Capítulo 21

Vegeta

Salí de la casa, me subí a mi auto y fui en camino a casa de Raditz.

Estuve toda la noche pensando, ayer por la tarde Raditz me llamó diciendo si podía llevarlo al aereopuerto con Launch. Yo no tuve más que aceptar, sabía que me lo iba a pedir, no tiene un carro aún.

Cuándo llegué Raditz salió corriendo de su casa. Lo más extraño es que se le notaba asustado y desesperado.

— ¡No está! ¡Se fue!

Salí del carro y me acerqué a él.

— ¿De qué hablas?

— ¡Se fue! ¡La maldita se.. ! — lo metí a la casa antes de que alguien no oiga. — ¡Ella se fue! ¡No la encuentro en ningún lado!

— ¿Launch?

— ¡Si maldita sea! ¡Si! — empezó a caminar en circulos nervioso.

— ¡¿Pero cómo se te escapó?!

— ¡No lo sé! ¡Ya tenía todo listo para el viaje, no sé en qué momento se fue! — hizo una breve pausa al recordar algo — Creo.. creo que fue cuándo iba a sacarla, estaba buscando la droga para inyectarle, y dejé la puerta abierta mientras me fui.. — se tapó la cara con ambas manos y se arrodilló en el piso. — ¡Mierda! ¡Qué estúpido!

Estaba igual de nervioso que él, tal vez no furioso por que presenciaba que algo cómo esto iba a suceder, y más viniendo de Raditz, pero lo malo era ¿Qué iba a pasar ahora?

— Tenemos que encontrarla antes que haga algo.

— ¿En dónde piensas buscar, eh? — le pregunté.

— ¡No sé! Dónde sea, pero de que la vamos a encontrar, la vamos a encontrar.

— No podemos faltar a clases, ya son casi siete en el mes, nos darán un reporte y llamaran a nuestros padres.

— Carajo.. — se arrodilló en el piso cubriendo su rostro.

— Podemos buscarla despúes de clases.

— ¡¿Cómo estás tan calmado?! ¡¿No tienes miedo de ir a la cárcel?! ¡¿O de algo mucho peor?!

— De algo vamos a morir.. ¿No lo crees? — trataba de sonar lo más sereno que podía mientras agarraba mis llaves. — No va a pasar nada, no creo que ella vaya de frente a la comiseria, ni siquiera sabe dónde está ella misma.

— Piensa lo que quieras don calmado. Pero yo, me largo. No voy a desperdiciar ni un sólo segundo. Y sé que tú quieres lo mismo.

No iba a negar que me sentía algo asustado. Ni yo podría con mi consciencia sabiendo que hay una chica con información privada nuestra y podría usar eso en nuestra contra, aparte del secuestro, claro.

— Ya qué. — salimos de la casa hasta mi auto y nos fuimos a buscarla.

(•••)

Launch

Había logrado escapar de ese infierno, luego de mucho tiempo aproveché la oportunidad y lo hice.

No iba a echarle la culpa a Bulma de nada. Ni ella ni yo sabiamos lo que iba a pasar, lo digo más por mi, por que le acababa de inventar una historia completamente falsa.

No me sentía del todo lista para hablar aún. Estaba tan traumada que las palabras para hablar sobre el secuestro no salían, se quedaban estancadas en mi garganta y dolía, dolía recordar eso.

Un érror, mi mayor érror, que pienso que fue la base de todo esto. Fue haberme enamorado de Raditz. Fue un completo érror poner los ojos en él y pensar que yo podía cambiarlo. Eso fue lo que más me dolió, que mi amor jamás fue correspondido y además fue aplastado y tirado cómo si fuera cualquier cosa.

Desde un principio lo que sentía hacia él era sólo atracción, pero luego nos volvimos más cercanos, concurríamos a nosotros más frecuentemente y solíamos vernos a menudo. Creo que eso fue lo que hizo aumentar mi amor hacia él, aunque nunca había ni una muestra de afecto más allá de la cama.
Sabía cómo vivía y las malas costumbres que tiene, sabía todo lo malo que hace y hizo, yo.. yo pensaba que podía cambiar todo eso, yo pensaba que podía volverlo una mejor persona. Pero no, era un conformista, un quedado, no quería nada para progresar y eso me molestaba.

Un día lo encontré con otra mujer en su casa. La verdad es que estaba apunto de hacer un Teatro, un llanto y un gran arranque de celos. Pero no lo hice, él y yo no éramos nada, por lo tanto no tenía nada que reclamarle, ése día sólo me fui y los dejé, y me puse a llorar todo el resto del día.

Cuándo me enteré sobre aquella apuesta mi objetivo era decirle a Bulma, ella iba a sufrir con él, si es que lograba enamorarla.

