01

El chileno estaba soñando, se movía con furia en la cama y hasta balbuceaba algunas palabras, al despertar se sentó en la cama y mientras respiraba agitado comenzó a llorar

¿Pero que soñaba? Pues...

Chile se veía fuera de el lugar en donde estuvo encerrado, no sabía que hacía allí, todo parecía muy real y por un momento pensó que sí estaba allí realmente, era de noche y la única luz que había era la de la luna, era una luz tan fuerte que hasta parecía de día

- ¡Chile! - dijo alguien emocionado corriendo hasta él, el chileno volteó la cabeza y se emocionó al ver a Argentina
- ¿Argi?¿que haces aquí? - preguntó Chile con lágrimas en los ojos mientras extendía su mano a la cara de el argentino, tocó su suave piel y hasta la sintió tibia
- mi estrellita... ven conmigo, te va a encantar el lugar donde estoy - dijo el biceleste sonriendo, Chile no podía contener la emoción de verlo frente a él y tomó su mano, pero el argentino no se movió de allí y comenzó a llorar
- ¿que pasa Argentina? - preguntó el chileno comenzando a sentirse triste, la cara de Argi le provocaba llorar de felicidad y tristeza, Argentina lo miraba con infinito amor y llorando dijo:

- lo siento mi estrellita, si solo no hubiera salido de allí, estaría contigo... 

El chileno despertó luego de eso, todo fue tan real, sentía dolor en su corazón mientras lloraba amargamente, se recostó nuevamente en la cama y sin soportarlo, gritó:

- ¡¡Argentina!!¡¿por qué?!¡¿por qué?!

Aquel grito de el chileno era desgarrador, su gatito maulló con dolor a su lado y caminó hasta recostarse en su cuello, comenzó a ronronear calmando a su dueño.

Al día siguiente, el chileno todavía se sentía extraño por aquel sueño, sentía un nudo en su garganta y su corazón aún dolía, era como si una corona de espinas estuviera rodeando su corazón; se sentó en su sofá y tomó su celular, necesitaba distraerse con algo, Argi, su gatito, buscaba su cariño, Chile dejó que el gatito subiera hasta su hombro y ronroneara junto a su oído.

Más tarde ese día, Ecuador y Guatemala fueron a la casa de el chileno para llevarlo con el psicólogo, Chile recordó que prometió ir, le dejó agua y comida al pequeño Argi y se fue con ellos en el auto de Guatemala.

En el lugar, conversaron entre ellos, Chile solo hablaba cuando le pedían que lo hiciera, casi toda la sesión estuvo mirando el suelo

- ¿quisieras contar algo? - preguntó el psicólogo, Chile supo enseguida que le preguntaban a él
- eh... yo... tuve un sueño muy raro anoche... - dijo el chileno, contó su sueño intentando no llorar, no quería hacerlo frente a un completo desconocido, el psicólogo logró tranquilizarlo y le explicó que no debía sentirse avergonzado por llorar, Chile se sintió más seguro y relajado luego de escuchar sus palabras.

Volvieron a casa, prometieron verse la próxima semana, Argi recibió feliz a Chile y ronroneó a su lado mientras pedía ser acariciado, el chileno así lo hizo y sentándose en su sofá lo acarició mientras le contaba su día, él acostumbraba a hablar con su gato como si fuera un country, como si fuera Argentina...

Los días pasaron rápido, él mexicano volvió a casa de el chileno.
Cuando México llegó, Chile abrió la puerta y por primera vez le sonrió, el mexicano se sintió feliz por eso, quiso abrazarlo pero el chileno escapó de sus brazos apenas lo tocó

- lo siento, pensé que...
- ¡no, no! Perdóname ¿querías un abrazo? Ven, ven - insistió el de la estrella, pero México rechazó el abrazo y le dijo:
- hazlo cuando sientas que quieres, no cuando otros lo quieran - le dijo el mexicano al chileno que bajó la cabeza mientras sonreía.

Los dos conversaban mientras comían, él mexicano hacia reír mucho a él chileno, este hasta lloraba de la risa y casi se atragantó con la comida.

Pero luego en la noche no lloró de risa, Chile le contó a México el sueño que tuvo, el chileno se secaba las lagrimas mientras le contaba

- ¿tú lo entiendes? Argentina era muy especial para mi... nos peleábamos y todo pero lo quería mucho... él fue mi único amor, nunca pude decírselo y ahora es tarde - dijo el chileno mientras sentía un nudo en su garganta, él mexicano no soportó más verlo así y lo abrazó, Chile se sintió extraño, hace mucho que no sentía un abrazo, pero en vez de alejarse, lo abrazó también mientras intentaba calmarse.

Por llorar tanto, se sintió cansado y se fue a dormir, para alivio de el mexicano no despertó en toda la noche, Argi dormía en el cuello de el chileno mientras ronroneaba, este dormía tranquilamente y no soñó nada que lo hiciera llorar, el mexicano durmió como tronco, no había quien lo despertara de su profundo sueño.

Al siguiente día, luego de el desayuno, el mexicano planeó salir a caminar con el chileno, pues este no había salido de casa desde que lo sacaron de ese lugar, por fin el chileno caminaria aunque sea por un momento.

Chile no se sentía muy seguro, imágenes venían a su cabeza, recordaba como lo habían secuestrado; él miraba con desconfianza a todos los countrys y autos que pasaban por ahí

- ¿te sientes bien? - preguntó él mexicano, él chileno estaba sudando frío y su respiración era agitada
- no
- ¿quieres volver a casa? - preguntó mientras daban una media vuelta y volvían por el mismo camino, él chileno  asintió mientras se aferraba al brazo de él mexicano.

México comprendió que Chile aún no estaba listo para salir, Chile al ver a toda esa gente se sintió sofocado y solo quería escapar de allí, por suerte estaba con México.

Comieron algo, México distrajo al chileno con chistes y anécdotas, éste sonreía al escucharlo y a veces reía sin control, la noche cayó y fueron a dormir, esta noche si hubo un llanto nocturno, pero no fue necesaria la ayuda de el mexicano, pues Argi con sus ronroneos calmó a Chile.

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