Capítulo 2

Vegeta

La solté debido al dolor que empecé a sentir. Agarré mi rostro, sobe cada parte de donde provenía el dolor.

Maldita mujer.

Oí sus pasos alejarse, deje mi rostro, y vi al frente, un montón de gente me miraba, les regale una mirada asesina, y mi dedo del medio para después irme del lado contrario de donde ella se fue.

(•••)

La hora del receso llegó. No la volví a ver en todos esos minutos de descanso que tuvimos. Pero pude encontrarme con Raditz. Y los dos nos reunimos en el mismo sitio que siempre nos gusta estar a la hora de comer.

- ¡En serio! ¡No jodas Vegeta! Eso es bueno.

Acababa de comentarle lo que sucedió en la hora de entrada, mientras él atendía sus necesidades.

- ¿Bueno? ¿Que hay de bueno conque me haya golpeado? Me odia, Raditz. No llevamos ni un día de conocernos, y ya me propino un golpe.

- Pero es un buen paso. Así las chicas se enamoran. Solo eres insistentes con ellas, les dices cosas sucias al oído. La llevas a la cama. Y listo, enamoradas como una mariposa.

Lo miré confundido. ¿Así se enamora a una chica como ella? Por que nunca en mi vida experimente lo que acababa de experimentar con ella.
Mi clave para enamorar a las chicas, sea o no a propósito, siempre era ser apresurado con las cosas, no ir lento, por que si no, el amor crecerá muy lento, y así nunca se gana nada.

- No lo creo. Ese será tu método, pero no el mío. Si experimente con chicas tímidas y de bajo rango como ella. Y terminan enamoradas. Pero presiento que esta chica será diferente.

- ¿Entonces?

- Necesito un método nuevo, una nueva forma de conquistar el corazón de una chica abusiva como ella.

- No lo sé.

- Necesitamos ayuda con esto.

- ¿Qué le gusta?

- ¡Y yo que voy a saber!

- Cállate, te estoy ayudando, se agradecido. Este debería ser solo tú. Pero te estoy dando una pequeña ayuda para que se te facilite.

- Necesitamos información.

Vi a Raditz mirar el cielo un momento, como siempre tiene él de costumbre hacer eso. Luego de segundos, una sonrisa apareció en él. Una con malicia. Le llegó una idea.

- Sé de alguien que puede decirnos como conquistar a una chica como ella.

Seguía mirando con dirección al cielo. Como si su idea nunca acabara.

- ¿Bien? ¿Y quién? - quise saber.

- ¿Con quien más anda ella?

- ¿Con su amiga? - dije obvio

- Exacto, entonces.. - me miró esperando que yo siguiera la oración.

- Launch puede darnos información sobre ella.

- ¡Eso! Espera.. ¿Se llamaba Launch?

Lo miré incrédulo. - ¿En serio? Te acabas de acostar con ella.. ¿Y ni te acuerdas de su nombre?

Me miró como si acababa de ofenderlo.

- Tss.. no. Si recordaba. Solo me hacia el idiota.

- Pero si ya lo eres.

Me lanzó una mirada furioso. Yo me límite a reír.

(•••)

- ¡¿Qué rayos quieren de mi?! - se exaltó la de cabello azul rey. Raditz y yo habíamos logrado acorralar a la chica dentro de unos de los pasadizos menos poblado en la escuela. - ¡Váyanse!

- ¿No es claro? Queremos un trío.

La chica nos miró asustadas, miró a Raditz con asco, y luego a mi. Lancé un bufido.

- No, no venimos a eso. - llego a desmentir.

Ella soltó un suspiro aliviada.

- ¿Entonces?

- Iré al grano. ¿Qué sabes de Bulma? -hablé.

- ¿De.. Bulma?

- Si. - se interpuso Raditz.

- ¿Porqué? ¿Para qué?

- Solo dinos. No haremos nada malo.

- ¡No! ¡No les voy a decir nada!

Trató de irse. Pero logré sujetarla de la cintura, y la empuje nuevamente contra la pared.

- ¿Cómo se enamora a una chica como ella? - esta vez hablé yo.

- ¿Porqué?

- Solo dinos maldita sea. - se expresó Raditz.

- El hecho de ser los más populares en la escuela no significa que todos les van a dar todo lo que ustedes quieren.

- Uy, se puso ruda. - miró hacia otro lado Raditz.

- Te lo estamos pidiendo por las buenas, no nos obligues hacerlo por las malas.

- Quiero saber por qué.

- Vegeta la quiere enamorar. - soltó Raditz. Oh no. - Vegeta la quiere conquistar, y necesitamos de tu ayuda para poder lograr su objetivo.

Maldito imbécil.

- ¿Eso es verdad? ¿Te gusta Bulma? - habló con los ojos abiertos, estaba sorprendida.

