Décimo quinto capítulo
No era un buen día, tampoco sería una buena semana o talves ya ningún día sería bueno. El señor Choi acababa de perder a alguien. San y Jongho acababan de perder a alguien, la familia entera estaba de luto.
Entonces – dijo el pequeño San algo confundido – ¿Mamá ya no volverá?
Lo siento mucho, mi niño San – respondió su niñera.
Ah, y ¿por qué? – sus grandes ojitos llenos de curiosidad se posaron en la mirada de la niñera que no sabía cómo responder a aquella pregunta.
¡San! – llamó un pequeño bebé que, a paso torpe, se acercó donde estaba su hermano
Hola, pequeño Jonnie – saludó el pelinegro, ayudando a su hermano para que no llegue a caerse.
¡Mila! – exclamó muy feliz.
Oh, tienes un dulce. Yo también quiero – dijo haciendo puchero, miró a su niñera y ella de inmediato fue a conseguir uno – ¿Quién te lo dio? – preguntó abriendo el pequeño dulce, porque Jonnie no podía.
Se lo di yo – una tercera voz, llena de amor y dulce – no es verdad, ¿Jongho? – dijo acercándose al bebé y acariciando su delicada mejilla. Jongho asintió enérgico.
No es justo, Ana – reclamó San con sus bracitos cruzados – Siempre le das cosas a Jonnie y a mí, nada.
Ten – sonrió tiernamente, sacó otro dulce de su bolsillo y se lo entregó al pequeño pelinegro – También tengo para ti, Sannie.
¡Gracias Ana! – exclamó feliz el pelinegro y salió de la habitación.
Jongho, como siempre, lo siguió dejando a Ana sola. Ella los vio algo nostálgica, ahora que su madre se había ido, ¿cómo sería todo? Ella era la que le ponía alegría a la casa, ella engreía a sus hijos, a su esposo. Era la luz de toda la mansión.
Sin ella, ¿qué le pasaría a Jongho y San?
Ana – llamó el señor Choi entrando a la habitación – necesito hablar contigo.
Señor Choi – respondió ella con una pequeña reverencia – ¿De qué desea hablar?
El señor miró a todos lados y no había nada, de todas maneras, cerró la puerta para sersoriarse.
Necesito hablarte de un tema muy delicado – empezó diciendo un tanto triste – De los niños en realidad.
Ana se tensó por un momento
Necesito que te vayas de esta casa – concluyó firme – Tanto tú, como Lily – dijo mencionando a la niñera de San
Pero... señor, los niños – susurró Ana sorprendida. Si ellas se van, ¿entonces San y Jongho quedarían al cuidado de su padre? El señor Choi solía ser muy frio y estricto con ellos, era su madre la que se encargaba de darles tanto cariño como podía.
Se quedarán a mi cuidado – respondió lo que Ana se temía – Además... Tengo otro trabajo para ustedes – ordenó el señor Choi.
"Gracias a esa muerte, te conocí mi pequeño Yeonnie" pensó la señora Ana. Estaba en su habitación recordando muchas cosas mientras veía la foto de un San pequeño y un Jongho bebé. Los extrañaba mucho, extrañaba cuidarlos. Pero más extrañaba a San, desde que se fue de la casa no supo nada de él.
Tenía tantos sentimientos encontrados, ya había perdido a Jongho y San como sus hijos. Ahora también a Yeosang. Solo esperaba que su lindo niño no se entere de la verdad, eso le destruiría el corazón. Encontró una foto de Yeosang a sus nueve años, la contempló un momento y luego amargas lágrimas bajaron por sus mejillas.
Eran altas horas de la mañana, acababa de llamar a Yeosang por teléfono para desearle buenos días y ya lo extrañaba. No estaba feliz estando lejos de su bebito, pero ella sabía desde que el principio que así sería.
"Ya todo está arreglado", le afirmó el señor Choi y ella había aceptado sin problema porque nunca se hubiera imaginado que se aferraría tanto a unos de los niños que compraron.
[°°°]
¿Acabas de hablar con Ana? – preguntó Jongho desde el comedor esperando a que su novio se siente a desayunar.
