Capítulo 37
Maratón 2/?
Desperté de golpe al tener una pesadilla, había soñado que estaba en un cuarto encerrada sola, no entendía porque ese sueño de repente, pero me asuste porque nunca me había visto una situación como esa antes, primera vez en un largo tiempo tenía pesadillas , normalmente no recuerdo lo que sueño y la verdad no le tomo importancia.
Me acomodo entre las sábanas, una suave brisa pasa y siento como choca en todo mi cuerpo. Recuerdos de lo que pasó la noche anterior llegaron a mi mente como bomba.
Vegeta.
Su nombre no dejaba de resonar en mi mente. No cabe duda que lo que pasó anoche fue a voluntad propia y jamás me rehuse a hacerlo.
Aunque si, no estaba pensando racialmente, porque me deje llevar, y no puse resistencia, porque sabía en el fondo que era lo que deseaba desde lo que pasó en la mañana, no voy a negar que no me quede tranquila luego de qué pasó ese incidente. Aunque, por más que trate de evitarlo, no pude.
Mire a mi costado a ver si aun se encontraba ahí, y sí, él estaba allí aun, recostado de espaldas con sus brazos debajo de su cabeza, dormido.
Solté un suspiro, me encontraba sentada debido al susto que tuve, pero luego decidí recostarme y quedar cara a cara con él.
No lo voy a negar, cuando lo conocí pensé que hasta nos terminaríamos matando de tantas discusiones, y lo poco que teníamos en común. Me imagine muchas cosas con Vegeta Ouji. Pero jamás me imaginé que terminaríamos en la cama ambos luego de haber tenido relaciones.
Mordí mi labio de la vergüenza al volver a pensar lo que había pasado, tantas cosas.. tantas nuevas experiencias..
Oh dios, me cubrí con una sábana. Revivir las imágenes de "hoy" (porque técnicamente pasó en la madrugada) sólo me hacía sentir más avergonzada y no creer que realmente pasó.
Y no mentiré, me gustó mucho, verlo de esa forma conmigo.., aunque fue un poco salvaje, no dejó que no disfrute, todo lo contrario.
Alejé las sábanas y busqué con mi mirada el reloj.
11:43 am
Lo bueno es que hoy era Sábado.
Cuándo volteé a verlo de nuevo, me encontré con la sorpresa que me estaba mirando. Sentí mis mejillas sonrojadas por un instante al sentir su intensa mirada sobre mi, sentir mis piernas flaquear por segundos.
Me sentí inferior frente a él.
- Hola - salude tímidamente.
- Buenos días. - dijo acomodándose para quedar cara a cara conmigo , pero esta vez él estaba de costado. Sonrió.
Pase saliva nerviosa.
No sabía como reaccionar ahora mirándome como si estuviera devorándome. Lo cual me hacía sentir rara pero a la misma vez deseada. Y no creo que este mal sentirse así.
Sin darme cuenta, ni dado la idea, él ya se encontraba nuevamente encima de mí con ambas manos sosteniéndose a un costado.
— ¿Qué haces? — pregunté nerviosa al ver que quería retirar la sábana que cubría mi desnudo cuerpo.
— ¿No es obvio? — volvió a sonreír malicioso, logrando erizar mi piel, acercó su rostro a mi cuello, comenzando a depositar castos besos en el. Solté un suspiro — Planeo volver a hacerte mía, nena.
— Estás loco. — dije mientras una sonrisa escapaba de mis labios al sentir sus manos por mis muslos.
(...)
Vegeta
Una extraña sensación recorrió mi cuerpo lo cual provocó que me despertara.
Sentí un peso encima de mí, soñoliento, bajé la mirada.
Al verla encima de mí durmiendo desnuda provocó que me separara de repente. Me senté en la cama y talle mis ojos.
— Oh mierda. — me levanté de la cama apresurado, recogí mi toalla y salí de la habitación y me dirigí a la mía.
Me di un baño rápido y me cambié.
En ese transcurso, las mismas palabras no dejaban de resonar en mi cabeza.
"Idiota, idiota, idiota.."
Cuando estaba listo, salí de la casa y prendí camino a la de Raditz.
Nuevamente, en el camino no dejaba de pensar en cómo fue que terminamos así, terminamos repitiéndolo consecutivas veces.
Si bien fui yo el que comenzó todo, pero ella también se prestó en esto.
Aún así, debí detenerlo, debí haber parado en la primera vez, debí haber parado en la primera oportunidad que tuve.
Pero... no pude, hice todo lo contrario en permitir más y más hasta tal punto que..