- Si y no. Es decir. Quiero enamorarla. Pero no estoy seguro que en verdad me gusta. - seguí el juego de Raditz. - Quiero que me digas, como puedo enamorar a Bulma. - me cruce de brazos.

- No te creo, ¿Cómo te puede gustar Bulma? Nunca han intercambiado palabra.

- Mm.. ¿Amor a primera vista?

¿Qué mierda..?

- ¿Al menos crees en esa payasada?

- No.

- ¡¿Entonces?! - comenzó alterarse.

- Hey, tranquila chica, relájate por un segundo. - intentó calmar la situación Raditz.

Dio un suspiro de resignación.

- No les voy a dar nada.

- ¡¿Porqué?! - exclama Raditz, junto a mi.

- ¿No es obvio? No les creo nada.

- Ahg, nunca más volveré a acostarme contigo, rubia. - digo.

- Como si dependiera de eso. - miró hacia otro lado.

- ¡Vamos, Launch! Es para una buena causa. - comenzaba a perder la paciencia.

- ¿A buena causa te refieres a un "Acostándose con ella"?

- No. - tragué saliva con dificultad.

- Ella es mi amiga, y no la voy a difamar solo para conveniencia de ustedes. Y si me disculpan, tengo clases que hacer. - intentó nuevamente irse. Pero otra vez la tomé de la cintura y volví a ponerla en donde estaba.

- Te podemos tener aquí todo el día.

- ¡Déjenme!

- No lo haremos, hasta que nos digas.

- Tch, no me importa, las puedo recuperar. - habló refiriéndose a sus clases, se cruzó de brazos, mirándonos con autoridad.

- Si no lo dices, te vamos a mandar 5 morenos a que te follen. - sugirió Raditz sonriendo.

- ¡¿Qué?!

- ¡Raditz! ¡No malogres nuestro plan más de lo que ya fregaste! - le regaño.

- ¡Bien! - se cruzó de brazos.

- Dúo de tarados. - susurró Launch.

- ¡¿Cómo nos llamaste?! - grité

- Nada. - sonrió.

Mi paciencia se estaba acabando, necesito esa información, ya.

Hasta que de pronto una idea pasó por mi mente.

- Oye, Launch. ¿Qué pasaría si llego a difamar una imagen tuya teniendo relaciones con otra chica a toda la escuela?

Su rostro rápidamente se volvió pálido.

- ¿Qué.. dijiste?

- ¡¿Qué?! ¡¿Eres lesbiana?! - entró en trance Raditz.

- ¡No!

- ¿Entonces que explicas ante eso?

- ¿Cómo lo sabes?

- Secreto.

- Fue un reto. No me importa. La amistad para mi es lo primero, así que haz lo que quieras. Tus chantajes no pueden conmigo. No te diré nada de Bulma.

- Maldita seas.

- Déjenme ir, o grito.

- Te dejamos ir si nos dices..

- ¡¡Ayuda!! ¡¡Maestros, ayuda!! - comenzó a gritar.

- Shhh, Cállate, nos meterás en problemas. - Raditz fue hacia ella tapando su boca para que dejará de gritar, mientras yo me fijaba que nadie venía o nos miraba.

- ¡Déjame!

- Esta bien, esta bien. Te suelto. - Raditz la soltó.

- ¡No espera! ¡¿Qué haces?!

Ella se fue corriendo junto con sus cosas. Raditz me volteó a ver, y yo estaba apunto de matarlo.

- ¿Porqué lo hiciste?

- Nos iba a meter en problemas. Podemos hablarle en otra ocasión.

- Es una tonta. ¿En serio prefiere a su amiga a que difames una foto de ella? - dije.

- ¿Espera, yo?

- Pues lo haría de tu celular, no del mio.

- Aprende un poco de ella, esa palabra.. lealtad..

- Como si tu lo tuvieras.

- ¡La tengo!

Ambos nos alejamos de los pasillos para ir a nuestras respectivas clases, tarde.

(•••)

Era salida. Yo y Raditz acordamos en ir a mi casa y jugar Video juegos.

- Tenemos que sacarle esa información.

- Lo sé, pero no sé como. Es muy terca, se hace mucho de rogar. - dije soltando un suspiro lleno de fastidio.

Dejé de oír sus pasos.

- Oye Vegeta.. Bulma se está acercando a nosotros.

- ¿Bulma? ¿En serio? ¿Dónde?

Miré a todos lados, hasta que la pude ver viniendo enfrente de mi. Sonreí arrogante.

- Es tu oportunidad.

- Te dije que caería.

- Los dejo para que charles con ella. - se fue.

Tenia cargando una expresión de enojo, me extrañe por eso. ¿Qué hice ahora?

- ¿Porqué lo hiciste?

- ¿Hacer qué?

- ¿Porqué le dijiste a Launch que te diera información sobre mi?

Conque así comienzan los chismes, eh. Interesante.

