Capítulo 19

Sin darme cuenta una semana ya había pasado.

Una muy larga, y confusa. Más larga que confusa, y por cierto, muy costosa, llena de gaztos.

Puedo decir que me he ganado hasta ahora el ochenta porciento de su confianza, o eso quiero creer, por que la verdad he tenido que gastar casi todos mis ahorros con tal de cumplirle caprichos o algún antojo por la comida en esta se estaba acabando de poco a poco. No sabía si era por mi o por ella.

Lo bueno es que no volví a presenciar ninguna traumante escena cómo esas de la semana pasada.

Aunque una vez quise pasarme un poco, sólo un poco de la raya intentando tocar su pierna, cuándo volviamos a la casa, estábamos en rojo, y quise hacerlo pero ella alejó su pierna, pero nunca se dio cuenta que quise tocarla, en cambio de eso, toqué la manija de cambio.

— ¿Chocolates? — dije repitiendo lo dicho hace unos segundos por ella.

— Bueno.. tú me estás preguntando que quiero.. entonces.. — llevó ambas manos hacia atrás.

— Esta bien, chocolates serán. — dije rendido, ella saltó de alegría mientras corría hacia la puerta para salir.

¿No podía ser otra cosa? ¿No podía ser tener sexo al menos?

No tenía por qué hacer eso, pero.. quería hacerlo, debido a que también la otra vez la encontré muy triste por lo de Launch, fue ahí dónde comencé a malcriarla.

No quedaba de otra, todo el dinero que ganaba de la apuesta se iba con ella.

Obviamente nada de esto le cuento a Raditz, por más que nos decimos de todo por más vergonzoso que sea, pero decidí mantener esto en secreto, por que sé que él puede comenzar con sus cosas y lo que menos quería era eso.

— Lo tengo todo listo.

— ¿Listo qué?

— Lo de Launch, parte mañana por la mañana, mi madre ya me hizo la transferencia, le dije que era para unos libros costoso de inglés de la escuela y me creyó, me alcanzó suficiente para comprarle el pasaje.

Solté un suspiro — ¿Era necesario?

— Es esto, o ir a la cárcel, tú decides.

— ¿Cárcel? ¿Por qué?

— Ella nos escuchó fumando la marihuana la otra vez, ¿Sabes lo malo que podría ser eso para nosotros? ¿Y para nuestros padres?

Tragué saliva pesadamente. Luego rodeé los ojos.

— ¿A dónde la vas a enviar? — pregunté quotando el incómodo silencio que comenzó a haber.

— Eh.. — chasqueó la lengua, luego me miró soltando un relajado suspiro — Lo olvidé.

— ¡¿Eres...?! — tuve que aguantar las ganas de golpearlo, no iba a armar un escándalo en el estacionamiento.

— Oye pero tranquilo.. tengo el pasaje justo.. — movió su mochila hacia adelante y comenzó a hurgar entre el único bolsillo grande que tenía — Espera.. tengo una chancheria aquí dentro. — sacó decenas de papeles arrugados con una de sus manos, para luego meter la otra y seguir buscando.

— ¿Cuando fue la última vez que ordenaste tus cosas? — digo viendo el poco resto de papel que había, y unos cuántos lapices de colores regados dentro.

— ¿Eh? — siguió moviendo papeles — ¿Cuánto tiempo llevo con esta mochila? — respondió con otra pregunta.

— ¿Dos?

— Eso es.

— Maldito cerdo. Con razón nunca cambiaste de mochila. — susurro mirando a otro lado.

— Oye mira, aún tengo la tarea del año pasado de historia que nunca entregué pero si terminé escribiendo cualquier cosa. — me enseñó la hoja riendo — ¿Crees que si se lo entrego a la maestra ahora me valdrá de algo?

Un facepalm apareció en mi.

No me mires así.. tengo cosas muy importantes aquí adentro, cómo.. — volvió a buscar otra cosa dentro — ¡Oh mira! Tu album de Ariana Grande que preferiste darmelo para que Bulma no lo viera otra vez. — se lo arrebaté y lo guardé en mi mochila entre mis libros — De nada, eh. — siguió buscando el dichoso papel ¡Lo encontré! — metió el montón de hojas que sostenía en una mano a la mochila y sacó la pequeña hoja rectángular con la otra mano. Para luego leerla. — Irá a Korea del Norte, nah, igual no está lejos.

— ¡¿La llevarás hasta Korea?!

— ¿Qué hay de malo? Ella se integrará fácil, no habrá problema, llegará a Korea despierta.

— Estás cometiendo un error Raditz. Aún tienes tiempo para detener esto. ¡Es una completa locura!