No lo pude evitar.
Salí de mi auto. Cuando me encontré enfrente de su puerta, toque desesperadamente.
- ¡Va, va! - oí que gritaba desde adentro.
Pero no me detuve ahí. Seguí insistiendo.
- ¡¿Qué?! - gritó una vez que abrió la puerta, entré pasando por su lado. - Claro, normal, pasa, no hay ningún problema. Como tu también pagas la renta.
- No tengo tiempo para tus payasadas. Además, tú tampoco pagas la renta- dije entrando a su sala. Cerró la puerta - ¿Tienes cigarros? - pregunté.
- Ouu viejo, conozco ese semblante. ¿Qué pasó con Bulmita ahora? - preguntó con una lata de cerveza en sus manos bebiendo.
Solté un gruñido.
Otra vez,, solté un bufido preparándome para decirle lo que pasó.
- Tuvimos sexo. - solté, pero cuando mencioné aquellas dos palabras, me vi bañado con cerveza.
Sí. Raditz de la sorpresa expulsó la cerveza que estaba bebiendo y afortunadamente cayó todo eso encima de mí.
- ¡Imbécil! ¡Me acabo de bañar, idiota! - le grité.
- ¡No jodaaas! - dijo, luego comenzó a gritar - ¡Y ni siquiera estuve ahí para verlo! - seguía gritando como niña - ¡Oh Kamisama.. si estoy soñando dame una señal! - y fue que no lo soporté más y le di un puñete - Gracias.
- ¿Quieres dejar de actuar como un loco? - le dije.
- Ahora.. perdí la apuesta... haz lo que quieras conmigo. - se recostó en el suelo boca arriba como quien dice dispuesto a cualquier cosa.
- ¿Qué? - dije confundido - ¡No hay ninguna apuesta! - le recordé.
- Pensé que la apuesta seguía de pie.
- ¿Crees que seguiría luego de todo lo que pasó?
Él se encogió de hombros. Para luego levantarse.
- Entonces cuéntame.. ¿Cómo pasó? ¿Cuánto tiempo duraron? ¿Era virgen? ¿Te la supo chu..? - otra vez no soporté y lo volví a golpear pero esta vez con más fuerza por tantas absurdas preguntas.
- Literalmente no sé porqué te conté. - él gruñó.
- ¿Entonces para qué viniste en un principio? - sonrió.
- Cállate - me senté en el sofá más cercano soltando un largo suspiro mientras cerraba los ojos.
- Entonces.. ¿Cuál es el problema? Aquí está el psicólogo Raditz a tus servicios. - se sentó en el sofá del costado.
- Es que.. no sé. Ni yo puedo explicarlo. - dije sin abrir mis ojos para no perder la cordura.
- ¿Explicar, qué?
- El porqué me deje llevar. - abrí mis ojos, recuerdos de la noche volvieron a mi mente - Pero no debió pasar.
- ¿Por qué? ¿No era lo que querías? - preguntó. Raramente sentía que mi sangre me hervía.
- No, yo no..., es decir. Si, quería que sucediera, pero no tan pronto, ¿Entiendes? - deje caer mi peso en mis brazos que descansaban en mis piernas - Ella probablemente ha de estar odiándome, o peor, ahora nos volveremos a distanciar porque esto no debió pasar. - repetí - Y.. ¿Y si ella se enamora de mi? Yo no quiero que ella piense que hice esto porque me gusta, no quiero que se haga ilusiones porque ella a mi no me gusta. - dejé en claro.
- Lo sé. Y ese es un problema. - dijo mostrando su semblante pensativo - Tendrás que alejarte. O le dejas las cosas en claro de una vez por todas.
- Lo mejor sería ambas. - jugué con mis dedos pensando - Saliendo de aquí hablaré con ella. - dije devolviéndole la mirada.
- ¿Volverías a tener relaciones con ella?
- No. Definitivamente no. - respondí.
- ¿Por qué? ¿Acaso no lo disfrutaste anoche? - sonrió pícaro.
- No dije que no lo disfrute, todo lo contrario. Pero ya sabes la razón por la que no volvería a tener relaciones con ella. - respondí - Además, ella no es la única con la que me puedo acostar, allá afuera hay millones con las que puedo estar y disfrutar lo mismo y hasta mejor. No necesariamente con ella. - cruce mis brazos mirando hacia otra dirección.
Él soltó una carcajada.
- No sé porqué. Pero tengo una corazonada de que algo pasará entre tú y ella. - dijo sin dejar de sonreír, vacilándome.
