Feigr (EDITADO)
RECOMENDACIÓN PARA LECTURA
https://youtu.be/Tgli1xUKX5s
Varios días fuera de los muros, luchando incesantemente contra enormes hordas de titanes. El ánimo de los soldados estaba más que minado.
Era tal y como Astar había visto, muerte. Muchísima muerte, y ella no podía hacer nada por ellos. Titanes por un lado y otras sombras que inutilizaban a Astar como herramienta de ayuda para la humanidad. Una gran jugada.
Acababa de hundir la hoja de su cuchilla en un pequeño monstruo que se convertía en humo con un grito ahogado. La respiración de la chica era algo errática. Se secó la sangre y el sudor de su frente y decidió volver al grupo, aprovechando ese respiro.
FLASH-BACK
Los altos rangos estaban reunidos alrededor de una pequeña fogata charlando, sin bajar la guardia.
- Llevamos varios días de lucha y no hay nada, los chicos están animicamente por el suelo, ¿a qué esperan?.- Levi estaba empezando a impacientarse. Llevaban días sin dormir, sin descansar, sin una buena ducha...Astar suspiró culpándose. Ella también estaba abrumada y agotada.
Hanji observó el rostro de la chica. Carraspeó.
- Cuanto más abusas de tu poder más se te marcan las venas, ¿cierto?
- Sí.- respondió ella.
- ¿No puedes acabar con todo esto usando eso?.- preguntó Hanji con ilusión.
- Siendo antideluviana y la hija de Lilith, conozco a la perfección cualquier clase de dominación o disciplina, pero hacerlo en ese campo de batalla con enemigos tan dispersos y de varios rangos de poder, es complicado. Estoy sola en medio de bestias antinaturales. La naturaleza antideluviana me permite sacar el máximo partido a su poder siempre que los guerreros estuvieran reunidos, como antaño, pero no son más que puro polvo.
Se puso de pie para disponerse a hacer guardia. Un brazo la paró, y se giró para encontrarse con el rostro preocupado del Capitán Ackerman.
- Estaré bien, no te preocupes por mí.
FIN FLASH-BACK
La sangre milenaria que corría por sus venas y la maldición de ser quien es, vivir eternamente atada al dolor.
Le ardía el pecho, se sentía morir y sin embargo no podía. No podía usar su disciplina de dominación porque no había ningún ser vivo cerca. La disciplina fortaleza la ha usado con los mejores soldados transfiriendo parte de su poder a los mortales, descartado...realmente los vampiros más poderosos a veces tienen dificultad para ser eso mismo, poderosos, la sangre se debilita.
- ¡Maldita cuatro ojos vigila a tus mocosos!.- Levi gritaba desde la cabeza de uno de esos titanes con ojos extraños, mientras el escuadrón de Hanji recibía un buen regaño por despistados. La horda de titanes de hoy había sido cuanto menos curiosa, no paraban de llegar.
Por un momento, todo paró. El aire cortaba el ambiente, hostil. Algo no andaba bien, y ella no parecía dar señales de vida a ojos de Levi.
- Mantengan sus posiciones, flancos replegados, retaguardia! Formen línea de masas!.- Erwin dio la orden y la acataron al momento.
La mente de Levi era un auténtico frenesí.
La respiración de Astar iba en aumento.
Él solo pensaba dónde podía estar y porque tardaba tanto.
Astar únicamente quería que eso acabase y que él estuviese a salvo.
Empezó a caer una fina lluvia.
Astar cerró los ojos. El poder la consumía poco a poco.
Levi sabía que ella había usado mucho poder ayudando en la retaguardia a los soldados y luchando ella sola contra criaturas que los humanos no podían vencer.
Tenían miedo.
Y en ambas cabezas, un resorte.
Astar sonrió mientras que en el campo de batalla principal, los ojos de Levi se abrieron con miedo, cortándose su respiración, atrayendo las miradas.
"Ese era el plan, agotar por completo a Astar para acabar con ella en un momento".
Y mientras soltó gas para ir a buscarla, entendió porque los titanes dejaron de aparecer de repente. Ella estaba completamente agotada y era el momento perfecto.
- Astar.
Aquella voz rasposa resonó profundo en su ser y le hizo gemir de dolor. Cayó al suelo.
Unas sombras se erigieron y se pusieron al lado de la figura dueña de aquella voz. Los padres de los muros. Los ojos entrecerrados de Astar mostraban un atisbo de rabia. Los hombres rieron levemente.
- Este es el poder del antideluviano. ¿El poder del ser que trae consigo el fin de los tiempos?
El hombre se acercó a ella y le levantó la cabeza para mirarla. Esos ojos, era el ojo del cielo de aquella vez, ese hombre era él.
Los curas rodearon el cuerpo de ella y comenzaron a recitar
La llamada de la final, la orden final,
Por la noche, valiente y alto.
La más dura de las putas, la sangre fue la causa,
Esta noche se oye la llamada!
Muere, muere Dominus et fortuna!
La piel de Astar comenzaba a quemar mucho y a evaporarse, lentamente. Sus alaridos de dolor guiaron a Levi y fueron escuchados por el eco del bosque por los soldados.
Los sentidos de Astar se pusieron alerta.
Levi estaba ya empuñando las cuchillas, para dejarse caer y aniquilar a todos esos monstruos. La figura central rio amargamente.
- Levi, mírame!.- en cuanto hizo contacto con los ojos de Astar sintió como algo le torcía la trayectoria haciéndole perder el equilibrio.
