EPÍLOGO.

1 año después.

Elsa.

—¡Elsa! —gritó Isabela mientras movía sus caderas sobre mi rostro. Ayudé a Isabela con su vaivén tomándola de sus caderas mientras pasaba mi lengua entre sus pliegues— ¡Mierda! —apoyó sus manos en la cabecera.

Succioné con pausas su clítoris y sonreí cuando ella soltó un fuerte suspiro. Mientras recorría toda su feminidad generaba varios sonidos con mi boca que transmitían ciertas vibraciones haciendo que Isabela responda con algunos espasmos. Subí mis manos a sus pechos y los apreté suavemente y fue cuando pude sentir que ella estaba a punto de llegar.

—Aún no es tiempo —ayudé a que se sentara en mi regazo. Bajé mi mano a su entrepierna y con la humedad de la zona introduje dos de mis dedos en ella—, terminé para ti, lo justo es que ahora termines para mí —murmuré en su oído mientras movía mis dedos dentro de ella.

—¡Oh Dios! —se aferró a mis hombros y maldijo en bajo.

—¿Esas son formas de rezar, señorita Madrigal? —dije con un tono burlón.

—Ca-cállate —arañó levemente mi espalda y gruñí como respuesta—, pu-puedo rezar lo que quieras —mordió el lóbulo de mi oreja y aumenté el movimiento de mis dedos.

—Deseo escuchar eso —la miré con una sonrisa lasciva e Isabela atrajo mi rostro para besarme. Jugamos con nuestras lenguas tomando aire entre momentos, Isabela movía sus caderas contra mis dedos y yo los flexionaba y movía con mayor velocidad.

Cuando nos separamos del beso, sus gemidos y gritos eran más sonoros. Con mi pulgar hice círculos sobre su clítoris y acerqué mi boca a su cuello dejando leves mordidas y lamidas; su abdomen comenzó a contraerse por lo que la embestí con fuerza.

Me abrazó con fuerza enterrando sus uñas en mi espalda mientras su abdomen se contraía y daba pequeños espasmos. Cuando terminó, saqué mis dedos de su interior.

—Feliz cumpleaños, petalito —la besé y me separé mordiendo levemente su labio inferior.

—Te esmeraste en tu regalo —murmuró respirando agitado y acaricio mi cabello.

—Majestad —escuché a Gerda llamar a la puerta—, las señoritas Ada y Tuva requieren su presencia en la herrería.

—Voy para allá, gracias Gerda —respondí y miré a Isabela—, ¿Me acompañas? No quiero dejarte sola en tu día.

—Lo haré cuando recupere la fuerza en las piernas —reí en bajo y ella golpeó mi hombro—, esto es tu culpa.

—No decías eso hace unos minutos —besé su mejilla—, espero todo lo que quieras, cariño —ella sonrió y se quitó de encima mío.

—¿Por qué siempre ocurren problemas con la herrería? —preguntó estando recostada.

—Porque se niegan a demolerla y volver a construirla desde cero —expliqué—Mañana llega Anna y Kristoff, ellos se harán cargo de eso. Solo debemos soportar el día de hoy.

—Si usted dice majestad —murmuró y me miró apoyando su codo en la almohada.

—No uses ese tono porque me desconozco —comenté e Isabela se soltó a reír.

(...)

—Ya lo hemos hablado, tienen que cambiar toda la infraestructura, de lo contrario seguiremos teniendo problemas —hablé mirando a las dos mujeres—. Si hacemos eso, el reino se ahorra bastante dinero y ustedes se ahorran tiempo ¿Qué acaso no es molesto tener que detener su producción cada que ocurren estos problemas?

—Majestad, no es sencillo, esta herrería fue construida desde su abuelo el rey Runeard, le pertenecía a mis abuelos —comentó Ada—. Ahora esto es nuestro patrimonio.

—Lo sé perfectamente, pero si no hacemos algo ahora tal vez en unos meses todo su patrimonio se derrumbe y pierdan muchas cosas —apreté los labios y ellas se miraron.

