Un gran desliz
—Al diablo todos los hombres! Ninguno vale la penaaaaa! Son todos unos cerdos!
—Sí, Ana, tienes razón... —suspirabas penosamente mientras escuchabas a tu amiga quejarse de sus problemas.
—¿Porqué son así? A ver [Nombre], ¿porqué dices que son tan estúpidos? —ella sólo decía sonsadas por las copas demás que llevaba encima.
—Está en su naturaleza Ana, es por eso... —tomabas grandes tragos de tu vaso para no perder la calma con tu amiga.
Esa tarde te había llamado llorando para contarte que su novio le estaba siendo infiel, lo encontró con otra en la cama.
No sabías muy bien qué hacer y para consolarla la invitaste a un bar para olvidar las penas. El único problema es que olvidaste lo dramática que se ponía cada vez que tomaba.
Ambas vivían en un complejo de apartamentos, ella en el segundo piso y tú en el tercero. Ya estaba muy borracha así que era hora de llevarla a casa.
Subieron en el ascensor y la dejaste acostada en su cama.
—Sigh, ¿Qué voy a hacer con ella? —suspiraste profundamente y fuiste al ascensor.
Al entrar presionaste el botón del tercer piso, pero antes se dirigía al quinto. Eso te extrañó un poco, no te percataste de que alguien más estaba dentro. Te diste la vuelta; y allí estaba, recostado en la esquina, un hombre alto, rubio, de ojos verdes; lo que más te llamó la atención fueron sus gruesas cejas.
Tal vez fue por el alcohol que habías tomado, pero te atrajo en seguida. Tenía facciones de algún extranjero.
«¿Es alemán? No, más bien ¿americano? O...»
Se dio cuenta que lo observabas y volteó a verte, en ese momento el ascensor traqueteó, debido a tus tacones perdiste el equilibrio y terminaste en sus brazos. Por alguna razón, el ascensor se detuvo entre el cuarto y quinto piso.
«D-disculpa» —dijiste tímidamente mientras sentías que tu cara estaba un poco caliente. Su rostro de cerca era mucho más hermoso.
«Debe ser por el alcohol, sí, es eso...» —pensabas y volviste a pararte.
El silencio era un poco incómodo.
—Parece que vamos a estar aquí un buen rato, ¿eh? —dijiste para romper el hielo.
— Sigh, eso creo.. —respondió vagamente. De tanto en tanto te miraba, al parecer habías llamado su atención.
—Yo soy [Nombre] y tú? ¿Eres de por aquí? —tenías curiosidad de averiguar más sobre él.
—Me mudé hace poco, vengo de Inglaterra, mi nombre es Arthur, Arthur Kirkland —respondió con una pequeña sonrisa.
Estaban contándose un poco de sus vidas para pasar el tiempo. Se veía muy entusiasmado contando algunas anécdotas suyas.
De repente escucharon un fuerte ruido que provenía de arriba del ascensor y la luz se apagó. Estaban en la oscuridad. Ya de por sí el hecho de estar encerrada te atormentaba mucho, aunque con la presencia de Arthur se aliviaba un poco, pero en la oscuridad, estabas aterraba.
—¡Aaaah! —gritaste y antes de que te dieras cuenta estabas acurrucada en su pecho, agarrando fuertemente las mangas de su chaqueta.
Él se quedó paralizado unos momentos, luego te abrazó de forma protectora.
—Te asusta mucho la oscuridad, ¿eh? —murmuró.
Te sorprendiste un poco, pero, era agradable. Su pecho era muy cálido y podías escuchar los latidos de su corazón un poco inquietos.
No sabes cuál fue el motivo, la causa, la razón; la desconocías por completo. Tu cuerpo se movió solo. Sin tomar conciencia de tus acciones; ya estabas por besarlo.
—Lady, no hagas algo de lo que te arrepientas mañana... —dijo con un tono de voz muy sensual.
Tu cerebro ya no pensaba, tal vez por el alcohol, o porqué, ¡pero qué rayos importaba!
En un pestañeo ya se estaban besando de manera ardiente. Sus manos recorrían excitadamente tu cuerpo; y las tuyas se aferraban a su cuello.
Dejaste que la pasión abrase todo tu cuerpo.
Te apoyó contra la pared del ascensor mientras seguía manoseándote mientras su cara iba cambiando.
Antes de que pasara algo más se prendió la luz y el ascensor volvió a funcionar. Se detuvieron por la sorpresa, pero aunque quisieras, ya no tenías escapatoria, la persona que estaba frente tuyo había tomado entero control de todo tu cuerpo y de tus pensamientos. En estos momentos te dominaba la lujuria.
Ambos estaban viajando al descontrol.
Apenas conteniéndose el deseo llegaron a su apartamento. Apenas cerró la puerta el delirio de ambos se desbordó otra vez.
Te tocaba de manera agresiva pero a la vez amable; un poco rudo y cortés al mismo tiempo. Su ferocidad te esclavizó plenamente.
Las ropas estorbaban y uno al otro se las despojaban de forma frenética.
En la cama sus cuerpos se hicieron uno fogosamente. El sudor recorría sus cuerpos, aquellos sonidos de placer rompían el silencio de la noche. Al menos quedaron apresados en la habitación...
Todo era tan... candente. Una avalancha de deseo ferviente había poseído sus cuerpos.
La intensidad de todo el momento los dejó derribados de cansancio y quedaron dormidos profundamente.
A la mañana siguiente, despertaste e hiciste un gran esfuerzo para sentarte en la cama; el dolor de cabeza que tenías era muy fuerte. Al mirarte y ver que no tenías nada de ropa, presionando tu cabeza con una mano comenzaste a recordar lentamente todo lo que había pasado la noche anterior.
Recordabas lo de tu amiga y que en un... ascensor conociste a alguien... ¿era eso real? Volteaste a ver quién estaba a tu lado, el inglés seguía durmiendo profundamente. No fue un sueño, todo fue muy real.
Lo mirabas fijamente, estando dormido, parecía tan inofensivo.
«Se ve tan violable...» —pensaste.
«¡Que demonios piensas!» —otra voz en tu cabeza interrumpió aquel pensamiento.
Lo de anoche fue un gran desliz, lo mejor sería volver a tu apartamento como si nada hubiera pasado.
Te levantaste y recogiste tus ropas intentado hacer el menor ruido posible. Te vestiste y regresaste a tu cuarto a darte un buen baño de agua fría.
Mientras el agua bajaba por tu cuerpo, seguías pensando en aquel inglés.
Nunca habías sido tan descuidada, es como si no hubieras sido tú.
Lo que no esperabas es que ese pequeño accidente cambiara tu vida por completo...
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juro que no tengo comentarios al respecto xD estoy subiendo también aquí mis antiguos fics, para tener todo sincronizado en un sólo lugar... Así que... eso... nada más...
*desaparece*
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