Capítulo 16

RHETT

Luego de que Aradia se fuera, todo fue un caos, las opiniones estaban divididas, por un lado, los Caruso discutían con los De Santis por lo sucedido con el bastardo de Fabio, no sean sínicos, ese cabrón se merecía que le quebraran un brazo, nadie puede tratar al Boss con ese nivel de irrespetuosidad.

Y por otro lado, estaban los Coppola y los Marchetti, celebrando que la tradición sigue vigente, alabando a Aradia por tomar una decisión sensata y decidir casarse en el plazo establecido sin mayores problemas, hablando del bastardo de Fabio, hablando maravillas de Ardan, todo un caballero, claro.

— ¿Se puede saber qué joder pasa por tu cabeza? Un billete de cien por tus pensamientos.

Dijo Dane, tomando asiento a mi lado.

Estaba tan cansado de esta situación que arrastré una silla hasta la mesa de los bebestibles y he bebido por al menos media hora, viendo el espectáculo.

— ¿Qué me pasa de qué?

Mirando a mi amigo, ofreciéndole una botella de ron, si vamos a hablar, que sea bebiendo.

— Aradia se va a casar y a ti no te interesa ¿Qué cambió? Parecías muy entusiasmado, le juraste a su padre que tus intenciones eran buenas y toda esa mierda ¿Qué mierda Rhett?

Bebiendo de su botella.

— Si te cuento vas a decírselo y no quiero que Aradia lo sepa, ya la cagué hace un rato, le dice cosas horribles, insulté a mi hermana, de paso insulté también a mi papá, y ahora no tuve el valor de ayudar a Aradia con Fabio cuando es mi trabajo mantenerla a salvo, soy de lo peor.

Dando largos tragos a mi tequila, necesitaba alcohol fuerte, que me quemara por dentro, me lo merecía.

— Está bien, te juro que no voy a decirle, lo juro por mi sangre.

Tomó su navaja y cortó su mano, extendiéndola hacia mí.

— ¿Pacto de sangre? ¿Así de serio quieres ponerte?

Asintió.

Suspiré, me erguí y tomé la navaja, trazando una línea fina en mi palma, estrechándola con la de Dane, lo que sea que digamos acá, no lo sabrá ni mi hermana, ni Aradia, eso es perfecto.

— Ok, te lo cuento.

Apoyándome otra vez en la silla, bebiendo de mi botella para tomar valor.

— Por años, me gustó Aradia ¿Sabes? Era... un amor platónico, Vincenzo siempre me dijo que no podía tenerla y me conformé con eso... a medias. Me masturbaba pensando en ella, follaba con otras estando ebrio, pensando que era la pelinegra de ojos asesinos — apreté la botella entre mis manos— A medida que pasaba el tiempo mi deseo por ella aumentaba y aumentaba, comencé a coquetearle directamente al ver que mis sutiles avances no funcionaban, Aradia parecía tener interés, pero también parecían interesarle veinte tipos más al mismo tiempo, eso me molestaba, ser uno más de su perrera.

— Aradia siempre te trató diferente, incluso el collar que te hizo era diferente, ella te quería.

Apoyé los codos en mis muslos y oculté mi rostro entre las manos.

— Yo sabía que para ella quizá era especial, lo supe el día que tomé su primera vez. Joder, soy una mierda — levanté la cabeza— Estaba tan desesperado por follármela que le juré a su padre que la quería y toda esa mierda, dije que me iba a casar cuando no estaba en mis planes, dije todo lo que querían escuchar para poder llevármela a casa y... y...

— Y follártela como tanto querías.

Concluyó por mí.

— Sí...

— Y cuando te la follaste, el interés que tenías por ella murió ¿O me equivoco?

Asentí patéticamente.

— Intenté con todas mis fuerzas quererla, digo, la quiero, es mi mejor amiga, la conozco desde que tengo uso de razón, pero... no la quiero de esa manera, no de forma romántica, y te juro que me esforcé, intenté ser amoroso, intenté... — desordené mi cabello con frustración— Siendo sincero, quería un último polvo con ella, todo lo que conseguí fue una mamada, y en ese matrimonio había una brasileña que... uff... yo tenía que follarme a esa brasileña, no había espacio para pensar en si Aradia se sentía mal, luego compondría eso, pero terminé siguiendo a la latina, no podía despegarme de ese culo, y para cuando llegué ya había echado a perder todo, yo creí que podríamos follar y luego seguir siendo amigos, ya sabes, lo normal, pero me odia.

— Amigo... — Dane me miró con decepción— De entre todas las mujeres ¿Tenía que ser Aradia? Ella era virgen, se estuvo guardando por años para su matrimonio, todos tienen los ojos puestos en ella, tiene que mostrar la prueba de la virtud y esa la tomaste tú, la tomaste sin que te importara y la desechaste, esa fue su primera relación sexual ¿Cómo crees que se sintió si la usaste para tu propio placer?

