Apoyo Intrafamiliar ch 1


Los saludo otra vez señoras y señores, ¿Ya tienen a sus parejas para este San Valentín o al igual que yo aún no les cae del Cielo su Media Naranja para que no pasen por una horrible etapa de gótico emotivo que les ponga las caras súper largas? (El sonido de grillos es lo único que se escucha ante esta broma tan tonta que no causa ni cinco de gracia)

Este... como decía, hace no mucho hice un fic de una pareja super Crack conformada por Liam y Miguel titulada: "Terapia Para un Corazón Roto" (Si, una historia Yaoi en caso de que se lo pregunten :P) debido a que era parte de una apuesta que perdí y que debía hacer con contenido Triple X intenso (Vuelvo a tomar de mi botella de licor)

Pero eso fue solamente la mitad de la apuesta, porque ahora debo hacer un segundo fic con también escenas súper picantes. Dentro de los parámetros del Fandom de TLH esto sería algo... "normal y cotidiano" nada del otro mundo y que he visto ya un montón de veces:

Loudcest (El estruendoso sonido de truenos es acompañado de un millar de rayos)

Aunque en el pasado ya he escrito unas dos o tres historias incestuosas, jamás pensé que debería hacer una con escenas que literalmente es nopor puro, pero hey, una apuesta es una apuesta y debo cumplirla aún si no me gusta.

¿Y a que no adivinan quiénes serán los protagonistas? ¿O tal vez si lo adivinan gracias al Sumary? Ya que diantres, espero que les guste más leerlo de lo que yo al escribirlo (Sigo tomando de mi botella hasta que esta queda vacía) carajo... ¡Ah buena se me acaba mi preciado licor! (La tiro y busco otra desesperadamente)

      CAPÍTULO UNO: UNA FAMILIA DE LOCOS AÚN MÁS LOCA

En una bella plaza de Royal Woods, un joven castaño de entre 20 y 25 años se hallaba cruzado de brazos apoyado en un poste. Vestía elegantemente un conjunto azul, con gabardina, guantes negros sin dedos, una bandana alrededor de su cabeza de diversos colores que mayormente era tapada por su larga cabellera y teniendo en la mano derecha un bello ramo de flores.

Se veía ansioso, e incluso preocupado, igual a como lo estaría alguien que va a hacer algo que no le va a gustar y que podría herir a otra persona, gesto que se complementaba con la manera en como movía de arriba abajo el pie izquierdo no prestándole atención a la gente que caminaba cerca de su posición.

Cualquier pensamiento que surcaba por su cabeza fue interrumpido cuando alguien lo abrazó fuertemente por la espalda alzándolo del suelo y que abriese enormemente los ojos.

-¡LEMYCITO! ¿Llevas mucho tiempo esperándome? ¿Te salieron raíces en los pies?

La responsable de eso era una mujer también castaña, mucho mayor que él, pero algo corta de estatura y en una admirable condición física que también llevaba elegantes prendas, dignas de una cita, para rodearle un cuello y hacer que se inclinase y besarlo sin pena alguna en la boca.

-Descuida, Tía Lynn. Solo llevo esperando unos 10 minutos- dejó que lo besara y recorrió su espalda con la mano izquierda sacándole un leve brinco cuando le masajeó la retaguardia.

-No seas tan liso, pequeño descarado- lo apartó de un leve golpe mientras reía.

-Es que te ves tan bella así cuando te molestas... y porque ya te he dicho muchas veces que no me gusta que me saques el aire con esos abrazos de oso- fue su modo de cobrarle ese brusco saludo -y pues... mira, te traje esto- con cierta pena, le ofreció el ramo de flores que sostenía.

-Ay, Lemy... ¡SON HERMOSAS!- lo tomó con ambas manos y aspiró su aroma -¿Tulipanes rojos?

-Claro. Desde un inicio supe que vendrías vestida con ese color y porque son tus flores favoritas, ¿Y qué mejor ocasión que nuestro séptimo aniversario para dártelas?- agarró su mano derecha.

-Tú sí que me conoces bien, sobrinito- bastante conmovida quedó por esas palabras y apoyó la frente en su hombro apegando el ramo a su pecho -así qué... ¿Unas carreras hasta el restaurante? Estas ropas son flexibles y no me limitaran en nada a la hora de correr... o hacer otras cosas- sería imposible no captar las dobles intenciones de este comentario.

-¿Segura, Tía Lynn? Es que me costó mucho este traje y no quisiera ensuciarlo o rasgarlo- el joven se agarró las solapas no muy de acuerdo con esa idea y tampoco tentado por lo dicho al final.

-Increíble que pienses tan delicadamente luego de todo lo que hemos hecho hasta ahora. ¡Deja de ser flojo y aguántame el paso!- no mediando más palabra alguna, trotó a paso veloz haciendo total caso omiso a las miradas que varias personas le daban debido a lo raro que es que una mujer de su edad y con esas prendas hiciese ese tipo de actividad física.

Lemy cerró los ojos y suspiró resignado, pero sonrió y decidió ir tras ella para llevar a cabo lo que sea que haya planeado para ese día tan especial para ambos y que solo se da una vez al año.

Un joven adulto en una relación con una mujer tan mayor que podría ser su madre. No es algo nuevo y ya se ha visto varias veces antes, pero, ¿Un sobrino teniendo una relación incestuosa con una tía durante al parecer siete años?

Sin dudas eso está lejos de los estándares de normalidad y rayaría por completo de lo aberrante e inmoral y más de uno soltaría un grito tachándolos de enfermos y degenerados exigiendo una explicación de por qué hacen lo que hacen y cómo lo han hecho durante tanto tiempo.

Pero el que ya conociera de antemano a la familia de la que provienen, sabrán muy bien que ninguno de sus integrantes puede considerarse alguien "normal" porque también distan bastante de los parámetros promedio impuestos por el resto de la sociedad.

La Familia Loud, perteneciente a la Casa de Locos como solían llamar sus más cercanos y desafortunados vecinos a la vivienda que moraban teniendo que aguantar día a día los escándalos sobrenaturales que se generaban ahí, orando para que sus ocupantes, 10 chicas y un chico al fin crecieran para que se largasen y lleven su función de circo a otro lugar.

Plegarias que jamás fueron escuchadas, porque si bien eso parece que ocurriría cuando la mayor de las jovencitas, Lori, fue a la Universidad, eso jamás fue un impedimento para que el resto siguiese haciendo de las suyas, de hecho, sin su presencia solo se alborotaron más.

Incluyendo al único varón entre ellas, Lincoln. Siempre se caracterizó por ser muy amable y paciente con todas, dispuesto a ayudarlas en lo que necesiten debido a lo mucho que las amaba.

Demasiado, de un modo que con el pasar del tiempo y al dejar de ser un niño para volverse un adolescente, pasó de ser un fuerte lazo afectivo que se tendrían entre hermanos, a uno inclinado al índole romántico siendo un sentimiento recíproco porque ante los ojos de ellas dejaba de ser solamente su hermanito a volverse de a poco un apuesto hombre que cumplía con prácticamente todos los estándares de calidad que una mujer busca en uno por todas sus grandes cualidades.

Lo que inevitablemente los llevó a realizar uno de los más profanos actos que puedan llevarse a cabo en una familia tan numerosa: incesto.

-¡¿CÓMO QUÉ ESTÁS EMBARAZADA DE LINCOLN?!- gritó un muy alterado Lynn Sr. al mencionado que ya tenía 17 años y a Lori de 22 que poseía una leve barriga de embarazo.

-Así es, papá. Estoy esperando un hijo de Lincoln- la mayor de sus hijas se mantuvo firme en su afirmación y no reveló el gran miedo que la carcomía por dentro, a diferencia del peliblanco que muy aterrado se hallaba por como él y su madre fuesen a reaccionar.

No espero para nada que su papá se desmayase sufriendo un paro cardiaco ante lo que su madre y hermanas de inmediato tuvieron que socorrerlo gritando desesperadamente, llegando a los extremos de que Lisa recurrió a unos desfibriladores para reanimarlo.

-¡DESPEJEN, DESPEJEN!- al frotar entre sí esos aparatos para colocarlos en su pecho causando que se despertara soltando un grito igual al que soltaría una mujer cuando ve a un ratón.