Quieta pequeña, te vas a matar tu solita por salvar a un ser mortal.
"No voy a poder proteger a la humanidad Levi"
"No, sola no. Lo haremos juntos"
- Ya veo... el antideluviano del fin del mundo manteniendo un vínculo carnal.
Astar iba a morderse el brazo para dejar correr la sangre pero se lo impideron. Aquella figura apareció formándose por completo. Los ojos de Astar se abrieron de par en par.
-¿Madre?
- Veamos, ¿dónde está? Dime pequeño monstruo.
Silencio. Sintió el filo de algo clavarse lento en sus entrañas, abriéndose paso por el estómago. Levi estaba horrorizado. Se quiso levantar, pero ella lo volvió a mirar y le obligó a estarse quieto. Los ojos de él se volvían rojos de ira y dolor. Astar le dedicó una sonrisa.
- ¿Porque haces esto?
Los ojos de la mujer miraban fijamente el cuerpo de Astar pero no le respondía.
- ¿Dónde está tu maldita muerte?.- ella rio y escupió sangre a la cara. Tosió.
- Parece mentira...clávame el sable en el corazón, madre.
Las palabras que seguían recitando aquellos curas minaban completamente los sentidos de Astar, le robaban energía por completo.
Una horda de flechas cayeron por encima de la cabeza de Levi, que logró cubrirse a tiempo. El sonido de los caballos golpeando el suelo y el ajetreo de la legión desplazándose a esa dirección, distrajeron levemente a los curas.
Ahora Astar. Si dominas a uno, dominas a todos
Intentó concentrarse en uno de esos individuos de negro. Sintió un ligero alivio cuando las palabras dejaron de fluir. Caminaron en fila y se arrodillaron, dejando al descubierto sus cuellos delante de Levi.
- ¿Qué crees que estás haciendo? Astarté
- Lo que me has enseñado durante años.
La agarró del cuello. Sus ojos, del mismo color que Astar y con los mismos rasgos se tornaron rabiosos.
- Te partiría el cuello infinitas veces sólo para que ellos vean el poder de los que realmente deben gobernar.
La cuchilla de Levi tomó nuevamente posición. Acababa de segar la vida a esos vampiros decapitándolos limpiamente. Con el apellido Ackerman a cuestas cogió impulso y con una enorme velocidad se dirigió hacia aquella mujer. Astar, no tenía tiempo para pensar, si se acercaba lo mataría.
Un segundo. Se mordió el brazo esta vez y la sangre se evaporó con ella misma en una neblina negra. Se había zafado del agarre y apareció justo a tiempo para agarrar a Levi y nuevamente apartar su trayectoria, cayendo los dos al suelo.
Ella lo miró.
- ¿Confías en mí?
- Siempre.
Recordaron esa misma conversación en aquella misión y se sonrieron.
Por su parte, Lilith cogió aire y emitió un grito ensordecedor. Un aire se levantó empujando árboles, empujando a los soldados, rompiendo tímpanos, haciendo que los gritos se hiciesen presentes. Levi clavó fuerte la cuchilla al suelo y agarró a Astar.
- ¿Dónde está tu poder de antideluviano Astar? Dónde está el poder que yo misma hice que tuvieras?
La voz distorsionada. La lluvia estaba cesando y la luz rojiza de la luna de aquella noche empezaba a reflejarse.
- Llevo más de 3 jodidos días acabando con tus estúpidas cucarachas. Creo que deberías retirarte.
- Tienes el poder de la purga. Tenías que ser tu. ¿Es por ese maldito vínculo que has creado con el mortal? Por eso no acabas con ellos?
- ME GUIASTE POR EL CAMINO DE LA HUMANIDAD
- PERO LOS HUMANOS ME TRAICIONARON Y HARÁN LO MISMO CONTIGO
Lilith observó cómo algunos soldados curiosos se asomaban. Elevó los brazos y una oscuridad aterradora los atrapó por completo, arrastrando esa oscuridad hasta que se absorbió en su cuerpo, dejando a su lado los cadáveres de los soldados. Volvió a posar los ojos en ella.
- ¿Vas a usar la armadura Astar? Estás al límite.
- Haré lo posible para que la humanidad gane por fin esta batalla, y si tengo que matarte, aún siendo de mi sangre, lo haré, me arrastre a mí al infierno nuevamente.
Astar mantuvo la mano en el suelo y un halo transparente surgió de la tierra para proteger a los soldados. Su visión era casi nula.
- Debes ir con ellos, eres su Capitán, Levi.
- Ya, pero parece que tienes predilección porque te salve el culo siempre por eso me quedo a tu lado.- Astar se aferró a su capa.
Una nueva horda de titanes surgía de debajo de la tierra detrás del escudo. Estaba todo perdido.
- Sólo hay una forma de acabar contigo. - la mirada se dirigió a Levi.
Este cubrió el cuerpo inútil ya de Astar. Ella le acarició el rostro.
- Hemos perdido Astar.
- Coge tu puñal. Confía en mí.
Lo empuñó y Astar rodeó su mano, y llevó el puñal a su corazón. Levi quiso apartarlo pero ella se lo impedía.
- Levi Ackerman, vamos a ganar, y a salvar a la humanidad.
Mantuvieron el contacto y el puñal se hundió en el pecho de ella, al mismo tiempo que una mano oscura atravesaba a Levi desde atrás, agarrando su corazón y apretándolo.
"Ella tenía la muerte y la respuesta al fin de la guerra"
Feigr- condenado a muerte
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