Séptimo Capítulo

Mamá Ana llamó desde el interior de la casa diciendo que iban a cortar el pastel. Jongho se separó de Yeosang de manera sutil y se fijo en la mirada confundida del rubio.

Yeosang... Tu mamá nos llama — dijo con una suave sonrisa en su rostro.

Ah... — reaccionó — Sí, vamos.

Ese día estuvo lleno de emociones que Yeosang jamás experimentó: sentía una inquietud en su corazón que no lo dejaba tranquilo. Se sentía ansioso por estar cerca de Jongho de cualquier manera posible. De vez en cuando, sus miradas chocaban y el pelimarrón siempre le daba una sonrisa haciendo que Yeosang se volteara rápidamente y con el corazón latiendo a mil.

Respecto a su cumpleaños, todo era muy cálido: el señor Choi siempre lograba hacerlo sentir cómodo, su mamá era su todo. Incluyendo a WooYoung, existían tres personas que amaba, pero...

Ahora también estaba Jongho.

Muchas gracias Señora Ana, Yeosang- agradeció el señor Choi levantándose de la mesa — Lamentablemente, ya es hora de que nos vayamos.

Al escuchar aquello, Yeosang abrió muchos los ojos. No quería que se fueran, quería seguir mirando a Jongho, quería hablarle, conocerlo más. Miraba desesperado a su madre, ella tenía que impedir que se vayan. Le tenía fe.

Sin embargo, la señora Ana sólo asintió y con plena sumisión los acompañó hasta la puerta principal. "¡Mamá, no!" pensaba el rubio decepcionado.

Yeonnie, ven a despedirlos ordenó Ana, viendo a su hijo sentado.

Yeosang suspiró y se paró de la mesa y arrastrando sus pies con un disimulado puchero, se dirigió hasta la puerta. Ana notaba esa actitud sospechosa, lo conocía y sabía que ese comportamiento daba lugar a un berrinche. "A Yeosang le molesta algo" pensó, sabía que estaba en desacuerdo con alguna cosa, se moría de curiosidad, pero ya le preguntaría más tarde.

Adiós Señor Choi, muchas gracias por venir agradeció Yeosang no tan enérgico como en el principio. Se acercó para darle un cálido abrazo y con gusto el señor Choi correspondió.

Y ahora le tocaba despedirse de Jongho. No supo que decirle o como actuar, pero nuevamente fue el pelimarrón quien se adelantó. Lo abrazó con suavidad haciendo temblar un poco a Yeosang.

Antes no lo pudo abrazar bien, pero ahora tenía que hacerlo, así que con las manos temblorosas le correspondió con algo de temor. Se sentía tan bien en ese abrazo, muy suave, su loción era dulce, que quería decirle que se quede un rato más pero las palabras no salían de su boca. Luego, Jongho lo soltó.

Gra-gracias... Por venir, espe... — quiso agradecer, pero Jongho lo interrumpió.

Vendré a visitarte muy seguido — habló con algo de desesperación. Yeosang se sorprendió y por alguna razón quiso llorar de la emoción, todo lo que pasaba era muy random, no podía concentrarse. Volteó a ver a su mamá quien sonreía con satisfacción y al señor Choi que asentía en forma de aprobación.

Pensó que talves eso era buena idea, ni su mamá ni el señor estaba disgustados, entonces se sintió más seguro y con una gran sonrisa se dirigió al pelimarrón quien esperaba por su respuesta.

¡Claro! Te esperaré —fue lo último que se dijo aquella noche y luego, ambos se fueron.

Entonces... — dijo Ana volviendo a la mesa para recoger los platos — Está lindo el hijo del señor Choi, ¿verdad?

Ay mamá, no empieces respondió algo sonrojado el rubio.

¡Te sonrojaste!- lo apuntó con su dedo — Así que es por eso, interesante...

¿Qué? ¿D-de qué estas hablando? —preguntó Yeosang con algo de molestia.

Hiciste un pequeño berrinche cuando te ibas a despedir, te conosco Kang Yeosang- Ana empezó a lavar los trastes — Sé cuando te molesta algo, y al parecer no querías que Jongho se vaya.

Yeosang apretó sus labios con nerviosismo, su mamá tenía razón: no quería que Jongho se vaya, pero estaba muy confuso. Toda esta situación lo ponía en desventaja, no conocía ni un sentimiento o emoción hacia otra persona totalmente ajena y no sabía como reaccionar ante eso. Talves pedirle algún consejo a su mamá era la solución o tal vez no.

Solo somos amigos, ¿esta bien? respondió negando todo lo que sentía, pero no sabía porqué lo negaba. ¿Talves era una reacción natural?

Yeonnie respondió suspirando Ana — Sé que no... Tienes amigos, pero créeme, lo que estás sintiendo no es por una simple amistad.

