Capítulo 19

Levantarse temprano era la cosa más desagradable que existía para Sindy, pero la agencia la había citado para un casting importante, unas grandes gafas disimulaban sus ojos somnolientos y el café con leche de almendras no tenía el efecto deseaba. Estaba sentada, es un finísimo esperando su turno, cuando su amiga Sasha la vio y fue corriendo a saludarla y a ponerla al día con los últimos acontecimientos que se había perdido mientras se encontraba de viaje.
—No soy repetitiva —se quejaba la rubia — pero es que Dylan me confunde, sé que algo le pasa, está tan extraño, yo le envié un mensaje a su asistente informándole de la llegada de mi viaje, pensé que iría a buscarme al aeropuerto, pero no lo hizo, luego llego a mi apartamento y allí está esperándome... no sé qué pensar.
Sasha se quedó pensativa por unos instantes antes de hablar.
— Ese hombre no encaja en mi manual masculino, pensé que ya lo tenías comiendo en tu mano, así que ya no sé qué decirte. — Dijo poniendo los ojos en blanco.
— Lo más extraño es que no quiso tener sexo, a pesar de que se quedó conmigo —comentó Sindy indignada —bueno, aunque ahora que lo pienso, también creo que fue por consideración a mi amiga, porque un niño de esos que ella cuida en el hospital murió y "mi adorado tormento" que es tan solidario en esas cosas. Se abstuvo por consideración — Sindy se puso el dedo índice en los labios —Hasta la acompañó al funeral.
— Darling no deberías confiar tanto en esa mujer, tu hombre tiene demasiadas consideraciones con ella, la amistad entre un hombre y una mujer no existe, que no se te olvide esa regla importantísima.
Sindy negó con la cabeza
— Tú no entiendes Sasha, yo si sé lo que sucede allí, pero no puedo contarte los detalle ni a que se deben esas consideraciones, pero créeme cuando te digo que es una cuestión de intereses.
Sasha levantó una ceja y la miró con curiosidad
— ¿No confías en mí? —Preguntó dolida — sé más específica.
— Me gustaría contártelo, pero por ahora no puedo, Dylan me mataría si se entera de que hablé de ese tema, pero créeme cuando te digo que él no está interesado para nada en Alana.
Sasha puso los ojos en blanco.
— Darling hay un rumor corriendo por ahí, no quería ser yo quien te contara, estás cosas, pero debes saberlo —la mujer se acercó más a la rubia — al parecer vieron a Dylan con una mujer muy acaramelados en el Bryant park.
A Sindy se le fue el color del rostro y preguntó de inmediato:
— ¿Cómo era la mujer?
— No lo sé, era oscuro y no pudieron ver quien era, pero ese parque está a una calle de tu casa ¿No crees que pudiera ser ella?
Sindy volvió a respirar con normalidad.
— Ya te he dicho que entre ellos no hay nada, si él se le ha acercado es por un interés económico y no romántico, por favor créeme cuando te digo estoy totalmente segura de que no hay nada entre ellos dos —Sindy se quitó las gafas y bebió un poco de su café — Ahora que ya tenemos las cosas claras, podemos concluir que esa mujer, no era Alana, pero Dylan me va a tener que explicar quién era esa perra y si él no me lo dice, te juro que lo descubriré y le arrancaré los ojos a esa puta, porque a mi hombre no me lo quita nadie.

✨✨✨✨✨✨

Hacía un día soleado y espléndido excelente para ir a correr por el Central Park, Janet había ido a visitarla y en lugar de quedarse en el departamento, Alana prefirió la tranquilidad del parque, además necesitaba ejercitarse, así que le pidió que la acompañara. Llegaron al lago The pond. Los ruidos de la ciudad desaparecían en ese pequeño valle, había una sorprendente paz en medio de una de las ciudades más ruidosas del planeta.
— Necesito hacer ejercicios más, a menudo estoy muerta. —  dijo Janet cuando se sentó en el césped.
—  Lo has hecho bien — comentó Alana, sentándose a su lado mientras se hidrataba con un poco de agua.
—  Si bien llamas tú a que me paraba cada cinco pasos, no discutiré con tu criterio —dijo la morena acostada en el césped mirando el cielo — ¿Así que ya llegó la venenosa? —le preguntó cambiando de tema.
Alana sonrió
—  Sí, anoche.
—  Me imagino que el ego no cabe en el apartamento —un ligero tono de resentimiento se notaba en la voz de Janet — digo por la cantidad de maletas que vi en la sala.
Alana se quedó pensativa por unos instantes.
— No hemos hablado mucho, solo esta mañana, anoche solo me saludó, porque toda su atención fue para Dylan.
— Me imagino con lo empalagosa que es y que hizo Dylan, ¿se marchó?
Alana negó con la cabeza.
—Se quedó a dormir con ella —respondió Alana en tono serio.
