Capítulo 37

Narra Amy:

Por fin llegamos al departamento. Aunque estuvimos todo el camino sin mencionar palabra alguna ninguno de los dos parece querer decir nada ahora. Sin embargo, sé bien que no puedo dejar que las cosas transcurran de esta manera. Me giro para hacerle frente a Shadow quien parece no tener energías para una discusión.

-Lo siento. - digo termiando con ese horrible silencio.

-¿Por qué lo sientes? - cuestiona algo sorprendido - No tuviste la culpa de lo que pasó Amy.

-Me advertiste sobre Sonic y yo hice oídos sordos. - me justifico a pesar de que mi orgullo me gritara que dejara las cosas como estan - A pesar de todo dejé que él creyera que tenía una oportunidad y yo...

De repente los fuertes brazos de mi erizo de ojos rubí me rodean y me obligan a apoyarme en su pecho. Acaricia mis púas con tanta dulzura que siento demoronarme con un frágil cristal.

-Escuché cuando se te declaró. - confiesa de repente - Para ser sincero tenía toda la intensión de partirle la cara en ese momento. Pero quise saber cual sería tu respuesta. - deja escapar un suspiro - Tenía miedo de que correspondieras sus sentimientos. Después de todo, entre él y yo, lo más sensato sería escoger a Sonic.

-¿Cómo reaccionarías si le hubiese aceptado?

-Cariño. - me llama con voz dulce - Si hubieses aceptado a Sonic yo habría muerto de tristeza. Preferiría mil veces dejar de respirar a verte marchar con alguien más.

Sus ojos me indican que habla en serio y los latidos de su corazón suenan con tanto temor que me arrepiento de haberle preguntado aquello. Pero necesitaba saber qué clase de acciones llevaría a cabo y debo decir que estoy conmovida.

-Tómame. - le susurro con cariño.

-¿Cómo dices? - cuestiona incrédulo a lo que acaba de escuchar.

-Shadow tómame ahora. - digo un poco más fuerte mientras me pongo de puntillas para lograr enrredar mis brazos en su cuello - Quiero que dejes en claro que soy toda tuya. Te pertenezco no importa lo que pase.

El erizo de vetas rojas, todavía sorprendido por mis palabras, se acerca a mis labios con desesperación. Me besa con lujuria, con dulzura y mucho afecto. No me hace esperar y me carga por todo el departamento, sin dejar de besarme, hasta llegar a su habitación.

Me recuesta en su cama con delicadeza y comienza a quitarse la corbata. Ese es el comienzo para lo que estamos a punto de hacer. Poco a poco las prendas se van una a una. Hasta tenernos a merced el uno del otro. Su corazón late a ritmo con el mío y el agitado aliento que escapa de nuestros labios termina por empañar las ventanas de aquella habitación. Sus movimientos a pesar de lo bruscos que se tornan con cada minuto que pasa no dejan de ser dulces y arrebatadores.

-Te amo. - susurra en mi oído.

Sus palabras son tan cálidas que siento como derrite cada parte de mi ser al simple eco de las mismas en mi mente.

-Shadow, te amo mucho más.

Esa respuesta es el detonante que libera por completo nuestras emociones. Todo ello se refleja con las quejas que da la cama. El golpe del marco contra la pared. En especial los agitados gemidos que no podría reprimir ni aunque quisiera. Toda una noche llena de nosotros. Toda una noche llena de Shadow the Hedgehog.

***

Los horribles rayos del sol golpean contra mis ojos. Doy gracias al cielo de que sea sábado ya que no podría soportar ir a la escuela tras desvelarme. Al girarme sobre la cama para evitar los rayos del sol me encuentro con una vista reconfortante. Mi querido erizo azabache con la expresión más inocente que he visto nunca. Se ve tan tranquilo cuando duerme que me gustaría tenerlo así cuando está despierto. Deposito un beso en su frente, pero pego un pequeño grito al sentir sus brazos rodearme y su rostro perderse en mi pecho.

-Todavía es pronto para levantarse. - me dice semidormido - Me niego a que te separes de mí en este momento.

Me rio ante su comentario y comienzo a acariciar sus suaves púas. Me fijo por un momento en su mesa de noche y no puedo evitar reirme todavía más. Cosa por la que el azabache me mira con extrañeza.