Bebí de mi botella tres largos sorbos más.

— Lo sé, sé que la cagué, debí haberle dicho lo que quería de ella, yo sólo quería sacármela de la cabeza, nada como un polvo y seguir adelante, y además, fui tan bruto con ella... ni siquiera lo hice con calma para que su primera vez fuera memorable, soy de lo peor...

— No puedo decirte lo contrario, la cagaste — asintió— Y no sé cómo vas a componer la relación de amistad que tenían — bebiendo de su botella— Al menos había un candidato decente entre los seleccionados, Ardan parece buen tipo.

— Es primo de Sabina — Respondí— Sabina me amenazó varias veces, ella no confiaba en mis intenciones, es mi hermana, me conoce — encogiéndome de hombros— Fue ella la que me hizo poner a su primo en la lista, dijo que era confiable y compatible con nuestro Boss, así que le hice caso, pensé que quizá él pudiese recoger mis destrozos y ayudar a Aradia, por eso su cita fue inmediatamente después de regresar, yo sabía que iba a odiarme luego de Estados Unidos.

— Me encantaría tranquilizarte de alguna manera y decir que todo estará bien, pero no es una cagada pequeña, tu jueguito puede costarle el puesto a nuestro Boss, si alguien se entera...

— Nadie se enterará nunca, algo se me ocurrirá, no voy a arruinarle su momento por mi calentura.

Lo vi levantarse y tomar la navaja que dejé antes sobre la mesa, abandonando también el alcohol.

— Iré a ayudar a Sabina, Ares parece asustado, debe estar proponiéndole algún juego que incluya mutilar o clavar — observándome desde lo alto— Ya la cagaste una vez, al menos ayúdale a que su boda sea un día feliz y cúmplele todos sus caprichos, que sea la boda de sus sueños.

— Claro que lo haré, sólo lo mejor para mi Boss.

Rodó los ojos.

— ¿Qué fue lo que nos dijeron el primer día que comenzamos a trabajar para ella, Rhett? — me miró con molestia— Antes que hombres, somos soldados, meros perros reemplazables que deben cuidar a Aradia como si fuese nuestra posesión más valiosa. Rompiste parte de nuestra posesión más valiosa.

Antes de poder responderle, dio media vuelta y caminó hacia mi hermana, intentando tranquilizarla mientras Ares se ocultaba tras este, Eris parecía interesada en lo que la rubia le decía.

— Sabes que tenemos una conversación pendiente ¿Cierto?

Miré a papá Santino en lo alto, suspirando con cansancio.

— Si es sobre Aradia y mis cagadas, Dane ya me dio una charla sobre eso, no necesito otra, no puedo devolverle lo que tomé ¿De acuerdo? Ya la cagué, metí la pata, ya está.

Golpeó la parte trasera de mi cabeza, reprendiéndome.

— Nada de ya está, ya la tomé ¿Crees que la primera vez es un chiste? Para ti podrá haber sido una chica más, pero es la hija de Caesar, imbécil, es tu Boss, vas a verla toda tu maldita vida, y créeme que no será muy larga, porque cuando Caesar regrese y sepa lo que hiciste con su princesa, va a querer matarte. Natasha te dio su confianza carajo, te defendió porque creyó que tú te lo estabas tomando en serio.

Rodé los ojos, bebiendo de mi botella otra vez.

— ¿Y qué quieres que haga? Ya lo hice, no puedo retroceder en el tiempo.

Papá se mordió las uñas, nervioso, caminando de un lugar hacia el otro.

— Estoy en problemas ahora — balbuceó más para él que para mí— Primero, tú, tengo que ver como salvar tu cuello cuando el Zar regrese y lo veo difícil, después está Sabina, yo que tú me cuido durante la noche porque tu hermana es un poco especial y va a querer matarte, y tengo a tu papá Aless también, decepcionado de ti por la mierda que soltaste sobre los De Santis ¿Qué mierda tienes en la cabeza? — me miró— Y también está el problema de Aradia, si se exige la prueba de la virtud, la niña Boss va a estar perdida. Son demasiados problemas para una sola noche.

— Lo siento papá... realmente lo siento — mirándolo— Pero no es hora de llorar sobre la leche derramada, hay que buscar soluciones.

Rodó los ojos, negando mientras me miraba con molestia.

— Es fácil para ti decirlo porque no eres tú quien tendrá que hacerse cargo de tus cagadas — Quitándome la botella— Deja de beber, terminarás haciendo una escena, ve al baño, mójate la cara e intenta aparentar ser feliz.

Dio media vuelta y caminó de regreso con papá Aless, un poco cabizbajo, él que siempre tiene una sonrisa en el rostro.

— supongo que sí lo herí con mis palabras. Mierda.

