Narra Amy:

Puedo oírlos, esta claro, puedo oír los latidos del corazón de Shadow. Miento, no solo los estoy oyendo, en realidad, los estoy memorizando.

-Shadow - digo en un suspiro.

-Buenos días Rose - me responde.

Abro los ojos de golpe y me levanto de un susto. Lo primero que veo son sus hermosos ojos cual rubies que me observan burlones. No tengo palabras, en realidad, las palabras se quedan atoradas.

-¿Qué haces aquí? - pregunto tímida.

-Lo que me faltaba - dice en tono lastimado - no puedo creer que no recuerdes lo que tuvimos anoche Rose.

-¿¡Qué me hiciste!? - lo empujo fuera de la cama y me cubro con un edredón.

En eso Shadow comienza a reirse, es más, está echando fuertes y sonoras carcajadas. Por mi parte estoy muy confundida, no comprendo que le pasa. ¿Cómo se atreve a reirse así de mí?

-Eres demasiado crédula Rose - se calma poco a poco - hablando en serio, ¿no recuerdas nada de lo que pasó?

-No - trato de hacer memoria - lo último que recuerdo es que fui a buscarte para decirte que apagarás la estufa ya que hacia mucho calor. Tú te encontrabas en el balcón hablando por celular. - las imagénes de los recuerdos se hacen borrosas - Decidí esperar a que terminaras y... eso es todo.

-¿En verdad, eso es todo? - los ojos de Shadow estan espectantes.

-Así es - le contesto - no recuerdo nada más, así que dímelo ¿Qué pasó anoche?

Shadow suelta un suspiro de alivio y se pone de pie para sentarse junto a mí en la cama. Me regala un sonrisa y acaricia mi cabeza.

-Anoche lo que sentiste no era la estufa, sino que eras tú misma con una fiebre muy alta - acaricia un poco mis mejillas - me di cuenta de que estabas ahí y cuando me acerqué, incluso te costaba respirar. Te llevé a tu cama y te di la medicina que me indicaste.

-Así que fue por eso - en cierto aspecto estoy algo decepcionada, llegue a pensar que tal vez él...

-Exactamente - su voz cambia de tono - además me preocupaba que murieras mientras dormías de modo que me recosté a tu lado. - me guiña el ojo - Antes de que lo olvide. Hoy pedí el día libre para tí ya que necesitas descansar.

-¿Qué hay de tí? - me dejarás sola.

-Yo no puedo faltar, pero para suerte tuya solo tengo dos clases. Estaré aquí para la hora del almuerzo.

Me arropa y sale de la habitación para alistar todo antes de salir.

-¿Por qué de todos los erizos que existen en el mundo tuve que enamorarme justo de tí? - digo para mí misma mientras me oculto entre mis covertores - lo peor de todo es que...

-Rose - abre la puerta de golpe (espero que no escuchara mi monólogo) - ya me voy al trabajo.

-S-si - estoy tan nerviosa que no puedo hablar.

-¿Qué ocurre? - Shadow se acerca a mí y junta nuestras frentes, estamos tan cerca el uno del otro que no puedo evitar pensar en volver a probar sus labios - parece ser que no tienes fiebre, pero tus mejillas estan muy rojas.

-No es nada - trato de ocultar mi rostro - a veces se ponen rojas cuando despierto.

-Ya veo - se tranquiliza - en fin, ahora me voy al trabajo. Si algo pasa llámame el celular y vendré de inmediato. También te anoté el número de la oficina del director por si acaso.

-Gracias.

-Volveré pronto - se dirije a la puerta, pero se detiene y regresa - casi lo olvido - me observa por un momento para luego agacharse y depositar un beso en mi frente - ahora si puedo irme.

Me sonríe una vez más y se va. Me quedo petrificada por ese beso. Toco mi frente en el lugar del beso y sin darme cuenta tengo una sonrisa de oreja a oreja. Me miro al espejo, efectivamente, tengo una gran sonrisa en el rostro. Sin embargo, reacciono al momento y pierdo esa sonrisa.

-Supongo que él tenía razón - me recuesto para mirar el techo - es inesperado y me noquea como un golpe en la cara, pero no me siento diferente.

Me levanto y salgo de la cama. Saco mi guitarra de su estuche y empiezo a tocar la primera melodía que llega a mi mente. Las notas son perfectas y precisas, pero nada a cambiado, sigo igual que siempre. Ese maldito bosque me mintió.

Inicia el Flashback.

Me adentro en el bosque con decisión. Tengo que encontrar lo más rápido que pueda lo que perdí para regresar a mi hogar y no volver a verle la cara al infeliz, idiota y mujeriego de Shadow the Hedgehog. Recuerdo la escena de él coqueteando con esa camarera. La cólera se apodera de mí.

-¡¡¡Shadow eres un idiota!!! - dejo salir todo lo que tengo dentro - Esto no es posible, me ignoraste por esa camarera y nada menos que una muy fea.

-Debo admitir que eres muy guapa, pero eso no te da derecho a ofender a nadie - una voz se hace presente.

-¿Quién dijo eso? - cuestiono.

-Soy el bosque - responde - tal vez te sea imposible de creer.

-Te creo.

-Sé que para una pequeña eriza será imposible de creer y que ahora... - se queda en shock (o eso supongo) - ¿Me crees?

-Eso dije - el bosque es algo incrédulo.

-¿Cómo es eso posible? No se te ocurre que podría ser alguien haciendote una broma o algo por el estilo - la voz del bosque comienza a tensarse.

-Nada de eso - le contesto - estoy segura de lo que digo porque puedo escucharlo. Mis oídos con el paso del tiempo han adquirido mucha sensibilidad. Tu voz suena junto al viento y el ambiente esta fusionado con lo que parece ser un corazón; por todo esto sé que la voz que escucho es del bosque.

-Me haces feliz Amy - dice animado - hace mucho tiempo que necesitaba a alguien que supiera que existo y que hable conmigo.

-¿Cómo sabes mi nombre? - me sorprende.

-Yo sé muchas cosas y sé mi querida Amy lo que esta atormentando tu corazón - me pongo tensa ante eso - Para librarte de todo eso, primero debes aceptarlo.

-No sé como hacer eso - mi cuerpo tiembla - Tan solo con recordar todo aquello... siento como me rompo en mil pedazos.

-Sé que es difícil - siento calidez en su voz - pero tienes que hacerlo. Ya es tiempo Amy. Solo déjalo salir.

Fin del Flashback

Siento frio, será mejor que regrese a la cama. Apenas entro a mi habitación me pongo incómoda.

Lo más seguro es que sea porque Shadow no esta aquí.