Tyrfingr (EDITADO)


Astar suspiró en la reunión. Estaba un poco cansada de infundir ese temor

- Acostumbraos a verme así.

- Sólo tenéis que buscar en los libros prohibidos. Todo lo que esos libros ponen, es verdad. Por eso los prohiben, para que sigais viviendo como maldito ganado. No tengo nada más que decir, realmente no soy vuestra enemiga, si lo fuera ya os habría eliminado.

- Evitarás usar lo que sea que uses en expediciones, delante de los demás. Por seguridad.

La reunión acabó sin nada claro, saliendo de la sala para irse a coger aire. Finalmente optó por sentarse  en uno de los bordes de las torres.

- Eres idiota. - sentenció mirándola desde arriba.

Astar se puso de pie hasta quedar a su altura. Lo miró fijamente a los ojos. Esos ojos azules que le hacían sentir latigazos en el corazón.

- Si pretendes intimidarme siento decirte que he visto tanta muerte que lo que menos me preocupa es el bicho que tienes dentro de ti y esos ojos que tienes.- dijo Levi acercándose más a ella.

- Mejor así entonces. - suspiró algo aliviada en verdad. pero bueno aunque no te de miedo eres exasperante, me enervas.

- Tu si que me enervas. Actúas por tu cuenta todo el rato, te pones en peligro a todas horas, no obedeces.

- ¿Y usted? Capitán Levi, me trata como si fuera una carga, parece mi niñera, es arrogante, maniático, no le gusta el queso, no toma azúcar en el té, no come dulces, hace "tsk" demasiadas veces al día, se mete con Hanji y le remueve el pelo con mucha ternura, se mete con el Comandante...realmente es irritable y...

Y unos labios chocaron con los suyos, sin dejarle terminar la frase. Sí, aquello se sentía bien. Demasiado bien, incluso para ambos.

Levi se sentía más que abrumado. No había podido quitarle ojo de encima desde el primer día y se sentía bien con ella, se sentía bien incluso sin tener una relación estrecha como la tenía con Hanji. Ella le brindaba paz cuando estaba cerca, su cuerpo reaccionaba de maneras que ni él mismo comprendía.

- Astar...lo siento. No entiendo...no lo entiendo.

- Está bien, no importa.- ella sonrió.- lo entenderás y cuando lo hagas estaré ahí para explicártelo.

Aquella todos los cadetes andaban nerviosos. Había expedición. La cara de Astar reflejaba un odio muy pesado, pero mucho. Le prohibieron ir a la expedición a última hora. "Seguridad". Sonrío. Las campanas estaban a punto de sonar. Corrió por los pasillos hasta la salida buscando algo. Buscándolo. Vio cómo su caballo estaba más nervioso de lo normal. "Tengo un mal presentimiento"

- Arion...cálmate un poco.- la chica habló suavemente al caballo del Capitán posando su mejilla en su hocico, acariciándolo lentamente. Se fue relajando poco a poco. Dieron la señal de avance y se separó del caballo.

- Pórtate bien.- la voz suave de Levi caló en su mente.

Ella tiró de la capa de él, como aquella vez, sin mirarse a los ojos.- Vive, Capitán.

**

Miró algo nerviosa el reloj. "Me llevan casi medio día de ventaja, será mejor ir".

Se puso el uniforme, se calzó las botas, se colocó la capa y al establo, a por el caballo. Cabalgó por la ciudad hasta estar en la puerta, algo alejada. "Bien".

- ¿Quién está al mando?.- gritó desde abajo.

En ese momento, un oficial de las tropas de guarnición bajó desde la muralla.

-¿Qué se le ofrece, cadete?.

Astar le miró. "Ordena que abran la puerta. Haréis como que no ha pasado nada"

Debían ser cerca de las 5 de la tarde. Había cabalgado sin descanso a lomos de su caballo. Escuchó unas pisadas. "Visita".

- Vuelve a los muros, Aura.- soltando gas saltó a los lomos de uno de esos titanes excéntricos que seguramente corrían en dirección a la multitud, donde estaría la legión.

Los gritos no tardaron en ensordecer a la chica, de forma que se impulsó con las rodillas en la nuca de su montura, desgarrando su cuello. El impulso le hizo ir hacia atrás dando una vuelta. Miró un titán apoyado en un árbol con un soldado en su mano. Aprovechando el impulso de las rodillas se enganchó en una rama cercana para poder volver y rodear al titán, evitando una de sus manos y llegando a su nuca, cortándola.

En la zona más tediosa, una cantidad elevada de titanes raros se agolpaba, rodeando a las tropas.

- No he visto titanes así...jamás.- Hanji estaba temerosa al lado del Comandante Smith.- parecen estar organizados.

La formación era de tortuga, no había excéntricos y seguían un paso perfecto. Era la carnicería perfecta. Los soldados caían como moscas. La sangre caía por la frente de Levi, su herida se había abierto otra vez. El sudor perlaba su piel y su respiración era agitada.

Las imágenes de la cabeza de Isabel decapitada lo estaban atormentando más y más. Su amigo Furlan acababa de ser devorado y bien masticado. Todavía sonaban los huesos rompiéndose bajo los dientes de aquel titán de mirada...blanca.

- Erd, Petra, Auruo, Gunter, vamos. En formación.