El rubio se quedó en silencio, ¿cómo su mamá puede tener razón? Ni el mismo se entendía, sólo quería que Jongho cumpla su promesa y lo visite todas las veces que sea posible.

[°°°]

Jongho si cumplió su promesa, y pasado una semana desde el cumpleaños quince de Yeosang, lo visitó casi diariamente.

El rubio disfrutaba tanto de su compañía que el tiempo se le iba volando, hablaban, se conocían más, sabían de sus gustos y disgustos. Ambos estaban maravillados por cada uno.

Y mamá Ana siempre se esforzaba para dejarlos solos.

Y fue en esas situaciones en donde los dejó solo, cuando se dieron cuenta que Yeosang podía concebir.

Yeosang ya tenía dieciséis años y como era costumbre Jongho lo iría a visitar ese día. Ya desde hace tiempo ambos estaban actuando muy extraño. Se tenían miradas profundas, se quedaban observando al otro por más tiempo de lo normal, juntaban sus manos por casualidad pero los dos lo ignoraban y sólo se sonrojaban y ya no se despedían con solo un "adiós", ahora se abrazaban y algunas veces el rubio tenía la osadía de darle un beso en la mejilla.

Solo presionas este botón y listo, ya está encendido — indicó el pelimarrón enseñándole el funcionamiento de su cámara fotográfica.

Ambos se encontraban en la habitación de Yeosang, sentados en su cama y con la cámara fotográfica de Jongho en medio de los dos.

Es genial — respondió asombrado Yeosang acercándose para poder ver mejor la cámara.

Ahora, solo tienes que fijar el punto que quieres fotografíar — Jongho apuntó a Yeosang con la cámara.

N-no, yo no... se avergonzó viendo la acción del otro.

Ajustas la lente... masculló el pelimarrón siguiendo con las instrucciones — Y... Tomas la foto.

El flash de la cámara envolvió el sonrojado rostro de Yeosang dándole a Jongho una hermosa imagen que quedaría impresa en su mente y en la memoria de su cámara. Lo dejó sin aliento, sin nada que decir, el rubio era todo un deleite.

Bajó la cámara de la altura de su rostro y lo dejó a un lado de la cama, hipnotizado por la belleza del rubio. Yeosang seguía sonrojado con la mirada baja sintiendo una de las profundas miradas de Jongho. Éste se acercó a Yeosang y de una manera suave y lenta, tomó al rubio del rostro captando toda su atención.

Eres muy hermoso Yeosang... — susurró acariciando la mejilla ajena con su pulgar.

Yeosang sintió que su corazón explotaría, Jongho estaba más cerca de lo normal y sin querer, no miraba a otra cosa más que sus labios. Su cuerpo quemaba y sentía cosquillas en su vientre. "oh Dios" se lamentó el rubio después de lo haría.

Con toda el temor encima, se acercó al pelimarrón y junto sus labios sin experiencia alguna. Siempre lo veía en las novelas de su mamá, pero jamás lo puso en práctica.

Logró sorprender a Jongho quien siempre tomaba la iniciativa. Sin respirar, Yeosang seguía empujandose contra el pelimarrón con la esperanza de que no lo rechaze, pero eso no pasó. Jongho tomó su rostro con ambas manos y le correspondió.

Sin mover sus labios, sin agregar otro elemento como la lengua, sólo eran ambos labios juntos. Lo suficiente para ambos.

Se separaron y nadie dijo nada, Jongho trataba de procesar la situación, en cambio Yeosang con la mirada baja otra vez, se sentía raro, como pegajoso y cansado al mismo tiempo. El beso le había encantado y lo llevó a un nivel alto de excitación, solo que el rubio no lo sabía.

Nisiquiera querían juntar sus miradas, todo era vergonzoso y como por arte de magia llegó mamá Ana para salvarlos.

Jongho, cariño, vinieron a recogerte- avisó desde la puerta.

S-si, gracias señora Ana — respondió algo nervioso. Se dirigió hacia el rubio y algo inseguro se despidió de él simplemente con un "adiós" y el rubí sólo asintió.

Una vez que Jongho haya salido de su cuarto y de su casa, Ana subió inmediatamente al cuarto de Yeosang para curiosear como siempre lo hacía, solo que esta vez el rubio tenía una preocupante actitud.

Yeonnie... ¿Estás bien? preguntó al ver a su hijo sentado con la mirada baja, sin siquiera tener la intención de pararse para hablar con su madre.

Ma-mamá... Estoy... — dijo con la respiración entrecortada — Estoy mojado...
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Gente, regresé con un nuevo cap wii🎉 no tengo tanto que decir, solo que "al parecer" habrá menos de 20 capítulos xd So, get ready

Eso es todo, cuídense y ño salgan de su casita UnU.

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