Capítulo 27: Dulce
Y así pasaron las semanas.
Poco a poco notaba el como Len y Mei se hacían cada vez mas amigos, siempre manteniendo una divertida charla en las cuales se podía observar el como reían.
Solían irse ambos juntos a caminar por toda la escuela,a veces incluso solía encontrarlos en la sala de música o en la cafetería. Inclusive en los grandes árboles del patio trasero.
Nunca me preocupó el saber que estaban hablando, aunque debo de admitir que me picaba bastante la curiosidad al ver tanta cercanía entre ellos dos.
Normalmente yo no me encontraba con ellos, sino con Tei.
La última vez que había estado con ambos, me sentí como la chica que sobraba.
Y es que eso hacía en la conversación.
Ellos creaban su propia burbuja y yo me quedaba atrás, sola.
-Así que te sientes de sobra...-. Tei caminaba a mi lado.
Asentí ligeramente.
Tei giró a verme, sonrió con picardía.
-No sabía que Rin era... Celosa-. Dijo entre dientes.
-¡TEI!
-Ya ya, me callo.
Le golpeé el hombro mientras ella reía.
No era eso, Len aun pasaba un poco de tiempo conmigo. Componíamos melodías y letras para algunas canciones. Volvíamos a casa juntos.
De hecho, también vivimos juntos.
Aunque, él decidió suspender las clases de piano durante un tiempo. Precisamente, hasta finalizar con la guitarra.
Pero, aun extrañaba el sentarme a almorzar con él en la escuela. Peleando sobre quién se quedaría con el postre del otro.
Algo oprimía mi pecho.
-Bueno bueno, pero en ese caso ¿Que piensas hacer?-. Cambió a una cara seria.
Le di la espalda, intentando el no chocar con sus ojos rojos. Aquellos ojos que son capaces de atravesar tu alma.
Y eso son los ojos de Tei.
Ella se la pasaba a mi lado, hablando conmigo. Intentando el ayudarme a comprender mis sentimientos.
A pesar de que ya varias veces quería el presentarla ante los chicos (En especial, Neru y Lenka) ella se negaba, creía que seguramente la juzgarían o me harían alejarme de ella.
Pero estaba segura que sería lo contrario a eso.
-N-No lo se... C-Creo que n-nada-. Tartamudeé.
Solo dos veces me había enamorado, pero en esos pocos tiempos, he descubierto que soy muy tímida con estos temas. Por miedo a dañar o ser dañada.
Miré por la ventana del pasillo, centrándome en el jardín interior.
Allí abajo, en una banca, se encontraban sentados Mei y Len.
Miré con algo de tristeza la escena. Deseando ser yo quien estuviese allí riendo con Len.
Me gustaba Len. Y mucho. No podía negar el que me sentida claramente inferior al lado de Mei.
Ella había conseguido caerle bien a todo el salón. Hablaba con todos y era bastante agradable y tierna.
Impresionó a todos con su increíble voz, que a pesar de ser inexperta, lo hacía demasiado bien. Inclusive mas que yo.
Era perfecta comparada con este error. Que lleva por nombre Rin.
Inclusive cuando hablaba conmigo era totalmente buena y linda, con un tema interesante para hablar. Inclusive para sonreír era hermosa.
Una mano se posó en mi hombro.
-Él te ama. No importa cuantos errores tengas Rin.
Le sonreí.
-Gracias Tei.
-Aparte, ¿Que tal si hoy le cocinas un postre?-. Propuso.
Sonreí con ilusión.
-*-
Y así es como estaba yo.
Con una mascara de gas, cortesía de Kaito.
Un traje de protección nuclear, Meiko.
Y un matafuegos, los demás.
-Mejor me recojo en cabello.
Tomé prestada una de las ligas de Len, con la cual lo recogí todo.
Con todo eso ya equipado y listo para usar en cualquier caso, me aproximé lentamente a la cocina. Mi enemigo por naturaleza.
¡Un postre! Len amaba las cosas dulces.
Y poder sacarle una sonrisa me haría saber que él me quiere.
Él siempre me quiere.
Aunque, muy dentro de mi pecho, algo dolía al recordar el final de clases de ese día.
-Lo siento Rin, no iré contigo hoy. Saldré a caminar con Mei-. Me besó la mejilla antes de irse.
Toqué mi mejilla que se encontraba ligeramente caliente, para luego bajar hacia mis labios, con mi dedo índice.
Hacía mucho que no me besaba, creo que no desde esa vez en el salón. Donde casi todo se sale de control.
Aparte, ya llevaban 4 veces que me debía volver sola.
La primera por acompañar a Mei a su casa para que llagase segura.
La segunda porque le mostraría la ciudad a Mei.
La tercera porque quería andar un poco en bicicleta por el parque... Con Mei.
Y esta vez.
Mei, Mei, Mei, Mei. Todo Mei.
Suspiré. No era nada, no pasaba nada. El volvería y comeríamos un rico postre.
