Parte Dos.
Cuando Katsuki termino su llamada con Mitsuki, volvieron a sus planes de ir a la playa. Aunque antes tuvieron un pequeño encuentro.
— ¡Tío Sho!
Un niño de unos tres años se acercó a una velocidad impresionante para sus dos pequeñas piernas hasta Shoto, el cuál se preparó para agarrarlo con cuidado y levantarlo en brazos. Parecía bastante acostumbrado.
—Touya, ¿dónde está tu papá?
Eijirou miro extrañado al niño y el cenizo también hizo una ligera mueca. Touya era el nombre verdadero de Dabi, el hermano del bicolor y quién falleció dos años después de la batalla contra Shigaraki. El villano no tenía forma de recuperarse de sus heridas tras la pelea con su hermano y su padre. Era algo que todos sabían.
Aún así, ninguno de los dos saco el tema y solo observaron al niño de cabello blanco y ojos azules, que tenía una enorme y amable sonrisa hacia su tío.
— ¡Papá se está escondiendo del abuelo! Yo también me quería esconder, tío Sho —sonrió el niño — ¿Me escondes?
El pelirrojo y el cenizo fueron testigos de la suave sonrisa en su siempre rígido compañero de clases. Y a los dos les pareció linda.
—No, no está bien que te escondas —le reproche —Te llevaré con Natsuo-nii antes de que se enoje porque te has vuelto a escapar.
—No me escape —se defendió el niño —La puerta de la cabaña estaba abierta. Yo solo salí.
Todoroki suspiro y no discutió con el niño, estaba por decirle a Bakugou y Kirishima que fueran antes a la playa cuando Touya reparo en el cenizo, sus ojos azules se expandieron a más no poder y levanto sus brazos hacia él.
— ¡T-Tio Sho, es Dynamite! ¡Es Dynamite! ¡Bájame, bájame!
Touya prácticamente estaba pataleando para que lo baje, por lo que el de quirk dual tuvo que hacerlo y vio al pequeño niño correr en círculos alrededor del cenizo, el cuál encontraba divertida su actitud.
— ¡Sí es Dynamite! —confirmó el pequeño luego de examinar por todos lados al de ojos rojos.
—Sí, lo soy, niño. No hace falta que lo grites —le sacudió el cabello y el pequeño reprimió un grito — ¿Eres fan mío?
— ¡Sí, super mega fan! —afirmó el de ojos azules —Aunque no tanto como mí tío Sho. Él tiene más...¿humm? ¡hummm!
Shoto había tapado con sus manos la boca de su chismoso sobrino para evitar que revelará que tenía en su departamento una enorme colección con todo lo relacionado con Dynamite. Era un nivel de obsesión parecido al de Izuku con All Might la cantidad de mercancía que podía tener.
Eijirou le miro como si supiera justamente lo que intentaba ocultar y se tapó la boca para no reírse de él.
— ¿Qué tiene tu tío? —quiso saber el cenizo, muy curioso por la forma en que el rostro del bicolor se puso pálido.
—N-Nada importante Bakugou —negó el de quirk dual en lo que se giraba con el niño y lo agarraba de los brazos —Touya, le dices algo a Bakugou y te dejaré al cuidado de Hawks la semana que viene.
Natsuo era padre soltero, su esposa y él habían tenido varios desacuerdos que los llevaron al divorcio y aparte su mujer le dejo la custodia total de Touya, ya que no deseaba hacerse cargo de su hijo cuando consiguió una nueva pareja. Así que los fines de semana su hermano le había pedido de favor a él y a Hawks si podían cuidarlo unas horas en lo que hacia sus guardias en el hospital. Era solamente hasta que se acomodaran sus horarios y consiguiera una posición más segura y estable.
A Touya le encantaba pasar tiempo con Keigo pero a veces...llegaba a ser peligroso.
Es decir, al mayor le gustaba llevarlo a parques de diversiones y él lo pasaba bien, pero había un nivel de adrenalina el cuál aún no estaba listo para afrontar.
En cambio, con el de quirk dual tenía un fin de semana tranquilo y lleno de helado asegurado.
Solamente cuando Touya asintió, el de quirk dual soltó su carita y el niño miró hacia Katsuki con su mejor expresión de inocencia para decirle que se le había olvidado lo que quería decirle antes.
El cenizo eligió no interrogar ni al niño ni al bicolor cuando se percató de que el pelirrojo estaba, desde hacia rato, reprimiendo sus deseos de reírse. Dejo el asunto estar y tomó la mano del niño el cuál le miro con una enorme sonrisa.
—Vamos a dejarte con tu padre —declaró el de quirk explosivo.