-Me temo mucho que tu reloj no piensa de la misma manera. - digo mientras sigo con lo dedos entre sus púas - Al menos no cuando está marcando las once.

Shadow se desprende de mi agarre y se fija en la hora. Aturdido se acerca a la ventana y vislumbra el nuevo día que ha llegado ya muy próximo a la tarde. Esto hace que su sorpresa no haga más que aumentar. Por lo que parece haber ignorado algo.

-Si quieres dar un espectáculo exijo que sea privado. - comento al recorrer todo su cuerpo desnudo con mi mirada.

En cuanto mi erizo comprende lo que digo cierra la cortina y se lanza a la cama para quedar al lado mío.

-¿No te bastó con lo bien que la pasamos anoche? - dice pícaro mientras me toma de la cintura y me pone sobre él.

-Todavía soy joven por lo que no me canso tan pronto como tú. - bromeo un poco para molestarlo.

-Entonces creo que el día de hoy no saldremos de la cama hasta que te demuestre todo lo que puedo dar. - susurra de manera erótica contra mi piel y sin apartar esos ojos que me enloquecen.

-Muéstrame lo que tienes. - le reto juguetona.

-Tú lo estas pidiendo. - me responde el azabache negándose a cederme la última palabra.

Nuestros labios se juntan y nuestra respiración se agita. No perdemos tiempo y comenzamos con otro episodio del amor desenfrenado que nos consume. De repente, unos fuertes golpes en la puerta de entrada nos saca de nuestro ensimismamiento.

-¡Carajo! - deja escapar Shadow mientras se levanta junto a mí.

Por mi parte dejo escapar un suspiro resignado a esperar un poco más de disfrutar de mi querido erizo. Los golpes en la puerta se hacen mucho más fuertes. Sin más remedio nos vestimos apresurados para recibir a quien sea que toque. Dejo que Shadow abra la puerta ya que temo que sea Sonic quien espere tras esa puerta. Sin embargo, mi suposición es errónea.

-Muy buenas Shadow. Lamento haber golpeado tan fuerte, pero cuando toqué el timbre nadie me abrió. - escuchar la voz de Rouge me tranquiliza de sobremanera - ¿Está Amy?

-Adelante. - se limita a decir Shadow.

En cuanto entra mi amiga se fija con cuidado en mi apariencia algo desalineada. Todo eso por tratar de vestirme lo más rápido que pudiese. Parece sorprendida, pero no le dura mucho la sorpresa ya que aparece una sonrisa pícara adornando su rostro.

-Cariño parece que olvidaste que hoy vendría a comer con ustedes. - dice con la intención de provocarme - Comprendo que Shadow te mantenga ocupada, pero te rogaría que no pases de tus amigas.

-No lo olvidé Rouge. - trato de defenderme y excusarme de algún modo - Lo que pasa es que ayudaba a Shadow ordenando unos cuantos papeles.

-Si así quieres llamarlo, esta bien. - dice como si de nada se tratase - De todas formas lamento haberlos interrumpido.

Mis mejillas se sonrojan. Cosa que por lo que me estoy odiando ya que eso me delata por completo frente a mi albina amiga. Puede que sea una experta en esconder mis emociones cuando se trata de otros, pero con mis amigas eso nunca me ha funcionado. Tampoco creo que funcione en este momento.

-No interrumpes nada. - interviene Shadow. Cosa que agradezco - Nosotros ya la pasamos muy bien anoche.

Retiro lo dicho.

-Vaya vaya. - suelta mi amiga muy divertida con la situación - Ya sabía que Amy estaba actiba. Pero no tanto como para olvidarse de su mejor amiga.

-¡Ya basta los dos! - no puedo evitar exclamar.

Ambos me observan con insistencia, esperando cuál será mi próxima acción. Sin poder soportar la presión corro directo a la cocina para ponerme a preparar cualquier cosa y escapar de aquel par de miradas incómodas. Saco, casi al azar, un filete de res de la nevera. No pasa mucho tiempo para que Shadow me siga. Pero en este momento no tengo agallas para verlo a la cara, de modo que trato de ignorarlo mientras corto la carne. Sin embargo, sé bien que por más apenada que me sienta Shadow no se resignará a dejarme sola. Mucho menos con la situación que se acaba de crear, todo gracias a mi querida Rouge.