- ¿A qué te refieres? - volví a verlo curioso a su rara corazonada.
- Nada, nada. Ya sabes que estoy mal de la cabeza. - se levantó del sofá mientras se estiraba, pero yo quedé picón por lo que iba a decir o por lo menos pensaba. - Entonces mister puedo estar con cualquiera, ¿Nos vamos a un bar o que? - sugestiona.
Sonreí - Iremos, pero antes quiero comer algo. - hablaba mientras me paraba del sofá y me dirigía a su cocina.
- ¡Oh! - volvió a carcajear - Pensé que con comerte a Bulmita ya era suficiente - decía siguiéndome.
- Deja de hablar pavadas.
(...)
No sé por qué, no sé cómo es que volvió a suceder, pero volvió a pasar. Volvió a pasar cuando menos quería.
Salí del bar como loco con Raditz detrás de mí gritando que me detuviera, aunque fue tanta la locura que tenía en esos momentos que creo que hasta lo perdí entre tanta lluvia que había y por lo rápido que me fui del bar.
Me detuve en medio de mi camino hacia la casa. Estaba agotado. Mi camisa estaba con algunos botones abiertos y mi cabello estaba hecho un alboroto.
No entiendo qué está pasando conmigo. Siento que voy a perder la cabeza en cualquier momento.
Al momento que estaba apunto de tener sexo con una de las tipas que habían en ese bar, mi cuerpo nuevamente rechazó sus caricias y aún peor.. no sentí ni una pizca de placer o excitación. No sentí nada. Solo asco y ganas de irme.
Cuando alejé a la tipa, fue que me di cuenta que algo estaba mal conmigo. ¿Desde cuando le decía no al sexo y aún más con una hermosura como ella?
Era tanta la cólera y vergüenza que tenía que preferí irme corriendo del lugar sin dar explicación alguna. Raditz estaba apunto de entrar a una de las habitaciones con otra tipa, pero al verme yendo escogió seguirme y ver lo que me pasaba envés de quedarse con la otra. Pero por más gritos y llamadas que recibía por parte de él, nunca le hice caso y seguí mi camino lejos. No quería escuchar a nadie.
Cabe recalcar que hay algo era cierto. No podía dejar de pensar en ella y lo que pasó en todo ese lapso con la otra.
Suena raro. Muy raro, y especialmente que venga de parte mía. No es normal pensar tanto en una chica luego de una noche que literalmente no significo nada para mi.
Pero.. ¿Realmente no significó nada?
Golpee mi cabeza contra la pared de una de las tantas casas que había donde estaba múltiples veces.
- Ah..
Mierda, no ahora.No esos recuerdos ahora.
- ¡Vegeta..! - gemía ella debajo de mí mientras la sostenía fuertemente por su cintura para hacer más profundas las embestidas.
Sonreí. Subí una de sus piernas a mi hombro, fue donde sentí que su orgasmo estaba por venir.
Maldita sea.. Recordar esto solo me hace sentir peor.
O.. tal vez mejor.
Cerré mis ojos dejándome caer aun con mi espalda contra la pared hasta el suelo.
- Vegeta..
No, me rehuso a seguir imaginándome a ella conmigo. Me prometí no volver a tener alguna clase de relación íntima con ella de nuevo.
- ¡Vegeta!
Fue que abrí mis ojos con pereza debido a que la luz de los faros caía en mis ojos.
- ¡Vegeta por dios háblame!
Carajo. Era ella en vida.
- Rayos, siempre tengo que salvar tu trasero de problemas. - sentí sus manos rodear uno de mis brazos y jalarme para poder levantarme. No estaba ebrio. Pero me sentía como si lo estuviera. Me sentía mareado. - Anda. La lluvia se va a poner fea. - cuando por fin pude estar de pie, vi como ella cambió su expresión - ¿Te peleaste con alguien?
- No. - fue lo único que pude pronunciar.
- Está saliendo sangre de tu cabeza. - mencionó con un tono preocupante. - Camina, no estamos muy lejos de la casa. - ella usaba un traje impermeable que ayuda a no mojarse mucho y un paraguas.
No me quedaba más que caminar porque el dolor en mi cabeza me estaba matando.
(...)
- Quédate quieto. - volvía a decirme, y es que desde hace rato estaba algo inquieto.
- Mmh.. - quería ponerme alcohol en la herida que había en mi cabeza debido a los golpes que me di contra la pared.
- Si no te quedas quieto, la herida va a infectarse peor. - volvió a regalarme.
- Pero duele. - me quejé.
