Capítulo 30: Sher, Samantha, Ness, Daria y Jay.

❝ Feel like sun on my skin, so this is love, I know it is ❞

—¿Alguna vez habéis pasado nudes? —preguntó Tyler de la nada.

Todos nos giramos para verlo, confundidos.

—¿A qué viene eso tan de repente? —cuestionó Hass.

—Curiosidad. —Se encogió de hombros—. ¿Quiénes lo habéis hecho?

Elián levantó la mano, algo avergonzado; Zack lo hizo entre risas y Niss ni siquiera dudó. Arley y Nix solo se encogieron de hombros.

—¿Solo cinco? Increíble —Kyle asintió lentamente.

—Es la mitad del grupo —indicó Ben.

—Yo no necesitaba saber que mi hermano ha mandado nudes. —Hassel hizo una mueca.

—Y yo no necesitaba saber que tú los recibías. Hemos salido perdiendo los dos —replicó este.

—Con esa misma regla de tres, yo tampoco quería saber que mi hermano ha recibido nudes de mi mejor amigo. —Airy rodó los ojos.

—Pero sí tú te reíste cuando te lo conté —bufó el peliazul.

—Pasado pisado. —Mi hermano agitó la mano, restándole importancia.

—Bueno, puede que las nudes no se las pasara a Hass —comentó Zack de la nada—. Así que no puedes juzgar nada, Niss.

Este alzó las cejas, Hass lo imitó.

—¿Cómo? —cuestionó el pelinegro.

—D-digo que está la posibilidad —tartamudeó el rubio.

—Uh, drama. —Tyler rió y se sentó a mi lado, observando la escena.

Nos encontrábamos en la playa de nuevo, almorzando antes de volver al agua. Había decidido bañarme junto a ellos, por eso me había comprado esa dichosa camiseta de neopreno.

—Zack, llevamos saliendo casi cuatro años —declaró el Hass.

—¡Que era broma! ¿Cómo le voy a pasar fotos desnudo a otras personas?

—¿Seguro? —Hass se cruzó de brazos.

—¿Por qué te mentiría? —bufó.

—¿Podemos hablar de que Zack es un simp de Hass? No lo veo saliendo con nadie más que no sea él. —Elián mordisqueó su sándwich.

—También —concordó el pelinegro.

—No vuelvo a hacer una broma que peligre nuestra relación —resopló Zack.

—Nah, no te preocupes, solo quería hacerme el dramático —rió Hass.

—¡Casi me da un paro cardíaco! —El rubio agarró un puñado de arena y se lo lanzó a Hass. Este lo esquivó habilidosamente, por lo que la arena acabó cayendo encima de Elián. Nix rió antes de darme un golpecito en el hombro y señalar uno de los quioscos de la playa.

—Tráeme algo del té frío, porfa —le pedí en voz baja. Ella asintió y se fue.

—¿¡Por qué a mí!? —exclamó la pobre víctima del lanzamiento de Zack.

—Haberlo esquivado. —Tyler se encogió de hombros.

—Tú cállate —le ordenó.

—Cállame —lo retó el rubio.

Antes de que pudieran replicarle, un balón venía a gran velocidad en nuestra dirección, precisamente, hacia mi cara. Ni siquiera lo procesé hasta que Airy le dio una patada desde su sitio y siguió comiendo como si nada. La pelota cayó en manos de Niss.

—¿Qué cojones? —solté yo—. ¿Y esos putos reflejos de lince?

—No sé, la costumbre. —Se encogió de hombros.

Tenía sentido, él estaba acostumbrado a parar o a robar balones que iban a no sé cuántos kilómetros por hora. Una pelota de playa no iba a ser mucho para él.

—¿¡La costumbre!? Madre mía, entre que sabe pelear y los putos reflejos que tiene, recordadme nunca meterme con el hermano de Mya —suspiró Tyler.

—Mi pregunta es por qué lo harías. —Fruncí el ceño.

—No sé, lo he dicho por prevención. —Se encogió de hombros.

Un chico de más o menos nuestra edad se acercó, avergonzando mientras echaba la mirada hacia sus espaldas, en donde había un grupo de adolescentes parecidos a él.

—Esto... perdonad, la pelota... —Señaló a Niss—. Es nuestra, lo sentimos por eso.

