Capítulo 34
Narra Amy:
Los latidos del corazón de Shadow se oyen más ligeros, lo que me tranquiliza de sobremanera. Cuando los escuché la primera vez recuerdo que me sentía cautivada por ellos, pero eso se debía que tenían el mismo ritmo triste y melancólico que mi propio corazón. Debo decir que este sonido me gusta mucho más y si fuera por mí me perdería en ellos eternamente. Sin embargo, todavía me queda algo más por hacer. Debo restaurar su corazón, sus sentimientos y emociones. De modo que nunca más el pasado pueda dañarlo con tanta facilidad.
-Shadow necesito que me acompañes a la terraza del edificio. - digo mientras acaricio las púas de su espalda que se erizan ante mi tacto.
-Supongo que no hay más remedio que hacerlo y vestirnos. - dice todavía aferrado a mí - Aunque daría lo que sea por permanecer un poco más de tiempo contigo así en mi cama.
-Ya tendremos tiempo para eso, ¿no te parece? - me rio un poco ante esa idea - después de todo viviendo juntos todo es más sencillo.
-Todo es más sencillo en casa. Pero por el resto de Mobius debo admitir que me cuesta no meterte mano sin que luego me detengan por acoso y abuso sexual. - me dice juguetón.
Admito que no puedo reprimir un sonrojo debido a lo que acaba de decir. Por lo que desvio un poco la mirada y siento el sonrojo en mi rostro. Pero a la vez siento la palma de Shadow rozar con mi mejilla y obligarme a verlo.
-No te escondas preciosa. - me dije con dulzura en sus palabras mi amado azabache - Me encantan todos y cada uno de tus gestos y expresiones. Te lo ruego, no me prives de tan hermosa vista.
-Me acorralas Shadow, no es posible que pueda negarme si me lo pides de esa manera. - sus ojos son tan intensos que me da la impresión de que puede leer mis pensamientos, lo que me asusta un poco ya que sería desastrozo si se entera de aquello que oculto - Solo funciona porque eres tú.
-Si eso no funcionara... Tengo otros métodos para convencerte nena. - dice a la vez que acaricia mis piernas con su delicado tacto - Puedes estar segura que esa segunda opción es una de mis favoritas.
-Tonto. - susurro a la vez que me acerco a los labios de mi ojos de rubí para darle un fugaz beso.
-Pero soy tu tonto. - sonríe en medio de aquel beso - Sin embargo, si me dices que es necesario parar por ahora no tengo más remedio que escucharte. Después de todo tengo un buen presentimiento de eso.
Tras decir aquello Shadow se levanta de la cama y se acerca a su armario en busca de ropa abrigada y cómoda para la noche. Por mi parte salgo de la cama de Shadow con la intención de dirigirme a mi habitación y de igual forma buscar ropa cómoda para esta noche. Pero soy detenida por un par de brazos que rodean mi cintura con leve fuerza.
-¿A dónde crees que vas? - me susurra en el oído mi azabache.
-A buscar ropa - digo en medio de una risa por la evidente situación - no querrás que salga desnuda hasta allá.
-Por supuesto que no. - me responde - Pero solo basta que uses algo de mi ropa. Así no habrá necesidad de tenerte lejos de mí, hermosa.
-¿Qué podría usar exactamente? Si es algo traslúcido como tu camisa estoy en total desacuerdo.
Shadow no me responde más que con una sonrisa. Se aleja un poco para hacer una nueva búsqueda de ropa y regresa al instante junto a mí. Todavía y sin mencionar palabra alguna, su sonrisa no se desvanece. Me acerca unos pantalones deportivos y me los ensaya, de la misma manera un canguro con capucha que me lo encaja como puede. Su ropa me queda grande, pero no me disgusta. Todo lo contrario, me encuentro embobada con el aroma que desprende la ropa de mi amado y me siento muy cómoda con eso.
-Me encanta como te queda mi ropa. - me dice mi azabache con la mirada fija en mí - Te ves muy sexy cuando la llevas puesta. Pero también me provoca quitártela.