— No gasté quinientos Dolores por gusto. Ya está todo listo. No hay más que hacer.

— Vas a malograrle la vida allá. ¿Con quién vivirá? ¿Qué va a comer? ¡¿Cómo va a comunicarse si no sabe Koreano?!

— ¿Qué no es lo mismo que Japones?

— ¡No pedazo de..! — dejé de hablar cuándo volteé a ver a la izquierda, Bulma venía, estaba cerca. Me paralicé al pensar que ella podía escuchar nuestra discusión.— Guarda eso, Bulma viene.

— ¿Qué? ¿Qué Dua Lipa viene? — dijo.

Ahg, imbécil tenía que ser.

— Bulma está cerca, esconde eso. — quise arrebatarle el trozo de papel tirándome encima, pero él se opuso.

— ¡Espera! ¡Vas a romperlo!

— ¡Sólo dame el maldito papel!

— ¡Idiota, espera!

Cuándo sentimos su presencia muy cerca, Raditz se tensó y dejó caer el papel al suelo al ver que ya no podía guardarlo a tiempo gracias a mi.

— Hola. — dijo sonriente. Luego enfocó su mirada al suelo a ver el papel, se agachó para agarrarlo. — Se te cayó ésto.. — posó sus ojos en lo que decía, rápidamente Raditz se lo quitó. — ¿Te vas a Korea? — le preguntó a Raditz.

A ver, que se las arregle él sólo ahora.

— Este.. — garraspeó su garganta en busca de mi ayuda. — Si, algo así. Es que.. tengo que... no, tengo familia allá.. e iré a visitarlos por que... por que.. por que.. es el cumpleaños de mi abuelo, y lo quiero mucho, tu sabes.. — mintió inflando un poco las mejillas.

— Oh, felicidades. ¿Cuándo regresas?

— Ehh.. ¿Nunca?

Idiota.

Ella alzó una ceja confundida. Yo sólo tapé mi rostro rojo de la vergüenza. Él sonrió nervioso. Y justo en el momento que ella iba a seguir hablando, hablé:

— Raditz dijo que tomaría el bus para irse a su casa. Entonces nosotros ya nos vamos. — tomé a Bulma de los hombros y le hice caminar hasta el asiento del copiloto, le abrí la puerta y ella entró, cerré y volví dónde estaba Raditz recostado en la puerta del conductor. — Para la próxima, hazme caso. — susurré, él se hizo a un lado y comenzó a caminar con dirección a la parada de bus, yo sólo entré a mi lado correspondiente en el auto.

— Raditz está raro. — dijo.

— No le hagas caso, está en sus días. — respondí tranquilamente fijando mi vista en la pista. Noté que ella me miró extrañada. Ignore aquello.

Bulma

Estos días estando con Vegeta habían sido muy entretenidos, lo más gracioso era que hacia lo imposible con tal de llevarse bien conmigo, y eso me alegraba, por que notaba el esfuerzo que le ponía.

Me alegraba los días, debía admitir, con sus bromas raras, pero lo hacía.

Sabía lo traumante que fue para él verme en ese estado hace una semana. Entonces pensé, quizás él está tratando de haverme olvidar mis penas o tristezas con sus tonterías y regalos.

Me encariñé, tengo que admitir.
Es muy.. muy bonito de su parte que haga esas cosas por mi.

Pero luego me pongo a pensar, con mi insegura yo, y algo me dice que.. no deposite toda mi confianza en él, que.. no me aferre mucho que luego, quizás no vuelva a ser el mismo o hasta se vaya.

Eso trato de hacer, pero luego llega él con su sonrisa y.. adiós inseguridad.
Es que.. se puede decir que, una de las cosas que más me hizo encariñarme, fue la atención que nunca me fue brindada hasta el día de hoy, — por mi padre — y me hizo sentir bien, por qué él me daba esa atención y.. ¿Cómo no voy a aferrarme a alguien que me da lo que siempre necesité?

Ni siquiera mi propio padre se daba cuenta del daño que me hacía, ignorarme.., valerle poco mi opinión. Ni siquiera me preguntaba cómo estaba sentimental mente, sólo le importaba saber cómo estaba en la escuela.

Y yo sé, que quizás él me quiere pero le es difícil expresar su amor, por qué quizás así fue criado, quizás cuándo él era joven o pequeño tampoco le daban amor, eso es lo que me decía para tratar de comprender su duro comportamiento conmigo.

Pero cómo me di cuenta, cuándo conoció a mi madre todo en él cambió, según mi abuela — madre de mi padre — se volvió otra persona. Pero cuándo ella falleció, volvió a ser el mismo de antes.

