QUERIA QUE LOS DIOSES se la llevaran por lo que su mente pensaba, aunque sus pensamientos fueron interrumpidos debido a que Jane la hostigaba con los preparativos para el baile ya que Audrey (desafortunadamente) se había ido de vacaciones, vaya suerte que tenia.

—Jane hem. . .como gustes — respondió ida mientras se alejaba dejando a la chica confundida hasta llegar a su casillero donde reposo su cabeza mientras soltaba un suspiro de cansancio.

—¿Agotada? — hablo Ben a un lado suyo.

Blair rodó los ojos divertida

—No es algo que te concierne — respondió mientras abría su casillero y dejaba algunas cosas ahí.

—Vamos, hay que hablarlo — sugirió el joven rey

—Ya lo habíamos hecho — respondió Blair banalmente sin prestar atención en sus palabras

—No, no de ese modo — nego el castaño sonrojado — te pido una salida, no será una cita si no una salida para aclarar las cosas.

Blair lo meditó por un segundo, ¿quería explicaciones?, sin duda, ¿quería que las cosas fueran como antes?, por supuesto, al final sus pensamientos se coordinaron y asintió, después de todo no era una mala idea ¿verdad?

¿SE ARREPENTIRÁ? Probablemente, aunque mentiría si dijera que no lo estaba disfrutando. Ben le había preparado una comida deliciosa y estaba su postre favorito, tarta de frambuesas.

—Dijiste que querías hablar, te escucho — hablo Blair de repente

—Te debo una disculpa, por todo, por lo que te he hecho sufrir y por lo que ha pasado, Blair, te juro que yo no sabía que era un hechizo. — comenzó a disculparse mientras tomaba su mano

—Ahí está la cuestión Ben — lo detuvo Blair — si tu deverdad me hubieras amado no hubieras caido bajo el hechizo.

—Yo deverdad te amo Blair, más que nada, más que mi corona, mi trono o mi pueblo, te lo dije, eres mi luz, mi mundo entero — afirmó el joven rey en forma de súplica.

—No Ben — nego Blair — yo jamás fui tu luz, tu fuiste la mía y eso siempre te lo voy a agradecer.

Ben simplemente la escuchaba, pero no tenia nada para decir, tenía que reconocer que la habia perdido.

—Podemos arreglarlo, se que si — afirmó desesperado.

—No, no podemos — nego — y aunque lo hiciéramos nada volvería a ser igual, es mejor así y lo sabes además te lo dije. . .voy a irme.

—Tu prometiste jamás dejarme — recodo —¿¡Por que te empeñas en que esto no puede funcionar?! ¡Ya te lo expliqué todo! ¿¡Que más quieres de mí Blair?! ¡Dimelo! — grito el rey ocasionando que la chica se asustara

—¡Que me entiendas! — respondió del mismo modo —¡Que me escuches! ¡Que entiendas el por qué de las cosas y que me siento sola sin nadie!

Ben miró a Blair por unos segundos sin saber que decir, sabía que todo aquello era cierto.

—Tu mejor que nadie sabe lo que he sufrido y ahora tu me haces sufrir cuando dijiste que jamás me harías daño — respondió con la voz entrecortada — quiero ser libre y vivir mi vida libremente sin cadenas o jaulas de oro con engaños bonitos, aveces pienso que lo mejor hubiera sido si jamás te hubiera conocido

—No digas eso Blair, conocerte fue lo mejor que me ha pasado, llegaste a mi vida y la iluminaste, la llenaste de ilusión y cariño, deverdad te amo más que nada.

—También yo — respondió con la voz entrecortada — pero no quiero que me lastimes más de lo que ya lo has hecho, te amo, pero estoy siendo cruel para ser amable.

—Yo siempre estuve para ti — hablo el rey mientras sentia como un nudo se le formaba en la garganta — yo estuve ahí en tus noches más oscuras y en tus tiempos difíciles pero. . .¿dónde estabas tú?

—No, no quieras echar esto en contra mía, yo estuve para ti desde el primer día, te apoye, te aconseje, te ayude y siempre estuve a tu lado, así que no puedes decir que no he estado para ti — reclamo empezando a enfadarse

—Por favor — suplico — solo. . .solo te quiero de vuelta, a mi lado, quiero a mi Blair de vuelta, arreglemos esto.

—Ben, no importa los caminos que tomemos, sabes que siempre habrá un mapa que nos guíe de vuelta el uno al otro, pero yo no pienso seguir ese camino.

Blair se acercó hasta el Ben para darle un leve beso en su mejilla y luego abrazarlo, era como su despedida y forma de decirle adiós.

—Gracias, gracias por ser mi salvavidas en medio de la tormenta, por hacerme creer que alguien puede quererme de la misma manera en la que tu lo hiciste y sobre todo por enseñarme a vivir y a soltar el dolor.

Después de eso se alejó y le sonrió dulcemente, como la primera vez que lo conoció y como último acto de amor se alejó. . .para vivir su vida plenamente.

FIN

Nah, no se crean, aunque si lo quiero dejar hasta aquí, no seeeeeee ¿qué dicen? La historia depende de ustedes.