El peliazul estaba a nada de devolvérselo, pero mi hermano se lo arrebató.

—¿Lo sientes? ¿Por qué? —cuestionó, no parecía enfadado, pero tampoco estaba sonriendo como solía hacerlo.

—¿Eh? ¿Perdón?

—Que por qué lo sientes, ¿necesitas que te lo deletree o algo?

—Airy —pronuncié con un tono de advertencia.

—No, si esa pelota casi te desfigura la cara, lo mínimo que espero es que al menos se disculpen correctamente. —Se levantó y comenzó a juguetear con el balón—. Digo, si la quiere de vuelta. Si no, no hace falta que digas nada —sonrió falsamente.

Pude ver cómo Tyler, Elián, Hass y Zack se aguantaban la risa. Thiago y Ben estaban en lo suyo —comiéndose la boca—, y Arley observaba la escena, curioso. Niss simplemente miraba, asintiendo lentamente y comprendiendo todo.

—Oh, ehm, lo siento. —Me miró, nervioso, sin saber qué hacer.

—¿A eso lo llamas disculpas? —le reclamó.

Nix volvió y me dio mi lata de refresco mientras me preguntaba qué ocurría.

—Casi me dan en la cara —expliqué—, con un balón.

—¿A ti y a tu hermosa cara? Qué crimen —dijo, seria. Reí en respuesta.

Sin embargo, Nix entrecerró los ojos y miró al chico.

—¿Sher? —Frunció el ceño.

—¿Eh? ¿Cómo sabes mi nombre? —preguntó el chico, asustado.

—Nix. —Se señaló a sí misma.

"Sher" abrió mucho los ojos.

—Hostia puta, Nix, cuánto tiempo.

Ella esbozó una sonrisa.

—Hace mucho que no nos vemos, sí.

—¿Os conocéis? —Airy los miró.

—Algo así, mejores amigos de la infancia —contestó ella.

—Nada, algo así, solo mejores amigos de la infancia —repetí con sarcasmo.

—Anda, no te pongas así, Mya —carcajeó.

—¿Mya? ¿Ese Mya? —cuestionó el chico. Nix asintió con una sonrisa

—¿Yo qué?

—Nada, te vio por mis historias de Instagram y me pidió el tuyo.

—Vaya, Mya ligando —se burló mi hermano. Le di una patada en el tobillo—. ¡Joder, Mya Hilliard!

Comenzó a maldecirme en voz baja mientras se acariciaba la zona.

—¿Qué decías, hermanito? —sonreí con falsedad—. ¿Y qué es eso de que le vayas regalando mi Instagram a desconocidos, Nix?

—Bueno, "desconocido", y en mi defensa, fue hace tiempo, antes de que te derritieras por Niss cada vez que pasaba por delante de ti.

Abrí la boca, ofendido por que me expusiera tan flagrantemente delante de él. Me cubrí la cara de la vergüenza.

—Serás cabrona —musité.

—Expuesto —se mofó Tyler.

—Tú eras lo mismo, Tylercito —murmuró Hassel.

El rubio le dio un golpe en el hombro, haciéndolo quejarse de dolor.

—Es impresionante cómo los dos sois la misma cosa —indicó Ben con sorpresa genuina.

—Bueno, ehm, yo venía a por la pelota y si me la devolvierais, os lo agradecería un montón —suplicó el chico.

—Aún no he escuchado una disculpa decente —bufó Airy, recobrando la compostura.

—Lo siento, Mya, ¿sí? Déjame invitarte a algo como recompensa —sonrió genuinamente.

Era yo, ¿o en esta playa todos eran muy guapos?

—No hace falta, gra...

—¿Cómo que no? Por Dios, Mya, te están ofreciendo cosas gratis, ten mentalidad de tiburón y acepta. —Hassel se cruzó de brazos.

—Pero...

—Pero nada, anda, que te invite a un cóctel caro o algo.

El chico abrió mucho los ojos, pero no dijo nada.

Reí nerviosamente.

—Agua está bien, tengo malos recuerdos del alcohol.

—Y tan malos —bromeó Arley, señalándose el cuello.

Le saqué el dedo del medio y le tiré arena, haciéndolo reír.