Y ahora puedo comprobar eso con la madre de Vegeta, cambió mucho, ni tanto pero, se le veía diferente, más alegre, pero sólo con ella. Conmigo al parecer.. nunca va a cambiar.

Es por eso que con Vegeta me siento mucho más segura que con mi padre por que.. al menos él si se preocupa por mi biniestar, y se encarga de llevarme a cualquier sitio que necesito. Apuesto que ni mi padre haría eso, primero me da dinero para tomar un bus antes de que me lleve él mismo.

Perro bueno, no digo que Vegeta me da abrazos, ni besitos, ni esas cosas muy afectuosas, sino, tampoco por lo material, lo que me importa es que se preocupa por mi y esta ahí siempre para sacarme una sonrisa.

Si que se comportó como todo hermano, protector, atento, caballero, gentil, aunque aún no sé si es mayor o menor pero.. tengo la certeza que es mayor. De igual manera no habría diferencia.

¿Sobre Launch? He tratado de no tocar mucho ese tema. Aún sigo confusa por que.. ¿De quién me vino esa carta? No decía nombre ni nada. Eso era lo más extraño, y estaba dispuesta a saber que era realmente pero.. preferí dejarlo y dejar de tortutarme con ese tema que sólo me traía tristes recuerdos.

Al día siguiente luego de enterarme que Raditz se iría a Korea, pude sentirme un poco contenta por que ya no vendría casi diario a beber con Vegeta, o viceversa.

— Yo puedo ir sola, no te preocupes, tu vé con Raditz.

— ¿Estás segura? Por que él y yo tenemos que atender algo rápido antes de ir. Podemos dejarte en la escuela.

— Quiero caminar, además es muy temprano, son las seis de la mañana, la escuela aún no abre, llegaré a tiempo a la escuela caminando, no está tan lejos.

— Esta bien. Pero cualquier cosa me llamas, ¿Quedó claro? — asentí — De acuerdo — agarró su mochila y salió de la casa algo apresurado.

Me pregunto que será eso tan importante que tienen que hacer.

No le di más vueltas al asunto y salí de mi casa asegurando la puerta de la casa.

El cielo estaba algo nublado para ser el amanecer, a esta hora normalmente está el sol subiendo apenas.

Me coloqué audífonos y los conecté a mi celular, los escondí debajo de mi camisa y casaca, y comencé a escuchar música mientras caminaba con dirección a la escuela.

Jamás había salido a estas horas, las calles se veían bien a esta hora, habían carros porntodas partes, apuesto todos con destino a sus trabajos.

Paré al momento de cruzar la pista, los carros aún pasaban, esperé a que la luz cambiara junto con otras personas a mi lado que deseaban cruzar también.
Luego que la luz cambiara, pudimos cruzar y llegar al otro lado.

Estos eran momentos que sin duda no iba a olvidar, me sentía tan bien y plena, me sentía tan yo, me sentía muy segura de mi misma, me sentía capaz de todo en esos momentos. Momentos en los que podía estar sola entre mucha gente. Siendo yo mi compañia propia.

Inhalé el fresco aire mañanero que pasaba, luego exhalé sintiendo todo mi cuerpo relajarse.

Tenía que disfrutar estos ratos que pueden ser únicos, no sabía que podía pasar mañana o más tarde. Tal vez ahora me encuentro llena y relajada, y mañana echa trizas y con muchos problemas.
Por lo que cerré mis ojos unos segundos dejándome llevar por la música que sonaba, y la cúal era una de mis favoritas.

Abrí mis ojos para evitar distraerme en el camino o chocar con alguien. Era lo que menos quería.

Iba muy bien caminando, con un poco de frío mañanero, pero cómoda, y centrada, no sipe cuál fue el momento que conseguí distraerme y chocar con alguien que venía corriendo, logrando hacerme caer fuertemente contra el suelo.

Lo más rápido que pude fue quitarme los audífonos de los oídos y pararme y ver de quién se trataba y encarar a la persona que chocó conmigo por estar corriendo.

— ¡Oye! Creo que deberías fijarte dónde corres, ¿No? Hiciste que cayeramos.

La chica al oírme hablar de volteó rápidamente se levantó y volteó a verme.

Al ver su rostro y facciones supe que ella no estaba bien, supe de quién se trataba y lo peor era que estaba apunto de colapsar.

— ¡Bulma! — me abrazó de pronto — Oh dios, me alegra tanto verte. — sentí cómo lloraba.

No salía de la sorpresa, ¿Qué acaso Launch no estaba muerta?