—¿Podemos tener un tiempo a solas para hablarlo? —asentí y ambas se adentraron a la herrería.

—¿Cómo te sientes? —caminé hacia Isabela que estaba sentada en la banca fuera de la herrería.

—No soy capaz de subir una colina, pero estoy bien —respondió y me senté a su lado—. Nunca me cansaré de la vista, el castillo se ve muy bien desde acá, aunque prefiero estar en el bosque, es más tranquilo.

—Creí que odiabas vivir conmigo en el lavvu —comenté y ella rodó los ojos.

—Al inicio no me acostumbraba, ahora estoy bien —explicó, asentí levemente y vimos a Ada y Tuva acercarse a nosotras.

—Lo hablamos y decidimos hacerle caso, nos gustaría tener algo firme para un futuro, más ahora que estamos por terminar los procesos de adopción —explicó Tuva.

—Me alegra escuchar eso, empezaremos el proceso cuando recojan sus cosas, en lo que todo queda listo son invitadas a quedarse en el castillo —me levanté y ellas asintieron.

—Gracias majestad —respondieron.

—Por cierto, tenemos su encargo listo —Ada me entregó una pequeña caja—, es justo lo que pidió.

—Gracias chicas, nos vemos —me despedí y junto a Isabela nos alejamos de la herrería.

—¿Encargo? —preguntó Isabela mientras caminábamos.

—¿Eh? —ella miró la caja entre mis manos—. Ah sí, esto —miré la caja—, te lo mostraré después.

(...)

—¿Por qué estamos en el campo de brezos? —preguntó Isabela delante mío.

—¿Qué no te gusta? —cuestioné con cierto miedo en la voz y ella acarició mi mano.

—Tranquila, pregunto porque apenas ayer vinimos aquí, generalmente visitamos el lugar una vez a la semana —explicó—, aunque no me quejo del todo, los brezos son realmente hermosos.

—Lo sé —murmuré y recargué mi barbilla en su hombro. Ambas estábamos encima del Nokk, el espíritu del agua, Isabela estaba sentada delante de mí y yo detrás de ella—. Isa... Tengo que decirte algo...

—Eso no suena bien, te escucho —con mis manos temblorosas le entregué la caja que me habían dado Ada y Tuva e indiqué que la abriera. Ella lo hizo y miró el contenido de ella—. Elsa...

—Aún nos falta mucho camino para estar listas para un paso más grande... Pero creí que sería bueno tener anillos de pareja —expliqué e hice una mueca—. Tal vez me estoy apresurando en esto ¿Sabes?, olvida que esto pasó y... —fui interrumpida por un beso de ella.

—Cariño, está bien —recargó su espalda en mi pecho—, adoro que tengas estos detalles —Isabela detuvo al Nokk, bajó de él y en seguida bajé yo—. Acepto compartir estos anillos contigo, tienes razón diciendo que estamos lejos para algo grande, pero podemos empezar con algo pequeño —dijo con una sonrisa y me regresó la caja—. Señorita Arendelle ¿Sería tan amable de colocarme el anillo?

—Con gusto, señorita Madrigal —respondí con una tonta sonrisa. Tomé uno de los anillos, sujeté su mano izquierda y deslicé el anillo sobre su dedo anular.

—Es mi turno —tomó el anillo y repitió la misma acción conmigo—. Tienes buen gusto, amor —rodeó mi cuello con sus brazos y besó mi nariz, rápidamente me sonrojé—, eres tan tierna.

—Siempre dices eso —le apegué a mí—, decidí dártelos en este lugar, porque estos brezos me recuerdan a ti.

—Recuerdo aquellas flores que te regalé, no puedo creer que esas flores crecieran tanto, aún las tenemos en el lavvu —empezó a acariciar mi mejilla—. Sin pensarlo, los brezos se convirtieron en mis flores favoritas.

—Te amo, Isabela Madrigal —murmuré rozando levemente nuestras narices.

—Igual te amo, Elsa —respondió para después besarme.