Me levanté y fui hasta el baño para lavarme la cara como dijo papá, regresando a mi mesa, tomando la tableta, comenzaría a trabajar de forma inmediata en la planificación de la boda, dos meses no son nada cuando se está planificando algo grande, intentaré compensar a la pelinegra de esta manera, también debo realizar los documentos que Ardan De Santis debe firmar, como por ejemplo, el contrato sobre los hijos, Ardan no puede ponerle su apellido primero a ninguno de ellos, el Marchetti seguirá siendo predominante, esos hijos serán Marchetti gústele a quien le guste.

***

ARADIA.

La mansión de Ardan era impresionante...

Enormes arboles adornaban la entrada principal, dejando un único camino que nos llevaría directo a su casa, los arboles estaban agrupados según el tipo, por lo que me contó, tenía naranjos, duraznos, limones, manzanas, higos y otros tantos que ya no recuerdo, también me contó sobre su huerta, al parecer, le gusta el tema de cultivar lo que se come, me parece muy divertido, dijo que me invitaría cuando fuera temporada de cosecha, luego comenzó a reírse de su estupidez, pronto viviríamos juntos porque... íbamos a casarnos, dos desconocidos viviendo bajo el mismo techo, desconocidos que tenían toda la intención de saber más del otro.

Yo quería conocer a Ardan, lo que me ha mostrado de él, me ha gustado, quiero conocer que hay debajo de todo eso.

El auto se detuvo frente a la entrada principal de su mansión quizá del mismo tamaño de la que yo compartía con mis padres, un escolta abrió la puerta y me ayudó a salir, guiándome hasta el interior, Ardan bajó con Boris aún en brazos, mi pequeño osito aún se quejaba mientras lamía su pata, definitivamente le enviaré unos regalitos a Fabio, unos explosivos, cortesía de mi abuelo, nadie lastima lo que es mío.

— Esperaré al veterinario — dijo Ardan— Las mucamas te guiarán al cuarto, tienen todo preparado, estaré esperando aquí abajo así que has tus cosas tranquila.

Sonrió.

— Gracias Ardan... intentaré no tardar.

— No hay apuro.

— Por aquí, señorita.

Dijo una de las mucamas, guiándome por un extenso pasillo decorado con cuadros de pintura bastante abstractos, no podía encontrarles la forma, pero va perfecto con Ardan, imperdible, colorido, me gusta el ambiente que le da.

Recorrimos el pasillo en su totalidad, deteniéndonos frente a dos escaleras que se abrían paso a los dos diferentes pasillos, eligiendo la escalera de la derecha para continuar nuestro recorrido, entrando en el cuarto del final, dónde ya estaban planchando mi vestido, arreglando ropa interior, artículos para el cabello y demás.

— El baño está listo.

Anunciaron las mucamas.

— Muchas gracias, no necesitan molestarse... ya están haciendo lo suficiente para ayudarme.

— El señor nos pidió que hiciéramos nuestro mejor trabajo — dijo una de ellas, tomando mi mano, guiándome hasta el baño— Dijo que acaba de comprometerse y quiere dar una buena impresión — sonriendo— Es un buen amo, le gustará vivir aquí señorita, intentaremos hacer lo mejor para que se sienta cómoda.

Vivir aquí cuando me case con él...

No tengo problema con eso, la casa principal será manejada por mis padres cuando regresen, Santino, Aless y Vitto pueden hacerse cargo mientras tanto, pero yo necesito que mi circulo intimo esté dónde yo estoy, por lo tanto, tendrán que mudarse acá, y a mis hermanos los quiero dónde pueda mirarlos, también tendré que traerlos, y a Boris no pienso abandonarlo tampoco... somos bastantes.

Dejé que me ayudaran a desnudarme y entré en la bañera, sintiendo el dulce aroma de la vainilla envolviendo mi cuerpo, relajándome, permitiéndome cerrar los ojos mientras lavaban mi cabello con delicadeza, aplicando diversos productos para hacerlo sedoso y suave.

— El acondicionador huele a vainilla también ¿A Ardan le gusta ese aroma?

Pregunté.

— El señor compró estos productos para usted, no tiene idea lo rápido que tuvimos que movilizarnos para tener todo a tiempo ¿Es de su agrado la vainilla? Podemos conseguir otro aroma para usted la próxima vez.

Detallista.

Punto para Ardan.

— No, la vainilla está bien, no había usado este aroma, me gusta.

— La vainilla tiene un significado profundo, señorita — explicó mientras enjuagaba mi cabello— la vainilla significa un recuerdo, es decir, tiene la capacidad de llevarnos a un momento placentero, un momento dónde nos sentimos cómodos, felices. Quizá el señor quiere que usted recuerde la primera vez que viene a casa como algo mejor que un incidente.

— Que bonito, no sabía que la vainilla ocultaba algo así — sonreí— Ardan es más detallista de lo que pensé.