— ¡Sí!
Todoroki se preguntó si estaría bien hacer que el cenizo se desviará de sus actividades pero al ver que Kirishima le hacía una señal de que todo estaba bien, decidió llevarlos a la cabaña que correspondía a su hermano mayor y a Fuyumi. Tocó la puerta y Natsuo, con unas enormes ojeras, salió a abrirle.
— ¿Es hora del desayuno? —murmuró dormido.
—No, Touya se escapó y vine a dejarlo —informó el bicolor a su hermano que pasó una mano por su rostro para despertarse más rápido — ¿Y Fuyumi-neesan?
—Tengo el vago recuerdo de que intentó despertarme —comentó el de ojos grises en lo que se agachaba en el suelo para mirar hacia su hijo en lo que también soltaba un suspiro —Touya, te pedí que te quedarás en la cabaña hasta que me despertará, ¿no?
El niño hizo un puchero pero Natsuo no se enfado ni nada. Sabía bien que su hijo era muy activo, aparte de que se levantaba temprano y él estuvo mal en no pensar en pedirle a alguien que le echara un vistazo hasta que pudiera despertarse. Le sacudió el cabello, lo levanto y le dijo que irían a la playa después de desayunar. Touya sonrió totalmente alegre y se abrazo al cuello de su padre.
— ¿Puedo jugar con Dynamite después, papá? —preguntó en un tono de súplica y haciéndole ojitos — ¿Puedo? ¿Porfis?
— ¿Con quién...? —se interrumpió a la mitad el mayor y se sonrojo avergonzado —O-Oh, perdón.
Natsuo no había notado que al lado de su hermano menor se encontraban Eijirou y Katsuki, estaba realmente muy cansado y apenas podía prestarle atención a su hijo en ese estado, menos a otros. Así que al verlos a los dos se sintió avergonzado por haberlos ignorado.
—No pasa nada, un gusto conocerte Natsuo-san —sonrió el de dientes puntiagudos —Me llamo Kirishima Eijirou.
—Lo sabía, Sho ha hablado un poco de ti y de Bakugou —mencionó el albino dándole un saludo también al cenizo —Ha pasado tiempo, chicos. Los dos han crecido mucho.
Touya se apoyo en el hombro del albino mientras le seguía haciendo ojitos y Bakugou pensó que no sería mala idea cuidar del niño, el albino se notaba que necesitaba dormir unas horas más. Así que dijo que no le molestaría pasar un tiempo con el menor y el de quirk dual le dijo a su hermano mayor que no pasaría nada si lo cuidaban un rato más.
Kirishima también pensó que sería una buena idea. El niño podría distraer a el cenizo y los mantendría a ellos bajo control para no hacer idioteces.
Natsuo no sabía si aceptar o no la buena voluntad de los chicos pero al ver a su hijo tan entusiasmado solo pudo aceptar. Les dió una mochilita con las cosas de Touya y les pidió que lo llevarán a comer algo. Él intentaría dormir una hora más, luego bajaría a la playa a buscarlos y se haría cargo de su hijo.
El cenizo agarro una vez más la manito de Touya y fue caminando por delante, dejando al bicolor y el pelirrojo detrás de ellos.
—No sabía que eras tío, Todoroki —comentó el de dientes puntiagudos.
—Los parientes de los héroes son confidenciales, al menos en Asia es así —respondió el de quirk dual —En el extranjero supongo que es diferente, ¿no?
—Sí, es más común de lo que se cree. Los héroes no ocultan a sus parientes. Y a algunos de esos parientes les gusta llamar esa atención por redes sociales —frunció el ceño el pelirrojo —Es difícil estar tal tanto con la política de héroes de Japón una vez has estado en el extranjero por tantos años.
—Bakugou podría ayudarte —sugirió el más alto —Trabaja mucho en eso.
— ¿Blasty hace política? —preguntó impresionado el de ojos rojos.
—Trabaja en campañas de héroes y familiares, apoyo a víctimas de secuestro y abuso, a trabajado también con Midoriya y Uraraka en un programa psicológico de apoyo a niños y adolescentes con quirks que afectan sus personalidades —explicó el de quirk dual —Es conocido como un héroe activista.
Eijirou sonrió orgulloso y tal vez un poco más enamorado de antes de Katsuki. Shoto podía comprender bien el sentimiento.
—Creo que BeastJeannist le recomendó un trabajo en política o psicología una vez pensará en el retiro —le siguió contando —Midoriya me ha contado de eso. Cómo él va a tener que retirarse antes ha pensado en aplicar a un puesto como profesor de Yuei.