—¿Durmió con ella? — Preguntó Janet, sorprendida, sentándose rápidamente para verle la cara a su amiga.
— ¿De qué te sorprendes? Están saliendo, es normal que después de tiempo sin verse quiere aprovechar cualquier oportunidad — Alana sintió el aguijonazo de los celos clavarse muy hondo. —  Sindy casi le suplicó que se quedara con ella.
Janet frunció el entrecejo.
—  Me sorprende, porque cuando estuvo contigo, vi cosas que antes me habían pasado desapercibidas.
— ¿Qué cosas? —Preguntó Alana con interés.
—  No te dejó sola en ningún momento —respondió Janet con tranquilidad — vi la ternura con la que te abrazaba y esa mirada... !Dios! Como te miraba, es que si un hombre me viera de esa manera no estuviera acompañada de esta soledad.
Alana sonrió y sintió como su corazón comenzó a galopar en su pecho.
—  Son imaginaciones tuyas. —Dijo en voz baja, tratando de que su mente y su corazón se hicieran falsas ilusiones.
—  Nada de imaginaciones —dijo Janet con vehemencia —yo lo escuché discutiendo por teléfono, parece que estaba metido en un problema por haber dejado algo inconcluso y creo que fue por estar contigo... Eso solo se hace cuando alguien te importa.
—  Él no me comentó nada sobre ese tema — dijo Alana, preocupada.
— No podía, tú no te encontrabas bien y él no se apartó de tu lado en ningún momento, a ese hombre tú le interesas y sé muy bien que tú estás coladita por él.
Ella decidió sincerarse con Janet, necesitaba hacerlo.
—  Estoy aterrada, porque yo no soy así —dijo con la voz quebrada — Te juro que luché conmigo misma para no sentir esto que siento por él, pero no pude, porque me enamoré como una idiota de Dylan y no sé qué hacer con todo esto que siento.
Janet le pasó el brazo por el hombro de Alana para consolarla.
—  Es normal que te sientas así, yo estaría igual... a pesar de que Sindy es una víbora egocéntrica, es tu mejor amiga, yo te comprendo.
—  Es horrible, tengo que tragarme todo este sentimiento —dijo Alana tocándose el pecho, las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas — A veces quisiera dar rienda suelta a lo que pide a gritos mi corazón, pero mi parte racional me grita desesperada que no puedo hacerle algo así a Sindy —hizo una pausa para calmarse — ella ha sufrido tanto, no merece que yo le haga esto, si ella es así arrogante y a veces egoísta es porque tiene esa coraza falsa, pero ella en fondo es tan frágil, Sindy no sabe lidiar con los problemas, ella solo sabe ahogarlos en vicios, es una mujer rota, solo yo conozco sus secretos —las lágrimas se hicieron abundante — ella confía en mí, soy la única persona en su vida que no la ha traicionado, entonces  ¿Cómo podría hacerle algo semejante?
Alana se secó las lágrimas, respiró profundamente y siguió hablando:
— Además, estamos hablando de Dylan Gallagher, él es un hombre tan alejado de lo que yo soy; su mundo gira entre la fama, dinero y mujeres espectacularmente hermosas; en reiteradas ocasiones me ha dicho que no cree en el amor y tal vez si es verdad lo que dices y se ha fijado en mí lo hace solamente por curiosidad o simplemente desea una amistad, porque algo que es verdad es que él y yo la pasamos muy bien cuando estamos juntos y debe ser eso lo que le atrae de mí, pero no porque sienta algo más profundo.
— No lo sé, yo sé lo que vi y no estoy tan segura de que ese hombre sienta solo una amistad, tengo mis dudas al respecto, pero entiendo perfectamente el infierno que debes estar viviendo.
—  No tienes ni idea, por lo menos anoche, verlo con Sindy me mató, fue una tortura para mí, y así es todo el tiempo, pero ahora es más fuerte, así que he estado pensando mucho y he decidido que lo más prudente que debo hacer es irme este verano a Boston este verano y hacer hasta lo imposible para olvidarme de Dylan y de estas ganas que siento por él.
—  Analizando todo lo que has dicho, sin duda alguna que es lo mejor para ti, además el tiempo aclara las ideas, sana herida y lo mejor, te hace olvidar.
Alana se quedó viendo a unos niños que jugaban en ese momento con una pelota, continuó hablando con voz queda:
—  Esta noche me despediré de él, me ha invitado al Yankee Stadium, pensé que con la llegada de Sindy cancelaría, pero me ha escrito muy temprano diciéndome que pasa por mí a las 5:00 pm.
— ¿Y la víbora oxigenada, no se pondrá celosa? —Preguntó Janet con asombro.
Alana negó con la cabeza.