Lo peor fue cuándo me enteré que lo habían cambiado a un acostón, y que tenían planeado drogarla. No sabía si era un relleno, pero de cualquier manera era malo.

Yo sabía que cuándo ella tenía quince o catorce intentaron violarla, no recuerdo el nombre del chico, pero eso fue en su anterior escuela, es por eso que decidieron cambiarla a aquí.
¿Lo peor? Que él que intentó hacerlo fue el que decía ser su mejor amigo.

Es una historia un poco extraña. Él gustaba de ella desde primer grado, pero en un intentó de estar con ella intentó violarla. Ella me contó que para entonces ellos se habían distanciado cuándo él se había comenzado a juntar con un grupo de malandrines e ingerir sustancias tóxicas, eso no le gustó a ella y ese fue el motivo del distanciamiento entre ambos, y cómo él estaba loco por estar con ella intentó violarla estando consciente, pero esa gente ya le había lavado el cerebro.

La verdad no sé que será de ese tipo, pero Bulma lo odia.

— ¿En serio? ¿Ahora viven juntos? — casi se me caía la quijada al oír lo que dijo.

Ella sonrió — Es muy extraño, yo también reaccioné algo así. Pero sí, hace cómo.. desde hace una semana que comenzamos.

— Y... ¿Qué tal te va? ¿Es bueno?

Jamás me esperé esto. Esto está yendo muy mal.

— No creerás lo que diré, pero es totalmente diferente a cómo lo describiste.

— ¿Cómo? ¿En qué sentido?

— Es muy atento conmigo. Increíblemente, me engríe y.. muchas otras cosas más, es muy bueno conmigo. ¿Estás segura que él es cómo me dijiste? — ella sonreía mientras hablaba de él. Oh no..

— Bueno.. yo lo conocí así, no sé cómo.. — iba a hablar, pero me detuve — Es increíble — sonreí.

— Te juro que ni mi padre me trataría así. — se levantó del sillón — Iré al baño no tardo.

— Si.

Ella se fue.

Esto si que eataba mal, ella se estaba ilucionando con él. Él estaba ganando la apuesta.
Lo pude ver en su sonrisa, ella se sentía feliz hablando sobre él. Hablaba cómo si fuera la cosa más bonita del mundo.

Lo peor es que no puedo hacer nada ahora. No quería arruinarle la felicidad que tenía, pero.. eso no iba a durar para siempre, él iba a hacerle daño, cuándo él consiga lo que quiere con ella la va a tirar y despreciar.

No sé que hacer, ese idiota me seguirá teniendo amenazada de cualquier forma, sé que me está buscando y él querrá hacerme daño también.

— Ya volví.

Ella también había logrado curarme las heridas que tenía. 

Creo que.. por ahora sería quedarme callada hasta que suceda algo.. no sé realmente que sea ese algo pero.. no lo sé, necesito pensar.

— Creo que ya es hora de irme Bul, no quiero seguir molestando y.. perdiste clase por mi culpa.

— No digas eso. Las clases la puedo recuperar. Pero.. ¿Porqué te quieres ir? Si vuelves tus padres te van a hacer más daño.

— Hoy se van de viaje por el mundo y no sé cuándo vuelven. Pero sé que serán en muchos meses.

— Te acompaño. — dijo ella levantándose.

— Está bien.

(•••)

Vegeta

— Bulma no llegó. — digo encontrándome con Raditz en el receso.

— ¿No?

— No.

— ¡De seguro están juntas! ¡De seguro se encontraron y ahora están juntas! Oh mierda.. Vegeta ¿Sabes qué? La vida no tiene sentido, no tengo futuro, acaba con mi vida de una vez. — dijo entregándome un lápiz tirado que encontró tirado en el suelo.

— ¡No seas un maldito dramático! No pueden estar juntas. — ¿Bulma no vino? ¿Entonces que le pasó? — Vayamos a la casa en la que vivo. Tengo que saber que pasó con ella.

— ¿En serio te preocupa más ella que encontrar a Launch? ¡Tenemos que buscarla! — saltó el muro que conectaba la escuela y la calle.

Yo sólo lo seguí, sólo estaba desesperado, tenía que comprenderlo de alguna forma.

Salté el muro y entramos a mi auto y salimos con dirección a la casa en la que vivía.

— ¿En serio?

— Sólo es mirar. Si quieres vienes, si no, no interesa — salgo del auto, luego él sale también.

Entro a la casa y veo a Bulma sentada en el sillón con el teléfono en la mano.

— ¿Por qué no fuiste a la.. ? — iba a terminar de reclamar, pero Raditz entró empujándome interrumpiendo.

— ¡¿La viste?!

