Capítulo 36

Maraton 1/?

— Esto es increíble.. — dijo ella soltando un suspiro cansado.

Y yo no podía dejar de pensar sobre una cosa.

— ¿Por qué haces todo esto?, no entiendo, ¿Por qué..? — interrumpí.

No pude aguantar más tiempo con esta tensión que llevamos ya desde hace días. Pasé mi mano por detrás de su nuca, la atraje hacia mí y la besé.

Algo brusco y salvaje, pero ya no podía aguantar estas ansias de hacerlo. Días, días y días.. con la lujuria en el aire diario.
Llegué hasta tener fantasías que nunca antes había tenido con nadie más antes en toda mi vida sexual, y eso era algo que me preocupaba. Tanto que me era difícil dormir tranquilo.

Es sólo atracción.. - decía mi mente.

Y le creo.

Aunque no llevemos mucho en conocernos... el hecho de que ahora hemos estado conviviendo bajo el mismo techo, me ha dado suficiente tiempo para poder conocerla, no tanto a fondo, pero suficiente.

Pero si ella me permite.., si ella me deja..., puedo conocerla ahora en lo más íntimo. En lo más profundo y prohibido.

Sé por lo que pasó y sufrió, por lo que su consentimiento no será en un dos por tres, tomará su tiempo y no la voy a obligar a hacer algo que ella no quisiese.

No otra vez.

Y aquí estamos nuevamente reviviendo aquella escena de la mañana, yo encima de ella mientras permanecía recostada sobre su cama sin que los besos se detuvieran.

Mis manos vagaban por todo su cuerpo, no me permitía ir más allá.. no aún.

El aire nos estaba haciendo falta a ambos, fue que decidí alejarme de sus labios y comenzar con su blanquecino cuello, no dejaría lugar sin lamer.

— Ah..

Un suave jadeo salió de sus labios cuando mordí ligeramente. Enredó sus piernas alrededor de mi cintura, fue que sonreí perversamente al ver sus ansias.

Mis ansias tampoco podían ser retenidas por mucho tiempo, en especial cuando se trata de una mujer que ha estado invadiendo mis pensamientos la mayor parte del tiempo.

Tuve el atrevimiento de comenzar a lubricar su entrada con mis dedos de una sola. Soltó un gemido al momento que introduje dos dedos debajo su ropa interior y rozar su clítoris con arduo. Podía sentir sus fluidos llegar a mis dedos a medida que me acercaba más a su zona.

Con mi mano libre desaté la bata que traía puesto, para dejarla en solo ropa interior, un provocativo encaje rojo vino.

Relamí mis labios para después morderlos, el solo pensar que ella se había preparado para esto y hasta qué estuvo pensando en mi solo me encendía más. Y aquel bulto entre mis piernas era evidencia de aquello.

— ¡Ahh! — gimió cuando logró alcanzar su orgasmo, arqueó su espalda y eso provocó que alzará su pecho como quien dice, me está ofreciendolo, pasé mi lengua sobre encima y ella gimió. Sonreí.

— No eres tan santa como todos creen. — dije. No podía aguantar más tiempo para estar dentro de ella, así que procedí a quitarle el sostén.

Fuck..

(•••)

Bulma

— Oh dios.. oh santos cielos.. — cubrí mi boca para callar el grito que sentía que se iba avecinar. Sentí la punta de su miembro entrar lenta y tortuosamente en mi. Sentí como mis paredes apretaban la punta y eso lo hacía gruñir leve. Mi pecho subía y bajaba de los nervios. Mis manos se aferraron a las sábanas, atraje aquellas hacia mi y poder morderlas.

Sentí su miembro introducirse aún más. Volví a morder las sábanas y si era posible introducir un puñado dentro de mi boca para callar los sonidos que querían salir.

Sus manos permanecían sosteniendo mis senos, él mantenía los ojos cerrados y con la cabeza mirando hacia arriba.

— Mierda.., mierda.. — susurraba, su voz lograba calentarme más si era posible — Eres.. jodidamente estrecha. — finalizó una vez su masculinidad estaba completamente dentro de mi.

Mis mejillas estaban teñidas de todos los colores de rojo, me sentía muy nerviosa, pero más que nada avergonzada. Me sentía muy expuesta.

Dolía, tengo que admitirlo, sentía que me desgarraba a medida se adentraba más. No me he tomado la molestia, o más bien, no he tenido la cara o el coraje para ver el tamaño de su miembro, pero a lo que he sentido, no quiero ni imaginarlo.

— Me tengo que mover.. — cuando abrí mis ojos, me di con la sorpresa que estaba a centímetros de mi rostro, mirándome fijamente. Esa mirada me dio una extraña pero agradable sensación. Podía ver que estaba excitado y ansioso.

Solo me quedaba asentir. Aún con la sábana metida en mi boca. Sentí como sujetaba mi cintura, y en un abrir y cerrar de ojos, mi cabeza se encontraba mirando boca abajo mientras mi cintura estaba siendo elevada por sus gruesas manos.