- Bueno.. es algo que no puedo decirte.

Creí que diría por que yo estaba supuesta mente enamorado de ella, pero no, no fue así.

- Sé que no es por que estas enamorado de mi.

Alcé mi mirada para verla a los ojos.

Cabe admitir que, tenia unos bellos ojos azules, casi celestes se podía decir. Duraría horas viéndolos sin cansarme.

- Bueno, me caíste bien, entonces, quería conocerte. - mentí.

- Si claro, como no. Conozco los patanes como tú, Ouji. Se que no te acercaste a mi por gusto, ni por que te interesa hablar conmigo, o por que quieras aprobar el trimestre obteniendo mi ayuda.

- ¿Así? ¿Entonces que piensas que es? - me cruce de brazos.

- No lo sé. Pero sé que todo esto, conlleva a un objetivo. Que pronto descubriré. - me retó. Sonreí. Me agrada.

- Perfecto. Suerte con descubrirlo. Por que estaré detrás de ti, Briefs. En verdad, me agrada tu presencia, pero aún más tu compañía.

Ella sonrió sin mostrar su dientes. Alzó una ceja.

- Eres malo mintiendo.

- Si mintiera, no estaría aquí en este momento.

Aunque de echo, ya había comenzado a hacerlo.

No soy de mentir. Nunca me agrado la idea de mentirle a alguien. Pero en este juego, todo se vale.

Ella me miró confundida, esta más que obvio que no sabe nada.

Ni sabrá.

- No me importa. Seria lindo que no estuvieras aquí.

- Gran elogio.

- Por tu culpa ahora todos están hablando de mi. ¿Sabes cuánto me costó tener mi rango bajo?

- Tú te lo buscaste. Odio que me ignoren, que hago cosas, que no me gustan, como por ejemplo, cargarte, ¿Sabias que pesas peor que una foca?

- ¡Eres un..! - iba a darme una cachetada, pero pude detener su mano a tiempo, la sujete de la muñeca. Y luego, la acerqué a mi. Podía sentir su respiración acelerada. El enojo aún no se le pasaba. Oh no, pero ahora el enojado soy yo.

- ¿Ibas a pegarme? ¿Otra vez? - sería en serio vergonzoso ser golpeado dos veces por la misma mujer en menos de un día. Yo no dejo que nadie me ponga una mano encima.

No otra vez.

Ella me miró con las mejillas rojas, miró hacia otra dirección.

Acerqué mi mano suelta a su mejilla derecha.

- Se ven lindos de este color.

- No me toques.

Lo apreté y dejé.

- Así que no eres de los detalles bonitos.

- No me conoces, y no lo harás. Agradezco a Launch, y al destino, por darme una amiga como ella, fiel.

- ¿Qué tratas de decir?.

- Nada. - sonrió.

Se zafó de mi agarre a su muñeca, y se tomó distancia conmigo.

- Solo vine para reclamarte. Ahora que ya cumplí mi misión, debo retirarme, pierdo mi tiempo hablando conmigo.

- Tus palabras no me lastiman.

- No esperaba eso. Pero bueno, si lo tomas así.. - desapareció de mi vista yéndose por otro camino, dejándome completamente solo.

Oh bueno, no, por que llegó Raditz.

- ¿Y? ¿Qué tal te fue?

- Me mandó de nuevo a la mierda.

- ¿Cómo?

- ¿Te digo la verdad? Esta chica es muy difícil de descifrar. ¡Todo lo que hago no le provoca nada! ¡Solo enojo!

- ¿No será lesbiana?

- No lo creo.

- Quedé traumatizado con lo que dijiste de Launch. Hazme recordar nunca más volver a tocarla.

- Como si mis palabras te importen.

- ¿Y bien? ¿Qué piensas hacer ahora?

- Es obvio, mañana trataré de darle un primer beso.

- ¿Un beso? - me miró, negó con la cabeza, desaprovando lo que había dicho. ¿Y por que no dos?

- No.. eso ya es mucho. Vayamos lento.

- Viejo, apenas van un día de conocerse y ya la quieres besar al siguiente día. Miren quien habla de lento.

- Es mi método, si ella no reacciona a eso, esta más que claro que ella prefiere ir despacio. Trataré de hacer mi primer acercamiento. Hoy me demostró que no le gustan los detalles, y que ama ignorar a las personas. ¿Qué se supone que significa todo eso? No tengo ni la menor idea. Pero, leeré cada uno de sus movimientos que tenga cuando estoy cerca de ella. Sabré como reacciona cuando algo tal cosa, y que no. Y si Launch, no nos da la información, lo descubriré por mi propia cuenta.

Este sonrió. - Estoy orgulloso de ti.

Sonreí mostrando una pequeña parte de mis dientes.

- Guarda silencio, Raditz. Ahora mueve las malditas piernas, tenemos un partido de Fifa que ganar.

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