Ella confundida responde — ¿Ver quién?

— ¡A Launch!

— ¿Launch?

Este idiota..

— No le hagas caso. Está delirando. Sólo la extraña, es todo. — trato de que las palabras no se les pasaran, es capaz de soltar todo sólo por desesperarse.

— Pero.. ¿Por qué? — pregunta.

— Sólo dímelo, es que en serio la extraño. — dijo Raditz siguiendo el juego.

— Bueno.. ella.. ella no está bien. — dice.

— ¿Eso quiere decir que la viste? — pregunto igualmente interesado.

— Si.

— ¡¿Dónde?! — le doy un golpe en la espalda disimuladamente para que se controle. En eso él me ve al igual que ella.

— Es que.. también los maestros nos preguntaron por ella y necesitamos encontrarla para darle unas tareas para que se ponga al día. — miento dando un pequeño pellizco a Raditz.

— Si, también. — dijo él.

— Oh.. ella ahorita está en su casa y.. — no pudo terminar por Raditz, otra vez.

— ¿Podrias ser tan amable de darnos su dirección.. por favor? — casi se le iba el aire al decir las úlimas dos palabras.

— Yo.. yo puedo llevar esas tareas más tarde sino.

— Sería mas sencillo si lo hacemos nosotros ¿Sabes? Tenemos un auto y.. además los maestros nos dijeron que si se las dejamos nos darían puntos extras y tu sabes.. — siguió él.

— No lo creo. Adiós. — con cierta desconfianza ella subió las escaleras.

— ¿Porqué siempre tienes que malograr todo? — le susurro molesto a Raditz.

— No importa. Pero ahora sabemos que ellas hablaron, y al parecer Launch no dijo nada sobre el secuestro. Sino nos hubiera echado, ¿No lo crees?

— Lo sé.

— Me siento más tranquilo. Pero no al cien, iré hoy a la carretera, ¿Vendrás?

— No lo sé.

— Oye, pero si tienes la oportunidad pregúntale dónde podemos encontrar a Launch, ¿Te parece?

— Veré que puedo hacer.

— Tengo que irme. Adiós. — salió sin decir más.

Subí a mi habitación, no volví a clases por más que tuve la oportunidad, de igual manera sólo quedaban tres clases.

Tal vez quiera ir esta noche, no quiero hacer nada, tal vez sólo caminar o hablar o tomar algún trago.

También.. claro.. si es que no tiene que hacer nada en la noche, podría traer a Bulma a la carretera también, sí, no es mala idea, tal vez ella también necesita despejarse un poco de todo esto.

Nada mal. Le preguntaré hoy en la noche.

(•••)

Cuándo el cielo se volvió oscuro, supe que ya era buena hora para ir. Pero necesitaba preguntarle si quería.

En la tarde cada quién se mantuvo en su habitación, bueno, yo más que nada, quería evitar cualquier clase de preguntas acerca de lo que había pasado en la mañana, era lo que menos quería. Y al parecer lo logré.

Bajé las escaleras esperando encontrarla en la sala o comedor. Y sí, estaba sentada con las piernas encima de un sillón con su computadora portátil entre las piernas.

— Oye. — capto su atención. Ella gira su cabeza hasta dónde estaba.

— ¿Qué pasa?

— Me preguntaba si.. — oh mierda, no quiero que piense que esto es una clase de cita o algo, carajo — ¿Estás ocupada? — pregunto de pronto.

— Mm.. — mira su computadora — No, ¿Porqué?

— Conozco un lugar que no sé si te gustaría ir.  Ya sabes.. para salir un rato y no estar encerrados todo el tiempo. — digo tratando de no sonar ciertamente nervioso.

— ¿A dónde?

— Es una sorpresa, sólo di sí.

— ¿Y si no me gusta?

— Estarás conmigo, ¿Qué cosa mala te puede pasar?

— Muchas cosas. — dice sonriendo levemente.

Imito su acción.

— Ya verás, es muy interesante.

— ¿Invitaste a alguien más?

— No. Pero habrá gente. Cómo cualquier lugar, tú sabes.

— Está bien, deja y me cambio. — cierra su computadora y se la lleva pasando por mi lado para subir las escaleras — Estaré lista en diez.

— Me parece bien. — sonrío yendo hacia mi habitación para cambiarme igualmente.

(•••)

— ¿A.. dónde.. carajos.. me acabes de traer? — dice ella entre dientes mirando con una expresión nada agradable que digamos.

— Oh vamos, no es tan malo cuándo te acostumbras.

Ella mordió su labio nerviosamente mirando a otra dirección.

— Bajemos.

Salí del carro ya estacionado, ella sale sujetando su cartera contra su cuerpo.