Oh dios, lo quiere así.

Mordí las sábanas con fuerza cuando lo sentí salir nuevamente lento. Luego, de golpe volvió a entrar en mi, logrando sorprenderme y soltar un grito ahogado, arrugué las sábanas y me preparaba para lo que se venía.

Comenzó con lentas embestidas, pero aquellas provocaron bruscos movimientos entre ambos cuerpos.
Pero este ritmo no duró mucho, sus embestidas se volvieron más rápidas y bruscas.
No sabía de qué otra manera estar tranquila, mis gemidos eran callados gracias a la sábana en mi boca, pero dentro de mi, estaba muriendo a gritos.

Y la única razón por la que estoy así es porque pienso que es muy vergonzoso.

Pero en serio, tengo que admitir que se sentía bastante bien.

Se oía el choque de nuestros cuerpos, eso lo hacía más excitante. Oía los gruñidos que Vegeta lanzaba, y aunque no eran muy sonoros, puedo decir que este sonido siempre lo tendré en mi mente.

El sudor no tardó en cubrir nuestros cuerpos, el calor aumentó, y sentía que mis piernas ya no podían quedarse en la misma posición por mucho tiempo. Sentía mis fluidos resbalar por aquellas mismas, haciendo la penetración menos desgarrante.

Nuevamente, me cambió de posición, volví a estar boca arriba, encarándolo, pero aún así me sentía pequeña y expuesta.

Una de sus manos cayó sobre mi cuello, obligándome a mirar hacia el techo.

— Quiero oírte. — desea retirar la sábana de mi boca.
Pero a estas circunstancias he estado haciendo todo lo que me ha pedido, he actuado a la indefensa, y me volví sumisa.

Y.. no me desagrada para nada.

Quitó el puñado de sábana que había en mi boca. Fue donde pude respirar con más libertad, pero a la misma vez la habitación se llenó de mis fuertes gemidos. No había palabras para describir toda la vergüenza que estaba sintiendo en esos momentos, pero la verdad es que a la misma vez me importaba muy poco, porque el placer se había vuelto lo principal en estos momentos.

— Maldita sea.. — sentí sus embestidas aumentar, se inclinó de nuevo para volver a besar mi cuello con fervor.

Aproveché el momento en abrazar con mis brazos y piernas. Arañé su espalda al sentir sus labios sobre mi pecho. Besaba cada parte de mi cuerpo con energía. Yo parecía desvanecer, no iba a soportar por mucho tiempo, en cualquier momento iba a explotar de tanto que sentía.

En un movimiento inconsciente moví mis caderas al compás de sus penetraciones, provocando un placer mayor en ambos.

Mi interior me alertó que ya no daba para más, sentí su miembro engrosar dentro de mi. Mis paredes apretaron, y antes de dejarme ir, quise terminar esto plantando un beso en sus labios. Él correspondió aún con más pasión. Y así fue cómo ambos tuvimos nuestro clímax.

Él se recostó a un lado mío. Mi respiración era un desastre, sentía que en cualquier momento se iba a parar mi corazón. Pero no.

Por otro lado, no negaré que si lo disfruté.

Me acerqué a él cuidadosamente, él mantenía los ojos cerrados, pero al sentir que me acercaba abrió un ojo.
Se dio vuelta y posó uno de sus brazos alrededor de mi cintura pegándome a él.

Sonreí tímida.

— ¿Entonces?

— ¿Entonces, qué?

— ¿Second round?

— ¡Ayy! ¡Idiota! — dije para después cubrirme con una sábana y darle la espalda.

Estúpido Vegeta.

— Oh vamos. — sentí su respiración por mi cuello, lo cual hizo erizar mi piel.

Una de sus manos retiró la sábana que me cubría, y con esa misma sujetó uno de mis senos, un gemido escapó de mis labios.

— ¿Lo ves?

Con su mano libre alzó una de mis piernas para poder hundirse en mi interior nuevamente, gemí alto al sentirlo esta vez más profundo.

— Vegeta.. — arrugué las sábanas cuando comenzó a moverse a la misma vez que amasaba mi seno.

— Vamos preciosa, aún la noche es corta para detener esto. — susurró en mi oído, sonó tan seductor, que volví a caer en sus redes.

Planeaba publicar este cap el día de mi cumple, pero aquí estamos ;)

¡Primer maratón por aquí! Muero por mostrarles lo que se viene!!

Lo siento si he estado nuevamente desaparecida, pero ya saben, nunca muerta :))

Además, me acabo de vacunar con esta vaina del covid así que me ha estado dando dolores de cabeza severos, pero ahora lo que tengo es dolor en el brazo pero bah 🙃

¿A cuantos capítulos creen que estamos del final?

¿Debería hacerse segunda temporada si es que falta poco? 👀

Gracias por el apoyo que siempre dan♡
¡Nos leemos!

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