— El amo es bastante particular, ya sabrá a lo que me refiero — carcajeó mirando la nada, quizá recordando— Es un buen sujeto, uno muy, muy bueno, bien dotado.

La miré.

— Es que acaso usted lo ha visto...

Sonrojándome a medida que pronunciaba la frase.

— ¿Teniendo sexo?

Preguntó riendo.

— Sí.

Respondí en volumen bajo, sintiéndome avergonzada por hablar de estos temas con ella.

— Bueno, el señor es alguien muy vigoroso, solía traer mujeres todo el tiempo, pero no le gusta que entren a su cuarto, no le gusta que invadan su espacio personal, excepto ahora, claro.

— ¿E-esta es la habitación de Ardan?

Asintió.

— Dijo que, si iban a casarse, claro que compartirá todo lo suyo con usted.

La mujer siguió parloteando mientras me ayudaba a salir de la bañera, secó mi cuerpo, me puso la bata y comenzó a trabajar en mi cabello, lo secó y recogió como antes lo tenía, con un bonito moño bajo, decorando con una diadema de flores de oro, quitándome todo el maquillaje y rehaciéndolo otra vez, tomando en cuenta mis sugerencias mientras otra mucama me hacía el delineado, los labios, la sombra de ojos y los brillos por aquí y por allá, otras dos se encargaron de la manicura, una bonita francesa que hizo ver mis manos delicadas y femeninas, luciéndose el anillo que descansaba en mi dedo anular de la mano izquierda.

Ya listos los detalles, caminé hacia el cuarto vistiendo aún la bata, me acerqué a la cama, dónde la ropa interior y el vestido esperaban.

— Espero sea de su agrado, señorita, fue lo único que encontramos de su talla a estas horas, no podíamos hacerle modificaciones a otro tan rápido.

Esperando preocupada, mirando el vestido en la cama.

La verdad, el vestido era todo mi estilo, Rhett tiene anotadas mis preferencias y mis medidas, debió enviarle el archivo completo a Ardan.

El vestido es con abertura de hombros, completamente descubiertos, ajustándose en la cintura, cayendo con gracia hasta el piso, luciendo una abertura en el costado izquierdo, para que así se pudiera ver mi tatuaje.

— Es hermoso, es de todo mi gusto — dije— Muchas gracias por tener algo tan bello con tanta rapidez.

Todas respiraron aliviadas cuando di mi aprobación, me puse la ropa interior, un brasier strapless, unas bragas de hilo, y luego el vestido, dando media vuelta para que subieran el cierre, subiendo sobre mis altos tacones de diamantes, recibiendo un bolso brillante que combinaba con este.

— ¿Quiere que lavemos esto aquí o quiere llevárselo, señorita?

Preguntó una de las mucamas.

— Lo dejaré acá, nunca se sabe cuando necesite otro cambio de ropa.

Carcajearon bajo entre ellas, secreteándose y golpeándose el hombro de forma amistosa, quizá pensando cochinadas al querer dejar mi ropa aquí, me hace un poco de gracia la situación, parecen buenas mujeres.

Una de ellas fue la que me guio por el pasillo, las escaleras y el laberinto que resulto ser el primer piso, caminando hasta la sala, dónde Boris chilló al verme y estiró sus brazos, como un bebé, este oso es un completo bebé.

— Ay mi amor, ven aquí ¿Cómo está tu patita? — tomando asiento junto a Ardan, dejando que Boris se me subiera encima— ¿Cómo está él, doctor?

Pregunté al veterinario sentado frente a nosotros.

— Afortunadamente no es una fractura, pero sí un esguince, debe intentar caminar lo menos posible, guardar reposo, vendé su pata delantera para inmovilizarla, le entregué al señor Ardan un kit para poder cambiar la venda cada dos días, si se queja o nota que siente mucho dolor, llámeme, estaré disponible a la hora que sea, Boss.

Miré a Ardan con confusión.

— Es mi veterinario de confianza, le conté sobre el oso del Boss, o sea tú, él sabe sobre los negocios de la mafia, ve cosas en ocasiones mientras atiende a los animales que tengo en el establo.

— ¿Tienes animales? Tu casa es como vivir en el campo, tienes de todo un poco.

Quizá soné un poco más emocionada de lo que debería.

— Puedes venir a verlos cuando quieras, trae a tus hermanos, será divertido.

— Podría venir mañana, Fabio quería arrastrarme a comprar un vestido de novia — rodé los ojos— Prefiero no estar en casa por si alguien va a joderme.

Silenciosamente el veterinario comenzó a reunir sus cosas, sonriente.

— Podrías quedarte esta noche, podrían quedarse todos, digo, tú vienes con paquete incluido, sé las reglas, el círculo íntimo va dónde sea que tú vayas, y tus hermanos irán dónde sea que estés, así que... podrían quedarse y así les muestro la propiedad, de día es mucho más bonita.