—Por lo de su quirk —dijo el pelirrojo en un tono bajo y el bicolor asintió —Aún recuerdo a Bakugou llorando por eso.
—Sí, yo también.
Cuando Izuku le contó a Katsuki de que los residuos del All For One se irían apagando con los años se puso a llorar en su habitación de hospital y por coincidencia ellos llegaron a verlo, pero no pudieron consolarlo. El de pecas se sintió muy mal por su amigo y le aseguro que estaba bien con lo que pasó, con la recuperación y lo que quedaba de su quirk podría seguir siendo un héroe por unos cuantos años. Pero no el mismo tiempo que el cenizo o los demás miembros de la clase A.
El ambiente entre los dos se volvió un poco lúgubre al recordar ese momento. Hasta que escucharon la voz del cenizo que los llamaba y les pedía que le ayudarán con Touya.
Entonces, la tristeza de antes se les fue cuando se metieron al mar y jugaron todos juntos. Touya intentaba subirse a la tabla de surf, con Kirishima dándole indicaciones y Bakugou haciendo de tiburón, en lo que Todoroki se aseguraba que nada malo le pasará a su sobrino que apenas estaba aprendiendo a nadar. Pasaron tanto tiempo en el agua, riéndose y jugando que el bicolor y el pelirrojo se dieron cuenta que podían manejar un poco mejor de lo que creyeron el estar tan cerca del cenizo.
Podían tocarlo libremente aunque sentían un cosquilleo cuando él se les quedaba pegados en la espalda o el pecho. Aún así, no hubo problemas de control.
— ¡Touya! ¡Papá está aquí! ¡Touya!
— ¡Papá!
Katsuki se rió cuando vio al niño con sus pequeños brazos intentando remar sobre la tabla de surf hacia donde estaba su padre en la orilla de la playa. Por lo que se subió encima de la misma con él e hizo una explosión para impulsar sus movimientos. El niño grito, alegre y emocionado.
Una vez en un lugar donde era seguro dejar que Touya se bajara de la tabla, el cenizo lo bajo y lo acompaño hasta su padre. Los otros dos chicos lo siguieron detrás.
Natsuo abrazo a su hijo, lo levanto en brazos y lo alzó en el aire sacándole una carcajada. Tenía un mejor aspecto ahora.
—Gracias por cuidarlo —agradeció el albino.
—De nada.
Eijirou se tiró un momento en la arena, cansado después de jugar por tanto tiempo en el agua mientras que Shoto le dijo a su hermano que iría a ver qué hacia Fuyumi. Katsuki también se terminó acostando en la arena, aunque arriba de la toalla y vio a Natsuo jugando con Touya en el mar.
Se les veía muy alegres.
Y en lo que les seguía mirando, su estómago soltó un pequeño gruñido y escucho la bajita risa del pelirrojo que estaba a su lado.
— ¿Vamos por un bocadillo, Blasty? —propuso el de dientes puntiagudos y el cenizo solo tuvo que pararse para saber que aceptaba.
En lo que subían las escaleras hasta los complejos, el pelirrojo se detuvo e hizo una ligera mueca y el de quirk explosivo se giro a mirarlo.
— ¿Qué pasa? —quiso saber.
—Deje mi celular en el hotel —dijo el de dientes puntiagudos —Le prometí a Ashido que le llamaría en la tarde.
—Puedes usar mi celular —ofreció el cenizo.
—No, de todos modos tendría que ir por mi celular. Revisar si tengo alguna notificación de mi antigua agencia y la inmobiliaria con la que me quiso poner en contacto Sero —suspiró el de ojos rojos —A veces apesta ser un adulto, Blasty. Las responsabilidades son molestas.
El de quirk explosivo bufó pero no pudo evitar estar de acuerdo con su amigo y en lo que pensaba que iría a su hotel a buscar sus cosas, se le ocurrió una pequeña idea.
— ¿No quieres quedarte en mi cabaña, Kirishima?
De todos modos, el personal estaba avisado que tenía un invitado. No debería haber problema con que se quedará en su cabaña, ¿no?
Claro que lo que Katsuki no sabía era que el problema radicaba en los sentimientos de Eijirou que se puso un poco ansioso e incómodo, pasó una mano por su cabello y aunque no quería rechazar la propuesta del cenizo, le hacía sentirse mal cuando pensaba en Shoto.
—Eh, lo pensaré. No quiero ser una molestia y mí habitación de hotel está pagada...—dijo lo primero que se le ocurrió y el cenizo se vio un poco herido — ¡N-No es que no quería, me encantaría! Pero traigo demasiado equipaje y, eh, humm...