Fin.
Fin.
Fin.
inhalé con energía mientras comenzaba a buscar el libro con las recetas en el pequeño estante de la sala.
Una vez que lo encontré, lo abrí en el índice para ver que podría cocinar para Len.
-Veamos, veamos... ¿Helado? Muy frío... ¿Pastel? Muy grande... ¿Cupcakes? Muy pequeños... ¿Tarta de banana?...
No lo pensé dos veces.
¡Tarta de banana!
Parece que este libro fue diseñado exclusivamente para cocinarle a Len.
Sonreí al pensar en cuan feliz se pondría Len al ver aquel pastel que tanto deseo darle.
Y ver aquella sonrisa en su cara.
Intento 1:
Primero que nada dejé en mi teléfono la marcación rápida a los bomberos. Solo por precaución.
Con en libro de recetas a un lado, 5 huevos y harina.
Batimos.
Esencia de vainilla.
Trocitos de banana.
Al molde y al horno.
¿Una hora en horno y media en heladera?
Suspiré al ver que no había hecho demasiado desastre salvo el normal.
Ahora solo debía de limpiar la mezcla que había saltado hacia el techo.
No era mucho, creo.
Luego de terminar el techo, aproveché para acomodar un poco la sala, que a pesar de tener instrumentos, cables y hojas, era el vago recuerdo de las noches que solía pasar con Len componiendo.
Como dije: SOLÍA.
Era raro, desde que Mei había llegado, solo había conseguido que pasase cada vez mas poco tiempo con Len. Me comunicase menos e inclusive casi ni le viera.
Últimamente, Len solo llegaba a casa para dormir y comer.
Muchas veces estaba componiendo en su habitación.
O bueno, eso creía yo.
La campanilla del horno fue lo que me volvió a la realidad.
Ahora debía de sacar el pastel del horno.
Tomé la sartén y una cazuela en mi cabeza para acercarme a la cocina. Todo parecía normal.
Luego de esperar media hora mas para que se enfriase, la tarta ya estaba totalmente lista.
Y tenía un aspecto saludable.
-Parece ser que Len no es el único capaz de tocar la cocina-. Me dije a mi misma con superioridad.
No quise esperar mas, así que tomé una cuchara para probarlo.
La textura a la hora de cortar una porción parecía pasable. Así que bien.
Pero el sabor...
Necesitaría esa mascara de gas.
Intento 1: Fail.
Y así fue como ese pastel terminó en la basura.
-Bueno, hay suficientes cosas para 3 pasteles...
Miré el reloj con preocupación. Las 6 de la tarde.
Otro intento.
Intento 2 definitivo:
Luego de mezclar todos los ingredientes y colocarlo en el horno con la misma temperatura de cocción que el anterior, le coloqué el tiempo.
Ahora solo me quedaba esperar hora y media para poder ver el resultado de mi tan buena cocina.
Pasé mi antebrazo por mi cabello, intentando limpiar el sudor que corría por este.
Me daría un ducha luego.
-¿Hay tarea?-. Me pregunté a mi misma.
Corrí hacia mi mochila, revisando cuaderno por cuaderno.
Definitivamente la había. Y mucha.
Bufé con frustración.
-No me queda de otra que hacerla.
Aunque, no me podía concentrar en ella.
Solo pensaba en la reacción de Len al probar mi postre.
-¡Rin! Esto es totalmente delicioso ¿Como podría agradecerte por todo?
-Bueno... pues... Tengo algo secos los labios
-En ese caso, creería que en mi habitación puede haber algo que te ayude.
Si. Si. Si.
Aunque, en realidad soy tan bipolar que terminaría por llamarle pervertido y golpearlo. Aunque, en realidad le quería.
Otra vez la campanilla del horno fue lo que me dio por golpe para caer de la nube.
La nube de los Lens.
Ya parecía la típica chica enamorada de las novelas, películas y fanfics.
Era algo cliché.
Esta vez con el extintor en mano y la mascara de gas puesta, abrí el horno. Todo se veía normal.
Solté un suspiro de alivio al saber que no lo envenenaría esta vez.
-Ahora, a ponerle el caramelo y los trozos de banana-. Me dije.
Parecía ya vieja loca hablando sola.
Trozos de banana con hilos finos de caramelo y un poco de crema batida.
Creo que estaba bien.
Mientras decoraba, pensaba en los demás.
Los chicos del salón estaban preparando las presentaciones que se aproximaban.
Según Tei, hay un evento anual. Una semana de presentaciones de la escuela.
Cada salón muestra una canción, baile, obra o lo que se le ocurra a los miembros.
Y también había un baile de mascaras de gala al final, para cerrar el evento con elegancia.
Esto también atraía a mas aspirantes a artistas inscribirse en la escuela, por lo cual no solo los alumnos presenciaba esto.
Sino fans, aspirantes, patrocinadores, magnates y padres. Algo que realmente pone a Carmen de los pelos.