— ¿Cuándo nos vamos a ir? — se acerca a mi sosteniendo mi brazo. — Este lugar no me gusta para nada.

— ¿Estás asustada? — sonrío ligero, ella asiente con la cabeza. — Nadie te va a morder o algo, todos me conocen aquí, mientras te vean conmigo saben que no tienen que hacerte nada, ¿Comprendes?

— Pero, ¿Porqué me trajiste aquí?

Encojo mis hombros — No se me ocurrió otro sitio.

— Que romántico eh.

— Nadie dijo que sería romántico. — ella sonríe sarcástica.

— Lo sé.

Nos adentramos al lugar, ella seguía sin separarse de mi.

Tenía planeado presentarle a Lucero, quería que la conociera. Pero no la veía por ningún lado.

— ¿A quién buscas? — pregunta ella.

— Quería presentarte a alguien, es una chica pero no la veo.

— ¿Lucero? — suelta ella de repente, pero luego da un brinco y se cubre la boca cómo si acabara de decir un érror.

— Si.. es Lucero.. ¿La conoces ya? — pregunto.

— ¿Qué? ¿A quién? No.. no la conozco, ¿De qué hablas?

— Acabas de decir su nombre.

— Yo no dije nada.

— No trates de verme la cara de imbécil, sé que lo dijiste.

— Estás loco.

Estoy seguro que ella dijo su nombre. Pero ahora me está haciendo dudar con su comportamiento de indiferencia.

— ¿Dónde están los baños? — preguntó.

— Vamos. — sostuve su brazo apunto de llevarla a los baños, dije apunto, claro, ella se detuvo.

— Puedo ir yo sola, no es necesario que me lleves.

— ¿Qué? — suelto — Hace rato parecías un chicle pegado a mi por que tenías miedo de este lugar, ¿Ahora me estás....?

— ¡Vegeta! ¿Qué te trae por aquí? — llega sin previo aviso Steven, interrumpiéndonos. Al ver que yo no respondía, y ver que no estaba solo, habló — Oh, lo siento, ¿Interrumpí algo?

Iba a hablar, pero Bulma se adelantó.

— ¿Sabes dónde están los baños?

¿Qué?

— Claro, si ves ese allá hay un poste de luz, cerca de ahí verás un letrero diciendo.., bueno indicado dónde están los baños de mujeres.

— Gracias. — ella se fue casi corriendo cuándo él le dió los datos. Steven se giró a mirarme, yo estaba al borde de explotar. Él se dió cuenta y rió.

— ¿Qué sucede? ¿Quién es ella? — pregunta sonriente.

— Es mi hermanastra. — mordí mi labio inferior tratando de buscarla con la mirada.

— ¿Hermanastra? Eso es nuevo. No lo sabía, ¿Desde hace cuándo?

— No te interesa. Tengo que encontrarla antes que los enfermos de aquí le hagan algo, ¿Comprendes?

— Lo sé. Pero parece que ya está grande para cuidarse sola, ¿No lo crees?

— Agh, adiós. — me fui metiendo entre la gente tratando de encontrarla.

Bipolar tenía que ser.

(•••)

Bulma

Cuándo llegué a los baños, todo el sitio apestaba, bien olía a droga o a sexo, era espantoso a simple vista.

Me metí a uno de ellos y me dispuse a cambiarme, y sí, tengo que confesar que soy la tal Lucero, comencé a tener esa identidad desde que Vegeta me habló por primera vez, era tan desconfiada para entonces, que tuve que hacerme pasar por alguien que ni sé si existe para poder intentar sacarle algo del por qué quería conocerme. Pero no había encontrado nada.

Ahora estoy metida en un gran lío. Sabía que él vendría con esa intención, de que yo "Bulma" conozca a "Lucero" bien pude no traer todo esto y hacer cómo si nunca hubiese venido. Pero no, no sé que tenía en la cabeza pero decidí ser las dos esta noche.

Cuándo terminé de arreglarme lo más rápido que pude, - hasta creo que pude algo mal la peluca - salí del baño y me dirigí a otro lado con tal de no parecer que salía el baño.

Trataba de colocarme bien la peluca, salí apresurada por qué al parecer un grupo de adolescentes se habían reunido y no quería hacer parte de nada sobre ellos.

Sin darme cuenta había chocado con alguien casualmente. La peluca se me había caído al suelo. La agarré y me levanté preparada para disculparme.

— Lo siento. No te vi. — y al ver de quién se trataba con quién había chocado, instantáneamente mis piernas comenzaron a temblar y las ganas de correr no faltaron.

¡Hola!
Seguiré algo lenta con las actualizaciones ☹
Si notan algún érror agradecería mucho que me lo hicieran saber.
Espero estén todos bien, saludos!💫

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