Narra Shadow:

Sujeto a Amy fuertemente, como si aferrarme a ella lo fuese todo en ese momento. Por su parte me mira con dulzura y juega con el pelo blanco de mi pecho. Admito que eso me vuelve loco, sin embargo, en este momento debo concentrarme en algo mucho más importante. El calor de su cuerpo y la cercanía de su corazón tranquiliza mis ansias y es cuando por fin puedo hablar.

-Me pregunto por dónde debería comenzar. - digo en medio de un suspiro.

-Por el principio genio. - me responde ella con una sonrisa burlona - ¿Y se supone que tú eres el profesor aquí?

-Muy graciosa. - digo denotando mi sarcasmo - Pero supongo que no es una idea errónea - cierro los ojos por un momento y vizualizo aquellos días del pasado que creí mantener enterrados- Comenzó cuando tenía 15 años, cuando mi interés por las mujeres salía a flote. Fue en ese entonces cuando empezé a tener citas, lo que no me era ningún esfuerzo ya que era considerado muy atractivo y con una muy buena personalidad. Pero había un problema, me aburría muy rápido, cada chica que conocía no duraba mucho junto a mí sin que terminara cambiándola por otra. De modo que todo se me hizo muy tedioso y monótono, por lo que tomé la decisión de solo pasarla bien sin ningún compromiso de por medio. No era algo que lo considerara malo, jugar con las chicas y divertirme con ellas. Por supuesto, ellas también salían beneficiadas con aquella situación, después de todo podían presumir que habían salido porlo menos una vez con Shadow the Hedgehog. Incluso Cristal formó parte de mis juegos al perder el tiempo.

-Para el coche, ¿saliste con esa bruja durante la secundaria? - mi pequeña rosa me observa con desconsierto, que no es para menos considerando el incidente que hubo entre ella y Cristal en tan solo su segundo día en Mobius - Me cuesta creer siquiera que considerarás salir con ella.

-No creo que "salir" sea el término adecuado. - no sé como explicarle todo, durante toda mi vida desde la juventud solo me pasé jugueteando por allí, no quisiera que mi pequeña piense que es lo mismo con ella - Mas bien solo tonteábamos de vez en cuando para pasar el rato en algunas fiestas y cosas así.

-Ya veo, entonces nunca fue nada serio. - suspira Amy tras escucharme - Debo admitir que eso me tranquiliza.

-Algo serio con ella jamás habría funcionado para empezar, ya notaste que tiene un caracter más complicado que el tuyo. - si se llega a enterar que en ese entonces me acosté con ella seguro me mata. - Continuando... - me aclaro la garganta - Mi adolescencia seguía de la misma manera, al menos fue así hasta que conocí a la hija de un amigo de mi padre. Su nombre era Maria, una muchacha simpática en comparación a otras chicas que conocía. Obviamente, después de nuestro primer encuentro en una cena que organizó mi familia ya la tenía en la mira. Pero debo decir que no fue nada fácil ya que ella ignoraba todos mis intentos de conquista, pero eso solo provocaba que la quisiera más. Fue en un baile cuando me resigné a un último intento y en lugar de adularla con mis palabras o darle detalles extravagantes como hacía con otras chicas, me limité a decirle cuanto la quería, lo desesperado y destrozado que estaba al no ser correspondido. Incluso lloré, fue patético y mis amigos se burlaron por eso. No obstante, eso fue lo que me ayudó para que Maria me aceptara y fuera mi novia. Pero yo no había cambiado en lo más mínimo. - de repente una punzada en el pecho me impide seguir hablando, pero Amy sujeta mi mano con fuerza y tras un suspiro me siento capaz de continuar - Por lo que a pesar de tener "novia" seguía divirtiéndome con las chicas que me buscaban, para mí nunca las cosas fueron en serio con nadie. Pero para Maria era distinto, ella era seria y cuando decía que me quería era de verdad. Mas yo no supe corresponder sus sentimientos como lo merecía. Todo llegó a su final el día en que me citó en el parque central en la madrugada, lo que se me hizo raro ya que no había nada especial a esa hora. No tomé mayor importancia a eso y fui a su encuentro, pero cuando llegué al lugar que me había indicado vi a Maria flotar. Al principio creí que era un ángel que me había dado encuentro para despedirse y volver al cielo. Cuan grande fue mi horror cuando note la cuerda que enrroscaba su cuello.