Para faltar 2 meses, esta planificación parecía llevar bastante preparación en la organización de los salones.
Con Miku las cosas eran distintas, ella estaba haciendo canciones a toda hora. Se saltaba clases incluso.
Estaba por grabar un disco, por lo cual se había atrasado bastante en todo lo que era el componer. Así que se estaba viendo constantemente con diferentes compositores que la ayudasen con el CD.
Pobre Miku, ser la mas querida trae sus complicaciones.
Luka, Meiko y Kaito se encontraban finalizando su último año de estudios y preparándose para las clases especiales que Carmen les daría.
Administración y mercadotecnia.
Ayudarían a Carmen a la hora de organización y también les darían clases universitarias especiales.
Gumi y Gakupo... No habían cosas relevantes.
Una vez terminé de decorar, suspiré agotada.
En aquel plato, trasladé el pastel al comedor. Junto con vasos y bebida.
Tomé nuevamente la cuchara.
Lo probaría, no envenenaría a mi Len.
Poco a poco, con miedo, me acercaba al pastel. Lucía normal.
Pero justo cuando iba a probarlo, la puerta ya se había abierto.
-¿Rin? ¿Estas en casa? He llegado-. La voz de Len resonó por toda la casa.
No lo pensé dos veces para irle a abrazar.
-Bienvenido, me alegra que llegases.
Tomé esa costumbre de decirle bienvenido.
Todas las tardes aquí sola en casa, solo hacía que aclarase mas mis sentimientos.
Y es que comprendía que el siempre estaba allí para mi. Me defendía y ayudaba. Pasaba tiempo conmigo y me consolaba cuando lo necesitaba; Len es la mejor persona en el mundo.
En mi mundo.
Este se extrañó al verme vestida como época pos-apocalíptica.
-¿Y esa ropa?
Le tomé la mano para guiarlo al comedor, donde lo esperaba su pastel de banana hecho por mi. Con mucho amor.
-¡Sorpresa!-. Le grité.
Si, definitivamente era esa chica de los fanfics.
Len obviamente se notaba sorprendido con tal regalo, puesto que el sabia mi inutilidad en la cocina.
-¿Para mi?
Asentí con alegría.
-Pues a comer se me ha mandado-. Dijo mientras se sentaba en la mesa frente al pastel con una gran sonrisa.
Se le notaban varias ojeras en sus ojos, y su uniforme claramente estaba echo un desastre, la corbata la tenía corrida hacia un costado. Ni hablar de se cabello.
Pero aun así, sin importar cuan cansado estaba, él me sonreía.
Cortó una porción del pastel para colocarla en un plato y cortar un parte con la cuchara.
Una vez estuvo en su boca, los masticó con lentitud para abrir los ojos con sorpresa.
Temí.
Sin darme tiempo a reaccionar, Len terminó su porción y pasó a comer directamente del pastel. Dejando nada.
Parecía que le había fascinado.
Se levantó una vez ya había terminado.
Caminaba con pesadez y cansancio.
Se acercó a la silla donde yo me encontraba.
-Muchas gracias Rin, estaba exquisito-. Susurró a mi oído.
Posteriormente me miró a los ojos.
La profundidad de los ojos de len hacía que me perdiese, a pesar de aquella ojeras, aun seguía teniendo aquel hermoso brillo en sus ojos.
Me dio un beso corto en los labios.
Una vez se separó formé un puchero.
Yo quería uno de los de siempre.
De los pervertidos esos.
-Estoy cansado, iré a dormir.
Y así, le observé subir las escaleras hacia su habitación. Dejándome sola.
Mi mente era un lío, aun si fuesen de su cortos o largos besos, hacía contacto con sus labios. Era lo que mas importaba.
Giré hacia el plato, solo quedaba un pequeño trozo del pastel. Obviamente lo comí para saber el sabor que había quedado.
Mis ojos se abrieron repentinamente.
Quemado.
Y por mucho.
Demasiado.
Y no dijo nada, se lo tragó entero y sin quejarse. Incluso lo llamó exquisito.
Nuevamente miré las escaleras por donde había subido Len.
-Te amo.
~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·
Tururú. Dejo esto por aquí.
¿Que pasará ahora?
¿Len morirá envenenado?¿Rin le confesará todo a Len?¿Mei es puta?
Mei es una buena persona, lo sé.
JAJAJAJAJA.
No.
Okno :v
No tengo idea, puede ser buena o mala.
PREGUNTA SUMAMENTE PREGUNTOSA:
¿Que piensan de Tei ahora?
Gracias por apoyar la historia que estoy intentando retomar :)
¿Les parece si actualizo una vez por mes? (INTENTARÉ)
No me maten pls. D:
P/d: En el siguiente capítulo hay salseo del bueno *Inserten la lenny face que no tengo*
Gracias por todo, los amo.
Bye! Ejercito Kagamine :3
(12/10/16)
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