VIKTOR ESTABA enfadado, consigo mismo y con sus amigos.

—Remueve el hechizo — ordeno demandante hacia la pelimorada.
—No voy a hacerlo — respondió Mal a la defensiva.

—Por favor Mal, no sabes como lo está pasando Blair, estaba destrozada y todo por culpa tuya y sabes algo, ya no soy parte de tu estupido plan, hagan lo que quieran a mi no me importa —

—¿Estas dejándonos de lado por una miserable princesita? — cuestiono incrédula Mal hacia Viktor.

—No la llames así, ha hecho demasiado por nosotros, hagan lo que quieran a mi no me importa — sentenció por fin para dejar a los cuatro solos no sin antes dedicarle una mirada de disculpa a Carlos y a su hermana.

LE RESULTABA curioso el hecho de que nunca en su vida se habia preocupado por alguien más (además de sus amigos y hermana) que no tuviera un papel importante en su vida pero cuando conoció a Blair, su vida se iluminó en todos los sentidos.

Habia ido a ver como estaba la castaña en varias ocasiones dejando de ir a sus clases de bondad solo para estar con Blair, tocó innumerables veces su puerta esperando escuchar un pase y se asustó al no recibir ninguna respuesta, hasta que finalmente las puertas fueron abiertas dejando ver a una demacrada Blair, Viktor la abrazó inmediatamente.

—Ay Blair — suspiró abatido mientras la apegaba más a el —¿ya comiste?

Ella nego repentinamente, mientras volvía a morderse los dedos. Viktor lo notó por lo que inmediatamente tomo su mano y la apartó de su boca.

—No hagas eso, te haces daño — pidió amablemente con una ligera sonrisa, acarició sus mejillas levemente y con delicadamente limpio las lágrimas que caían

—Lamento si soy una carga para ti — se diculpo apenada Blair

—No Blair, jamás serías una molestia para mí — respondió con una sonrisa mientras acariciaba sus mejillas dulcemente.

Blair levantó la mirada para ver como Viktor tenía una cicatriz exactamente en la nariz algo infectada, ella se asustó por lo que lo tomó de las mejillas y lo inspeccionaba.

—¿Qué te paso? Por favor, dime que no te peleaste — suplico Blair

Viktor tomó sus manos y las besó delicadamente.

—Tranquila, no es nada — le aseguro restandole importancia —¿Sabes algo? Creo que has estado suficiente tiempo aquí sola, ¿quisieras ir al bosque conmigo bella dama? — bromeo Viktor en un intento de hacer sonreír a Blair.

—¿Acaso estas tratando de coqueterame? — pregunto divertida soltando una leve risa

—Talvez — respondió banalmente el castaño — solo quiero que sonrías ¿es mucho pedir que me des una de tus lindas sonrisas?.

Blair negó con una sonrisa al mismo tiempo que tomaba su mano he hiban directamente al bosque, sin saber que a lo lejos en un lago una pelimorada y un castaño estaban discutiendo por un hechizo.

LOS DOS CORRIERON hasta el bosque con una sonora carcajada por parte de Blair y eso fue suficiente para Viktor, escuchar su risa.

—Una carrera al lago encantado — reto la pelinegra con una sonrisa

—De acuerdo, pero si gano tendré que recibir algo a cambio — aseguro burlon a lo que Blair hizo un puchero.

—Bien, pero si yo gano. . .¿me preparas tartas de frambuesa? Son mis favoritas — hablo algo apenada a lo que Viktor sonrió.

—No soy muy bueno en la cocina pero por ti haría un intento, si gano. . .me darás un beso — hablo al mismo tiempo que corria dejando atrás a la pelinegra

—¡Viktor eso es trampa! — grito en respuesta siguiéndolo

—¡No lo es! ¡Jamás aclaramos la salida  Bloo! — grito con una carcajada de por medio mientras aún seguía corriendo con Blair detrás.

Hasta que milagrosamente vieron las ruinas cerca del lago fue cuando pararon, Viktor esperando a Blair con una sonrisa en su rostro.

—Quiero mi premio — pidió aún con una sonrisa

—No es válido, hiciste trampa — se corrigió la chica mientras intentaba recuperar el aire perdido

—Un trato es un trato — se justificó el chico.

En cuanto Blair estuvo apunto de contestar se escucharon unos gritos provenientes de las runas, ambos querían observar pero escuchar las voces de quienes gritaban decidieron que lo mejor era hacer como si no existieran.

—Hey — la llamo Viktor para distraerla — ¿un clavado en el lago?

Blair soltó una carcajada verdadera, y Viktor se dio cuenta de algo y si tuviera un solo objetivo en la vida sería hacerla reír siempre. Cuando tomo conciencia de lo que pasaba solo se dio cuenta como la castaña le daba un leve beso en su mejilla y corría en picada al lago.

El la siguió de inmediato y ambos impactaron en el agua con un estruendo, ni siquiera se molestaron en ver si Mal o Ben seguían ahí observandolos, solo estaban ellos, curando las heridas del otro.

AMBOS REGRESARON empapados y escurriendo de agua aunque poco les importaba que despues contrajeran un resfriado.

—¿Segura de que estaras bien? — pregunto el chico una vez que habían llegado a la puerta de la habitación de la castaña

—Gracias, Viktor me sacaste de ahí y eso siempre te lo voy a agradecer — respondió recordando las palabras que el le había dicho el mismo día en que llegaron.

Viktor sonrió enternecido y sin más que decir se retiró dejando a Blair entrar a su habitación. Aunque cuando lo hizo se llevó una mala sorpresa.

Se encontró a su madre sentada esperándola en uno de los sofás de frente con su mirada fría de siempre.

—Nunca puedes hacer las cosas bien ¿no es cierto? — pregunto irónica su madre hacia ella. — por supuesto que no, digo mírate tan. . .mediocre y sobre todo con un villano.

Blair simplemente la miraba en silencio aguantandose las ganas de llorar ¿por qué siempre que estaba su madre todo empeoraba?

—No es posible que alguien más te haya ganado al príncipe y sobre todo una villana — le reclamo Blancanieves molesta mientras se acercaba a ella — escúchame bien Lousie — hablo mientras la tomaba de las mejillas bruscamente y ponía presión en su agarre — siempre arruinas todo.

Blair se soltó de su agarre rápidamente, retrocediendo levemente hasta la puerta

—¿Terminaste mamá? Por qué si es así es mi turno de hablar — hablo Blair mientras se encajaba las uñas por detrás para enfrentar a su madre — estoy cansada de ti, no tienes ningún derecho de irrumpir en vida así como así, no es justo que me trates como si fuese una peste de mala muerte, ¡Soy tu hija!.

—Tu no eres mi hija — respondió Blancanieves fríamente con su mirada seria

—Entonces tu no eres mi madre — respondió del mismo modo Blair por qué ya estaba cansada y no permitiría que su madre siguiera atormentandola por siempre. — si no tienes algo más que decir puedes irte, pero de verdad espero que en tu frío y despiadado corazón te duela.

Blancanieves abrió la boca para decir algo, pero al quedarse sin argumentos ella se retiró quitándole a Blair un enorme peso de sus hombros.

Y cuando finalmente se fue Blair se tiró a llorar desconsoladamente.

La guerra se había acabado por fin.

¿Ben? ¿Quién es Ben? ¿Y si mejor Blair se queda con Viktor? No sé, yo solo digo