Más enamorada no puedo estar de esta mujer.

Al día siguiente.

(...)

—¡Chicas! —gritaron Anna y Olaf mientras corrían hacia mí.

—¿Cómo estuvo el viaje? —pregunté mientras ellos me abrazaban.

—No sabes lo cansado que fue —respondió Anna. Se separó de mi y abrazó con fuerza a Isabela— ¡Feliz cumpleaños atrasado! Tengo un regalo para ti.

Y como si fuera un deja vú, del barco descendieron Luisa y Mirabel. Isabela sin más corrió hacia ellas abrazándolas.

—Dentro de tres viajes traerás a toda su familia —bromeé viendo la escena de las hermanas.

—¿Y qué tiene? —preguntó, rodeé los ojos riéndome—. Ellas estará aquí unos meses, después regresarán al Encanto —ella me empujó para que fuera con ellas—, saluda a tus cuñadas, qué falta de educación tienes, Elsa.

Bufé a su actitud tan explosiva y caminé hacia Isabela.

—¿Interrumpo en la reunión familiar? —pregunté acercándome.

—¡Elsa! —gritaron ambas y me abrazaron con fuerza.

—También las extrañé —dije respondiendo el abrazo.

—Isabela no mentía, te ves bien con el cabello suelto —halagó Mirabel e Isabela se sonrojó.

—No sabía que hablabas de eso en tus cartas —me burlé.

—Déjenme —murmuró— ¿Cómo están todos por allá? —preguntó Isabela.

—Estamos bien, papá y mamá te extrañan mucho pero con tus cartas se mantienen tranquilos sabiendo que estás bien —contestó Luisa.

—¿Y la abuela? —Luisa y Mirabel se vieron entre ellas.

—Falleció dos meses después de tu partida, no te lo comentamos en la carta porque ella lo pidió —Mirabel rascó su nuca—, su salud empeoraba cada día y solo puedo decirte que murió con mucho dolor.

—Entiendo... —rodeé a Isabela por los hombros— ¿Dijo algo antes de morir?

—Realmente no dijo nada, del dolor no podía articular ninguna palabra —dijo Luisa—. Mamá le había leído una carta tuya antes de decaer, dijo sentirse arrepentida y llegó a preguntar si alguna vez volvería a verte.

—Tal vez hubiera considerado perdonarla, pero realmente me sentía más cómoda teniendo las puertas de mi vida cerradas para ella —suspiró—, tuvo un final trágico.

—Morir en sufrimiento es lo peor que puede pasar —apoyó Mirabel—. En fin, no estamos aquí para un momento triste ¿Por qué no mejor nos pones al día? Tenemos tiempo sin verte.

—Con gusto haré eso —Isabela sonrió.

—¿Ustedes dos están...? —Luisa señaló los anillos.

—¿Casadas? —preguntamos Isabela y yo al mismo tiempo—, no lo estamos.

—Son anillos de pareja, tal vez en un futuro estemos listas para algo más —explicó Isabela.

—Si eso sucede, están invitadas a la boda —guiñé el ojo—, las dejo, tienen mucho por hablar y yo tengo una hermana loca que atender —besé la mejilla de Isabela—, te veo luego cariño —me despedí y me alejé caminando hacia Anna.

—¡Nos vemos luego, cuñadita! —gritaron Luisa y Mirabel. Comencé a reír mientras caminaba.

—Como que algo pasó y me lo perdí —dijo Anna con un puchero cuando llegué con ella— ¿Desde cuándo le propusiste matrimonio?

—Qué no le he propuesto matrimonio, son anillos de pareja —le mostré mi anillo—, aunque no niego que después le pida matrimonio —me sonrojé.

—Avísame para ayudarte con eso —dio algunos brincos y me abrazó—, me alegra verte así de feliz.

—Creo que era tiempo de serlo ¿No crees? —ella asintió frenéticamente y miré a Isabela a lo lejos—, aunque me alegra más saber que estoy feliz con la chica que amo —sonreí mirándola.