-Por favor díganme que no oí lo que creo que oí... ¡Díganme que mi hijo y la mayor de mis princesas hicieron lo que dijeron que hicieron! ¡DÍGANME QUE SIGO INCONSCIENTE Y QUE SOLAMENTE ESTOY ALUCINANDO!- volvió a gritar histérico sujetándose el escaso cabello que tenía a los costados de su cabeza.

-No... no estás soñando, ni bromeamos. Les estamos diciendo la verdad- esta vez fue Lincoln el que dio un paso al frente inflando el pecho mientras tomó de la mano a Lori que sonrió enorgullecida de que al fin se armase de valor.

Consiguiendo que su padre llorase como una Magdalena para abrazar a su esposa, qué a pesar de también estar igual de impactada, se tomó la situación con mucha más calma; lo que causó que el resto de sus hijas los vieran con pena ajena sumamente avergonzadas de que su "figura paterna" se comporte peor que una niña pequeña.

-¿Cómo pudieron hacer algo así? ¡¿EN QUÉ RAYOS ESTABAN PENSANDO USTEDES DOS?!- el grito iracundo y de desprecio que expresó la Matriarca de la familia tuvo la misma intensidad que el de su marido dedicándoles la más dura mirada que alguien haya visto de su parte.

-Es algo muy difícil de explicar, mamá. Es solo que... que... tan solo se dio y ya- fue la única explicación que se les ocurrió dar, porque jamás se pusieron a pensar en que decirles cuando llegase el momento de contarles la verdad a sus progenitores.

Y desgraciadamente para los Señores Loud, esa no sería la última vez lidiarían con el mismo escenario.

-¡¿TÚ TAMBIÉN TUVISTE RELACIONES CON TU HERMANO?!- volvió a gritar histérico Lynn Sr. ahora teniendo delante suyo a Leni tan solo un año después de que Lori diese el comunicado.

-¡Claro! ¿No es genial? Dentro de poco tendrán un nuevo nietecito- la segunda mayor, y todavía muy despistada, de sus hijas se frotó con ternura su vientre.

-Ah...- y al igual que la ocasión anterior, el castaño casi calvo cayó medio muerto.

-¡OH NO OTRA VEZ, QUÍTENSE, QUÍTENSE!- nuevamente Lisa tuvo que reanimarlo.

-No parece que se lo vayan a tomar con más calma el resto de las veces...- susurró Luna a Luan, qué a pesar de la delicada situación, tuvo que suprimir una atronadora carcajada.

Porque la Rockera tuvo toda la razón...

-¡POR FAVOR DIGAN QUE SOLO NOS ESTÁN TOMANDO EL PELO!- con la potencia de las veces anteriores, el Patriarca de la familia gritó delirando.

-Jamás mentiría con algo así, Dad. Yo espero un hijo de mi Brother- con la firmeza de Lori, Luna se sobó el estómago con una mano y con la otra tomó la derecha del ya ahora padre de tres.

-¡AAAHHH!- volviendo a gritar como reina del drama y arrancándose el pelo de los costados de la cabeza, su papá otra vez se desplomó ahora siendo sujetado por unos brazos mecánicos que pertenecían a una silla especial que Lisa ya había preparado de antemano para esa situación, incluyendo unos desfibriladores.

-No creo que le quede mucho pelo que tomarle cuando sea mi turno, ¡JAJAJAJA! ¿Entienden?- su hija comediante no desaprovechó la oportunidad para decir una de sus estúpidos chistes.

Aunque, no estuvo para nada lejos de la realidad.

-¡QUE SEA UNA BROMA, QUE SEA CUALQUIERA DE TUS BROMAS! ¡¿SOLO ES UNA DE TUS PESADAS BROMAS, VERDAD?!- ante el anuncio de Luan, Lynn Sr. casi se aplastó su cráneo debido a la fuerza que usó con las manos al volver a colocarlas contra los costados.

-¿Qué comes que...- al comenzar a formular esta pregunta hizo que sonriese esperanzado porque creyó que si bromeaba únicamente -...no adivinas, papá?- sonrió con burla cuando esa expresión se invirtió volviendo a ser la más desesperanzadora.

-¡¿Cómo diantres se te ocurre bromear con algo así, Luan?!- regañó Rita tomándole una mano a Lynn Sr. cuando este volvió a caer en la silla especial de Lisa que ya le estaba dando aires con unos abanicos sujetados por brazos robóticos.

-¿Qué nunca han oído que el humor es la mejor cura para cualquier malestar? Aunque no creo baste para curar tu calvicie y problemas cardiacos, papá- por más ácida que haya sonado este chiste, a algunas de sus hermanas si les causó gracia y debían disimular su risa.

La que sigue...

-Sinceramente yo ya no sé qué pensar de ti Lincoln y de todas ustedes, ¡¿ES QUE ACASO TODOS SE PUSIERON DE ACUERDO PARA MATARNOS DEL SUSTO O QUÉ?!- volvió a regañar Rita sujetando de nuevo la mano de su ya casi difunto esposo ante la noticia que Lynn Jr. les dio.

-Lo que realmente sorprende es que sigan sorprendiéndose, ¿Cuándo entenderán que esto es solo el resultado del enorme amor que yo... que todas nosotras le tenemos al apestoso?- a Lynn Jr. ya se le hacía de lo más fastidioso tener que ver tantas veces esa reacción tan trillé y gastada.

Pero, debido a la situación, nadie pareció notar como se corrió al momento de hacer esa pregunta.

-Suspiro... ¿A estas alturas del martirio sin fin que llamamos "vida" todavía reaccionan como si les dijéramos que las Fuerzas del Cielo y del Infierno van a desatar su inminente batalla final?- fueron las para nada reconfortantes palabras de consuelo que Lucy les dedicó luego de esa repetitiva reacción que tuvieron al decirles que tendrán un nuevo nieto en camino.

-Más bien, a estas alturas San Pedro debe de estar fastidiado por las visitas tan frecuentes que papá le ha hecho preguntándose cuándo dejará de torearlo- por enésima vez, Luan dijo un muy subido chiste consiguiendo las mismas reacciones de antes.

Pero si había algo que podía ser más impactante que saber que su hijo tuvo por lo menos una sola vez relaciones carnales con sus hijas, es que les dijesen que tuvo dos veces ese tipo de contacto con la misma (Cosa que es poco probable por el gran afecto que dicen que se tienen entre sí)

-¡¿EMBARAZADA DE NUEVO, LUNA?! ¡¿QUÉ TENÍAS TÚ Y LINCOLN EN LAS CABEZAS?!- siendo una escena repetida, Rita fue la única en expresar con palabras su enorme descontento.

-Todo ese "polvo mágico" que los compañeros de banda de ella les ofrecieron luego de ese concierto- esa pregunta fue respondida por Luan.

-Bueno, si les sirve de consuelo, esta vez será un niño. ¿No te parece genial, papá? Al fin tendrás un nieto con el cual vivir grandes momentos como los que viví con Leonard y con Pop-Pop- Lincoln intentó suavizar el golpe emocional, cosa inútil debido a que otra vez Lynn Sr. estaba casi a los pies de San Pedro tal y como Luan se lo dijo en esa ocasión.

-Este... ¿Es mal momento para decirles que papá acaba de romper el Récord Guinness del hombre que más veces ha tenido que ser revivido después de un pardo cardiaco?- Lisa tomó la palabra.

-Para nada, es más, creo que lo seguirá rompiendo durante mucho tiempo más- todos volvieron a reír por la broma hecha por Lynn Jr. que cargaba a su pequeña hija dándole un biberón.

Ya sea por resignación o lentamente habérseles hecho costumbre, Rita y Lynn Sr. empezaron a tomarse con "más calma" el hecho de que sus hijas e hijo tuviesen descendientes después del segundo embarazo de Luna, lo que no significaba que se pusieran sumamente felices cada vez que llegaba una nueva... ¿Bendición o maldición? Al Rebaño Loud.

-Mami, papi, ¿A qué no adivinan la noticia que Lincoln y yo tenemos que darles?- una totalmente adulta Lola habló con tono meloso tamboreando los dedos en su abdomen.

-No nos digas: también estás esperando un hijo de tu hermano, ¿No?- supuso Rita sujetándose el puente de la nariz expulsando un suspiro tan pesado como un saco de cemento.

