02.
El frío chocaba contra las mejillas de Federico enrojeciéndolas, el sudor de su frente hacia que los mechones de su cabello pelinegro se pegaran a esta.
El chico que se encontraba a unos metros de distancia le indico con la mano que se alejara más a lo cual Federico obedeció, cuando estuvo a la distancia perfecta su compañero lanzó la pelota de Rugby y este la agarró de aire.
Le hacía bien eso, jugar al Rugby, y aunque en un principio lo había odiado ahora era lo único que esperaba hacer en las tardes.
Su entrenador hizo sonar el silbato indicando que la clase ya había terminado, tomo su bolso y saco la botella de agua que aún se conservaba fría; dejó caer un poco de esa agua sobre su rostro tibio para así refrescarlo.
-Ya se está sintiendo mucho más el frío-le dijo Joaquín.
-Desde hace semanas, pero hoy más que nunca.
Coloco el agua que sobraba de la botella en sus rodillas sucias y raspadas para luego volver a dirigirse a su amigo.
-¿Que vas a hacer ahora?
-Lo de siempre...nada-se río.
-Rodo nos invitó a merendar ¿Venís?
-¿Va a ir Dani?
-No lo vi hoy,-le confesó Federico levantando los hombros-no fue al colegio.
Le había parecido raro eso, Daniel nunca faltaba a clases, no porque no quisiera sino porque no lo dejaban; los padres de Daniel eran muy estrictos con respecto a su educación por eso lo habían mandado al colegio Alfonsina Storni porque ahí se habían graduado ambos con un gran promedio.
En ese momento como si fuera arte de magia Daniel apareció en el campo, se aproximaba a ellos a paso rápido e eufórico, los chicos no supieron si acercarse a él o si alejarse de él. Jamás lo habían visto de esa manera tan feliz, tardó unos segundos en llegar hasta donde estaban.
-¿Que te paso?-se adelantó a preguntar Joaquín.
Daniel no respondió inmediatamente, primero respiro un poco para después comenzar a gritar su noticia, de su boca cada vez que exhalaba salía una nube de aire que se asimilaba al humo de un cigarrillo.
-¡No saben! ¡No saben!-dijo.
-Si nos contas lo vamos a saber-respondió Federico irónico.
-Juro que no lo van a poder creer.-Federico y Joaquín se miraron tratando de imaginar lo que estaba tratando de decir su amigo- Encontré una de las mejores cosas que he leído sobre Bariloche...
Los chicos lo entendieron rápido ya que no era la primera vez que el castaño llegaba para contarles las historias o hechos que había descubierto sobre algún lugar, incluso Federico recordaba la vez que luego de un fin de semana largo Daniel había llegado para contarles con lujo de detalles todo sobre la segunda guerra mundial incluyendo una descripción muy bien narrada sobre los campos de concentración y lo que se hacía en ellos, Rodrigo tuvo que pedirle que parará ya que estaba angustiándose demasiado con lo que estaba diciéndoles.
Tampoco le sorprendía el hecho de que se haya puesto a buscar cosas sobre Bariloche, faltaban solo días para que los cuatro-incluyendo a sus padres- se fueran juntos de vacaciones hacia allá. Habían sido meses de organización y aunque en un principio iban a ser solo las familias de Daniel y Rodrigo se habían decidido por hacer un viaje donde se incluyera a todos, así los chicos podrían pasar las vacaciones juntos y los padres podrían conocerse más y reforzar esa amistad que había comenzado con las madres en un curso de cocina saludable.
-¿No me digas que por eso no fuiste a clases?
Daniel no le contesto, eso fue una clara respuesta pero también lo fueron las ojeras marcadas que se encontraban bajo sus ojos.
-No puedo creer que te hayas quedado toda la noche buscando cosas sobre Bariloche.
-Ya se me están yendo las ganas de ir-le dijo Joaquín.
-Pero parla di un mostro che vive nel lago Nahuel Huapi.-le respondió Daniel.
Con Joaquín volvieron a mirarse, esta vez más confundidos que la anterior, ya tenían sabido que Daniel podía manipular muy bien la lengua Italiana y solía usarla con mucha frecuencia pero eso no significaba que sus tres amigos-los cuales solo hablaban español-pudieran entenderle.
