Segundo Capítulo
Yeosang abría lentamente sus ojitos. Se sentía cálido, sus sábanas lo mantenían así. Se sentía tan bien pero estaba cansado, no quería despertar pero sabía que Mary se molestaría.
¡Mary!— exclamó y despertó de golpe al recordarla —Woo... ¡WooYoung!— Yeosang desesperado buscó por todos lados a su hermano con la mirada.
Se encontraba en su propia habitación, la que compartía con su hermano, pero no recordaba cómo fue que llegó allí si el día anterior estaba en aquella casa grande. Eso lo confundía mucho.
Yeonnie— respondió el pelinegro saliendo del baño de la habitación —Ya despertaste— dijo con una sonrisa.
¡WooYoung!— exclamó el rubio, salió de su cama y saltó a abrazar a su hermano —Te extrañe mucho, Woo— ya sentía sus ojitos húmedos por la emoción.
Yo igual Yeosang— WooYoung le devolvió el abrazo, acunando su cabeza en su pecho.
Woonie... ¿Qué pasó ayer?— preguntó alzando la mirada para observar a su hermano —¿Por qué nos llevaron a ese lugar?
No lo sé Yeonnie— respondió frunciendo el ceño —Pero no nos pasó nada malo.
Me... Dio mucha vergüenza estar vestido como ayer— confesó Yeosang con una hermosa sonrisa. Su inocencia era muy notoria, ahora que estaba con su hermano, podía comportarse como realmente era.
Estabas precioso Yeonnie— sonrió hacia su pequeño hermano.
Yo también quería estar vestido de negro— dijo haciendo un pequeño puchero —El dorado... Era muy exagerado.
Te quedaba bien... Pequeño llorón— WooYoung tomó una almohada de su cama y se lo lanzó hasta su hermano. Quería olvidar todo lo que pasó el día de ayer. Así que jugar sería una buena idea.
Oye!— se quejó riendo. Tomó otra almohada y le siguió el juego a su hermano.
El mayor lo tomó de los brazos y lo lanzó hacia la cama y se puso encima suyo. Ambos reían, Yeosang trataba de escapar pero la risa lo debilitaba. Jugar con su hermano siempre era tan divertido.
Yeonnie... — llamó WooYoung serio.
¡Jung WooYoung! ¡Kang Yeosang!— llamó Mary desde la puerta cerrada. De inmediato, ambos hermanos se quedaron inmoviles —Vistanse y bajen a desayunar... ¡Ahora!— ordenó y se fue, sus pasos se escucharon cada vez más lejos y cuando estuvo lo suficientemente lejos WooYoung se quitó encima de su hermano.
Mary se molestó— comentó el mayor sonriendo y rascándose su nuca.
Yeosang, levantate y cambiate— ordenó el pelinegro quien ya estaba listo —Te esperaré pero no demores— dijo condicional
Yeosang de levantó de la cama de inmediato muy feliz de que su hermano sea tan considerado con él —¡Está bien!— exclamó y se apuró en cambiarse.
[°°°]
Y bendice nuestros alimentos...— rezó Mary.
Y bendice nuestro alimentos... — repitieron los niños.
Y a las personas que lo prepararon, amén— dijo por último y luego se persinó.
Amén —respondieron los niños.
Muy niños, tengan buen provecho — dijo amablemente Mary — Regresaré en un momento y les diré buenas noticias — y sin más salió del gran comedor.
En aquel orfanato, vivían aproximadamente cincuenta niños. Muy pocos comparado con otros orfanatos, excepto en que éste había un trato muy particular hacia ellos.
No sólo los cuidaban, si no los educaban de acuerdo a sus capacidades. Después de pasar por cierto examen de actitud y aptitud, los niños eran clasificados y separados en orden de su inteligencia y austasia.
Los de menor coeficiente intelectual eran educados en el campo de tareas domésticas muy básicas y simples. Los de medio rango le enseñaban cosas un poco más complejas como cocinar o coser. En cambio, para los de rango alto, el trato era diferente.
Cuidaban sus modales, sus alimentos y su comportamiento. Llevaban una dieta estricta y balanceada. Les enseñaban a cocinar, tejer, coser, entre otras cosas. Y adicionalmente llevaban cursos de música y lengua.
No me gusta la ensalada— refunfuñó Yeosang separando los brócolis y espárragos de su plato —WooYoung...— llamó a su hermano.
Está vez no me comeré lo que dejes— respondió el pelinegro sin despegar la mirada de su plato.
¡Ay! ¡Pero por qué?!— hizo un pequeño puchero —Siempre comemos lo mismo— se quejó reposando su mejilla sobre su puño cerrado.
Tienes que mantenerte saludable, Yeonnie
Y... Pero cómo a los demás niños les dan cosas más ricas, yo también...— Yeosang quiso decir que a él también le gustaría comer pollo frito más de una vez cada dos semanas pero Mary entró nuevamente al comedor esta vez acompañada de sus compañeras.
Niños — llamó delicamente — Lamento mucho interrumpirlos, pero necesito su atención un momento.
Todos, hasta Yeosang y WooYoung tomaron atención.
Les dije que les tenía muy buenas noticias — sonrió — Se trata sobre sus adopciones — Mary se llevó las manos a su pecho satisfecha por el trabajo de ayer.
Los niños se emocionaron, al final tendrían una familia. Todos sonrieron y hablaron entre ellos. Sin duda era una buena noticia, pero al menos para WooYoung no lo era.
¿Escuchaste Woo? — preguntó el rubio más que emocionado — ¡Nos adoptarán!— abrazó a su hermano que no podía sentir ni un poco de alegría.
Yeosang, tengo que decirte algo — dijo
¿Ah? — observó confundido hacia su hermano — ¿Qué es WooYoung?
Existe una posibilidad de que nos separen, lo sabes, ¿no?— dijo arrastrando con dolor aquellas palabras. Tan solo pensar en que los puedan separar, hacía que todo el cuerpo le quema de tristeza.
No le gustaría que lo separen de su pequeño hermano que, a pesar de tener la misma edad, el se sentía como el hermano mayor, por ende siempre tenía que cuidarlo.
Eso no es verdad WooYoung — respondió molestó con un pequeño puchero y cruzandose brazos — Eres un tonto — dijo y le sacó la lengua.
WooYoung solo suspiró, no quería aceptarlo pero era muy probable que los separen.
Muy bien niños, regresaremos en veinte minutos cuando hayan acabado de desayunar y cada uno se irá con su cuidadora — señaló a dos sus compañeras, una se encargaba de cuidar a los de rango menor, la otra a los de rango medio y Mary a los de rango alto donde se encontraban Yeosang y WooYoung naturalmente.
Tendré una familia — susurró Yeosang emocionado.
Gracias por leer💚😔
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