-¡Error! Resulta que voy a tener un hijo con... esperen, ¡¿Ya lo sabían?! ¡¿Cuándo?! ¡¿Cómo?!

-Ya lo suponíamos. La pregunta correcta era, ¿Cuándo iban a tenerlo?- con manos temblorosas, Lynn Sr. tomó un frasco de píldoras para tomarse varias de un tragón.

-Parece que tu sorpresa no sorprendió a nadie, hermana- Lana se cruzó de brazos sonriéndole con burla, seguramente porque antes se había molestado de que ella le ganase en esa "competencia"

-¿Así es como nuestros abuelitos reaccionaron por las noticias que nuestras tías y papi le dieron sobre nosotras? No son tan graciosas como la Tía Luan dijo que fueron- supuso Lacy de 6 años, con enorme inocencia.

-Pu-pues muy equivocada estás, porque no es ni la mitad del drama que hacían, es-especialmente el abuelo- corrigió Loan de una década muy tímida al recordar eso con mucha incomodidad.

Por lo que no fue sorpresa alguna cuando pocos años después Lana dijo que también iba a tener un hijo con Lincoln, pero sí que fue muy grande el asombro cuando Lisa les dijo eso mismo, todo debido a que quería crear un "nuevo y mejor ser humano" usándose a sí misma como tierra de cultivo y las semillas de su hermano (Que gentilmente depositó en ella) para tal experimento.

-Todas... ¡Todas y cada una de ellas cometieron el mismo error! ¡¿Qué hicimos mal para que ellas y él hiciesen "eso" entre sí?!- se lamentaba Lynn Sr. llorando a caudales mientras que la hijita de la gemela de gorra roja jugaba de lo más alegre con unos bloques de construcción en la alfombra de la sala.

-Tal vez... si hubiéramos sido más estrictos con ellas y no perdonarles tan fácil sus diabluras cuando eran chicas, habrían sabido cómo comportarse y no dejarse dominar fácilmente por sus impulsos y que pensasen mejor en las consecuencias de sus actos- era demasiado tarde para que Rita al fin reconociera sus errores como padres.

-Pero aún queda nuestra pequeña Lily. La única que todavía puede formar una familia normal y que al parecer si aprendió a separar el amor romántico del fraternal. No todo está perdido- trató de reconfortarlo al tomarle una mano.

-Eh... mamá, papá...- la aludida, que ya era una joven adulta, se les acercó algo asustada.

-¿Lily? ¡Mi nenita! ¿Y ese milagro que nos visitas? ¿Acaso ya terminaste tus estudios universitarios o...?- Rita y Lynn se pusieron sumamente felices por su presencia.

Gestó que se hizo añicos cuando al verla mejor notó que tenía una leve panza.

-Yo... ah... debo... debo decirles algo importante- la ya no pequeña rubia sudaba a chorros.

-No... no, no, no... ¡¿ACASO TÚ TAMBIÉN...?!- colocándose pálido como un fantasma, su papá cayó en los viejos hábitos al desplomarse casi sin alma y su mamá tuvo que recurrir a la silla médica de Lisa para que esta no fuese su vista al Más Allá definitiva.

-¿Qué pasó, Lily? ¿Ya le dijiste a tus padres que esperas un hijo mío?- quiso saber un ya tampoco pequeño Carlitos Casagrande asomándose ligeramente de dónde está escondido.

¡Resultó ser que esa fue una falsa alarma para variar las cosas al menos una sola vez!

-No, pero, creo que al saberlo dejarán de tener la presión tan alta... ¿O no?- por más que tratase, la blonda no lograba contener la risa que le daba esa reacción a pesar de haberla visto ya muchas veces antes.

Con eso quedaba más que claro que los Loud jamás podrían caber en los estándares normales del resto de la sociedad, es más, quedarían mil veces peor y todos los tacharían de fenómenos si se revelase quién es el verdadero padre de tantas chicas que salieron aparentemente de la nada.

En más de una ocasión Lynn Sr. y Rita le habían advertido a su hijo e hijas que si seguían así los echarían de la casa y ya no los reconocerían como su prole, y hasta les amenazó de denunciarlos con las autoridades aún si eso significaba que la verdad saliera a la luz.

Pero el gran amor que se tenían todos pudo más y ellas también le cantaron la tabla al decirles que si algo le llegaba a pasar a él o a sus respectivas hijas los odiarían para siempre y jamás se volverían a referir a ellos como padres.

Por lo que gustosos o no, y muy a regañadientes, aceptaron la muy inmoral relación estilo harén que ellas y él tendrían a partir de ese momento, todo con tal de que la familia no se desmoronase.

Pero eso no solucionaría el resto de problemas a largo plazo, porque uno de los más importantes sería: ¿En dónde vivirán todas ellas y su endogamia descendencia?

Lincoln no es omnipresente y no puede estar en todos lados al mismo tiempo. Si alguna de sus hermanas decidiera hacer su vida en otro lugar junto con el hijo que concibieron, no podría irse a vivir con ella porque siempre ha dicho que las ama a todas por igual y no puede darle a ninguna un favoritismo especial y menos delante de su peculiar prole.

La mejor solución para que todos estén contentos es que viviesen bajo el mismo techo, la original Residencia Loud. Era la única forma para que un hombre pudiera estar para sus diez hijos y nueve "esposas" y estar siempre ahí para todos y asegurarles de repartirles equitativamente el gran amor que les tiene y nadie se sienta menos tratando de ser la mejor figura paterna que pueda ser.

Y qué bueno que sea así, porque solo alguien como él que ya he tenido la experiencia de lidiar con las locuras de diez chicas en su juventud, podría aguantar las diabluras que harían la nueva decena de generadores de migrañas.

-¡Lulu, regresa aquí con eso!- un Lincoln que ya estaba cerca de las cuarenta velitas perseguía a Lulu de un solo año que gateaba a paso veloz teniendo en su boca una sonaja.

Al llegar ante una pared, en vez de estar acorralada y no tener escapatoria alguna, lo que la nena hizo fue gatear en el muro tal cual como si fuese Spiderman hasta llegar al techo quedando fuera de su alcance riendo tiernamente haciendo unos leves aplausos.

-No me digas que desarrollaste una nueva habilidad sobrehumana...- rascó su nuca maldiciendo las mejoras genéticas que Lisa usó en sí misma mientras el fruto de su amor se formaba en su vientre.

-Te... ¿Te ayudo, papi?- ofreció una Loan de 17 con su característica timidez frotándose las manos aún por encima de las largas mangas de su buzo azul.

-Te lo agradecería un montón, mi princesa- al sonreírle, ella desvió la mirada algo sonrojada.

-¡PAPIIIIII!- este grito proveniente de un cuarto cercano causó que se llevase las manos a los oídos debido a que tuvo tanta potencia que por poco reventó los cristales de la casa.

-¿Ahora qué pasa, Leia?- preguntó al entrar sabiendo que no le espera nada bueno.

-¡MIRA, PAPI, MIRA LO QUE LUPA LE HIZO A MI LIBRO DE CUENTOS!- una niñita de 6 años y coletas lo abrazó de una pierna enseñándole un libro para nenes mientras lloraba a caudales.

Al tomarlo y verlo descubrió que las ilustraciones y párrafos que supuestamente deben ser aptos para mentes infantiles, fueron alterados drásticamente a escritos e imágenes que no son para nada adecuados para un niño pequeño.

-¿Cuál es el problema? Solo te di una versión sin censura de esos cuentecitos que tanto te gustan. ¿Es que acaso no quieres saber cómo eran las versiones originales antes de que Disney las endulzaran?- dijo con enorme cinismo una chica de 12 y pelo tan blanco como el de su padre.

-¿Ahora qué rayos pasa contigo, Lupa?- él dio un paso al frente, pero ella no se intimidó.

-Dándole una cucharada de su propia medicina, porque en caso de que por casualidad se te haya olvidado, mi estimado padre, ella dañó las hojas de los poemas que mi madre me ayudó a escribir al usarlos para crear estúpidos barquitos papel y jugar con Lizy.

-Esa no es la forma de arreglar los problemas de la vida, jovencita. Ahora discúlpate con tu hermana- le exigió dando otro paso hacia adelante, a lo que Leia le sacó la lengua a la albina.

