Quinto Capítulo

Tener una tutora no era malo o como Yeosang la llamaba "Mamá Ana". El señor Choi los presentó y de inmediato, el pequeño supo que Mamá Ana era una buena persona.

Tú... ¿Serás mi tutora?— preguntó tímido.

Claro que sí cariño, es un gusto conocerte— respondió la de cabellera rubia con una radiante sonrisa.

¿Pu-puedo llamarte Mamá Ana?— Yeosang era un manojo de nervios, pero los cálidos brazos al rededor suyo lo tranquilizaron como por arte de magia. Sus ojos estaban cristalinos.

Por supuesto, hijo mío

Ella tenía la cabellera rubia, igual que Yeosang. Vestía de manera elegante, no le gustaba ser exagerada, tenía buena talla, una buena figura delgada, era hermosa. No habían pasado tanto tiempo juntos pero, Yeosang ya la quería y no quería alejarse de ella.

¿A dónde vamos, Mamá Ana?— asomó la cabeza curioso por el asiento de su mamá quien estaba conduciendo.

Iremos a casa, cariño— respondió gustosa.

"A casa" repitió susurrando entusiasmado.

Tendría una casa y viviría con Mamá Ana ahí. Yeosang estaba feliz, pero igual sentía pena por separarse su hermano, esperaba de corazón que fuera tan feliz como Yeosang se sentía en ese momento. "Ay WooYoung" pensó triste. Estarían separados, pero se hicieron una promesa.

Entonces... Nos separaremos Yeonnie— WooYoung abrazó a su hermano.

Te extrañaré— respondió el rubio.

Siempre serás mi hermano— susurró aferrándose más a su hermano.

Siempre serás mi hermano.

Yeosang— llamó Ana.

El pequeño volteó saliendo de sus pensamientos y de inmediato se dio cuenta que ya había llegado a su nueva casa.

Es... — pronunció el pequeño perplejo.

Es nuestra casa, cariño— Ana estacionó el auto y salió del él, acto seguido le abrió la puerta a Yeosang y lo tomó de la mano para entrar a lo que sería su nueva casa.

El pequeño la tomó de la mano con fuerza y con muchos nervios le siguió los pasos. Yeosang no traía ningún equipaje consigo, el señor Choi ordenó que le compraran todas las cosas nuevas que él necesitaría, al igual que lo hizo con WooYoung, en ese momento pensó que el señor Choi era una amable y buena persona.

Y cariño, ¿qué te parece nuestro nuevo hogar?— pidió la opinión del pequeño, pero este no respondió. Ana bajó su mirada para poder ver al pequeño y se dio con la sorpresa de que éste estaba llorando — ¡oh! Yeonnie... No llores, amor.

Ma-mamá Ana...— respondió haciendo un pucherito y sus lágrimas saliendo alrededor de su carita — ¡Estoy mu-muy feliz!

De inmediato, Ana se agachó para abrazar su pequeño cuerpo. Yeosang siempre ha esperado por tener una familia y hogar, y ahora que la tenía no pudo dejar de llorar.

¿Entramos Yeonnie?— preguntó dulce secando con sus pulgares las lágrimas del pequeño.

Yeosang asintió sorbiendo su nariz y juntos entraron.

[°°°]

Al principio, no fue tan fácil acostumbrarse a su nueva habitación. Siempre lo compartió con su hermano, pero ahora estaba solo. Llegó la noche y como a todo niño, Yeosang le temía a la oscuridad.

Ana le dio el beso de las buenas noches y se fue a dormir a su respectiva habitación justo al frente de la de Yeosang, éste quiso detenerla y pedirle que duerma con él pero le dio vergüenza y pena, y solo dejó que Ana se vaya.

Su habitación era muy grande, estaba amueblado y tenía varios juguetes interactivos y educativos, su cama estaba llena de peluches de todo tipo. Pero aún así Yeosang tenía miedo.

"Rayos" se lamentó, tenía que salir de su habitación de inmediato, escuchaba cada sonido de la noche, los árboles de su jardín, el viento soplar, hasta le daba miedo el sonido de su propia respiración.

