escaparme con Sabina para vestirme nuevamente, tirando de la falda árabe para estar más cómoda, Ardan estaba con Ox y Dane, bebiendo, eso quiere decir que tengo tiempo para hacer todas las preguntas habidas y por haber.
— ¿Cómo estuvo el sexo con mi primo?
Preguntó apenas terminó de colocarme la corona.
— Fabuloso — dije sin reservas— Fue delicado, fue tierno, fue caliente, muy caliente, joder, me dio tan duro que la cama se rompió, el respaldo se hizo pedazos, las patas se partieron, el colchón terminó en el piso, fue el mejor sexo que he tenido.
Celebró aplaudiendo emocionada, sujetó mi rostro y plantó un beso en él.
— ¡Esa es mi amiga! Orgullosa de ti, guapa, diste mucho que hablar por tu baile, en el buen sentido, lo adoraron, pero los estadounidenses han estado diciendo cosas raras, algo de un trabajo que hablaron contigo y necesitarán que hagas uso de tus habilidades artísticas ¿Me perdí de algo?
Mierda.
Esos malditos indiscretos...
— Nada importante — encogiéndome de hombros, mintiéndole— Mejor cuéntame qué está pasando con Vincenzo — mirando de reojo— Porque te está mirando, sigue con mi ramo entre las manos ¿Aún no le dices a tus padres que es tu pareja para la boda?
— Papá Santino cree que soy virgen, no tiene idea que me han follado hasta por las orejas, y se muere si sabe que estoy siendo exclusiva con un idiota mucho más mayor, ya ha llorado lo suficiente por hoy, de verdad me asusta que le dé algo un día de estos, tonto Rhett, siempre la caga, yo ni siquiera puedo darles sustos porque Rhett les dio los suficientes por un año.
— ¿Cuándo algo te ha detenido, rubia? — dije— Eres adulta ya, y haces tantas estupideces que dudo mucho que algo les sorprenda a tus padres a estas alturas ¿Quieres que Vincenzo se te escape? ¿Cuánto tiempo han mantenido oculto lo de ustedes? Se te van los ojos hacia él cada cinco segundos, deja de perder el tiempo, ve y bésalo.
— ¿Crees que debería hacerlo? ¿No crees que está mal? — mordiéndose una uña— Digo... es tu tío, es bastante mayor...
— Para el amor no hay edad, ve y entretente con mi tío, deja de posponerte.
— El que tenga miedo a morir que no nazca —persignándose— No criaron a una perra miedosa — saltando de un lado hacia el otro— Vamos Sabina, no seas marica — respirando con rapidez, nerviosa— El miedo no existe en el vocabulario de un De Santis.
Dándose ánimos sola.
— ¡Sólo ve! No lo pienses demasiado, tú me lo aconsejaste, sólo lánzate a la piscina y que pase lo que tenga que pasar.
Dándole un empujó.
— No lo pienso, ok, no lo pienso. Voy.
Volteó y comenzó a caminar rápido hacia Vincenzo, demasiado rápido, empujando a todo quien se le cruzaba, inclusive a Rhett que intentó hablar con ella. Sabina se plantó frente a Vincenzo, se sentó sobre uno de sus muslos, le sujetó el rostro y lo besó.
— Esa es mi amiga, mierda.
Sintiéndome orgullosa.
Viendo a Vitto quedarse pegado viendo la escena, mirando a Aless con horror, caminando hacia mi tío y mi mejor amiga, hoy va a correr sangre.
— Vitto ¿Puedo pedirte un favor?
Ambos viendo como Aless y Sabina tenían una acalorada discusión mientras esta intentaba mantener a Vincenzo lejos de los cuchillos de su padre.
— El que quieras, pequeña Boss.
— Es que... la... la cama se rompió, era de mala calidad al parecer, madera muy delgada... ¿Puedes reemplazarla?
Me miró.
— Me estás jodiendo.
— No...
Avergonzada.
— Tus padres hacen lo mismo joder, rompen camas, Vitto tiene que repararlo, una vez tuve que cambiarles la cama tres veces el mismo día, nadie piensa en Vitto, Vitto arregla todo.
