3. Trampa y traición👑

Está historia hace tiempo quería publicarla. La trama de ficción general, Reyes y BL romántico
es de mis favoritas.

Espero les guste🤗

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Había accedido. Team cedió ante las súplicas de aquella mujer que le prometió ayuda. No era malo dejarse socorrer, se dijo.

La elegante mujer lo guió hacia afuera donde había un carruaje glamuroso esperando por ella. Un hombre con ropas desgastadas la esperó cerca de la puerta y afirmó un pie sobre el suelo. Nerea pisó sobre la pierna ajena para subir al carruaje sin tocar al hombre, el cual hizo una mueca muda ante el dolor. En cambio, tomó la mano de una joven con vestimenta diferente a la suya, era más humilde pero no tan desgastada como la del hombre. Todo era tan raro, una vez más se dijo que no era malo, tal vez era algo típico de la nobleza.

-Suba conmigo, por favor. -Pronunció ligera la mujer enviando a la otra joven afuera con un empujón nada sutil.

Team salió de su cabeza haciendo caso a lo pedido. Cuando iba a subir se dio cuenta de que el hombre no se había movido de su lugar, mas se notaba el sudor correr por su frente. ¿Estaba nervioso? De todas formas, él no haría lo mismo, siempre supo valerse por sí mismo y no usaría a alguien para hacer algo tan simple como lo era subir a un carruaje. Miró al hombre tembloroso y le dedicó una sonrisa que no pasaría desapercibida pero que no sería vista tampoco. Las dos personas afuera miraban solo al suelo fijamente.

Sin querer parecer problemático, subió sin más sin tocar ni una minúscula parte del hombre. Dentro, el silencio reinaba hasta que la mujer habló y Team respondió con un asentimiento efusivo cada vez. -Cuando lleguemos, le presentaré a la persona que lo va a introducir al palacio con una identidad falsa para no levantar sospechas en otros. Le pido que me deje las cosas a mí si no quiere que terminemos ambos en las fosas o en el mar.

Luego de otro asentimiento ella volvió a hablar amablemente. -Nada más entrar al palacio verá una celebración por la llegada de una persona importante, no se desespere, le presentaré al rey esa misma noche.

Las palabras de Nerea eran demasiado buenas, pero no tenía por qué desconfiar de ella. Al final, fue en quien Eris confió la vida de su hermanito amado. Pero algo le decía que había cosas de las que no estaba siendo informado, por eso, el mal presentimiento persistía en su mente y alma.

Pronto lo averiguó.

El carruaje se detuvo después de un viaje que se le hizo largo y agotador contando con que él iba dentro resguardado del ardiente sol y del molesto polvo que el viento seco trae en esta época. Una voz baja, casi imperceptible y educada se escuchó. -Mi señora, el príncipe pregunta sobre su viaje. ¿Tuvo algún contratiempo en su llegada que la hizo tardarse?

-Así es, un percance inesperado ocurrió. -Team no reaccionó hasta que se vio siendo lanzado con rudeza hacia abajo, fuera del carruaje. Miró al hombre en frente siendo sorprendido como él, luego giró a ver a la mujer que bajaba como mismo subió anteriormente. La cara de Nerea era impávida ante la acción, desprendía esa aura maligna que dicen que tiene el rey Ésaco.

- ¿Mi señora...? -Logró decir aquel sirviente mientras Team intentaba ponerse en pie sin lograrlo exitosamente. La mujer le pateó en la espinilla sin miramientos ni aviso, puso un pie sobre la espalda del joven haciendo que este se mantuviera en el suelo. Antes de que ella intentase otra cosa, otra voz se elevó. Una que lo hizo temblar sin saber el por qué, pero la sentía escalofriante, agónica.

Un aplauso sonoro y unos pasos pausados se detuvieron delante de Team, el hombre anterior retrocedió con una reverencia temblorosa. El nuevo hombre desconocido detuvo su aplaudir y señaló a la persona en el suelo mientras comenzaba a reír.

- ¿Esta es la escoria de mi sobrino? -Team comenzó a trepidar en el suelo, las náuseas volvían y el palpitar de su corazón se hizo tan acelerado que estaba seguro que sonaba como una estampida de jabalíes. Este era Ésaco. Entonces ¿por qué Nerea no lo ayuda como prometió? Pensó mucho, hasta que lo entendió, ella le traicionó. No debió confiar nunca en sus bonitas palabras.

Ahora, tonto era la palabra que describía a la perfección quién era. No tenía perdón por ser tan inocente. La realeza no se movía así, ellos tejían redes y redes de telarañas para atarse a otras personas de poder. Dedujo que ella no era hija de una familia importante, así que esa arpía debió usar todo tipo de artimañas para ganarse el favor de su señor y de este tirano. Y Team fue el tonto que fue a caer rápidamente y sin dar batalla ante unas escuetas palabras.

-Así es majestad, lo encontré en un pequeño pueblo fronterizo. El muy tonto pensaba ir al palacio y hacer de la muerte de Eris un problema.

-Bien hecho, señora Nerea, siempre me sorprenden sus habilidades. -Ésaco chasqueó los dedos dos veces y unos guardias aparecieron reverenciándose tras él. Estos se dividieron en dos parejas, se quedaron inmóviles tras Nerea y él. Rectos sin pestañear.

Ésaco se agachó a la altura de Team agarrando sus cAberelos, que rozaban el cuello, con cizaña y mucha fuerza para hacer que le mirase a la cara. El rey sonrió con maldad en sus ojos. Esas luces frías de horror en sus pupilas relataban todas las cosas que haría con Team.