- Y te dolerá peor si no te dejas curar. - agarró mis dos manos y las puse a un lado y con su mano libre me ponía el pedazo de algodón con alcohol.
Tengo que decirle que lo que pasó esta mañana y ayer no significó nada. Tengo que dejarle en claro estas cosas aunque sé que en el fondo no quiera.
- Espera.. - hice su mano a un lado para que me pudiera ver directamente a los ojos.
Tragué duro cuando vi su rostro. Recordarlo totalmente sonrojado y lleno de placer fue imposible de evitar recordar. Mordí mi labio inferior tratando de echar esos recuerdos a un lado y traer mi modo serio.
- ¿Qué pasa? - preguntó ella.
Mierda. ¿Por qué me es tan difícil decirlo? Si bien recuerdo hacerlo antes no me costaba tanto.
- Quería hablar sobre.., sobre lo que pasó esta mañana y ayer. - vi como cruzo sus brazos atenta a lo que diría.
Por inercia, una de mis piernas comenzó a temblar, desvíe mi mirada hacia otro punto, porque verla solo lograra distraerme.
- ¿Qué me dirás? ¿Qué era una maldita apuesta y que ahora te arrepientes? - soltó de pronto.
Alce una ceja confundido. Y me volteé a verla.
- No. - quería reírme, pero me contuve - Es sobre... - vamos hombre, es una mujer, como si le hablaras a un león.
- Te escucho.
No..
Sería como engañarme a mí mismo.
Sería como contradecirme porque muy en el fondo se que volverá a pasar. Y aun peor cuando ambos estamos viviendo en la misma casa.
Sería inevitable.
Sería insaciable ahora que lo pienso mejor.
Sería tomar ventaja. Porque a decir verdad, ella no esta nada mal, y no negare que fue magnífico. Y que sin duda lo repetiría tantas veces quisiera sin cansancio.
Como ahora.
- Quería hablar sobre.. - me levanté de la silla donde estaba sentado en mi habitación y me dirigí hacia ella - Es decir, te tengo una propuesta.
- ¿Una propuesta? - preguntó ella.
- La pasé bien.., muy bien. - confesé refiriéndome a lo que tuvimos - Y estaba pensando.. - hice una breve pausa pensando bien en mis palabras - En una forma que ambos saldríamos beneficiados. - vi como su semblante cambiaba, sonreí - Tener sexo sin compromiso. - solté - No seríamos pareja, no tendríamos problemas con respecto si nos vemos a el otro con alguien más, porque en realidad no tendremos nada además de tener relaciones. ¿Me dejo entender? - su expresión me daba gracia, no podía creer lo que acababa de decir. Aunque en sí, yo pienso que es lo mejor.
- ¿Perdiste la cabeza? - ella se levantó de mi cama donde hace segundos estaba sentada - Eso es algo... loco, algo raro. ¿Quién hace esas cosas? - pude notar su leve enojo - Tu idea me parece un tanto absurda. Lo que pasó.. fue solo una recaída.
Reí - ¿Recaída? No me hagas reír. Bien que lo disfrutaste y hasta me pedías más. - cruce mis brazos.
Se sonrojó ante lo dicho - N-no fue.. agh - cubrió su rostro, sabía que estaba nerviosa. Puedo jurar hasta que se excitó.
- Solo acéptalo. No pierdes nada con aceptar. - ya me había acercado lo suficiente a ella.
- Pierdo mi dignidad. - me miró.
- No pierdes nada. - volví a repetir - Eso solo lo dices para evitarlo pero sé que en el fondo lo deseas tanto como yo - me agaché un poco hasta quedar cara a cara, a sólo centímetros - Porque tú me quieres volver a tener entre tus piernas, ¿No? - susurré sin dejar de mirarla a los ojos.
Con ambas manos me empujó, provocando que cayera encima de mi cama boca arriba.
- ¿Tan rápido ya quieres empezar? - dije en tono burlón.
- Ni te creas tanto Ouji. Nunca dije que sí. - vi cómo se iba con esa aura de presumida que tiene con dirección a la puerta. Me arrastré en mi cama hasta llegar donde ella y tomarla del brazo y acercarla a mi.
- No te resistas, Bul-ma - dicho esto, no aguante mas las ganas y la besé, mientras con ambas manos la atraía hacia mí para que quede encima de mí con ambas piernas a cada lado de mi cuerpo.
Y no se resistió.
Que aún falta para el final dice👀
Estoy emocionada. Ya quiero escribir los demás caps💕
Gracias por el apoyo!
¡Nos leemos! 💜
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