Supe que pequeñas decisiones pueden guiarte a grandes destinos, nunca pensé que al emprender aquel viaje me traería buenos y malos momentos y que me llevaría hacia la persona de la que jamás pensé enamorarme.

Entendí que las personas pueden llegar a ser crueles, pero siempre entre toda esa multitud encontrarás a personas que son verdaderos héroes para nosotros, también comprendí lo difícil que puede ser el amor y aún más cuando no es bien visto por los demás.

La vida fue dura conmigo y muchas veces pensé en dejarme caer, pero mi verdadero ejemplo de lucha y perseverancia lo tengo justo enfrente de mí. Isabela me enseñó tantas cosas y verla ahora mismo ser feliz sin miedo de demostrar su verdadero yo, me da un motivo para seguir viviendo.

¿Realmente espero estar a su lado el resto de mi vida? Por el momento sí, la vida es un constante cambio, pero en lo que eso se decide, prefiero seguir disfrutando cada momento a su lado.

Por fin las piezas del rompecabezas se unen perfectamente, no queda ninguna pieza suelta. Si a pesar de nuestras diferencias y el tiempo en que vivimos logramos estar feliz, entonces todos pueden estarlo algún día. Nadie merece tener que vivir tras las puertas y esconderse del exterior, todos necesitamos una total libertad para gritar todo lo que queramos.

Solo es cuestión de ser pacientes y aquél día llegará. Yo esperé y sin pensarlo, la chica de aquellas flores llegó a relucir mi vida.

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¡Hola! ¿Cómo están?

Yo estoy re emocionada :D y pues aquí les van mis agradecimientos.

Gracias a todos ustedes por acompañarme en este fanfic, realmente disfruté mucho hacer ésta historia. Admito que tuve mucho miedo de realizarla por la cancelada que tuvo el ship en sus inicios y más que eso fue por ser mi primera historia LGBT (tenía una ahí pero me desanimé y ajá no la terminé xd).

Me sorprendió como a muchas personas les gustó mi fanfic, no creí que fuera a llegar a tanto 😅 y agradezco que les haya agradado esta loca historia.

Siempre he escrito para mí, porque es algo que adoro desde hace años y que por motivos personales me he visto obligada a alejarme un poco de esto, pero ver sus comentarios es algo inexplicable. Es bueno leer que se reconoce mi trabajo y que comparto las mismas ideas locas con otras personas.

Ojito que nunca odié a Alma 🧍🏻‍♀️ fue un personaje que lo tengo en 50/50 xd pero ajá, la tuve que hacer de esa manera para usarla en la historia.

Quiero dejarles una pequeña enseñanza :3 porque su abuela Darks soy:

Como diría Pabbie "el miedo será tu mayor enemigo". No dejen que el miedo les impida hacer lo que quieran, podrán pensar que no quieren pasar un mal rato, pero así es la vida con altas y bajas, lo importante es seguir siempre luchando, por más cansado que estés, siempre pelea.

Te lo digo yo que muchas veces pensé en rendirme en diferentes ocasiones. Y otra cosa 🧍🏻‍♀️, si harás algo, hazlo porque te gusta y no porque otras personas te lo imponen.

Para aquellos que tengan deseos de hacer un fanfic, HÁGANLO, no teman. No importan las vistas o comentarios, lo que importa es que están dejando su huella en la plataforma y tarde o temprano llegarán personas que aprecien su trabajo <3.

Lo mismo aplica para los que hacen tiktoks, dibujan, animan y etc.

Y quiero dejarles en claro que aunque no los conozco, siempre estaré para ustedes, cualquier cosa que deseen hablar y quieran a alguien aunque solo sea para escucharlos, aquí estoy c:

Pd. Pasen a la Playlist de Spotify 🧍🏻‍♀️solo si desean ambientarse en algún momento que quieran volver a leer la novela gustan o aunque solo quieran tener música ahí para cualquier ocasión.

Sin más, me despido, muchas gracias de nuevo por apoyarme <3 ✨

Sale bye.

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