-Claro, la apoyas y no le das su buen chancletazo solo porque la Tía Lola es la que mejor se desempeña al momento de liberarte del estrés que todas te causamos, ¿No?- tuvo la osadía de dedicarle semejante comentario.

-Jovencita...- una palpitante vena se formó en la frente de Lincoln por el coraje que le generó esa afirmación (Que no distaba de la realidad) -¿Quieres que me quite el cinturón acaso?- llevó una mano a su hebilla advirtiéndole que ella sería la que se ganase una severa tunda.

-Huy, ¿Ya quieres dar el siguiente paso y ahora deseas engendrar hijos-nietos? Me siento tan honrada de ser la primera a la que le pidas eso, pero, habría que pedirle a esa enana que se vaya para que no pierda la poca inocencia que le queda- pero la albina continuó con sus burlas.

-Ahora sí te lo ganaste...- perdiendo la paciencia, Lincoln empezó a desabrocharse la correa.

-¡Solo bromeaba, solo bromeaba!- dando un hábil salto, Lupa pasó por encima de Leia esquivando por poco un correazo de Lincoln para irse corriendo también sacando la lengua y bajándose el párpado derecho.

-¡REGRESA AQUÍ, JOVENCITA!- no iba a dejar que se saliera con la suya tan fácilmente.

-¡PAPÁ, UN POCO DE AYUDA EN LA COCINA!- pero este nuevo grito proveniente del primer piso evitó que fuera hincharle las nalgas a correazos a la peliblanca.

-Paren el carrusel, por favor...- cerró los ojos para reunir paciencia ante ese nuevo predicamento.

Bajó las escaleras y al pasar por la sala, sonrió con orgullo al ver a la quinceañera de Lyra sentada en el sofá principal de la sala teniendo a la pequeña Lizy sobre su regazo leyéndole un libro.

-... entonces Dios creó un diluvio con el que eliminó a los impuros que habían corrompido su tierra sagrada eligiendo a unos pocos para repoblar al mundo cuando las aguas bajaran- frunció el ceño no muy de acuerdo de que le leyera ese tipo de pasajes bíblicos a una niñita de 3 años.

-¿Y cómo repoblaron el mundo Noé y su familia, hermana? ¿Hicieron lo mismo que papi hizo con mi mamá y mis tías? Porque ellos eran los únicos humanos que quedaban con vida, ¿No?- pero la inocente pregunta que la nenita formuló le hizo soltar una efímera, pero potente carcajada.

-Uh... eh... no, no, hermanita. Verás, es solo que...- a la hija mayor de Luna no se le ocurrió que decirle sin tener que contarle lo que ese sagrado escrito tenía impreso respecto a ese tema.

Al haber oído esa risa por parte de Lincoln se giró pidiéndole ayuda con su mirada, pero él lo único que pudo hacer fue encogerse de hombros por tampoco saber que inventarse y las dejó solas para ir a la cocina de la que ya salía mucho humo.

-¿Qué ocurre aquí?- tosió un par de veces agitando la mano.

-Nada, papi, solo que hicimos un leve error de cálculo con la receta tradicional del abuelo que nos llenó de puros humos la cabeza, ¡JEJEJE! ¿Comprendes?- Liby de 14 hizo una broma estúpida y sin gracia tal cual como las que haría su madre teniendo en manos una de las ollas que creaban esa humareda para colocarla en el lavaplatos.

-Liena, dime que pasó- ignorando por completo ese chiste, Lincoln le habló a la segunda mayor de sus hijas después de que esta se quitara unos guantes al haber sacado algo del horno.

Ella era muda, por lo que comenzó a explicarle la situación haciendo diversas señas de manos que él comprendió muy bien hasta que finalizó haciendo un ademan con el que emuló una explosión.

-Ah, ya entiendo...- se frotó la quijada -no, niñas, no debieron ponerle tanta levadura y salsa a la receta. ¿No se les pudo haber ocurrido que su intento de hacer más delicioso el almuerzo habría tenido efectos totalmente contraproducentes?- ambas chicas agacharon la cabeza apenadas.

-Solo terminen de limpiar este desastre mientras pido comida a domicilio, ¿Les parece bien?- pero no las regaño muy feo porque sabía bien que no lo hicieron con mala intención.

Pero un ruido que solo puede compararse al de dos trenes chocando a toda marcha y que provino del garaje amenazando también con romper todos los cristales de la vivienda causó que pusiera una cara igual a la que pondría alguien que oye uñas raspar un pizarrón.

-Parece que mi hermanito está buscando nuevas formas de desestresarse y que no sea seguir sacándole sangre a su mano derecha, ¡JEJEJE! ¿Comprenden?- ante esta broma muy subida de tono de Liby, Liena le dio un codazo y la regañó haciendo más señas de manos.

Al ir al garaje, Lincoln se tapó las orejas con ambas manos avanzando muy lentamente como si lidiase con un fuerte viento notando como los objetos en las paredes vibraban, incluso algunos cuadros y fotos se caían.

Una vez adentro vio a un niño de 11 años tocando con fervor una guitarra eléctrica conectada a unos potentes altavoces iguales a los que se usarían en un concierto de Rock y que también hacían temblar el suelo mientras movía de arriba abajo su abundante melena castaña agitando la cabeza.

-¡LEMY! ¡LEMY!- lo llamó varias veces, pero no lo oía debido a la potencia de la música, por lo que no le quedó de otra que desconectar el cable que unía la guitarra a los altavoces -¡LEMYYY!- volvió a gritarle porque él todavía tocaba su instrumento musical no habiéndose percatado aún de su presencia.

-¡OYE, VIEJO! ¡¿CUÁL ES TU PROBLEMA?! ¡¿NO VES QUE ESTOY ENSAYANDO?!- le devolvió los gritos, muy molesto por su repentina intromisión.

-¿Y no ves que casi me dejas sordo a mí y a tus hermanas con tremendo escándalo? ¿Qué acaso no puedes practicar sin tener que conectarte con esas turbinas con las que amenazas volarnos las cabezas a todos nosotros y al resto del barrio?- lo regañó cruzándose de brazos.

-Algún día yo seré un gran músico como mi mamá y por eso debo practicar con los altavoces, para estar totalmente acostumbrado a la magia espectacular que haré en mi gran debut- muy seguro está de sus palabras y se pasó una mano por su cabellera bastante presumido.

-"Nunca dejo de preguntarme como mamá y papá lo lograban con nosotros en su momento sin perder la cabeza en el proceso"- pensó muy exasperado Lincoln frotándose los ojos.

-¡¿Por cuánto tiempo más seguiré aguantando tal martirio?! ¡¿Qué he hecho yo para merecer tal infierno en vida?!- no era el único en estar sumamente frustrado, porque increíblemente, el Señor Quejón seguía vivo, todavía siendo su vecino, pero ahora postrado en una silla de ruedas más cascarrabias que nunca (Y con buena razón)

Con todo eso bastaba para corroborar que la Casa de Locos seguirá siendo un tema de que hablar durante muchos años más, haciendo actos incluso más histéricos y delirantes de los que Lincoln y sus hermanas hicieron en su juventud, para la horrible desgracia de todos los que vivan en el mismo barrio y más allá.

Sin embargo, y a pesar de haber explicado cómo funcionaba esa para funcional familia y cuáles son sus orígenes, aún no se decía el por qué en un futuro no muy lejano Lemy y Lynn Jr. tendrían una relación amorosa, que según en palabras de Lupa, podría tener como resultado un... ¿Primo-hijo?

Habría que seguir indagando más, pero a resumidas cuentas, se debía a que algunos mañanas y costumbres fueron pasadas de los padres a los hijos (Y al revés)

-¡Hemos vuelto! ¿Nos echaron de menos?- saludó Lynn entrando a la vivienda junto con Lacy de 13 velas, llevando ambas, prendas deportivas impregnadas de sudor.

-Llegaste justo a tiempo para ayudarme con este desastre, Lynn- Lincoln se les acercó para besarla en la mejilla, pero ella fue más lejos y lo tomó para besarlo directamente en los labios.

-¡Lynn, ya te he dicho muchas veces que no me beses así delante de las niñas!- alarmado quedó por el posible mal ejemplo que les estaría dando a todas; cosa que Lyra corroboró porque le había tapado los ojos a Lizy dedicándoles una mirada acusadora.