—Oh, bueno, lo que quieras —replicó el chico—. Y Nix, si quieres venirte a jugar o algo, digo, están todos ahí.

—¿Todos? —Ella miró hacia esa zona.

—Sí, Samantha, Jay, Ness, Daria. —Se encogió de hombros.

—Oh, claro que voy, hace mucho que tampoco los veo.

—No sabía que Nix tenía más vida social aparte de nosotros —lloriqueó Arley a mi lado.

—Es más sociable que nosotros, ¿qué te esperabas?

—¿Se pueden venir mis amigos? Quiero presentárselos, porfa —pidió ella.

—¿Todos? —Sher nos señaló.

—No, qué va, solo Mya y Arley.

—Ah, qué bien, y a nosotros nos niegas, vale, Nix. Ya he entendido de qué va nuestra relación. —Airy se cruzó de brazos y abultó su labio inferior.

—Airy, sabes que te quiero mucho —rió ella y le acarició el brazo—. Pero quiero más a Mya.

Se acercó para abrazarme.

—¡Te lo dije! —Correspondí el abrazo—. Que yo soy el favorito, Airy.

Le saqué la lengua. Este me miró ofendido y rodó los ojos.

—¿Desde cuándo os peleáis por eso?

—Desde ahora. —Me encogí de hombros.

—Bueno, ehm, ¿mi balón? —Volvió a hablar el tal Sher.

Lo agarré y se lo di. Me sonrió en respuesta y comenzó a caminar.

Nix nos arrastró para acompañarlo, no sin antes despedirnos momentáneamente de los demás.

—¿Qué coño hacías para tardar tanto, Sher? —bufó uno de sus amigos.

—Ligando, seguro. ¿Esperabas que fuera a la playa solo a jugar con sus amigos con tantos bombones por ahí fuera? —se burló otro de ellos.

Sher rodó los ojos.

—Me he reencontrado con alguien.

Se apartó para dejar ver a Nix, quien saludó tímidamente.

—Oh, por Dios, ¡Nix! —Una de las chicas se abalanzó sobre ella y la abrazó con fuerza.

—¿Nix? —Otro más se acercó también para abrazarla.

Todos los imitaron y acabaron por asfixiar a la pobre.

—Qué incómodo —musitamos Arley y yo al mismo tiempo. Nos miramos y comenzamos a carcajear juntos.

—¿Y estos quiénes son? —Frunció el ceño la chica rubia.

—Oh. —Nix se separó de ellos y se acercó a nosotros—. Mya a mi derecha, es mi mejor amigo y Arley a mi izquierda, mi otro mejor amigo y novio.

Ambos saludamos con la mano, cohibidos por sus miradas.

—¿Novio? Guau, es guapo. Siempre has tenido buen gusto —halagó la chica—. El otro tampoco se queda atrás.

Se mordió el labio inferior, haciendo que uno de sus amigos le diera un codazo y señalara a Sher.

Yo desvié la mirada, fingiendo no entender nada.

—No está soltero, no os ilusionéis. —Nix sonrió.

—A ver, normal, con lo guapo que es —tosió.

—Bueno, dejadme presentaros a mis amigos. —La pelinegra los señaló uno a uno mientras decía sus nombres—. La castaña es Samantha, la rubia que intenta ligar es Daria, el castaño de al lado Ness, Jay el rubio y al pelinegro que casi le parte la cara a Mya, es Sher.

—Encantado. —Esbocé una incómoda sonrisa.

Socializar no era lo mío.

—Igualmente —dijeron al mismo tiempo.

—Bueno, puees, yo me voy —reí nerviosamente—. Se me va a calentar el refresco.

—Mya —me reprochó Nix.

—Lo siento, lo siento, es que no los conozco.

—Pues conócelos —se burló Arley, recibiendo una patada de mi parte—. Qué agresivo estás hoy.

—¿Tú crees? —sonreí con falsedad.

—Uhm, bueno, si queréis uniros a jugar, no sé. —Sher se encogió de hombros.

—Nos faltan jugadores —indicó el tal Jay.

—Con vosotros seríamos pares por fin —añadió Samantha.

—Sí, claro, lo que queráis. —Nix asintió, emocionada.