—  Justamente antes de que tú llegaras estaba hablando con ella sobre ese tema, le comenté que Dylan me había invitado al juego, le pedí que fuera en mi lugar, pero ella se negó rotundamente, odia el baseball, me dijo que prefería que fuera yo con él y ella lo esperaba en el departamento para aprovechar luego el tiempo perdido.
La morena puso los ojos en blanco.
—  Esa mujer es tonta a hasta más no poder. —  Dijo Janet meneado la cabeza de un lado a otro.
✨✨✨✨✨✨
— ¿Alys estás en casa? —  preguntó Sindy gritando, cuando llegó al apartamento.
—  Si aquí estoy — Respondió Alana en el mismo tono desde su habitación.
— ¿Qué haces? —  preguntó la rubia al verla acostada en su cama.
—  Estoy leyendo ¿Por qué?
—  Quería hablar contigo... Tenemos muchos días sin vernos. —Dijo sonriendo.
Alana tocó el colchón de su cama para que Sindy se sentara como siempre lo hacía.
— ¿Cómo te fue en Italia? —  le preguntó con interés.
—  Maravilloso —respondió Sindy con entusiasmo —conocí mucha gente, fui a fiestas increíbles y me he codeado con lo más selecto de la moda, tienes que ver todo lo que me he comprado.
—  Qué bien, te felicito — respondió Alana con sinceridad —luego veo todo lo que has traído.
— ¿Sabes a quién vi hoy? —La rubia le preguntó mientras se miraba sus perfectas uñas arregladas.
— ¿A quién? —Preguntó la chica con suspicacia.
—  A Bryan y está muy dolido Alys, me ha dicho que has pasado de él por completo... Está herido porque después que se disculpó contigo pensó que las cosas entre ustedes cambiarían.
Alana puso los ojos en blanco.
— He pasado un momento muy difícil en mi vida y créeme que lo último en que pensé fue en ese hombre, es una pena que esté dolido, pero sinceramente no me importa.
Sindy resopló con indignación.
— ¿Por qué no haces un esfuerzo con Bryan? Está tan encaprichado contigo, imagínate lo que haría por ti, te daría todo lo que le pidieras.
Alana se levantó de la cama, se sentía incómoda con la conversación.
—  No me interesa nada de lo que él pueda darme, la última vez que hablamos sobre ese hombre, te dije que no volvieras insistir porque estabas rebasando mis límites, sigo pensando exactamente igual. —  Le advirtió Alana.
La rubia suspiró profundamente y la miró con fastidio
— Está bien, no te hablaré de él, pero quería comentarte algo, esta mañana estuve en un casting y me encontré con mi amiga Sasha, y ella me comentó que te vio acompañada con Dylan en el Bryant Park ¿eso es cierto?
Alana la miró con desconcierto, rememoró ese día en específico y recordó que fue la segunda vez que ella y Dylan estuvieron a punto de besarse, hecho que no se concretó por la oportuna interrupción de la llamada de Bryan.
—  Si, estuvimos allí conversando — dijo con una tranquilidad, disimulando la tormenta que comenzaba a gestarse dentro de ella.
El corazón de Alana estaba acelerado, << ¿estaría su Sindy pensado que entre ella y Dylan había algo?>> trató de conservar la calma <<Pero si entre nosotros no hay nada, bueno, hemos estado a punto de besarnos en un par de ocasiones, pero eso no cuenta>> pensó, era cierto que últimamente su amistad se había vuelto muy cercana, mas no había cruzado ninguna línea, así que no tenía nada que temer.
— ¿Y después qué hicieron? —La pregunta cargada de sospecha de Sindy la hizo concentrarse en la conversación.
—  No hicimos nada, nos despedimos en el parque y eso fue todo, me imagino que después de eso se marchó ¿Por qué lo preguntas?
—  Porque lo vieron en una actitud muy cariñosa con una mujer, seguro que la encontró después de dejarte a ti... ¿Cómo te encontraste con él? ¿Dónde estaba?
—  Yo iba saliendo al hospital y me lo encontré por casualidad — distorsionó un poco la verdad para que su inestable amiga no se hiciera una mala película en su cabeza — se ofreció llevarme y como no tardé mucho me esperó y de regreso paramos en el parque y lo demás ya lo sabes.
— ¿Y recibió llamada de alguna mujer? —Volvió a preguntar la rubia con insistencia.
—  No que yo sepa... y basta de este extraño interrogatorio, si quieres saber sobre la vida personal de Dylan, pregúntale a él, yo no soy tu detective privado.
Sindy esbozó una sonrisa.
—  No te enfades, solo quiero saber si Dylan estuvo con otra mujer mientras estuve de viaje.
—  Esa respuesta la tiene solo él. —Respondió Alana con impaciencia.
La rubia suspiró con resignación, se levantó de la cama y agarró de la mano a Alana
—  No te preguntaré nada más, mejor vamos a mi habitación para que veas todo lo que me compré.
Y así terminó la incómoda y peligrosa conversación.

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