-No dejes que te afecte. - dice muy cerca a mí - Sólo estaba bromeando.

-Lo sé. - digo ya un poco más tranquila - Es solo que cuando se trata de Rouge o alguien cercano me es casi implosible controlar mis reacciones. Además no esperaba que empezara a bromear sobre ese tema. En especial cuando tú y yo...

-¿Te gustó? - cuestiona algo atrevido.

-Me encantó. - no pude evitar responder de inmediato.

-De ser así en cuanto tu amiga se marche continuaremos lo que dejamos pendiente. - besa mi mejilla y se aleja contento.

Por mi parte dejo de cortar la carne. Me siento mareada al ser consciente de todo lo que Shadow acaba de decirme. Aunque esas palabras han tranquilizado mi pena y una sonrisa se curva en mis labios. Continúo con lo que estoy haciendo y pongo mucho más empeño en cocinar algo delicioso. Escucho como Shadow y Rouge platican en la sala de estar. Lo que me reconforta ya que es una gran felicidad que se lleven bien. Por mi parte ya tengo todo listo y comienzo a servir cada plato con una buena presentación. Le pido a Shadow que ayude a preparar la mesa. Cosa de la que se queja, pero termina obedeciendo de todas formas. Una vez estamos todos en la mesa conversamos sobre distintos temas. Pero mi alegría no pasa desapercibida por la murciélaga albina que ya comienza con sus habituales bromas.

-Te noto muy feliz cariño. - dice apenas termina con los últimos bocados de su plato - ¿Acaso tu Romeo te ha prometido algo bueno para cuando me marche?

Shadow se muestra algo preocupado por como vaya a reccionar. Sin embargo, sonrio dándole a entender que puede permanecer tranquilo. De manera cómplice me regresa la sonrisa.

-¿Envidia por lo que tengo o curiosidad de lo bien que lo hacemos? - cuestiono con una expresión victoriosa.

Sin poder evitarlo Shadow se pone a reir a carcajadas en cuanto escucha mi respuesta. Por su parte, Rouge queda en shock por la misma. Aunque luego de procesarlo un poco me dedica una sonrisa divertida y me responde.

-Touche. - reconociendo que en esta ocasión he sabido reaccionar de la mejor manera.

La comida transcurrió sin ningún otro comentario travieso por parte de mi amiga de ojos zafiro. Tras un par de horas se retiró muy feliz y me dijo que para la próxima Blaze vendría con ella. Le entregué la parte que hice para Blaze y la acompañé hasta la puerta. Estaba mucho más tranquila que incluso olvidé el conflicto que tuve con Sonic. Lavé los platos sin perder el tiempo y Shadow me ayudaba secándolos. Una vez terminamos nos dirigimos a su habitación. Pero antes de siquiera dar un par de pasos mi erizo azabache me levanta en brazos y me lleva hasta allá.

-No puedo permitir que gastes tus energías caminando. - dice travieso - De otra manera no podrías soportar lo que está por venir.

-Ya veremos quien es el que termina sediendo antes. - respondo provocativa.

-¿Eso es un reto? - cuesta todavía más animado mi querido Shadow.

-Eso depende que cómo lo tomes.

Su sonrisa no hace más que agrandarse. De un momento a otro ya me encuentro en su cama saboreando sus dulces labios. Sientiendo como sus traviesas manos recorren toda mi anatomía, casi como si estuviera memorizando cada rincón con su tacto. Separa levemente sus labios de los míos y me observa con una sonrisa cargada de afecto.

-Eres mía. - dice Shadow con alegría.

-Toda tuya. - le respondo antes de juntar nuestros labios, nuevamente.

Tal y como Shadow me prometió, no se contuvo en mostrarme todo y cuanto tenía. Que juraría estuvo a punto de romperme de tanto amor que podía brindarme.

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Holiwis mis sensuales lectoras y lectores.

Aquí les traigo, después de mucho tiempo, un nuevo capítulo.

Espero que les haya gustado. De ser así recuerden picarle a la torpe y sensual estrella y comentar sus oponiones.

No se preocupen que ahora estaré más active en lo que a mis historias se refiere.

Aún así agradezco su paciencia y todo el apoyo que le brindan a esta historia.

Los amodoro.

Sin más que decir...

...Eve cambio y fuera. :3

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