❝ Past lives couldn't ever come between us. Some time the dreamers finally wake up. Don't wake me I'm not dreaming ❞ 

En el profundo abismo, en donde las almas residen, yace un nuevo visitante, confuso y que no entiende dónde está. Comienza a pasear, sin saber su rumbo o su propósito, pues no recuerda quién es.

En el profundo abismo, donde las almas residen, un antiguo habitante, ansioso y que lleva años esperando, va en busca de la persona que llevaba tanto tiempo anhelado ver.

Dos almas se reencuentran en un conocido lugar; una oscura habitación de paredes azules, decorada con pósteres de grupos de música e instrumentos esparcidos por el suelo.

Dos almas que se miran cara a cara.

—Cuánto tiempo, Sunshine —sonríe el peliazul, sentándose sobre la cama.

—¿Quién eres tú? —pregunta el pelinegro, confuso.

—Alguien que te lleva esperando mucho tiempo, Mya.

Entonces, como si de un huracán se tratase, todos sus recuerdos vuelven a él.

—Niss —pronuncia con lentitud.

—El mismo de siempre —sonríe socarronamente.

—¿Dónde estamos?

—En mi habitación.

—¿Cuánto tiempo llevas aquí? —El pelinegro no entiende qué ocurre, pero comienza a llorar.

—El necesario. —El peliazul se encoge de hombros.

—¿Por qué?

—Porque estaba cumpliendo mi promesa —contesta él, levantándose por fin de su cama.

—¿Tanto tiempo después?

—Sí, y ahora tú puedes decidir si seguirme o irte.

Niss estira su mano, ofreciéndosela a Mya. El pelinegro no duda ni un momento antes de tomarla y comenzar a caminar junto a aquella persona de la que se enamoró en aquel invierno.

Y como si el destino quisiera demostrar que por fin se había cumplido su deseo, una estrella a punto de morir en el cielo estelar, vuelve a brillar con la intensidad de mil soles, marcando el fin del solsticio de invierno.

✨

Fin.