Hacía tiempo que no la veía tan feliz con gente alrededor. Supongo que tenía sentido si estos eran sus amigos de la infancia. Debía haberlos conocido durante las vacaciones de verano, porque sus padres solían traerla a la playa muchísimas veces.

—Yo no sé jugar —siseé cerca de Nix.

—Pues qué buen momento para aprender, ¿no? —Arley me miró, también nervioso.

—Oh, vamos, siempre podéis probar a jugar vóley en la playa. Si no te gusta, puedes irte, Mya, ¿vale? Pero inténtalo primero, porfi —suplicó.

Entrecerré los ojos, pero asentí.

—Podéis elegir a qué equipo os unís —señaló Sher.

Acabamos dividiéndonos en dos grupos, el primero formado por Sher, Arley, Daria y yo. En el segundo estaban Samantha, Jay, Ness y Nix.

—Me meo, esto va a ser un espectáculo digno de ver —dijo una voz conocida.

Miré al sujeto, reconociendo a Airy, quien estaba junto a Niss.

—Que te den. —Le saqué el dedo del medio.

—Estáis los dos muy agresivos, ¿no? —rió el peliazul.

—Oh, por Dios, ¿quiénes son esos chicos tan guapos? —Daria pareció derretirse con la presencia de mi hermano.

—Soy algo así como el novio de Mya. —Niss se encogió de hombros.

Daria se cubrió la boca, sorprendida.

—Y yo soy el sujetavelas —se presentó Airy.

Me cubrí el rostro por la vergüenza.

—Sois infumables.

—Normal, tú no deberías fumar, Mya —se burló mi hermano.

—¡Habló el que se mete un paquete diario!

—No sé de qué hablas. —Me miró con confusión.

—Vi los paquetes que llevas en la maleta.

Su sonrisa se esfumó por un largo instante, pero volvió como si nada.

—Los adultos pueden hacer lo que quieran. —Se encogió de hombros—. Y solo fumo unos cigarros al día.

—Me llevas un año —contesté, irritado.

—Un año es mucho tiempo, y si no, díselo a Niss. —Lo señaló entre risas.

—Joder, Airy —carcajeó su amigo.

—No es el momento para chistes —resoplé.

—Oh, vamos, qué malo eres, Mya. Por eso no consigues socializar, amargado. —Me sacó la lengua.

—Tú socializas demasiado, anda. —Rodé los ojos.

Airy se relamió los labios, divertido.

—Una mala noche, ¿no?

—No he dormido. —Me encogí de hombros.

—Y será culpa mía —rió sarcásticamente.

Suspiré, cansado de intentar responderle. Era difícil provocar a Airy.

—Me rindo.

—Qué aburrido —declaró.

—Siento ser el hermano aburrido. —Hice un puchero.

Esta conversación se había vuelto un sinsentido y podía notar cómo los amigos de Nix nos observaban atentamente.

—Fíjate que siendo lo aburrido y amargado que eres, te sigo queriendo. —Esbozó una sonrisa ladina.

—Oh, mierda, él es totalmente mi tipo.

Escuché susurrar a Daria.

—Igual tiene pareja ya —respondió Sher.

—De hecho, está soltero —contesté—. Si quieres su número, te lo paso, a ver si deja de molestar al resto.

Los ojos de Daria brillaron.

—No me gustan las chicas —sonrió Airy y se balanceó de un lado a otro.

—¿Cómo? —Me giré para mirarlo, sorprendido.

—Come.

—Airy.

—Es broma, sí me gustan —rió a carcajadas—. Qué expresión has puesto, Mya.

—Pero también te gustan los chicos, ¿no?

—Supongo, nunca me ha gustado ninguno.

—Yo pensaba que ya habíais tenido esta conversación —interrumpió Niss, extrañado.

—Qué va, hemos estado ocupados con otras cosas —replicó mi hermano.

Parpadeé varias veces.

—Lo siento, ¿jugamos? —pregunté al recordar que había más personas presentes.

—Acabas de tener la conversación más seria que he visto con Airy y preguntas si puedes jugar —se burló Arley.

—Cállate que seguro que te ha encantado el drama.

—No lo he negado —sonrió.

Suspiré. Los amigos de Nix solo se miraron entre ellos y decidimos empezar el partido. Era un juego más divertido de lo que pensaba y disfruté bastante, a pesar de que nuestro equipo perdió.