Asentí.

— Me gustaría quedarme, pero... ya sabes, cuartos separados y todo eso, yo no me siento preparada para...

— No quise dar a entender eso, lo siento — se apresuró a decir— Sé que las mujeres cuidan demasiado su virtud, no te faltaré al respeto de esa manera, mi ofrecimiento siempre fue para cuartos separados, cuartos independientes para cada uno.

El corazón dio un brinco violento en mi pecho.

Hablar de virtud y cuidar lo que ya no cuidé me pone nerviosa, si me pide la prueba de la virginidad, estoy perdida.

— Lamento haberte mal interpretado, estaré encantada de quedarme aquí entonces — mirando al veterinario ponerse de pie— Lamento mi descortesía — dije con rapidez— Muchas gracias por tratar a mi oso ¿Cuánto debo pagar por el tratamiento?

Tomando mi bolso.

— El señor ya canceló por todo, no se preocupe, Boss — dijo el hombre— Y llámeme si al pequeño Boris le ocurre algo — acariciando el pelaje de mi oso— Adiós pequeño.

— Pues... muchas gracias entonces.

Viendo al hombre asentir y ser guiado a la salida.

— ¿Cuánto te debo?

Pregunté, viéndolo ponerse de pie también.

— No es nada.

Cargando él a Boris, sosteniéndolo con un brazo, extendiendo su mano libre hacia mí.

— Siempre lo pagas todo ¿Cuánto te debo por esto? Boris es mi responsabilidad.

Estirándome para besar la nariz del pequeño, acariciando el pelaje bajo su hocico.

— Bueno, entonces yo quiero un beso en la mejilla, como el de Boris — pidió— Ese pago es más que suficiente.

Me sonrojé.

— Te conformas con muy poco.

Respondí.

— ¿Insinúas que quieres besarme en otro lugar?

Medio sonriendo.

— Bueno, por lo de hoy, por todo, dejémoslo en un punto medio — sosteniendo la manga de su nuevo saco— Tienes que agacharte un poco, no alcanzo.

Hizo lo que le pedí, inclinándose hacia adelante sin borrar esa sonrisa coqueta, sostuve su rostro, sintiendo su barba bajo mis palmas, tragué grueso, me armé de valor y le di un pequeño beso en la comisura de sus labios, separándome casi de inmediato.

— Punto medio — cruzándome de brazos— Ya tenemos que regresar — balbucee— De seguro están preguntando por nosotros.

Se irguió, acomodando a Boris entre sus brazos y se puso a mi lado.

— Debería hacer más cosas por ti si recibiré besos como regalo.

Comenzando ambos a caminar.

— Insisto, te conformas con muy poco.

Intentando no darle demasiada importancia.

— Y tú entiende que es mucho más interesante recibir tus pagos con besos que con dinero, tengo dinero de sobra, puedo comprarte lo que sea que necesites, puedo cumplirte cualquier capricho.

Esperando a que las mucamas me ayudaran con el abrigo antes de dejar su propiedad y regresar al auto.

— Bueno... dejémoslo entonces en un punto medio — dije yo— Entre más grande el capricho...

Callé.

— ¿Qué es lo que quieres decir, Aradia?

Alzando una ceja en mi dirección.

— Que te besaré cada vez que me cumplas un capricho — mirándolo con las mejillas sonrojadas— Tú me agradas, la idea de besarte me agrada, nos estamos conociendo, vamos a casarnos, es un buen comienzo ¿No crees?

Estiró su mano hacia mí, acariciando mi mentón con delicadeza, permitiéndome sentir lo rasposo de sus dedos producto del ejercicio y la manipulación de armas, las manos de los De Santis siempre lucen así, ellos jamás salen sin un arma encima, jamás resuelven las cosas de forma pacífica, los De Santis tienen otra forma de ver el mundo.

— Estaré esperando por tus caprichos entonces.

Soltándome, dándole atención a Boris, el oso mañoso que odia a todo el mundo está muy a gusto en el regazo del rubio.

Dicen que los animales son capaces de percibir cuando las personas tienen buenas o malas intenciones, debería fiarme de la intuición de mi oso.

***

Llegando a la casa principal de los De Santis otra vez, Ardan y yo bajamos del auto, este sin soltar a Boris, manteniendo la puerta abierta para dejarme pasar primero, recorriendo el camino hacia el salón, dónde las cosas parecían haberse calmado, al menos ya no está el bastardo de Fabio en el piso y su sangre también fue limpiada, son buenas noticias.

— Boss, permítame presentarme, mi nombre es Lorenzo, soy el padre de Ardan y el nuevo cabecilla de la familia De Santis, estoy aquí en representación de nuestro apellido para ofrecerle nuestra total lealtad — tomando mi mano, besando sobre el anillo, apoyándolo en su frente— Lamentamos haber dudado de sus capacidades al comienzo, y agradecemos el que haya escogido a uno de los nuestros para que la acompañe en su duro labor.