-Oh, por favor. No me salgas ahora tan puritano, Lincoln. Que nos han visto hacer muestras de afecto más explicitas que esta varias veces antes- solo le causó risa tanto a ella como a su hija.

-Ahora dime en que te ayudo y que no puedes solucionar como el dichoso "hombre de la casa" que se supone que eres- apuró y flexionó su sudoroso cuerpo atlético, visión que a él lo hubiese dejado de lo más hipnotizado en otro momento, pero que ahora solo lo distraía.

-Loan trata de atrapar a Lulu que ahora es capaz de escalar las paredes como lagartija, casi se produjo un incendio en la cocina porque accidentalmente Liena y Liby echaron a perder el almuerzo, Leia comenzó a perseguir a Lupa porque esta dañó su libro de cuentos y Lemy practica sin control alguno su música no importándole el escándalo que genera- apenas dijo eso, pasó frente a ellos la hija de Lori que correteaba a la hija de Lisa que seguía gateando de cabeza al estar pegada en el techo.

-Definitivamente sin mí o sin las demás aquí para apoyarte, todo esto se pone patas arriba- negó algo decepcionada porque no era lo suficientemente estricto para imponer orden -¡Ustedes dos dejen de estar persiguiéndose como gatos y ratones!- llamó la atención de Lupa y Leia.

-Tú ve a ayudar a Liby y a Liena en la cocina- le ordenó a la hija de Lola que hizo lo pedido ya asustada -y tú ayuda a Loan a atrapar a... "la niña mosca" ¡Y rápido!- habló con tono militar.

-¿Y solo porque eres la esposa favorita de papá enseguida acataré tus órdenes como si fueses mi madre? Sigue soñando, Tía Lynn, sigue soñando- con la misma osadía que usó con Lincoln, Lupa hizo un ademan con la mano restándole importancia a su petición y amaño con irse.

Soltando un gemido de asombro y abriendo mucho los ojos, Lincoln se dispuso a volver a quitarse la correa para ahora sí hincharle las nachas, pero Lynn fue más rápida y tomó a la albina de una oreja jalándosela tan fuerte que la alzó levemente del suelo.

-Estás eligiendo a la persona equivocada para tirártelas de la muy berraca, jovencita. Así que aprendes a respetar a tus mayores a las buenas o te obligo aprender a punta de pata y tú sabes muy bien que mi mano pesa mucho más que la de tu padre, tu madre o el resto de tus tías- no le iba a dar una segunda oportunidad y apenas resistía el impulso de zamparle la mano.

-Ay... ay... ¿Sabes qué puedo acusarte con la Asociación Protectora de Menores de Edad por esto, verdad?- Lupa quiso mantenerse inmutable y consiguió que Lynn casi le arrancara la oreja.

-¿Quieres seguir tentando a tu suerte, niña malcriada?- estaba a nada de darle un buen golpe.

-Perdón... perdón... ya suéltame... suéltame- exigió hablando agudamente y soltando unas lágrimas hasta que la deportista la liberó -auch... auch... jamás dejo de preguntarme que vio papá en usted para que me diesen una hermana mayor, ¿Es que acaso le gustaba que le jalases las orejas u otra cosa o que él le diese a usted con la correa?- increíblemente, continuó haciendo bromas súper subidas de tono mientras se sonaba la oreja derecha.

-¡AHORA SÍ NO SOPORTO!- tronándose los nudillos, Lynn iba a darle el castigo de su vida.

-¡YA, LYNN, NO VALE LA PENA, NO QUIERO QUE DE NUEVO TÚ Y LUCY SE PELEEN!- sabiendo que la iba a volver puré, Lincoln a duras penas la contuvo.

-Y tú, Lupa, ve a ayudar a Loan con Lulu. Pero te advierto, que si de nuevo sales con una de tus tonterías, esta vez te daré con el zapato, ¿Comprendido?- también le dedicó un ultimátum.

-Claro, por supuesto. Todo con tal de calmar a tu hembra favorita y que esta no te deje paralítico al momento de liberar estrés, ¿Verdad?- en serio, la albina le gustaba tentar a su suerte.

Ante lo que Lacy se cubrió la boca con ambas manos para ahogar un gemido de asombro, Lyra tapó los oídos de Lizy para que no oyera, y Loan, que ya había capturado a Lulu, la soltase debido al asombro que le dio oír tales palabras.

-¡JOVENCITA...!- apenas le levantó la mano, Lupa se retiró dejando tras de sí una estela de humo junto con un rastro de risas -ya, Lynn, cálmate. Luego hablaré con Lucy para que le enseñe modales y sepa cómo comportarse antes de que tú o las demás se los enseñen a la fuerza.

-Es que en serio. Si dependiese de mí, ¡A esa mocosa ya le hubiera...!- la castaña mayor con pecas ardía tanto de la rabia, que evaporaba el sudor que antes la había recubierto -gracias al Cielo que mamá y papá no están aquí para ver en lo que se han convertido sus nietas.

-Bueno, solo debemos sacarlos del asilo en el que se internaron para que vean el rumbo que todos hemos tomado, aunque no creo que el corazón del abuelo resista otra fuerte impresión, ¡JEJEJE! ¿Comprenden?- pero Liby metió el cucharón en la cacerola al asomarse desde la cocina.

Ganándose una cruda mirada por parte de Lincoln y Lynn, haciendo que se pusiese pálida como una hoja de papel y susurrara: "no dije nada" para retroceder sonriendo nerviosa.

-¿Pero es cierto lo que Lupa dijo sobre que papi quiere más a la Tía Lynn que al resto?- la tensión fue interrumpida por la pregunta que hizo una ya muy triste Lizy.

Lo que inmediatamente alarmó a Lincoln que comenzó a explicarle que eso no era cierto, que amaba a sus hermanas de la misma magnitud y a ninguna por encima o menos de otra.

No vio lo dolida que Lynn quedó ante sus explicaciones, porque, muy en el fondo deseaba que lo que la albina dijo fuese verdad y que él realmente la amase más por sobre el resto.

A diferencia de lo que las otras Madres Loud pudieran sentir o expresar abiertamente al decir que todas querían a Lincoln con la misma magnitud que él a ellas, realmente lo amaba, mucho más de lo que las otras pudieran afirmar.

Si era sincera consigo misma, fue la primera que comenzó a quererlo más que un hermano, la primera en verlo como el hombre que tiene todo lo que ella y demás aprecian de un integrante del género masculino, la primera cuyo corazón fue tocado por él.

No era por menos, Lincoln desde que tiene uso de memoria ha sido el único chico que ha podido lidiar con su medio tosca forma de ser, estando ahí para ella en lo que necesitase, aconsejándola y cuidándola en más de una ocasión cuando iba a hacer alguna rigurosa actividad física o cuando termina herida luego de una de estas, haciéndole sentir cosas que jamás podría experimentar ni con los deportes más extremos que ha practicado.

Grande fue el dolor que sintió cuando Lori dijo que sería la primera en esperar un hijo de él, porque acabó con la posibilidad de tenerla solo para sí misma, y ni hablar de cuando Leni, Luna y Luan dieron sus respectivos anunciados.

Confiaba en que luego de que Lacy naciera, Lucy y sus otras hermanas menores lo reconsiderarían para no cometer los mismos actos y así no tener tanta competencia por el amor de su hermano, pero las subestimó y también decidieron expresar con él el enorme amor que le tenían sepultando sin saber esa efímera esperanza de que sea solo ella la que ocupe la totalidad de su corazón.

Lo que la lleva a vivir la falsa ilusión de que cuando sea la única mujer en la casa, se sienta como la madre de todas esas chicas y Lincoln sea su marido (Tal y como lo acaba de expresar hace un momento) complaciendo esa parte suya de algún día ser la única mujer en su vida.

Pero, aún le quedaba algo de Fe, y eso era esperar a que sus sobrinas al crecer e irse a hacer sus vidas en otro sitio, causara que sus hermanas también se fuesen una por una al ya no tener más lazos que las amarren a Lincoln hasta que solo quede ella y al fin ser la total dueña de su corazón.

Ese tipo de pensamientos tan egoístas que solo restringen al que los tenga, no le permiten pensar a futuro o en lo que realmente desean los demás, incluyendo a los que dicen amar.

-Ya recuérdame que era lo otro en lo que necesitabas ayuda, tontuelo- reclamó cuando él terminó de decirle a Lizy que no la amaba por encima de Lana o de sus tías.