Tomando su móvil, marcando y alejándose del lugar, yendo hacia Dane...
Supongo que Dane heredará los problemas con las camas, porque dudo mucho que alguna vez Ardan y yo tengamos sexo tranquilo.
***
SABINA.
El corazón me latía frenético cuando papá Aless llegó dónde estábamos Vincenzo y yo, sacando sus cuchillos con total intención de lastimarlo, yo sabía que esto no iba a ser fácil, pero no pensé que se lo tomara así de mal.
— Baja esos cuchillos papá o te juro que vamos a tener problemas.
Interponiéndome entre Vincenzo y él.
— Problemas vamos a tener, mocosa ¿Qué mierda crees que estás haciendo? Vincenzo podría ser tu papá ¿Es que no piensas? Yo sabía que estabas media loca, pero te faltan más tornillos de los que pensé.
— Aless, hablemos esto como personas civilizadas — dijo Vincenzo a mi espalda— Sabina y yo...
— No tiene por qué existir un "Sabina y yo" en la misma frase — dijo con rabia— Es mi hija, mi princesa desquiciada ¿Cómo la convenciste para estar contigo enfermo de mierda?
— ¡Él no me convenció de nada! — Grité desesperada para hacer que entendiera— La verdad es que yo lo forcé todo este tiempo — exploté— Yo lo busqué, yo lo... lo amarro y lo lastimo cada vez que tenemos sexo, yo... papá, yo hace tiempo que ya no soy virgen, he estado matando a cada polvo que he tenido... pero por alguna razón a Vincenzo no lo puedo matar, no quiero deshacerme de él maldita sea, no sé qué tiene de especial, es viejo, sí, pero es refrescante, es diferente, él me entiende y me acepta por lo que soy, una loca de mierda sin tornillos, él lo sabe y aún así me acepta... nadie me aceptará así papá, nadie quiere a una sádica como pareja, pero Vincenzo me hace sentir cómoda, a él no le interesa lo que le haga mientras me quede cerca ¿Por qué intentas arrebatarme eso?
Mierda... acabo de exponerme.
Mierda, mierda, mierda... estoy tan avergonzada...
— ¿Crees que nadie te amará por tu forma de ser? — bajó los cuchillos y me miró con lastima— Sabina... eres perfecta tal cual eres, si esos idiotas a los que mataste no lo valoraron, ellos se lo pierden, tú vales mucho cariño, y... ahora siento un poco de lastima por Vincenzo ¿Qué te hace la loca de mi hija?
Mirando al viejo a mi espalda.
— Esto fue lo ultimo que le hice — dando media vuelta, desabotonando la camisa del pelinegro, mostrando el vendaje en su pecho— Lo corté, deslicé un cuchillo por su pecho y lo lastimé, hubo veces en las que le rompí los dedos... le quebré un brazo... papá, tengo un problema ¿Ok? Me gusta tener el control, se me pasa la mano, nadie soporta, todos mueren por mis arrebatos, pero Vincenzo resiste, sigue aquí... No quiero quedarme sola, así que no me quites esto, por favor...
Me sorprendí al sentir las lagrimas brotarme con intensidad, me sorprendí tanto que llevé ambas manos a mi rostro para sentirlas, yo no lloro, yo no recuerdo haber llorado alguna vez ¿Por qué lo estoy haciendo ahora?
— Sabina... — papá dio un paso hacia mí, intentando secar mis lágrimas, guardándose los cuchillos— Nena... no sabía que te sentías así de agobiada, parecías siempre tan feliz...
— Se me da muy bien ser una mentirosa — hipando mientras las lagrimas siguen recorriendo mis mejillas— Pero de verdad quiero ver dónde nos lleva esto, quiero... quiero intentar mejorar, quiero que me acepten por lo que soy, quiero aprender a controlar mis impulsos... no quiero herir a nadie más papá.
Papá Aless no dudó en abrazarme, acariciando mi cabello con delicadeza, frotando mi espalda para calmarme.