Respetuoso, me trató como Boss y no como dama, me está ofreciendo su lealtad, esto está saliendo mejor de lo que pensaba.

— Lorenzo, es un gusto conocerlo — dije al hombre— Gracias por su apoyo, siempre es grato saber que las casas están conformes con mis decisiones — haciéndolo levantar la cabeza, estrechando su mano— Pronto seremos familia, gracias por permitir a su hijo entrar como candidato para ser mi prometido.

— Eso tiene que agradecérselo a mi sobrina, Boss — dijo Lorenzo— Fue Sabina quien habla de usted todo el tiempo, fue ella quien postuló a Ardan.

Miré al rubio a mi lado hacerse el tonto, jugando con Boris.

— ¿Eso hace cuanto fue?

— Apenas se dictó que usted debía casarse, hace unos... ¿Dos meses? Algo así.

Sabina sabe cosas, necesito interrogarla.

— Ya veo... señor Lorenzo, fue un placer conocerlo, ahora necesito hablar con su sobrina, es importante.

— Por supuesto. Fue un gusto, Boss.

Sonreí y tomé a Ardan del brazo, caminando con él en dirección a la rubia, carcajeando mientras hace malabares con los cuchillos que llevaba en el cabello, Eris parecía muy interesada en intentarlo, Dane protege a Ares de una muerte inminente estando cerca de la rubia loca.

— Así que tú lo postulaste hace unos meses — dije apenas estuve frente a ella— Sabías cosas ¿No? ¿Lo sabías? ¿Lo de Rhett?

— ¿Rett es tu segundo?

Preguntó Ardan.

— ¡Mierda!

Se quejó Sabina.

— Me distrajiste, morenita — mirándome mal, señalando el cuchillo que tenía clavado en la palma— Bueno, papá dice que no hay diversión sin lastimarse un poquito — sonriente— Primo, yo sabía que ibas a ser la salvación entre esta pila de babosos de mierda — señalando a la gente que nos rodeaba— Aradia, yo no sabía nada, te lo juro, pero como lo conozco... quería tenerte un plan B, lamento haber acertado.

— ¿Plan B de qué?

Preguntó Ardan, confundido.

— ¿Quieres hablar de tampones, copas menstruales y toallitas? Porque de eso hablamos, Rhett es un incompetente cuando de comprar productos femeninos se trata.

Se quejó la rubia, arrugando la nariz.

— Bueno... no quiero los detalles de eso, pero sí quiero retarte, mañana en mi casa, lanzaremos cuchillos al blanco, el perdedor limpia a los caballos ¿Qué me dices?

— Trato hecho, animal, te voy a hacer comer mierda.

Sonriendo mientras chocaba palmas con su primo.

— Ah... pero, lo olvidaba, las cosas estarán un poco movidas por un tiempo, con esto de la boda y todo eso, no puedo dejar a Aradia sola, soy su asesina, jefa de guardias y mejor amiga, estaré pegada como chicle a ella por los próximos días.

Dijo la rubia.

— Amm... no hay problema Sabina, acepté quedarme en su casa hoy, ya sabes, mi círculo íntimo también debe venir, mañana me enseñará su propiedad, los animales, me mostrará sus árboles, su huerto... la verdad, había muchas cosas que ver, es una bonita casa.

La cara de la rubia era todo un poema, la picardía le sale por los poros.

— Mañana saldremos a andar a caballo ¿Qué dicen? — le propuso Ardan a mis hermanos— También podemos hablar sobre la decoración de sus cuartos, como Aradia y yo nos casaremos, ustedes vendrán con nosotros a casa, están incluidos en el paquete.

— ¿Qué hay de Boris? — preguntó Eris— ¿Te molesta? Boris va a crecer y no nos desharemos de él, es parte de la familia.

Ardan miró al oso, acariciando su pelaje.

— Boris viene incluido en el paquete también, no te preocupes.

— ¿Cómo está su pata? ¿El bastardo de Fabio se la rompió?

Preguntó Ares.

Aprovechando que Ardan estaba ocupado, Sabina nos arrastró a Dane y a mí un poco más lejos para poder hablar con calma.

— Te juro que no tenía idea que Rhett iba a ser un idiota contigo — dijo la rubia— Yo pensé que de verdad te quería, parecía quererte, lo siento...

Negué apretando los labios.

— No es tu culpa, Rhett es el idiota, ahora sólo debemos pensar en qué mierda voy a hacer en mi prueba de la virtud, carajo, se supone que debo ir a tener sexo con él luego del matrimonio, será incómodo, Ardan está guapo y le lamería todo ese sexy pecho que se gasta, yo creo que no me amamantaron lo suficiente — mirándolo de reojo— Pensándolo bien... puede que no sea tan incómodo, llevo imaginando desde que apareció en casa por primera vez en cómo será su cuerpo debajo de toda esa tela.