Yeosang se empeñó a preparar el desayuno todos los días desde que se mudaron, a pesar de que el pelimarrón le ofreció contratar a una persona para que se encargue de las cosas de la casa, el rubio se negó rotundamente.
Ah sí – respondió Yeosang acercándose a la mesa – Nos deseó buenos días y suerte – dijo sentándose.
Cierto – recordó Jongho – Hoy tienes tu exposición de plantitas, ¿no?
Ya te dije que no son "plantitas" – replicó rodando los ojos, Jongho siempre lo molestaba con eso de "Plantitas" – Esta vez expondré sobre la Aloysia Citrodora – comentó sonriendo a la confundida expresión de su novio.
Aloy... ¿qué? – el pelimarrón le dio una mordida a su tortilla de huevo algo confundido, Yeosang solo se reia
Aloysia Citrodora – dijo nuevamente Yeosang dándole una pequeña lección. Tal vez Jongho ya no lo molestaría.
Te ayudaré a montar todo, ¿de acuerdo? – Jongho le dio un sorbo a su café cambiando de tema exitosamente
¿Pero, no tienes que ir a la empresa? – preguntó sorprendido y algo confundido, hasta ahora el pelinegro no había faltado ni una sola vez.
En realidad, sí, pero le pedí permiso a mi papá – respondió sonriendo – Así que todo está bien.
Jongho – dijo con una sonrisa contemplándolo – Gracias – agradeció alcanzando a poner su mano encima de la de su novio.
Te quiero Yeosang, nunca lo dudes por favor – Jongho se vio un poco desesperado, pero Yeosang sabía que todo lo que Jongho decía era verdad.
Lo sé, Jongho – respondió levantándose recogiendo los platos y tazas vacías – Yo también te quiero – le dejó un minúsculo besito en la mejilla.
Te esperaré en el auto – le avisó luego de levantarse de la mesa – Iré llevándome esto – dijo tomando algunas cartulinas y cartones que Yeosang tenía preparado desde hace días.
Los dos ya se encontraban camino a la universidad del rubio. Yeosang iba repasando todo lo que diría, susurrando, balbuceando y haciendo algunas mímicas que para el pelimarrón se le hacían graciosos.
Jongho se estacionó y ayudó a cargar todas las cartulinas y objetos de su novio, mientras que éste llevaba, como a un bebé, a su preciada maseta de Aloysia Citrodora o planta de cedrón. Estuvo trabajando duro para cuidarla y hacerla crecer de manera correcta y saludable, hasta le tomó foto cuando su planta brotó por primera vez. Su sentimiento materno convirtió a su plantita de cedrón en un hijo.
Entrando por las enormes puertas de la universidad, Jongho pudo darse cuenta de dos cosas.
La primera, vestía muy formal para su edad. Apostaba que era mucho menor que varios de esos chicos universitarios; sin embargo, era el único que llevaba un traje y no es que se le veía mal, al contrario, se le veía muy atractivo es solo que él se sentía algo anticuado. Tal vez trataría de vestir un poco más informal, casual o sport.
Y lo segundo es que Yeosang llamaba mucho la atención inconscientemente. Muchas chicas, pero más chicos, lo veían demasiado y no disimulaban en absoluto. El pelinegro juraría que más de uno ya lo había violado solo con la mirada. No lo culpaba, su novio era literalmente hermoso. Pero, era solamente suyo y al parecer todas esas personas no se enteraron que Yeosang mantenía una relación.
Y eso lo estaba molestando.
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Imágen: Jongho viendo cómo violas con la mirada a Yeosang 🔪
Bueno gente v; Después de días, aki ta el cap uwuwuwu.
Saben, me hicieron feliz sus comentarios :((( no sabía que esta historia era de su agrado🥺.
Así que v: Les escribí la primera vez del Jongsang 7w7 ohzy ohzy. Solo bajen la pantalla y ya 👁️👄👁️.
Háganle stream a INCEPTION y THANXX V:<
Ah pero si quieren como un cap "bonus" de la primera vez del Jongsang, solo me dicen y yo lo hago 7w7.
Se me cuidan gente 🥺💚
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