-Shadow... - Amy me abraza y limpia mis lágrimas que sin darme cuenta ya desbordaban mis ojos.

-Para cuando lo entendí ya era muy tarde. - digo tratando de tranquilizarme - Después de eso me convencí a mí mismo de que lo que mató a Maria fue su amor por mí. Ella misma se lo había buscado y fue su total elección, me esforzaba por pensar de esa manera. Sin embargo, poco a poco tuve que aceptar que quien la mató fui yo al jugar con sus sentimientos verdaderos. - observo a mi rosa con detenimiento y no puedo evitar perderme en sus hermosos ojos jade, lo que ayuda a que el dolor se desvanezca - A pesar de lo que pasó seguí con mi vida como siempre la había llevado, si me sentía solo no necesitaba más que decirle algo lindo a una chica para distraerme. Me convertí en profesor y todo avanzaba de la misma manera. Al menos eso fue hasta que te conocí. - poso mi mano en su mejilla y la acerco levemente - Al principio me pareciste interesante, una mocosa altanera y muy inteligente. Aunque supongo que ese no fue el verdadero comienzo. - Amy me mira espectante de que continúe - Lo que despertó extrañas emociones en mí fue esa noche después del examen, cuando trataste de huir de mí para esconder tu rostro, pero te echaste a llorar en mi pecho. En cuento vi tus ojos llorosos me quedé fascinado. Recuerdo que tus lágrimas parecían hermosas y perfectas perlas que emergían de tus ojos y recorrían tus mejillas. Siempre he tenido muy presente esa imagen en mi cabeza ya que para mí fue un momento mágico. - sujeto a Amy de las muñecas y la pongo entre la cama y yo. Dejando a ambos de frente para que no logre desviar la mirada - Todos los muros que había construido los derrumbaste con tus ojos llorosos. Amy Rose eres la única a la que le entrego mi corazón ya que contigo estoy experimentando lo mejor que me pudo pasar jamás. Estoy aprendiendo a amar.

Nuevamente, hacen su aparición aquellas bellas perlas que emergen de los ojos jade de mi amada. Es uno de esos momentos en que las palabras sobran y son solo las acciones las que hablan por nosotros. Un beso sediento de amor se presenta, ambos desesperados de estar cerca uno del otro. Aunque las heridas del pasado aún no han terminado de sanar, el sentimiento que ahora siento me hace fuerte a soportar el dolor y rellena esas heridas con sentimientos cálidos y únicos. No tengo idea de como podría terminar esto, tal vez salga lastimado o puede que sea yo quien lastime a Amy. Sea como sea puedo asegurar de que este sentimiento no lo cambiaría por nada. Sin importar lo que pase en el futuro es ahora cuando disfruto vivir el presente, mientras me sea posible quiero hacer de estos días una costumbre entre nosotros. Sin desgastar ni un poco el amor que nos tenemos, sino hacerlo cada vez más grande, hermoso y perfecto.

-Ahora te pertenezco Amy. - susurro rozando sus labios.

-De la misma forma en que te pertenezco Shadow. - me reponde ella perdida en mis labios.

Ese es el momento preciso cuando ambos nos libramos de las ataduras del pasado y nos entregamos mutuamente. Con nuestros corazones al descubierto y nuestras emociones a flor de piel.

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Holiwis mis sensuales lectoras y lectores.

Otra entrega de esta historia. Espero que hayan disfrutado de la lectura. De ser así espero le piquen a la torpe y sensual estrella. Por supuesto, también dejarme en los comentarios sus opiniones.

Algo corto tal vez, pero los siguientes ya serán un poco más largos y con mayor intensidad de sentimientos.

También les agradezco por su constante apoyo. Los amodoro!!!!

Sin más que decir...

...Eve cambio y fuera.