—Esta bien, Kirishima —lo corto el cenizo —Era solo una invitación. No quiero hacerte sentir incómodo, idiota. Ve a tu hotel por su celular. Iré a comer.
En la traducción que el pelirrojo había aprendido tras unos años de convivencia con el cenizo lo que le estaba diciendo está bien, no estoy enojado pero ahora no quiero verte y será mejor que te vayas antes de que diga alguna mierda de la que me voy a arrepentir después.
Sin saber qué decirle para evitar arruinar más la situación, le dió una sonrisa y le aseguro que volvería lo más pronto posible para que pasarán el resto del día juntos.
El cenizo solo le dió un leve asentimiento en respuesta.
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Su hotel quedaba a dos kilómetros del complejo. Kirishima había empezando su día haciendo ejercicio, quería correr lo más que pudiera por todo lo largo de la playa hasta donde hubiera menos gente y ahí haría surf. El lugar que encontró coincidía con el área que pertenecía al Complejo Vacacional Sol y Luna dónde se encontró con Bakugou y Todoroki.
Al correr esa distancia se dió cuenta que cerca de su hotel había más gente mientras que cerca del complejo era menos la cantidad que se podía encontrar.
Cuando tuvo que volver, caminando y un poco corriendo, noto que la cantidad de gente aumento más. Pero nadie lo reconoció, algo bueno de ser un héroe casi del extranjero. Se pudo meter en su hotel sin llamar la atención de nadie y al subir hasta su habitación busco sus cosas.
Lo primero que reviso fue su celular. Al ver que tenía hace menos de cinco minutos una llamada perdida de Ashido, la llamo.
— ¡Kirishima! Eso fue rápido. Pensé que estabas durmiendo hasta tarde.
—En realidad me levanté temprano y sali a correr. Deje el celular en el hotel —explicó el de ojos rojos —Volví a buscarlo porque sabía que llamarías.
—Muy bien, un chico responsable. Dime, ¿cómo la estás pasando?
—Bien, yo...me encontré con Bakugou y Todoroki...
Los gritos de su amiga no tardaron en escucharse.
— ¡¿Con Bakugou y Todoroki?! ¡¿Acaso se pusieron de acuerdo los tres para irse de vacaciones y no me dijeron?! ¡No es justo! ¡Yo también quiero pasar tiempo con ustedes tres!
Eijirou se esperaba ese reclamo, por lo que dejó que Mina se desquitará hasta calmarse y luego le explicó que fue solo una serie de coincidencias lo que le llevo a estar junto con los otros dos. Su amiga se calmó luego de unos minutos y le dijo lo siguiente.
—Ya que estás con Bakugou puede que hallas notado que está un poquito diferente, ¿no?
—Sí, un poco —confirmó el pelirrojo. Después de todo, algunas actitudes del cenizo fueron raras, parecía buscar más contacto físico del habitual y estaba más predispuesto a la compañía de otros que antes — ¿Sabes porqué es?
—Bueno, si me preguntas a mí es porque se siente solo. Creo que quiere más afecto de parte de alguien pero no sabe cómo pedirlo. Cuando salimos a beber se pega mucho a Sero y a mí, es lindo porque se siente que por fin el gatito gruñón que tanto nos costó suavizar en Yuei finalmente muestra que no es tan malo y puede ser muy adorable y mimoso. Pero también me preocupa un poco, un maldito idiota quiso aprovecharse de él cuando salimos a beber...
— ¿Qué mierda? —gruño el de ojos rojos sumamente molesto — ¿Cómo carajos paso eso?
— ¡No puedes enojarte si no estabas!
Kirishima soltó un leve bufido y se disculpo con Ashido por haberse puesto de malhumor. Era algo pasado, algo que pasó cuando él no estuvo presente y no estaba presente porque estaba evitado a Bakugou.
Ella tenía razón, no podía enojarse. No estaba en su derecho de hacerlo.
—Habíamos salido a beber, solo los tres. Bakugou estaba hablando con un chico en la barra, pensé que estaba todo bien hasta que ví que se tambaleo un poco y me le acerque. El maldito idiota dijo que estaba bien y que lo llevaría a casa. Sero le dijo que le daría una paliza si se atrevía a tocarlo. Lo llevamos nosotros a casa y a la mañana siguiente él nos dijo que el chico le invitó unos tragos que tenían un sabor raro. Parecía confundido, muy confundido y, bien, a Bakugou nunca sé si les gustan los hombres, mujeres o los dos, pero no es tan idiota como para aceptar el trago de alguien que no le atrae. Aparte, se habían quedado hablando un largo rato. Pero no quiso darme más detalles.