Señalándolo por todas partes.

— Es lo que yo digo — asintió Dane— Una vez que pruebas el sexo, después no te puedes detener, es una tragedia, un gusto culposo, pero tan delicioso...

Asentí sintiéndome totalmente de acuerdo con él.

— Los vibradores ya no me satisfacen como antes — admití— Puede que Ardan y yo seamos compatibles en la cama ¿Quién sabe? Un polvo es un polvo.

— Te vas a casar, no será sólo un polvo.

Dijo Dane, rodando los ojos.

— Pues podré repetir el plato ¿Qué mejor? Sólo míralo, realmente le pasaría la lengua por encima.

— ¿Pasarle la lengua a quién?

Los tres pegamos un brinco, ahogando un grito, volteando a ver a Rhett que llegó de forma silenciosa, interrumpiéndonos.

Todos guardamos silencio al verlo tan relajado aquí.

— Vamos, chicos, no pueden estar enojados por siempre — rodó los ojos— Sabina, ya te pedí perdón, Aradia... a ti no sé que decirte, pero lo solucionaré ¿Ok? No dejaré que te arruinen el día por mi cagada.

Soy una cagada, que bonito.

— ¿Ves esto? — le preguntó Sabina a Rhett, tomando uno de los cuchillos que tenía en el cabello— Este tiene el nombre de tu bola izquierda, sigue hablando y tomaré la que tiene el nombre de tu bola derecha, te mataría hoy, pero seremos invitados en la casa de mi primo, Aradia accedió a pasar la noche allí.

Abrió mucho los ojos, sujetándome por el brazo.

— Uuh... eso es malo para mí ¿Es necesario que yo vaya? Invité a dormir a una chica hoy, no puedo cancelarle ahora y tampoco sería cortés llevarla a una casa dónde soy visita.

— Si quieres irte a casa, por mí no hay problema — dije— Pero mañana deberías estar presente, eres mi Segundo y se supone que tú vas anotando las preferencias que Ardan y yo queramos.

— Pero estará Dane, él puede...

— No, no puedo — contestó el Caruso— Tú sistema de orden es muy enredado, además, te has estado saltando el trabajo muy seguido, yo también tengo mi propio trabajo como para tener que hacer el tuyo también.

— Es sólo por esta noche, es un polvo, te estoy pidiendo que me cubras sólo por esta noche y mañana, no quiero despertar temprano, sólo... por favor, no puedo cancelarle.

Rodó los ojos, mirando tras de mí.

— ¡Santino! — llamó Dane— Santino ¿Puedes venir?

El mencionado se acercó al escuchar su nombre, plantándose frente a nosotros.

— Que ocurre ¿Qué cagada hicieron?

Preguntó suspirando, ya está acostumbrado a cubrir nuestros líos.

— Ninguno aún — contestó Dane— Pero ¿Mañana podrías ir a la casa de Ardan? Nos quedaremos allá esta noche, mañana comenzaremos con los preparativos de la boda, se supone que necesitamos un Segundo, pero Rhett prefiere un polvo al trabajo, quería saber si tú podías ir en su lugar.

El rostro de Santino es un poema, miró a su hijo como si fuera un idiota mientras se acomodaba el cabello.

— ¿Qué mierda te pasa a ti? ¿Cuándo un polvo va antes que el trabajo?

Le dijo.

— Es incómodo estar aquí ¿Ok? — dijo Rhett— Aradia me odia, Sabina quiere apuñalarme las bolas, y es más que obvio que Dane tampoco está feliz conmigo aquí, quiero tiempo para estar a solas, sólo eso.

— Bueno, los últimos acontecimientos no son para aplaudirte precisamente — le dijo Santino— Y vas a hacer tu trabajo como corresponde, no siempre estamos en buenos términos con el Boss, pregúntale a Aless cuantas veces se salvó de la muerte por ponerle las manos encima a Natasha, es parte del proceso.

Rhett no parecía emocionado por la idea.

— Santino, quiero llamar a mis padres... me gustaría que estuvieran en mi boda ¿Será muy egoísta si les pido volver?

Le tembló una ceja.

— Chiquita, eso sí estará complicado porque yo no tengo idea de ellos hace semanas, sé por los escoltas que Natasha todavía quiere ahorcarlo, quizá sea mejor no hacerlos venir, no si quieres que conserven su matrimonio.

¿Cómo le digo que todo esto lo planeó mi mamá para tener a mi padre sólo para ella? Esa mujer es de temer cuando quiere algo, sus caprichos son peores que los míos, me pidió de favor que le propusiera llevársela lejos, mamá dijo que confiaba en mí para manejar todo.

¿Regresará en algún momento? Esa es una buena pregunta.