-Que Lemy sigue tocando su música sin control y que ahora deberé pedir comida a domicilio porque el almuerzo se arruinó- repitió mientras cargaba a la pequeña rubia sobre sus hombros.

-¡JA! Pero si eso se soluciona con un chasquido de dedos. ¡Lemy, ven aquí inmediatamente y deja de hacer tanto escán...- antes de que pudiera terminar de decir esta orden, el aludido ya llegó hasta ellos corriendo con la misma prisa que Lupa usó para huir -... dalo! ¿Eh? ¿A qué horas tú...?

-¡Lacy, Tía Lynn, al fin volvieron! ¿Por qué no lo dijeron enseguida? ¿Les fue bien en sus prácticas?- mucha alegría le dio verlas, especialmente a su prima-hermana embelesándose porque ella aún seguía muy sudorosa.

-Por un problema causado por la tontolia de Lupa. Y sí, nos fue bien; hubieras visto como logré hacer 40 cestas seguidas- respondió en orden la jovencita secándose con una toalla.

-Me habría encantado estar ahí para verte... practicar- su imaginación al visualizarla con esas ropas deportivas algo reveladoras le hizo soltar un suspiro ensoñador.

Por algo se dijo que algunos hábitos pasaron de los padres a los hijos, porque el hijo varón de Lincoln aparentemente heredó su no muy sana fijación por interesarse por una de sus hermanas, y más curioso es, que justamente sea por la hija de la mujer que más ama a su padre.

¿No se puede ser más irónico acaso?

-Bien, ahora descansen mientras pido la comida- Lincoln tomó un teléfono para hacer una llamada, pero Lynn lo detuvo sujetándole la mano.

-¿Para qué aumentar la tarifa de la cuenta telefónica si Lacy y yo podemos encargarnos de eso al ir a la tienda a comprar todo lo que nos haga falta?- propuso, todo con tal de ganarse su afecto.

-¿Segura? ¿No están muy cansadas después de tanto ejercicio?

-¡Para nada! Esto es pan comido para ambas, ¿Verdad, hija?- colocó una mano en su hombro.

-¡Claro, mamá! En menos de un parpadeo venimos con todo lo que necesites tanto para el almuerzo como para la cena, papá- la castaña menor no tenía ningún inconveniente, a lo que Lincoln confió en que si supieran lo que hacían y no hiciesen algo que les sobre exigiese.

-¡Esperen!- las llamó Lemy justo cuando se disponían a correr hasta ese local -¿Quieren que vaya con ustedes? Ya saben, un par de manos extra nunca caen mal, ¿Verdad?- quería pasar el mayor tiempo posible junto a su prima-hermana, incluso lucirse e impresionarla al demostrarle que puede hacer lo mismo que ella es capaz de realizar.

-¡Por supuesto, Lemy, no hay problema! ¿Qué dices, mamá?- Lacy aceptó de inmediato.

-No sé... ¿Seguro que podrás aguantarnos el ritmo?- no confiaba mucho en sus capacidades físicas.

-¡Claro que sí! Recuerden que por algo yo soy el segundo hombre de la casa- quiso mostrar hombría al inflar el pecho aparentando estar también en óptimas condiciones.

-Ya que lo dices así... ¡Me encanta esa actitud, sobrinito! Demuestras ser un poco más capaz de lo que tu padre era a tu edad- alborotó su melena al acariciar su cabeza con brusquedad y dedicándole una mirada y sonrisas divertidas a Lincoln que susurró: "ni me lo recuerdes"

-Entonces... ¿En sus marcas?- ella y Lacy se pusieron en pose de Corredor Olímpico -¿Listos? ¡YA!- ahora fueron ellas las que se retiraron corriendo a la velocidad de un rayo.

-¡Oigan, espérenme!- no queriendo quedarse rezagado, Lemy también corrió para alcanzarlas.

Lincoln solo se les quedó viendo riendo ligeramente. Ya sea porque se le hizo costumbre o nunca se percató de los sentimientos reales que tiene por una de Lacy, siempre agradeció que Lemy estuviese dispuesto a echarle una mano tanto a ella como a Lynn en lo que necesiten y jamás vio inconvenientes de que quiera estar al lado de ambas cada vez que tenía la oportunidad, después de todo, ya no es un jovencito y no tiene las energías de antes para aguantarle el paso a su hermana deportista y debe usar las que tiene atender a sus otras hijas y demás "esposas"

¿Cómo reaccionaría si se diese cuenta de lo que su único hijo varón siente por una de sus princesas? ¿Lo tomaría con calma dándolo por hecho o se decepcionaría al ver que la historia se repetía y no pudo hacer nada para evitarlo al no haberlo notado con anticipación?

-Querido padre, no quisiera sacarte de tu insana fantasía con esa ogra, pero creo que necesitamos de una mano para la más antinatural de las aberraciones que vivimos aquí- Lupa lo llamó.

Iba a regañarla por esas palabras, hasta que vio como Lulu (Que todavía estaba en el techo) había sacado de su boca un tentáculo igual al de un pulpo con el que agarró a Loan para agitarla con violencia llegando a golpearla contra algunos muebles.

-¡Que el poder de Cristo calme la furia de esta bestia del Infierno!- muy desesperada, Lyra lo único que podía hacer era recitar unos pasajes bíblicos de la misma biblia de le leyó a Lizy.

-Si esto es capaz de hacer con solo un año de edad... ¿De qué más será capaz al crecer?- resignado, y ya con mucho temor, fue a tratar de resolver el problema.

¿Hasta cuándo le duraran las energías que apenas le quedan?

-¿Qué pasa, Lacy? ¿Ya... ya no puedes más?- preguntó Lynn al llegar a la tienda.

-Ah... ah... para nada, mamá. Yo... aún puedo para mucho más- ella le sonrió con seguridad a pesar de respirar más agitadamente que ella.

Nada comparado a como Lemy lo estaba cuando llegó segundos después, a tal punto que se encorvó apoyando las manos en sus rodillas tratando de recuperar el aliento dando la impresión de que iba a desfallecer en cualquier momento casi como si el alma se le fuera a escapar del cuerpo con cada gemido que soltaba.

-De... de... ¿De casualidad no saben si tenemos guepardos en la familia?- quiso bromear, pero estuvo a nada de desplomarse si no fuese porque su hermana-prima lo sostuvo.

-Deberías entrenar tu cuerpo de vez en cuando y no estar todo el día ahí encerrado en el garaje rompiéndote los tímpanos con tu música, sobrinito- Lynn lo regañó como un sensei a su aprendiz.

-Exacto. ¿No quisieras trotar con nosotras todas las mañanas y luego jugar conmigo a uno de los deportes que practico?- ofreció Lacy, haciendo que el color volviera a su cara debido al sonrojo que le generó esa proposición.

-Ya descansaron lo suficiente, ahora vayamos por lo que su padre necesita- la castaña mayor iba a ingresar a la tienda, pero quedó tiesa en su lugar -carajo... no traje dinero y no le pregunté a Lincoln qué comida necesita- estuvo a punto de patearse a sí misma.

-No hay problema, mamá. Yo puedo volver y pedirle el dinero a papá y preguntarle que requiere y tú puedes quedarte aquí a conseguir lo básico, ¿Qué dices, Lemy? ¿Me acompañas?- muy ansiosa estaba Lacy por volver a hacer una carrera.

-Claro... solo espera un momento hasta que yo... ¡ESPERA!- ella no le dio chances y volvió a correr -¿Cómo es que nunca se cansa...?- resignado, retomó la marcha.

Lynn también tenían una sonrisa al verlos irse. Siguiendo siendo honesta consigo misma, reconocía que de los diversos y peculiares sobrinos que posee, Lemy es el que mejor le cae casi viéndolo como otro hijo.

Ya sea por qué trata de parecer siempre un rebelde sin causa, de que le gusta hacer lo que le apasiona sin dejarse amedrentar por las opiniones de otras personas, o porque está siempre dispuesto a pasar tiempo con ella y Lacy y ayudarles en lo que necesiten al igual que Lincoln lo hacía de niño casi siendo su mismo reflejo en ese aspecto; siendo esto seguramente lo que más le gusta de su parte.