-Me harás sonrojar. - digo mientras cubro mi rostro.
-Esa es la idea. - me responde mientras retira mis manos de mi rostro - Te ves tan linda sonrojada y más si soy yo quien lo provoca.
Cada palabra suya llega a ser un vuelco de felicidad para mi corazón y antes darme cuenta ya me encuentro aferrada a Shadow en un abrazo. Solo espero que días como estos nunca lleguen a su fin. Tal vez eso suene algo codicioso viniendo de mí, pero desde que lo conocí quiero pensar que la eternidad es mucho más que una simple aspiración. En fin, tras ese abrazo sujeto la mano de Shadow y salimos del apartamento, observo el elevador con algo de gracia antes de subirnos en él. Presiono el botón que nos lleva al último piso, por supuesto en el trayecto de subida también subieron algunos de los otros vecinos que tenía en el edificio y que nos observaban con curiosidad. Lo que no es para menos ya que no todos los días ves a una chica vestida con ropa de su profesor. Aunque debo admitir que no me siento incómoda en absoluto... En realidad supongo que será uno de los primeros pasos para revelar nuestra relación.
Llegamos al último piso y usamos las escaleras que nos llevan a la terraza, apenas llegamos la brisa nocturna provoca un escalofrio en mí, pero casi de inmediato logro acostumbrarme y todavía sujetando la mano de mi Shadow, nos ponemos al centro del lugar. Tiene pasto sintético que recubre el piso, por lo que nos sentamos en aquel lugar. Mi amado me mira con intriga, pero por mi parte cierro los ojos para concentrarme y escuchar con mayor atención su corazón.
-Ya lo tengo... - susurro a la vez que siento la calidez de sus emociones.
-¿Qué es lo que tienes exactamente? - me cuestiona confundido.
-Tú solo escúchame. - digo sin vacilar.
Me levanto y me pongo frente a Shadow que permanece confundido. Cierro los ojos una vez más antes de dejarme llevar.
(♡♡♡)
Camino junto a tí,
Al caer el atardecer.
Nuestras sombras se entrelazan
Bajo la puesta del sol.
Sería tan feliz, si puediera permanecer
A tu lado de esta forma,
Ya no lloraría así.
Siento la brisa refrescándose
Y el aroma del viento invernal
Lentamente cambia la estación
Y pronto todo este amor
Va aflorando en los dos...
Nada me hace más feliz que abrazarte a tí.
Viendo que caiga la nieve
Va transformando una ciudad triste y gris.
Dando vida con su blanco manto.
Es en esos momentos que puedo admitir
que te amo más de lo que crees tú.
desde lo más hondo de mi corazón.
Si a tu lado estoy
sé que nada me faltará.
Aunque hubiera algún problema
lo podríamos superar.
Los días como hoy deberían perdurar.
Siempre pido a las estrellas
que no acabe nunca más.
Al soplar el viento en el ventanal
va la noche despertándose.
Ya no importará más el dolor,
podremos transformarlo los dos
en sonrisas sin fin.
Y afuera en la ciudad no deja de nevar
dejando un blanco paisaje.
Y lo mejor es el poderlo observar
a tu lado y entre tus brazos.
Ahora sé muy bien que esto es amor,
lo he aprendido porque sería capaz
de cualquier cosa por tu bienestar.
Y si un día, no lo quiera Dios, no te veo más.
Me transformaré en la estrella
que a tus pasos guiará.
En las frías noches de invierno o cuando haga sol.
A tu lado estaré por siempre, mi amor.
Nada me hace más feliz que abrazarme a tí.
Viendo que caiga la nieve.
Va transformando una cuidad triste y gris.
Dando vida con su blanco manto.
Es en esos momento que quiero vivir
para siempre contigo.
Y no lo digo tan solo por decir
Es mi corazón que te ha elegido.
Lentamente se comienzan a apilar,
blancos copos de nieve en la cuidad.
Y con sus formas se van creando
añoranzas en el corazón.
Estaré ahora y para siempre...
Junto a tí.