Airy comenzó a abuchearme, recibiendo una mirada de odio de mi parte.

—Juega tú si tan bueno eres —lo reté.

No debí haberlo hecho, porque me sustituyó y sí que ganó, con bastante ventaja encima.

—Odio que seas bueno en todo —gruñí, cruzándose de brazos.

—Mira el lado bueno, soy tu hermano, así que puedes usarlo a tu favor. —Pasó un brazo por mis hombros.

—Siento lo de antes, te he respondido fatal —me disculpé recordando nuestra conversación.

—¿Eh? ¿De qué hablas? —Levantó una ceja, sin comprender.

—Lo de antes del partido.

—Ah, eso, no te preocupes, Mya. Ya sé que eres un amargado. Eres mi hermano y estoy acostumbrado. —Me abrazó.

—Pero sigo sintiéndolo. —Hice un puchero, rodeándolo con mis brazos.

—Pues perdonado, qué sé yo —rió.

Asentí y nos quedamos así.

—Vaya, se nos ha hecho tarde —resopló Ness—. Nos tenemos que ir —avisó.

—¿A dónde? —Nix se hizo una coleta.

—A casa, para prepararnos para la fiesta de esta noche.

—¿Fiesta? —Frunció el ceño—. A veces se me olvida que sois unos fiesteros.

—Dijo la reina de la fiesta —carcajeó Jay—. ¿Te quieres venir?

—No sé...

—Todos tus amigos se pueden venir, si quieres. Cuanto más seamos, mejor —insistió.

—¿Cuándo es? —Nix cedió sin mucho esfuerzo.

—Dentro de dos horas, en la mansión de Ally.

—No sabía que Ally había vuelto a comenzar a hacer fiestas. —Ella abrió mucho los ojos—. Bueno, no te puedo asegurar nada, pero gracias.

—Vente, anda. —Samantha pasó sus brazos por su cintura—. Sin ti, las fiestas no son lo mismo.

Nix sonrió tímidamente.

—Supongo que sí iré, pero no os lo puedo asegurar.

Se despidieron amorosamente de ella y de nosotros con un incómodo movimiento de manos.

—Les caemos mal —aseguré cuando se fueron.

—Qué va, es que son igual de asociales que vosotros —reveló.

—Pues Daria no lo parecía mucho —bufó Airy con una sonrisa.

—Ella es la social. —Se encogió de hombros.

—Sí y Airy es totalmente su tipo —se burló Niss.

Airy solo rodó los ojos.

—Deberíamos ir a esa fiesta —sugirió.

—Yo también quiero. —Niss asintió.

—Sí, no estaría mal —afirmé.

—Guau, Mya accediendo a ir a un lugar lleno de gente, eso es nuevo. —Arley se acercó a mí—. ¿Estás enfermo?

—Que te den —reí.

—Sí, se lo diremos al resto.

Volvimos a nuestro sitio, encontrándonos solo a Ben, quien se había quedado vigilando las cosas mientras el resto se había ido al agua. Jugaron un rato más en la playa hasta que decidieron volver a casa, emocionados por la inesperada noticia de una fiesta, aunque Zack y Hass dijeron que no iban a asistir porque estaban cansados y, según Airy y Niss, esos dos iban a follar.

Palabras suyas, no mías.

Elián también se quedó junto a Ben y Thiago. Solo venía Tyler.

Al llegar a casa, descansamos un rato antes de dirigirnos a la inmensa mansión, de la que provenía una sonora melodía. ¿Los vecinos no se quejarían?

Al entrar, el ambiente cambió por completo y nada más pasar el portal de la casa, sentí como la adrenalina fluía por mis venas. Era la primera vez que asistía a una fiesta así y me emocionaba.

Parecía que iba a ser una buena noche.

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Memeo, cada capítulo es más fumado que el anterior.

Pero bueno, si me conocéis, ya sabéis que significan nuevos personajes :P y la originalidad de sus nombres es la relevancia que tendrán en la historia.

Lo estoy dejando más claro que el agua JAJAJA, pero si no lo entendéis, lo haréis al finaaaaal de la historia o en AMDV.

Besitos de media mañana <3

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