Y a diferencia del peliblanco, era más intuitiva y ya sabe de sus sentimientos reales por Lacy y no le sorprendería para nada que algún día y sin previo aviso él confesase que está enamorado de su hija y que incluso esta le corresponda y repitan los mismos pasos de ellos volviéndose pareja.

Más risa que shock le daría si ese caso resultase ser cierto. Ni ella, ni su hermano u hermanas tendrían el derecho moral de reclamarles, y lo más seguro es que lo aceptasen sin poner muchos peros diciendo algo como: "De tal palo, tal astilla" o algo así, dándoles su bendición para que continuasen con el para nada convencional legado del Rebaño Loud (Aunque seguramente Lynn Sr. sufriría el infarto definitivo si todavía sigue vivo para ese entonces)

Pero sería ella la que sufría un infarto de la impresión si en ese mismo instante alguien le dijese en que se volverá su relación de tía-sobrino con el hijo menor de Luna.

(...)

Avanzado más el día, el resto de las Madres Loud regresaron a la bulliciosa residencia. A diferencia de Lynn que ya era una condecorada atleta retirada poseyendo tiempo libre y dueña de un exitoso gimnasio que no debe atender necesariamente en persona, el resto de sus hermanas tenían vidas laborales muy extenuantes que no le permitían tener ese mismo tiempo para estar con Lincoln y sus respectivas hijas.

Qué según su criterio, le dejaban la brecha libre para ser su "hembra principal"

-¿Qué no podrás ayudarme con mis prácticas? ¡Pero si la semana pasada me prometiste que me ayudarías esta y la semana que viene!- reclamó un muy molesto Lemy a Luna.

-Perdón, mi pequeño Rebelde Sin Causa. Es que el próximo concierto de mi banda es demasiado importante y no puedo distraerme con pequeñeces. Pero descuida, que una vez termine, ahora si te ayudaré con tus prácticas- su intento por calmarlo solo lo empeoró al decirle indirectamente que ayudarlo era una insignificancia, a lo que Lyra rodó los ojos por tal irresponsabilidad.

-¿Mañana me dejas ayudarte a reparar la camioneta, mami?- pidió con ilusión Lizy a Lana.

-Eso es lo que yo más quisiera, mi niña, pero sigues siendo demasiada pequeña para eso. Mejor sigue practicando con tus bloques de construcción, y cuando menos te lo esperes, podrás desarmar y rearmar el más grande camión del mundo, ¿Te parece bien?- fue la sutil manera de su madre de decirle que aún estaba demasiado lejos de ser capaz de cumplir tal labor.

Desde el umbral de la cocina, Liena le hacía señas a Leni para que le ayudase a preparar la comida, pero su madre se hallaba muy concentrada en el bello vestido que ahora confeccionaba.

-Me encantaría echarte una mano con el almuerzo, hijita. Pero como que debo terminar este y otros cinco vestidos más para la pasarela del próximo fin de semana y el tiempo no perdona- explicó sin tomarse la molestia de verla porque había agudizado su mirada para meter un hilo en un alfiler y seguir cosiendo, ante lo que ella agachó la cabeza regresó a su labor decaída.

-¡¿Lo estoy haciendo bien, mami?!- Liby hacía malabares subida en un monociclo delante de Luan que intentaba escribir algo, pero solo consiguió que gimiera frustrada e hiciese bolita la hoja de papel que tenía para tirarla a un lado.

-Liby, estoy tratando de escribir nuevos chistes para mi jornada de mañana y no me puedo distraer con tonterías- tampoco se dignó en verla y tomó una hoja nueva, a lo que la chica con frenos también agachó la cabeza muy triste y se retiró todavía montana en el monociclo.

-¿Y mi mami? ¿No va a venir hoy tampoco?- pero la más deprimida de todas era Loan.

-Parece que no, hija. Ya sabes bien lo ocupada que ella ha estado últimamente con su Club de Golf- Lincoln le rodeó los hombros para reconfortarla al ver que iba a ponerse a llorar.

-Interesante... muy interesante... el Sujeto A-1 mejor conocido como Lulu, mi hija biológica, ha desarrollado sus atributos mejorados más rápido de lo que tuve previsto- irónicamente, Lisa parecía ser de las pocas en querer pasar tiempo de caridad con su descendiente, aunque en su caso, era examinar a la bebé con diversas sondas robóticas mientras tomaba apuntes ante su mirada confundida teniendo un chupón igual al de Maggie Simpson.

-Lo lamento, mi princesita. Pero no podré llevarte mañana al Parque de Diversiones. Es que tengo unas sesiones fotográficas muy importantes a las que no puedo faltar; pero recuerda que aún tienes a tu papi y hermanas para que te acompañen- Lola le pidió perdón a una muy triste Leia y palmeó su cabeza para chequearle seductoramente un ojo a Lincoln (Con lo que le decía que se lo retribuirá más adelante) y volvió a hablar con alguien importante por celular.

-Y luego se molestan cuando yo digo sin pelos en la lengua la verdadera situación del manicomio conformado por todos nosotros- dijo Lupa fastidiada, lo suficientemente alto para que la oyesen.

No se esperó para nada que Lucy la tomara bruscamente del brazo acercando su rostro al suyo.

-Escúchame muy bien, jovencita. Ya me estoy aburriendo de todas las quejas que me ponen respecto a tu pésima actitud- su normalmente insípido tono de voz se volvió sombrío.

-¿Y es que acaso yo estoy aquí para divertirlos a todos o hacer más amenas sus existencias?- esta nueva falta de respeto solo logró que la pelinegra la agarrase con esa misma bastedad del mentón y la obligase a ver directamente a los ojos cuando se subió su característico flequillo.

-¿Disculpa? Creo que no te oí bien, ¿Podrías hacerme el favor de repetirme eso?- la mirada que le dedicó hizo que se pusiese más pálida de lo que ya es y miró hacia otra parte -mírame a la cara cuando te hable, ¡Mírame!- tuvo que alzar la voz para que le pusiera atención.

-Esta es la última oportunidad que te doy, Lupa. Te comportas o aplico en ti los hechizos que tiene el libro de tu Tatarabuela Harriet para sacarse ese mal genio y tú sabes muy bien que soy capaz de hacerlo, ¿Entendido?- sus pupilas casi destellaban flamas ardientes.

-Sí-sí, madre- muy asustada se tragó un nodo en la garganta porque eso le consta por completo.

-"A ver si con eso aprende"- pensó Lincoln de nuevo molesto por esa altanería -chicas, ¿Qué no habíamos acordado que una vez que estuvieran de regreso en casa dejarían de lado sus deberes?- con discreción les pidió que asumieran sus roles de madres.

-Ay, mi Brother. Tú sabes muy bien lo muy exigentes que son nuestros oficios y no los podemos dejar tirados así como así aunque quisiéramos- trató de excusarse Luna causando que su hija mayor negase con la cabeza dedicándole la más dura mirada de decepción.

-Esa no es excusa. En más de una ocasión se me han llenado las manos con el gimnasio y siempre encuentro el espacio suficiente para pasar tiempo con Lin... mi hija, las suyas y el apestoso- a Lynn tampoco le hizo gracia que salieran con ese argumento.

Sentía que era la única que realmente deseaba pasar tiempo con su prole y su "marido" hasta llegaba a creer que ellas le dejaban a él toda la responsabilidad de cuidarlas a todas sintiendo que en verdad dejan abandonadas sus responsabilidades como madres.

Otra enorme ironía porque jamás se pensó que ella, debido a su actitud, fuese la que tuviese los instintos maternales mejor desarrollados y supiera poner primero sus prioridades.

-Para ti es fácil decirlo. Como ya no tienes nada mejor que hacer en tu vida ahora que tu cuerpo ha perdido su para nada atrayente encanto después de tantos años partiéndote los huesos en esas actividades dignas de un troglodita, debes saber cómo ocupar tu tiempo en algo que no sea reventando a golpes a pobres sacos de boxeo- todas vieron impresionadas a Lola por ese comentario que ni siquiera hubiera soltado cuando era una niña berrinchuda.

-¡¿DISCULPA?!- si no fuese porque Lincoln la agarra, Lynn ya se le hubiera tirado encima para desfigurarle a puñetazos la cara sin importarle que su hija y sobrinas la vieran -¡Que curiosas palabras viniendo de alguien que se gana la vida con la calentura que le genera a los hombres que la ven y que una vez llegue a los cuarenta nadie la solicitará ni para los bailes del tubo!