El pelirrojo sintió unos horribles celos y una terrible rabia pero se contuvo en lo que la femenina le seguía contando lo que pasó en esa ocasión.
—Bakugou me preocupa porque, aunque no lo parezca, puede que sea un poco ingenuo cuando se trata de salir con alguien o estar con alguien. Muy inocente. Pero si se siente solo pensaba en arreglar algunas citas para él con personas de confianza, ¿qué opinas, Kirishima? Ahora que estás de vuelta podría ser más fácil convencerlo.
—Él...podría molestarse si te metes tanto en su vida amorosa, Ashido —comentó el de dientes puntiagudos que no quería imaginar que el cenizo tuviera citas con otros.
—Puede ser. Sero me dijo lo mismo. Pero ya que estás con él, ¿podrías preguntarle? Si ves que hasta aunque sea un poquito interesado, me avisas, ¡y le buscaré un príncipe azul o una princesa!
Eijirou alejó el celular de su oreja para soltar un pesado suspiro de autocompasión y luego lo acercó para contestar en un tono que esperaba no delatara lo mal que se sentía por dentro.
—Vale, te avisaré.
Luego de decirle eso, siguió hablando un poco más con Mina y al finalizar la llamada, se acostó en la cama boca arriba, mirando el techo blanco y pensando en Katsuki, imaginando que estaría con alguien más que lo vería sonreír, actuando todo lindo pese a que afirmara no serlo y siendo completamente genial.
Decir que eso lo deprimió y lo frustró era quedarse corto.
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— ¡Mi pequeño polluelo, buenos días!
Shoto bufó ante el apodo de Hawks. Llevaba años diciéndole así y ya casi no le afectaba pero seguía siendo vergonzoso.
Lo encontró a él y a su hermana sentados en unas mesas que había en lo que era el área de la comida. Las mesas eran de madera, los manteles negros largos y los pisos eran de madera, estaban sobre una pequeña elevación que les permitía ver toda la playa.
Fuyumi le sonrió y lo invito a sentarse.
— ¿Dónde estuviste toda la mañana? —quiso saber el rubio con curiosidad —Enji-san creía que te habías ido, pero tu equipaje seguía en el mismo lugar.
—Fui a la playa. Necesitaba tiempo para pensar cómo el viejo no sabía que nosotros sí sabíamos de tu relación con él —explicó el de quirk dual y el rubio y la mayor soltaron un par de risas —Después de eso me encontré con Bakugou y Kirishima, pase un tiempo con ellos y desayuné en la cabaña de Bakugou.
—Oh, vaya, así que Bakugou está aquí —sonrió divertido el rubio tocando las mejillas del bicolor que se puso rojo.
—Y Kirishima —recalco el de quirk dual pero el rubio solo se rió otra vez.
—Vale, Bakugou y Kirishima —aceptó no insistir con el tema el de ojos amarillos —Supongo entonces que le diré a Enji-san que no te quedarás en nuestra cabaña.
— ¿Por qué Shoto no se quedaría en su cabaña, Hawks? —preguntó la albina de mechas rojas un poco confundida.
— ¿Por qué quedarse con nosotros cuando puede estar con sus amigos? —le guiño un ojo el mayor al bicolor que se puso más rojo todavía —Además, aunque Enji-san las halla llamado vacaciones familiares y les dijera finalmente que soy su futuro esposo...
—El viejo dijo novio —corrigió el de quirk dual.
—Detalles menores mi querido polluelo —le resto importancia el rubio con unos cuantos movimientos de mano —A lo que iba es que cada uno es libre de hacer lo que quiera con sus vacaciones. Enji-san posiblemente intente pasar más tiempo con Natsuo y yo con mi adorable Fuyumi.
La albina de mechas rojas se rió otra vez. Ella y Hawks se llevaban muy bien ya que compartían la misma edad.
—Así que si quieres solo estar con tus amigos, yo me encargaré de que Enji-san no te moleste —prometió el rubio —Podrías solo venir a la cena que Natsuo acepto fuera entre todos y a la cabaña a dormir.
Hawks supo en Yuei de que Shoto tenía sentimientos por Katsuki pero no tuvo la oportunidad de hacer nada por él y la situación tampoco ayudó a hacer florecer el romance. Por lo que si el bicolor estaba teniendo una destinada oportunidad de tener algo con el cenizo, quería apoyarlo.
Por otro lado, el bicolor solo podía pensar en que si Keigo se hacía cargo de que su padre no le molestará, podría pasar más tiempo con el cenizo y con Eijirou. Así que le parecía una buena idea aceptar su ofrecimiento.
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