Capítulo 15
- Lo sabía. Sabía que no debería haberte comentado nada.
-¿De que demonios me estás hablando?
- Deja de hacerte la tonta. Me ha llamado.
- ¿De veras? - no terminaba de creerme que hubiese sido capaz de hacerlo.
- Dice que quiere hablar conmigo.
- ¿Dónde está el problema? Yo lo veo lo más natural y sencillo del mundo. Es tan fácil como que quedéis y habléis.
- No me apetece hablar con él, Iris.
- ¿Por qué? Tiene algo que ver con que esta mañana no se haya presentado nadie en el centro comercial.
- De eso nada. No he ido allí. Sabía perfectamente que él no había escrito ese mensaje y que tú estabas detrás de ello.
- Entonces, ¿dónde está el problema?
- Sé que si le tengo delante y hablo con él, me sinceraré y no quiero. No quiero decirle que me he enamorado de él. Le haría mucho daño y él no se lo merece. No quiero que sea uno más. Necesito que él sea diferente.
Era la primera vez que oía a Raoul hablar de sus sentimientos y a la vez que se preocupaba por alguien más que no fuese él mismo. Me vino a la cabeza el verano que lo conocí tan seguro de sí mismo. Dando la imagen de que se iba a comer el mundo. En ese momento era completamente diferente. Raoul siempre había sido muy independiente y sin ningún tipo de apego hacia nadie. Solamente tenía en cuenta al resto cuando a él le interesaba. Siempre estaba refugiado en esa coraza de chico fuerte y duro que todo le resbala y que simplemente se preocupaba de sí mismo.
- ¿Tan malo crees que va a ser que te sinceres?
- No quiero que sepa lo que siento por él. No estoy seguro de que esté enamorado. Todo ha pasado demasiado deprisa.
- ¿Qué quieres decir?
- Quiero decir que es necesario que le pongas nombre a todo eso que sientes. Es necesario que lo juntes y se lo sueltes en dos sencillas palabras. Sé que va a ser difícil de hacer. Después de todo, el amor siempre es complicado.
- No me atrevo.
- Demuéstrale que eres seguro de tí mismo y fuerte. No hay mayor fortaleza que reconocer lo que uno siente y expresarlo.
- Solo te pido un favor -. Las lágrimas asomaban a sus ojos. -. No le digas nada. Dame tiempo y déjame que lo solucione a mi manera.
- Créeme que sabrá esperar a que se lo digas.
#
- ¿De quién te has enamorado esta vez?
- He estado hablando con él y hace un tiempo que nos estamos viendo. Se llama Jake y es el dueño de un precioso dogo alemán. Te enamorarías si lo vieras.
- ¿De Jake?
- Del perro, idiota. Sólo hay un inconveniente. Es hetero. Me ha presentado a su novia, Sophie -. Se retiró a su habitación completamente indignado -. Por cierto, Markus ha venido a traerte los libros. Los tienes encima del escritorio.
Terminé de cenar y recogí los cuatro platos que había en el fregadero. Me senté enfrente del ordenador y respiré profundamente tres veces antes de retomar el trabajo. Cuando llegó un momento en que tenía la vista borrosa y se me cruzaban las letras supe que era el momento de dejarlo por el momento.
- ¿Estás durmiendo? - grité desde el comedor - ¿Quieres que me vaya?
- Si quisiera que te marcharas te lo habría dicho, ¿no crees?
- Supongo.
- Por cierto, hablando de decir cosas ¿Has llamado a Markus?
- No he podido. He estado toda la mañana con el trabajo y por la tarde he ido a la galería.
- Yo he llamado a Raoul, de modo que muy mal.
- ¿Cómo ha ido?
- Me he armado del valor necesario para decirle que teníamos que hablar.
- ¿Y?
- Nada más terminar la frase me ha colgado.
- ¿Tú estás bien?
- No sé. Mañana iré a verle. Si es necesario me plantaré en la puerta de su casa hasta tener una respuesta, pero necesito saber en que momento estamos o que es lo qué estamos haciendo.
- Dale un tiempo. Hace poco le has dicho lo que sientes por él. Quieras o no va a necesitar un tiempo para digerirlo. Además, necesitará pensar y aclararse las ideas. Estoy convencida de que el hecho de que te haya colgado ha de significar algo, y no tiene porque ser precisamente malo.
- También puede ser que lo haya perdido para siempre.
- No saques a relucir tu vena dramática, por favor.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top