— Aless, te juro que no fue intencional — dijo Vincenzo— Esta mocosa... todo comenzó por la paliza que me dio por haberle metido a Aradia y Rhett, le gustó que yo no me hubiese muerto después de haberme dejado literalmente en cama por semanas, me visitó varias veces para comprobar que seguía vivo, una cosa llevó a la otra y llegamos hasta este punto... No estoy jugando con ella, algo en Sabina me ciega, no me interesa lo que me haga si puedo gozar de su compañía otro rato... soy capaz de soportarlo todo si la tengo molestando a mi alrededor, hablando incoherencias, recordándome lo que es sentirse vivo.
— Te conozco Vincenzo, te encanta meterte entre las piernas de toda chica que llama tu atención — respondió papá— No quiero que mi hija sufra.
— No va a sufrir, le soy fiel a Sabina, le prometí que sería exclusivo ¿O me viste con alguna prostituta ayer?
— No te vi con ninguna, pero...
Levanté la cabeza sin soltarlo, sin dejar de llorar.
— Papá por favor... deja que yo resuelva esto, déjame... déjame estar con él, me siento a gusto, siento que Vincenzo puede ayudarme con mi problema, él me entiende, me gusta lo que soy y lo que siento cuando estoy con este tonto Marchetti masoquista.
Papá suspiró, rodando los ojos.
— No te voy a amenazar con matarte porque suficiente hace Sabina contigo — respondió— Pero no quiero verla triste por tu culpa... y gracias por entenderla y quererla, Sabina siempre ha sido especial, saber que alguien logra ver eso, lo única e increíble que es me hace muy feliz, me hubiese gustado que fuese alguien de su edad, no tú hijo de puta, pero ya qué, el amor llega en formas diferentes y yo no soy quién para juzgar la diversidad cuando me gustaron las mujeres toda la vida hasta que me enrollé con mi esposo — mirando a Vincenzo— Hablaré con Santino, así que no te preocupes, tesoro — besando mi frente— Hablemos esto con calma más tarde ¿Ok?
— Más tarde no, mañana — dije sin poder dejar de llorar— Me quedaré con Vincenzo hoy.
Papá tomó una larga respiración y asintió.
— Está bien, hablémoslo cuando llegues a casa, deja de llorar, ya está, no voy a decir nada más — extendiendo su pañuelo hacia mí— ¿Te vas a quedar aquí con él?
Asentí.
— Ve con papá, no tenía buena cara hace un rato, me preocupa.
Asintió, besando mi frente otra vez.
— Yo me encargo de tu padre, pero recuerda tesoro, tú eres y siempre serás mi niñita, siempre puedes contar conmigo, yo te ayudaré siempre en lo que necesites.
— Gracias papá...
Sonrió y dio media vuelta, yendo hacia papá Santino, entonces Vincenzo sujetó mi muñeca con delicadeza, jalándome hacia él, tomando asiento nuevamente, llevándome sobre sus piernas, secándome las lágrimas.
— Vaya, si eras humana, también lloras.
Se burló.
— No me hagas querer apuñalarte, viejo.
Carcajeó bajito, acercándome más a su cuerpo ¿Creerá que estoy bromeando? Hablo muy en serio.
— Arráncame el corazón si quieres, sólo te pido que a mí si me hagas sepultura y no me hagas desaparecer, quiero seguir sintiéndome especial aún después de la muerte.
Me tembló el labio y fruncí el ceño, mirándolo a la cara.
— Puto Marchetti masoquista de mierda, no quiero matarte... o sea, si quiero — tan contradictorio joder, mi cabeza es un lío— Quiero hacerlo porque me asusta lo que me haces sentir, reprimo mis instintos al máximo, intento controlarme y en ocasiones no puedo y te lastimo... no quiero hacer eso, tengo un problema Vincenzo, deberías alejarte de mí antes de que te dañe de forma irreparable.
Es lo más inteligente que podría hacer, alejarse de mí.
— Bueno, si quisiera y pudiera escaparme de tus garras, ya lo habría hecho — acercándose para robarme un beso— Pero no quiero, me gusta lo que siento cuando estás conmigo, y sí, puede que en ocasiones salga un poco lastimado, pero ¿No es así como funcionan las parejas siempre? Sólo que las heridas se las hacen por dentro y esas son más difíciles de curar, yo me curo muy rápido, así que Sabina, quédate conmigo por más tiempo, te ayudaré, encontraremos la solución a eso que te acompleja.