-¡LYNN!- Lincoln y sus demás hermanas se horrorizaron por esas palabras de tal calibre.

-Ahora si se va a formar la grande...- Lupa sonrió de lado sabiendo bien el caos que se generará.

No se equivocó, porque todas las Madres Loud empezaron a discutir acaloradamente igual a como lo hacían de niñas, solo que ahora mil veces peor al ser todas adultas y olvidando por completo el muy mal ejemplo que le daban a sus descendientes (Excepto a la hija de Lucy qué sin pena alguna comenzó a filmarlos)

-Y yo que tanto me quejaba de sus disputas cuando eran unas niñas malcriadas... ¡¿CUÁNDO VAN A MADURAR?!- desde su casa, el Señor Quejón se frotó las sienes al oír claramente el griterío.

-¡Siempre tengo que ser yo la única en estar aquí, tratando de ayudarlo con las niñas y a ustedes no les importa un demonio lo que les pase teniendo que ser nosotros dos los únicos en cargar con todo el peso! ¡NO MERECEN SER LLAMADAS MADRES!- ahora la disputa era de Lynn contra todas.

-Lemy, niñas, suban al segundo piso, ¡Y sin discutir!- exigió Lincoln porque esto empeoraría.

-Como les gusta arruinarnos la diversión...- Lupa gimió decepcionada, a lo que Lemy tuvo que empujarla para que subiera las escaleras mientras cargaba a Lulu que ya se puso a llorar.

Pero se detuvo a mitad del camino para ver a las dementes que tiene por tías.

Más en específico a Lynn. No sabía por qué, pero le encantaba verla enfadada y así de alterada, ya sea por como la cara se le ponía roja de la ira, como se le formaba una vena palpitante en la frente o tensaba los músculos cuando cerraba fuertemente los puños y su cuerpo se agitaba al gritar con la potencia de un volcán dando la impresión de que iba a recurrir a los golpes para resolver el conflicto volviendo a quedar cubierta de ese sudor que le encantaba ver de su parte.

¿Por qué se embelesaba al verla en ese estado tan colérico?

¿Es porque subconscientemente se imaginaba así a Lacy cuando fue mayor y más desarrollada?

¿Tal vez desde una edad temprana empezó a desarrollar un gusto por mujeres de carácter fuerte?

¿O porque ella al aparentemente ser la única en comportarse como una madre para él y las demás dedicándoles su tiempo y su afecto (No convencional) hizo que la quisiera apreciar más que al resto de sus tías e incluso por encima de su mamá?

-¡¿Qué haces, Lemy?! ¡Papá dijo que nos fuéramos!- solo fue traído a la realidad por Lacy que lo jaló de un brazo.

-... y si no van a cooperar de ninguna forma y lo único que harán será dejar aquí tiradas a sus hijas como si esto fuese una guardería, ¡Entonces lárguense o llévenselas a otra parte y dejen a las que de verdad ponemos de nuestra parte para criarlas junto a nuestro hermano!

Esta exclamación final de Lynn hizo que inmediatamente la nueva generación Loud bajase las escaleras estando tan impactados como lo estaban sus madres y padre.

¿En verdad oyeron lo que creyeron que acaban de escuchar?

-¿Lle-Llevarnos a otra parte?- Loan empezó a traspirar frotándose las manos.

-¿Qué nos larguemos?- Liby perdió el aliento al llevarse las suyas a la boca.

-No... ¡NO! ¡NO QUIERO SEPARARME MIS HERMANAS!- llorando a caudales, Lizy se aferró a Leia -¡MAMI, PAPI, TÍAS, NO NOS SEPAREN, POR FAVOR!- imploró mientras la hija de la gemela de su madre le sobaba su espalda también chillando por esa posibilidad.

-¡NO, NO, NO! ¡DE AQUÍ NADIE SE VA A IR!- Lincoln tuvo que interferir para que las nenas no se alterasen más -¡LYNN! ¡¿Cómo diablos se te ocurre decir ese tipo de cosas?!

-¡Mira, Lincoln, si tú no tienes el valor de decirlo entonces lo diré yo! Estas ingratas lo único que hacen desde que todas acordamos vivir bajo el mismo techo por el "bienestar de nuestras hijas" es tratarte como un niñero dejándote siempre a cargo de ellas, porque saben que nunca les dirás que no, casi nunca poniendo de su parte y yo como una completa idiota te ayudo porque te... ¡Porque las amo casi como si fuesen mis hijas! Pero ya me harté.

-Así que óiganme bien, manada de pendejas: empiecen a ejercer de una vez por todas su labor de madres, ¡O SE LARGAN DE ESTA CASA!

Una parte de sí le impulsó a dedicarles este ultimátum para así deshacerse por fin de su competencia aprovechando la tensión del momento y coronarse como la campeona y reclamar el premio que tanto afirmaba merecer por encima del resto de participantes.

Pero su otra parte sí fue totalmente honesta en sus palabras al expresar algo que ya quería sacarse desde hace mucho, una realidad que Lincoln nunca quiso decir para no fracturar a la familia, pero que ya no podía contener ante tal falta de compromiso por parte de sus consanguíneas.

Porque si eso que ha afirmado es verdad, entonces realmente es la única figura materna que sus sobrinas y sobrino poseen, y una familia que supuestamente se conforma por varias madres no podrá durar mucho si solamente una de ellas ejerce su rol.

Tal vez hubiera elegido con más cuidado sus palabras si adivinase lo que ocurriría dentro de no mucho tiempo y no precisamente la futura relación que algún tendría que su sobrino favorito.

Capítulo uno completado el 10/02/2023.

Rayos, no pude encontrar otra botella de licor... (Sostengo sobre mi cabeza una vieja caja y la agito para ver que cae, pero solo consigo puro polvo y telarañas)

Bueno, aunque en verdad, no me hizo tanto alcohol en la sangre para sobrellevar esto. Digo, mi idea original para esto era muy, pero MUY diferente, porque pensaba hacer algo más directo al grano en dónde tanto Lynn como Lemy recurrieran al otro para superar el hecho de que sus respectivos amores no les correspondieron sus sentimientos teniendo una noche candente.

Pero que me di cuenta de que haberlo hecho así, habría sido una trama casi igual a la del fic de Liam y Miguel que mencione en las notas de autor de arriba, así que tuve que pensar en otra cosa para que el cuento tuviese más "romance" antes de pasar a lo intenso.

Si esta es la primera historia totalmente enfocada en los Sin Kids clásicos que escribo, una estilo "Loudcest tradicional" no podía ser solamente una follada salvaje y ya, debía darle más... ¿Contenido? ¿Sabor? ¿Drama? ¿Trasfondo?

Pero, si he de admitir que me reí mucho al escribir la primera parte. Con eso del pobre Lynn Sr. sufriendo un infarto tras otro al saber que Lincoln y sus hijas hicieron cochinadas y después mostrar el día a día en la Casa Loud habitada por los Hijos del Pecado y las locuras que el albino debe aguantar a diario, ¡Por algo le di ese título a este primer capítulo! XD

Creo ya entender porque a muchas personas les gusta escribir de ellos a pesar de lo moralmente incorrectos que son al dar pie a situaciones delirantes, en especial cuando tienen que vivir bajo el mismo techo teniendo sus más que obvias asperezas.

Y también para escribir esa faceta de Lynn Jr. como posible buena madre, después de todo, en varios fics la retratan como una atarván tanto de chica como de adulta, y quise cambiar un poco eso y lo que el poder del amor de una hija (Y sus deseos de tener a Lincoln para sí misma) puede generar en alguien como ella.

Eso sí, en el siguiente capítulo tendrá la escena súper intensa y todo eso, pero no creo poder traer ese episodio para el 14 de Febrero porque debo descansar un poco de la escritura, después de todo, hace no mucho hice un One-Shot de más de 15 mil palabras y ahora hice este capítulo de casi 11 mil y merezco relajarme (Me trueno mis pobres deditos)

Junto a eso, es porque en mi ciudad se van a celebrar los carnavales y no me los puedo perder (Especialmente al desplumar a los turistas al disfrazarme del Guasón y cobrar por fotos XD) por lo que me retiro por esta ocasión deseándoles un feliz día ;D

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top