"Mamá Ana está al frente" se dijo. No podía ser tan cobarde, solo tenía que pasar toda su grande habitación, alcanzar su puerta, pasar el pasadizo y abrir la puerta de Mamá Ana.

Muy fácil.

A la cuenta de tres empezaría la acción, pero la caída accidental de uno de sus peluches hizo que diera un pequeño gritito y se refugie de bajo de sus anchas sábanas.

M-mama... Ana— muy bajito susurró llamando para que su madre lo venga a rescatar —Mamá Ana...

Lamentablemente Ana no lo escuchaba y por ende no me hacía caso, entonces sólo quedaba hacer un último esfuerzo.

Yeosang se paró de golpe y con todas sus fuerzas corrió hasta llegar a su puerta, luego corrió cruzando el no tan estrecho pasadizo y con un movimiento rápido entró a la habitación de Ana causando un fuerte ruido.

¿Mm? ¿Yeonnie?— susurró la rubia somñolienta.

¿P-puedo dormir contigo?— preguntó muy apenado con la respiración agitada.

Por supuesto que sí, cariño— respondió muy alegre. Hizo un poco de espacio, lo suficientemente grande para que el pequeño entre y lo llamó —Ven, Yeonnie.

El rubio corrió hasta la cama y cerrando sus ojitos con fuerza, se acurrucó con algo de cautela y pena al lado de Ana. No quería incomodarla.

La mayor dándose cuenta de esto, abrazó a Yeosang y le trasmitió seguridad y comidad.

De inmediato Yeosang se quedó dormido.

[°°°]

Entonces, pasó el tiempo y todos los miedos, angustias y dudas simplemente desaparecieron. La relación madre-hijo de Yeosang y Ana cada vez se hacia más fuerte y se sentían familia.

Una verdadera familia.

El pequeño aumentaba su admiración por su Mamá Ana cada vez que ella le enseñaba cosas. Descubrió en ella todo clase sorpresas y misterios, Ana era divertida y muy amable con él y todo lo que pasaron juntos hasta ahora, se quedarían grabados en su memoria por siempre.

Como pasó con el cumpleaños número nueve de Yeosang.

Es... Es un pastel de chocolate... —susurró Yeosang al frente de las nueve velas encendidas.

Su mamá irrumpió en su cuarto cuando el estaba dormido, pero un olor a chocolate lo hizo despertar y se dio con la sorpresa. Ese pastel se veía exquisito, no le faltaban ganas de probarlo.

Exacto— respondió Ana entusiasmada —Hoy es una día especial. Hoy es tu cumpleaños Yeonnie!

En los cumpleaños... ¿Se compran pasteles?

Ese día, mamá Ana le enseñó lo "básico de un cumpleaños y cómo celebrarlo". A la mujer le daba ternura su pequeño, sin duda Yeosang era un niño super listo e inteligente; sin embargo, existían cosas tan simples, para una persona normal, que él no conocía. Le encantaba conocer y descubrir más aspectos de Yeosang.

Te acuerdas que te dije que cuando tengas doce... Podrías ayudarme en el jardín?— preguntó Ana a un Yeosang totalmente concentrado en su libro de botánica.

Si...— se limitó a responder el rubio. Mamá Ana no le dejaba tocar ni una de sus flores en el jardín porque según ella: "Él todavía estaba muy pequeño".

Yeosang había agarrado gusto por la botánica desde que cumplió diez y, con toda la curiosidad encima, quiso poner en práctica todo lo que había aprendido de sus libros ilustrados.

Pero, había sólo un obstáculo: Mamá Ana. Una de las cosas que más amaba en la vida era su jardín y nadie, ni siquiera su propio hijo, arruinaría su enorme trabajo por mantener su jardín inmaculado.

Bueno... —continúo diciendo lentamente — Ya que mañana cumples doce... ¿No creo que haya diferencia no?

Yeosang de inmediato supo lo que Mamá Ana quería decir.

¡Me pondré mi mameluco!— exclamó tirando a un lado su ya no tan preciado libro.

Mamá Ana solo sonrió y lo esperó afuera de su habitación.