Apoyé mi frente en su hombro, sintiéndolo acariciar mi espalda con lentitud, consolándome.
— Por eso me gusta quedarme cerca de ti, viejo, me tranquilizas y me apoyas siempre... gracias por quedarte.
Ya no quería llorar más ¡Por Lilith! ¿Cómo detengo estas molestas lágrimas?
— No me voy a mover de aquí, rubia, así que llora cuanto quieras, yo te cubro.
El viejo se está tomando muchas atribuciones, le prometí exclusividad, no es como si fuésemos una pareja más, esto no fue ninguna declaración, sólo quiero un juguete sexual que no se muera ¿Es mucho pedir? Sólo fue suerte que Vincenzo calzara con mis demandas, no es que yo haya elegido quedarme con él, no es que me guste, no es nada de eso, que no se haga ilusiones.
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BUENAS BUENAS HIJAS DEL PECADOOO
BESTIES, 300 COMENTARIOS ¿CÓMO NO IBA A TRAER DOBLE CAPITULO HOY? SON LO MEJOR DE LA VIDAAA
COMENCEMOS RECAPITULANDO
EL ZAR ESTABA BIEN ESCEPTICO CON ARDAN, TIENE MIEDO QUE LE DAÑEN A SU NIÑITA OTRA VEZ Y SINCERAMENTE LO ENTIENDO
ARDAN Y ARADIA SE DIJERON QUE ESTÁN ENAMORADOS JODEEEER, SE ARMARON DE VALOOOR
Y ARADIA CONTANDOLES SUS HAZAÑAS, CONTANDOLE A NATASHA QUE POR FIN PODRÁ ESTAR TRANQUILA SIN QUE LA JUZGUEN
NOOOO ES QUE ME LLEGÓ AL CORAZÓN LEER LLORAR A ESA MUJER, PIDIENDOLE PERDÓN POR NO HABER PODIDO HACER MÁS POR ELLA, NATASHA TE REZOOO
Y EL ZAR TODO ORGULLOSO DICIENDOLE QUE EL CARGO ES TODO SUYO, PAPI ZAR TE AMO
PEEERO EL ZAR NO SE QUITABA DE LA CABEZA EL MATAR A RHETT, ME DOLIÓ LEER A SANTINO HABLAR DE LA MUERTE DE SU PAPÁ Y EL DISPARO A SU MAMÁ, DICIENDOLE QUE NO PODÍA VER A SU HIJO MORIR, QUE A ÉL NO
SANTINO YO POR TI VOY A LA CHINA CAMINANDO, TE AMO BB
AFORTUNADAMENTE ARADIA LOGRÓ CONVENCER AL ZAR Y SANTINO SE ECHÓ A LLORAR, DICIENDOLE UN MONTÓN DE COSAS LINDAS A ARADIA QUE HABLANDÓ EL CORAZÓN DE LA BESTIA QUE TIENE POR PADRE
POR OTRO LADO, TENEMOS A LA RUBIA LOCA PERSIGNÁNDOSE PARA REVELARLE A TODOS QUE ALGO ESTÁ PASANDO CON VINCENZO
ME DOLIÓ LEERLA LLORAR Y DECIR QUE ESTABA ASUSTADA Y NO QUERÍA QUEDARSE SOLA, QUE SABE QUE ALGO ESTABA MAL CON ELLA Y QUE VINCENZO A PESAR DE TODO, SE QUEDA
Y VINCENZO EXCUSANDOSE, DICIENDO QUE DISFRUTA DE TENERLA A SU ALREDEDOR, QUE LE GUSTA LO QUE SIENTE CUANDO ELLA ESTÁ CERCA
AAAAH MIERDAAAA, MI CORAZON NO PUEDE CON TANTOOO
AMOR O MIEDO Y COMODIDAD? QUÉ ES LO QUE SIENTE SABINA?
NOS LEEMOS EN EL SIGUIENTE CAPITULO BABYS
BESITOS EN LA COLAAA
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