— Sí... tienes razón — es mejor seguirle el juego y hacer como si el plan de mamá nunca existió— Entonces mañana comenzaremos por las invitaciones, los lideres internacionales necesitan ser notificados con tiempo para organizarse.

— Pareces muy ensimismada en esto — dijo Santino— Ese chico, Ardan ¿Te agrada?

Asentí.

— Sólo tenemos que conocernos mejor, es alguien agradable, se lleva bien con mis hermanos, es detallista, sólo mira todo lo que preparó para mí — señalándome— Y mira como carga a Boris, y me respeta, tenemos muchas cosas en común y... puede que le insinuara que quiero besarlo — dije— Puede que lo besara en la comisura de la boca hace un rato... puede que quiera pasarle la lengua a ese rostro perfecto.

Santino asintió complacido.

— Este matrimonio tiene futuro entonces, deja todo en mis manos, bonita, mañana a primera hora estaré en casa de Ardan para hablar de los detalles, tú si quieres vete a follar — le dijo a Rhett— Planificar esto es tu tarea, pero como se trata de la hija de Natasha, mi mejor amiga, y que sus padres no estarán presentes, planeo darle la boda de sus sueños y entregarla en el altar, mi trabajo será impecable.

Besando mi frente antes de marcharse.

— Aradia ¿Mañana participarás con nosotros en la competencia de cuchillos? Es con los ojos vendados, Ardan es muy bueno en eso, siempre me gana.

La miré con sorpresa... yo creí que Sabina era impresionante ¿Cómo que él es mejor?

— Probaré suerte, nunca lo he hecho con los ojos vendados.

— Todo va en el balance del cuerpo, el peso del cuchillo y la dirección del viento, mañana te mostraremos cómo lo hacemos, será divertido.

— Ahí está mi cita de hoy, suerte mañana, que se diviertan.

Dijo Rhett, siguiendo a una rubia hasta atraparla, hacerla girar entre sus brazos y besarla sin importarle la mirada de desaprobación de los mayores.

— ¿Te duele, molesta, enoja? ¿Le corto una bola ya?

Preguntó Sabina, mirando lo mismo que yo.

— No siento nada — dije yo, encogiéndome de hombros— Me desilusionó tanto que ya no siento nada.

— ¿Un trago para celebrar el compromiso?

Propuso Dane.

— Un trago.

Concordamos nosotras, yo no he podido beber luego de todo lo que ha pasado.

Juntos, caminamos hacia la mesa de las bebidas, le di un sorbo a mi vaso cando sentí una cosa peluda acariciarme la pierna desnuda, viendo a Boris abrazar mi pierna.

— Se puso inquieto, te quería a ti.

Dijo Ardan, soltándose el cabello, permitiéndome ver sus ondulaciones rubias que a la luz se ven estupendas, quedando completamente embobada al ver como lo ataba otra vez, observando como se le tensaban los músculos con esa simple acción.

— Después me lo agradeces.

Dijo la rubia, guiñándome un ojo.

— Sí, la verdad creo que sí tengo que agradecerte — dije yo, sonriéndole a Ardan— Te daré un aumento.

— ¡Sí!

Celebró la rubia, dándole un empujón a su primo para acortar la distancia entre nosotros.

— ¿Bailamos?

Propuso.

— Después me lo agradeces también — le dijo Sabina, llevándose a Boris con ella mientras el pobre protestaba— Me encargo del peludo.

Ambos negamos sonrientes hacia Sabina, tomé la mano de Ardan y lo dejé guiarme a la pista de baile.

Sin duda las cosas se pondrán interesantes desde ahora.

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BUENAS BUENAS HIJAS DE SATÁN

BUENO, YA COMPRENDIMOS LO QUE PASABA POR ESA CABECITA DE RHETT

PARA ÉL, ARADIA ERA UN POLVO, INTENTÓ QUERERLA, PERO LE FUE IMPOSIBLE

DANE LE DEJÓ MAS QUE CLARO QUE POR SU ESTUPIDEZ, MUCHO ESTABA EN JUEGO

SANTINO TAMBIEN ESTABA BIEN DESILUCIONADO DE SU HIJO

ARADIA Y ARDAN... ME GUSTAN LOS PAGOS CON BESOS 😏

Y UN HOMBRE QUE SE LLEVA BIEN CON LOS ANIMALES ES BASTANTE PROMETEDOR

SABINA LO TENIA TODO PLANEADO PORQUE CONOCÍA A SU HERMANO

Y ARADIA SABIA DEL PLAN DE NATASHA. O SEA QUE ESA MUJER SI LO PLANEÓ TODO A PROPOSITO

Y ARDAN INVITANDOLA A PASAR LA NOCHE

AAAH! ES QUE YA ME GANÓ, YA ME TIENE A SUS PIES

NOS LEEMOS EN EL SIGUIENTE CAPITULO BEBAS

BESITOS EN LA COLA♥️


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