Daniel rodeo los ojos para luego darles una traducción de lo que había dicho anteriormente "Es sobre un monstruo que vive en el lago Nahuel Huapi.
-¿Nahuelito?-le pregunto Joaquín.
-¿Lo conoces?-casi le grito Daniel.
-Sí, mi papá solía decirme que si no hacía lo que decía Nahuelito iba a comerme vivo o de vez en cuando si se cansaba de nombrarlo mucho decía que la "Luz Mala" me iba a atrapar.-rio al recordar eso-Que estupidez.
-Pero es verdad.-dijo confiado-En 1910 un hombre llamado George Garret logro avistar a unos 400 metros de distancia una criatura la cual supuestamente él media entre cinco y siete metros de largo, y en 1960 la Armada Argentina persiguió en el lago un objeto submarino no identificado durante dieciocho días.
-No es verdad Daniel, son mitos que se le suelen contar a los chicos para que se asusten o se explotan para sacar plata y todas esas cosas que leíste también son mentira.
-Entonces no va a pasar nada si acampamos ahí, total no es verdad.-se burló.
-¿Vos estás loco? ¿Sos consiente del frío que va a hacer ahí? Ni siquiera sé si se puede acampar en el lago.
-Nadie se va a dar cuenta además va a valer la pena.
-¿De qué? De ver algo que no existe-dijo Joaquín ya enojado.
-De poder despegarnos un poco de nuestros viejos y ¿mira si lo encontramos? Nos hacemos famosos...
-No va a pasar.
-¿Pero y si si? Si lo encontramos y lo grabamos, nos hacemos famosos y nos hacemos un montón de plata.
-Además las chicas.
Daniel señaló con el dedo a su amigo agradecido por su contribución.
-No sé...además mira si Rodrigo no quiere.-hablo Federico.
-Después le decimos pero tenemos que hacerlo, si lo captamos en una foto o en un video y lo vendemos nos hacemos ricos, es nuestra oportunidad no solo de descubrir sino de separarnos de nuestros padres- volvió a remarcar esto último.
-Si tenes razón, estoy cansado de que mi viejo me moleste con lo que tengo que hacer y con lo que no. Siempre tengo que ser mejor que Mateo.
Mateo era el hermano mayor de Joaquín, tenía tan solo diecinueve años cuando tuvo su primer hijo con una mujer que ninguno de sus padres aprobaba. Mateo había abandonado la escuela a los dieciséis años y desde entonces comenzó a vivir del dinero de sus padres, actualmente su situación es la misma solo que ahora tienen que mantener a su hijo y a su novia; por eso mismo presionan a Joaquín para que no termine igual que su hermano o peor. Su reputación ya era bastante conocida entre sus amigos y los chicos de la escuela, se estaba bien sabido que cada un mes tenía nueva conquista y su historial con el alcohol era algo extenso, solía robarle botellas de cerveza a su padre o cuando quería algo más fuerte simplemente se lo llevaba del estante de licores que había en su casa.
Todo había comenzado hacia un año cuando Joaquín tenía catorce, se había corrido el rumor de que se había acostado con una chica tres años mayor que él, se había convertido en todo un ídolo, sus padres nunca se enteraron de estas cosas pero a juzgar por el comportamiento que tenía y sus calificaciones en la escuela estaban asustados de que terminara igual que Mateo.
-¿Entonces?-pregunto Daniel.
-Yo estoy adentro, el dinero y estar lejos de mis padres me convenció.-contesto Joaquín.
Federico asintió en forma de respuesta.
-¿Estás seguro?-le dijo casi en un susurró.
-Si ¿Por?
La extrañeza en la mirada de su amigo lo hizo dudar.
-¿No se están por cumplir dos años de lo de Ezequiel?.
Ezequiel...
Su hermano había muerto hacía casi dos años en un accidente de autos múltiple, sus padres había tardado mucho en recuperarse por esa pérdida incluso aún siguen heridos. Federico desde un principio había tenido el miedo de olvidar a su hermano pero temía aún más no poder soltarlo, ambos casos lo lastimaban a tal punto que ya no quería pensar en él; se culpaba por olvidarlo pero aún más se culpaba por no recordar su aniversario.
No le respondió a Joaquín, no sabía que decirle.
-Vamos a lo de Rodrigo y ahí lo hablamos-prefirió responder.
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