No entendía, estaba muy confundida, me sentía mareada, y trillones de preguntas aparecían en mi mente.

Pero, ya habría luego para ir por respuesta, ¡Era Launch! ¡Mi única amiga estaba viva y por fin la encontré!
Olvidé lo anterior y la abracé igualmente derramando lágrimas sobre sus hombros.

— No comprendo.. cómo.. cómo.. — trataba hablar, pero los nervios y alteración se apoderaron de mi y me era imposible articular palabra.

— Hablemos luego.. por favor.. sólo.. sólo quiero sstar tranquila.

— Vamos a mi casa — propuse sin pensarlo — No hay nadie. Ahí estaremos más tranquilas.

Agarré su mano y ella me siguió. No tardamos mucho, no estaba lejos, íbamos a paso rápido.

Entramos a mi casa y ella se sentó en el primer sillón que encontró y comenzó a temblar. Yo al notar eso fui por una manta gruesa y la cubrí alrededor de su cuerpo con aquello, ella me lo agradeció.

— ¿Quieres algo? ¿Estás cómoda? ¿Deseas agua, un té? — comencé a preguntar.

— Estoy bien, gracias.. — respondió ella débilmente.

Me centré en ver sólo su rostro, no parecía la misma Launch que conocí, ni siquiera la pude reconocer por su cabello, que la caracterizaba bastante aunque lo tenía teñido, había perdido el color rubio y que se volviera cierto verde pantano, es cómo si de pronto perdió vida.
Su rostro, Dios mío, traía ojeras, ojeras alrededor de sus ojos azules, lo extraño fue que en uno de sus ojos lo tenía morado, alguien le había hecho daño, apreté mis puños, seguí recorriendo, su mirada ya no era la misma comparado con antes que dejara de verla, la notaba más apagada y agotada, además, tenía un raspón en su mejilla derecha, era un pequeña cicatriz. También se le veía pálida, su rostro había adelgazado un poco.

Y pensar que todo eso pude a ver causado yo..

Oh dios..

No otra vez..

— ¿Dónde conseguiste eso? — señale su ojo moreteado mientras mordía mi labio tratando de no volver a llorar.

— No importa.. — dejó escapar un suspiro mirando hacia abajo.

— Launch.. — me arrastré por el piso sobre mis rodillas hasta llegar a ella — Por favor dime que te pasó, ¿Dónde estuviste todo este tiempo? ¿Quién te hizo daño? ¿De dónde venías corriendo tan desesperada? — comencé a preguntar.

— Yo.. — mordió su labio inferior tratando de contener las lágrimas.

— ¿Fue Raditz?

Sus ojos cambiaron de tono cuándo mencioné su nombre, e instantáneamente comenzó a temblar.

— Launch, por favor.. — agarré su mano mostrándole que tenía mi apoyo — Tienes que decirme si no no estaré tranquila.

— No pasó nada Bulma.. sólo.. — guardó silencio unos segundos cómo si estuviera pensando — No, no fue Raditz, esto.. — señaló su rostro — Fueron mis padres, es decir, se enteraron que me acostaba con muchos hombres y eso a ellos no les gustó y por eso me trataron mal, cómo una lección, tú sabes.. — sollozó.

— Pero.. no te acostabas con muchos.. son unos exagerados. — dije.

— Ya sabes cómo son los padres.. sólo eso pasó, me puse rebelde y eso a ellos tampoco les gustó.

— ¿Entonces no fue Raditz? — ella negó con la cabeza — Pero.. — iba a preguntarle sobre que le había dicho, pero preferí callar, no era tiempo para que eso me importe. Para mi eso era lo de menos en estos momentos.

— Todo está bien. Ya pasó. No tienes de qué preocuparte. — ella sonrió, eso me gustó.

— ¿Tienes hambre? Hay comida, te voy a servir. — me levanté y caminé hasta la cocina — Tus padres si que se pasaron con torturarte de esa forma, no pueden maltratarte así. — dije.

Vi cómo ella se levantó y comenzó a caminar hasta dónde estaba.

— Bulma.. si no es molestía.. ¿Puedo usar tu baño y darme una ducha? — preguntó.

— Claro, por supuesto. Espera, te voy a preparar ropa. — dejé la comida a un lado y la guié hasta mi cuarto.

Cuándo le di ropa y ella entró al baño volví a la cocina a ver la comida que le daría.

No importa la escuela, mandaré todo al diablo, sólo quería hablar con Launch, algo no me cuadraba bien en todo esto y lo iba a averiguar.
No podía salir de la culpa.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top