-Ay, querido sobrino, ¿es que no te bastó con la libertad que te di? En memoria a mi hermana te dejé vivir como te merecías, como cualquier bestia escondida de ser presa. Pero no, tenías que volver aquí e intentar estupideces. Ahora tienes que pagar el precio por aparecer ante mí. ¿Y sabes qué? No será un lindo paseo porque ahora te volviste esclavo. -El tono de voz agresivo entre dientes tocó un nervio en Team que le dejó tiritando en el suelo mientras el rey se ponía en pie.

El rey tronó sus dedos nuevamente y unos guardias los agarraron hasta levantarlo un poco del suelo, sin embargo, sus piernas cedieron y no se afirmaron al suelo. Antes de ser arrastrado, Nerea interrumpió. -Mi señor, entonces ahora me ayudará a elevar el estatus de mi hijo ¿cierto?

Ésaco levantó la vista a los guardias y estos la hicieron arrodillarse golpeando el reverso de sus rodillas con fuerza. Team asumió que las habían roto con tal rudeza. El grito se lo afirmó. -Mi... mi señor ¿por qué? Hice todo lo que me pidió.

Ésaco carcajeó en alta voz. En ese momento, Team notó tras del rey un séquito pequeño de sirvientes que se arrodillaron sudando con el mismo miedo en sus cuerpos. - ¡Qué ingenua! ¿De verdad crees que puedo confiar en alguien que traiciona a su señor con su mayor enemigo solo para elevar el estatus de un hijo bastardo?

El rey chasqueó la lengua negando con la cabeza llena de decepción. -Demasiado tonta. No entiendo como este otro estúpido cayó en tus trampas, debiste ser muy buena quitando de tu camino a gente inocente. Pero déjame decirte esto antes de acabar con tu miserable vida.

Apuntó tomando la misma postura con ella, una de intimidación. Ésaco dobló su cintura y alargó su brazo para tomar el mentón de la mujer apretando sus dedos hasta dejar marcas. Este rió con sorna. -Con un monstruo como yo, no te servirán esas marañas. Debes recordarlo en tu próxima vida.

- ¡Mi señor! ¡Mi señor! ¡Mi se... -Los ojos llenos de sangre, el cadáver pálido y lleno de rojo brotando desde el pecho cayó al suelo con un ruido sordo. Un sirviente se acercó con un cuenco de agua y un trapo para limpiar los salpicones de sangre en las manos de su amo. El rey se fue sin que le temblase el pulso. El resto del séquito le siguió rápidamente.

De pronto para Team todo daba vueltas, su estómago hizo subir hasta su garganta un desecho que no pudo volcar ya que sus piernas desfallecieron, su cuerpo se aflojó y sus párpados pesaron tanto que terminó por cerrarlos.

Fue ingenuo, un tonto. No le quedaban esperanzas de nada. ¿Cómo pudo olvidar lo que su hermana había dicho? Jamás podría confiar en alguien más, los humanos eran todos iguales, traicioneros, malvados, ambiciosos. Esa misma ambición fue la que llevó a Nerea a confiar en un pacto con un monstruo y también a morir suplicando por su vida.

Tonto, un bufón que divertiría al tiránico ser que tiene por tío. Aún estaba sin poder creer que había caído en una trampa tan fácilmente.

De repente la escalofriante voz hizo acto de presencia en su cabeza. ''Diviérteme un poco''.

Un golpe doloroso impactó en su espalda. Se sintió que la partía en la mitad. Luego otro y otro y otro llegó, cada uno más fuerte que el anterior y más desordenado. Más ensañado, más doloroso. Team abrió sus ojos para notar su cara, extremidades y espalda empapadas con algún liquido desconocido. Eso, hasta que miró hacia abajo. Se halló con los brazos unidos, colgados de un tronco en un lugar húmedo con olor terrorífico. Por sus piernas bajaba aquel liquido rojo que desprendía de su cuerpo sin permiso ante el látigo en manos ajenas.

Debía ser fuerte, pensó por primera vez. Él no quería morir, no podría mirar a la cara de su hermana si muriese tan rápido. Debía aguantar lo que sea que fuera a sucederle.

- ¡Ah! -Gritó de pronto. Al estar ahora totalmente despierto, los golpes se sentían peores, más vividos.

-Al fin despertaste querido sobrino. Es una pena que te hayas perdido el comienzo. Pero no importa, la mejor parte está por llegar. -Como era su costumbre, nada más chasquear los dedos, unos sirvientes aparecían de la nada temblando de miedo.

-Esto, es un producto fácil de conseguir de las costas, pero de una calidad superior a la tuya, y aunque no debería desperdiciarlo en ti, mereces probarlo alguna vez. -Explicó malicioso. Abrió el pequeño saco en manos de los sirvientes revelando unas finas piedritas, tan pequeñas que parecían polvo blanco del desierto. Aquel polvo brillaba a la luz de las antorchas haciendo a Team tensarse e intentar zafarse del agarre de sus manos en el poste. Tiraba lo más que podía haciéndose daño en las muñecas por la soga que lo sostenía. Y volvió a percatarse de algo, su boca estaba siendo amordazada para impedirle gritar.

La sal fue lanzada a su espalda con furia por el rey. Como quien lanza comida a las aves. Y entonces los latigazos volvieron, esta vez, peor que antes. Ardía, quemaba, molestaba sin duda alguna. Nada que ver con su pacifica vida de labrador. Quería volver, estar con su hermano y sus padres. Quería vivir nuevamente en paz. ¿por qué volvió? Debió olvidarse del reino, debió hacer caso omiso a Nerea y buscar una joven de familia para casarse. Tener una vida tranquila mientras sus hijos corrían por los alrededores.

Todo por su codicia y ambición de venganza. Todo por tonto e inocente.

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