Narra Shadow:
Por más que lo intento me cuesta creerlo. La ciudad ha quedado revestida por una blanca y gruesa capa de nieve. Mientras Amy cantaba con su angelical voz se puso a nevar como si fuese ella misma quien controlaba el clima. La observo fijamente, pero más allá de mi sorpresa estoy conmovido. Su voz, sus palabras, la canción de mi pequeña rosa ha penetrado hasta las más sensibles fibras de mi corazón. El peso que sentía es como si de repente se hubiera esfumado. No comprendo con exactitud, pero era cierto cuando ella mencionó que sería liberado de aquella carga que tanto me atormentaba.
-¿Qué acaba de pasar? - logro susurrar.
-Shadow... yo... - su voz se extingue al momento que la veo desmayarse.
-¡¡¡Amy!!! - grito al momento en que corro hacia ella.
La sujeto y la levanto para llevarla de inmediato al departamento. Esta es una de esas recaidas que sufre al sobreesforzarse. A pesar de que el elevador llegó rápido se me hace una eternidad a que llegue a nuestro piso. Cuando por fin llegamos presiono con desesperación la clave para abrir la puerta. Apenas lo logro corro a su habitación y la recuesto con delicadeza, me aseguro de que no tenga temperatura, lo que para mi suerte está estable. Aún así todavía no puedo relajarme por lo que me dirijo a la cocina para revisar en la gabeta de medicamentos. Encuentro de inmediato lo que busco, pero también reviso el registro de todas sus medicinas para asegurarme de que no olvido nada. En efecto, por lo que veo tengo que administrarle un analgésico por vía intravenosa (doy gracias a los cursos de primeros auxilios por haberme enseñado a inyectar). Me dirijo a la habitación de Amy con todo en mano, todavía no puedo darle sus otras medicinas, de modo que debo empezar por el inyectable. Preparo la jeringa con la sustancia, al desinfectar la zona donde se lo administraré una mano me detiene.
-No me gustan las inyecciones. - me susurra mi pequeña que ha recobrado en conocimiento.
-Tonta, no sabes lo preocupado que estoy. - digo al abrazarla - Hago lo posible porque te mejores y tú me dices que no te gustan las inyecciones.
-No me gustan, además, no las necesito. - se aferra a mí - Solo te necesito a tí cerca de mí, de esa manera me siento fuerte.
-De ser así permaneceré a tu lado mi princesa. - correpondo su abrazo y me meto junto a ella en la cama - Pero no creas que te escaparás de darme una explicación de lo que pasó afuera.
No obstante, la respuesta nunca llega y en su lugar la pequeña rosa se aferra a mí. Dándome a entender de inmediato que se quedó dormida. Sonrio ante su acto algo resignado, pero de igual manera la acerco a mí y ambos nos acurrucamos en un abrazo para terminar durmiendo.
-Te amo nena, ten dulces sueños. - susurro a su oído con suavidad.
Lo que pasó en la terraza sigue siendo impactante para mí. Las sensaciones negativas se alejaron, por supuesto. Pero hay algo más y eso no me deja tranquilo. No estoy seguro de lo que sea, pero me da un mal presentimiento. Sin embargo, no tiene sentido que me preocupe por eso en este instante. Ahora mi mayor prioridad es mi pequeña rosa y si a futuro es necesario... Yo haré todo porque ella siempre permanezca a salvo.
Es un promesa.
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Holiwis mis sensuales lectoras y lectores.
Aquí esta la nueva entrega de esta historia, que espero les haya gustado. De ser así piquen a la torpe y sensualestrella y dejenme sus comentarios que me encanta saber que opinan.
También quiero darles un agradecimiento especial a:
Espero que la historia les esté gustando.
Por supuesto, también les agradezco a todos ustedes por su constante apoyo. Cuento con ustedes en el futuro. Los amodoro.
Por cierto, si quieren enterarse de las novedades que habrán este año les recomiendo pasarse por mi perfil y checar la parte de avisos.
Sin más que decir...
...Eve cambio y fuera.
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