Desde la copa de un árbol, Astar veía aquella formación. Escaneó rápidamente a todos, hasta dar con él, un titán en el centro de la formación de color negro, esbelto y ojos totalmente rojos. Necesitaba llegar al Comandante a cualquier coste.

Apoyada en el tronco de un árbol, guardó una de sus cuchillas y, con la otra entre ambas manos, aguantó la respiración y cerró los ojos.

Soltando el aire de sus pulmones y soltando un grito elevó la cuchilla al cielo concentrando la energía y la derramó toda en la misma al tiempo que se dejaba caer con el gas al suelo, clavando fuerte el arma. Una enorme grieta y un fuerte temblor sacudió toda la zona. La grieta avanzaba más y más y su tamaño se hacía mayor al llegar a la cohorte de titanes. Los ojos de Astar permanecían cerrados en un estado máximo de concentración.

- Te tengo...-susurró para ella.

Una fina capa de un material extraño salió de la tierra frenando el avance de aquella descomunal grieta. La mayoría de los titanes estaban bajo escombros, la otra había sido salvada por ese muro. El titán negro sonrió satisfecho. La había localizado.

- Tsk...no me jodas.- Levi vio aquel inusual destrozo y se irritó. Nos dispersaremos por los flancos.

Astar cogió impulso y soltó el gas, cruzando la brecha que ella misma había hecho. No dudó en hacerse un corte transversal en el brazo. Su sangré comenzó a evaporarse, creando niebla y con ella confusión. Sonrió satisfecha. Soltó nuevamente gas enganchándose en un árbol pero otra vez, otra vez una cuchilla se interpuso en su camino.

- No, retrocede. - la gélida voz de Levi no hizo moverse ni vacilar a la chica.

- Retrocede tú, Levi y sigue a tu escuadrón.

La neblina se disipó y los titanes que estaban vivos se quedaron estáticos. El titán negro se sumergió en un haz de luz, tomando una figura humana, que se acercó a ella. El cuerpo de aquel ser se cubrió de un metal traslúcido.

- Eso es...- Levi articuló palabra, sin dar crédito.

- Eso es muy mortífero, debes salir de aquí.

La despiadada sonrisa de esa cosa produjo un escalofrío en ambos cuerpos. Levi dio un paso atrás. El ente se quedó quieto a pocos metros.

- Conseguiste despertar para satisfacer la venganza pequeño monstruo. Somos los elegidos, sacrificamos nuestra sangre y matamos por el honor.

- Yo no soy como tú ni como ellos. Acabaré con la bestia y pondré fin a esto.

- ¿Y luego? ¿Sabes lo que viene verdad? El reino de los condenados.

- Llevo demasiados años y mismas batallas, es como un viaje sin fin, no le veo distinción a mi vida de ahora.

- Oh, pequeña, hay una gran diferencia.- el ente posó su mirada en el Capitán Levi.- y esa diferencia te va a hacer pequeña e indefensa. Dudarás, fallarás, caerás y caerá.

- ¿Porqué haces esto?.- gritó Astar viendo cómo el ente se giraba.

- Soy un emisario y cumplo órdenes, señorita.- ella apretó los puños, con fuerza.

- Sabías que iba a venir, por eso estás aquí, y aún así mataste a todos estos soldados.

- Todos estos soldados llevan siglos intentando darnos caza, pequeña niña.

- ¡ Ni siquiera saben que existimos! ¡No seas estúpido!.- gritó Astar con furia.

- Me estás jodiendo, mucho.- en este momento Levi apuntó su cuchilla a la espalda de aquella luz.- ¿qué coño eres?

- Ya lo he dicho, un simple emisario.- se inclinó para que su cuerpo tocase la cuchilla.

-¡Apártate Levi!.- la mano de Astar lo empujó y ella empuñó la cuchilla. Una grandísima fatiga se apoderó de su mente y sintió su temperatura elevarse demasiado.

- Maldito...maldita habilidad caótica...soy...soy una antideluviana- la voz de Astar se fue haciendo un hilo, escupiendo sangre.

- Sabes perfectamente cómo puede ser que te afecte esto. Acéptalo.

Una fuerza salió del cuerpo de Astar hacia el ente, que no siendo más que una forma de energía lo capturó haciendo que este desapareciese en un grito de puro terror. Los titanes de ahí se evaporaron al momento que Astar acabó con aquello. Su cuerpo se volvió más delgado y su piel muchísimo más pálida.

- ¡Apartad, abrid paso!.- la voz chillona de Hanji seguida del golpeteo de los cascos de algunos caballos se agolparon cerca de ella. Impactados ante ese inmensurable y extraño poder, la visión de su pequeño cuerpo dañado causó gran impresión.

- Estoy bien...sólo necesito dormir...dormir un par de milenios.

- Astar...- la voz lejana de Levi resonó en su cabeza. Le ignoró. Con los ojos cerrados llamó a Hanji.

- Hanji...cierra bien la herida del Capitán, sangra mucho y si se mancha luego se pone insoportable.


  Tyrfingr - espada maldita de la mitología nórdica.  


Buenoooooooo, es un poco bastante largo...lo siento...pero es que cortar esto a medias no me gusta. 

Es un poco lioso pero en los próximos capítulos empezará a tener sentido todo.

Os está gustando? y qué pensáis sobre nuestra protagonista? qué es ella?

Mmmm

Os animo a responder...Saluditoooos

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