[°°°]

Y... ¿Dime que quieres hacer mañana?— preguntó la mujer desde la cocina mientras picaba algunos vegetales.

¿Qué? ¿Por qué?— respondió Yeosang sin darle tanta importancia —Mira... ¿Te gusta?— dijo alzando su dibujo para que Ana lo viera.

¿Se supone que esa soy yo?— preguntó sarcástica —Yeonnie, yo no soy tan gorda o ¿si?— hizo un pequeño puchero comportándose algo infantil.

Yeosang se rio por dicha actuación —Mamá, ya basta— respondió negando con la cabeza sonriendo —Ya te dije que estás bien.

Pero entonces porque me tienes que dibujar coml una pelot... — Ana fue interrumpida por el timbre de la puerta —Yeonnie, fijate quien es por favor.

Está bien— obedeció y con un poco de flojera se levantó de la mesa de la cocina y se dirigió a la puerta.

Tomó la perilla y se encontró con un rostro familiar.

¿S-señor Choi?— preguntó incrédulo con una pequeña sonrisa brillante.

¡Yeosang! ¡Qué gusto verte de nuevo!— exclamó el señor Choi tomándolo con un abrazo correspondido por parte del rubio.

Desde que Yeosang tenía ocho, no veía al señor Choi. Todo ese tiempo siempre estuvo agradecido con él por darle una familia, por darle a mamá Ana, por darle un hogar.

Señor Choi, lo extrañé bastante— dijo emocionado y muy feliz —¿Por qué no ha venido antes? Mi mamá y yo hubiéramos cocinado algo rico solo para usted.

Así que cocinas, ¿eh?— preguntó sonriendo

Sí, desde los siete años— respondió un poco presumido. Era muy listo y el señor Choi lo supo desde el principio.

Ese es mi campeón comentó acariciando por encima de su cabeza

¿Quién es, Yeonnie?— preguntó Ana que venía con una toalla secándose las manos.

Buenas tardes— saludó cordialmente el señor.

¡Señor Choi!— exclamó alegre la mujer —¡Qué milagro!

Bueno, me enteré que mañana un campeón cumplía quince años y quise venir para que pudiera conocer a mi hijo— respondió gustoso el señor Choi —No quise perder la oportunidad.

Yeosang frunció el ceño algo confundido. "¿El señor Choi tenía hijos?" se preguntó. Bueno, a juzgar por su edad, el rubio supuso que se trataría de alguien mayor, pero la realidad era otra.

¡Hijo, puedes pasar!— llamó el señor Choi.

Y casi al instante, un chico de cabello marrón, alta estatura y con traje atravesó la puerta.

La mirada de Yeosang se posó en tal chico tan guapo, le hizo sentir maripositas, sentimientos que jamás había sentido antes. "¿Pero qué? ¿Por qué él... es tan lindo?" se preguntó con la mirada fija.

En todos esos años, Yeosang nunca había tenido contacto o relación alguna con otros chicos de su edad. Siempre fue educado en casa, no tenía amigos ni nadie más que Mamá Ana y WooYoung, así que ver a alguien tan guapo, lo llenó de curiosidad y simplemente lo sacó de sus casillas.

De pronto, su corazón dio un vuelco cuando hizo contacto visual con él y vio reflejado en sus ojos el asombro al encontrarse con Yeosang.

Rápidamente, el rubio se sonrojó y los dos bajaron la mirada. "¿Qué me pasa?" su cuerpo entero estaba teniendo una reacción impredecible, se sentía caliente y con mucha vergüenza.

Él es mi hijo— señaló con la palma de su mano —Choi Jongho.
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Me parezco tanto a Yeosang en el tema de dibujo xd Me gusta dibujar a mi mamá re gorda para molestarla😂💚

Waaaa, lamento mucho la demora, ya no estoy de vacaciones ahora que comenzaron mis clases virtuales uu y además he estado escribiendo mi otro fic "Karma" (que por cierto, si aún no lo has leído, esta es tu oportunidad de hacerlo 7w7)

Mis clases virtuales me inspiraron en escribir un fic SeongSang asdfghjkl. Les gusta ese ship?👀

Espero estén bien uwu cuídense mucho💚✨

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