San Valentín

-Muy bien jóvenes, quiero recordarles que la próxima semana será el tan esperado San Valentín, y aunque en esta institución apoyamos la libre expresión queremos recordarles que no toleraremos las muestras de afecto en público – Explicaba muy tranquilamente el profesor del aula, un hombre mayor con algunas canas y que su cara denotaba cansancio debido a su exigente horario.

-¡Ahhhh que mala suerte! – se quejaba Naruto Uzumaki al final de la fila, un joven de cabellera dorada y con unas peculiares marcas en su mejilla, además de unos hermosos ojos azules que estaban ocultos tras sus lentes, siempre se esforzaba y constantemente estudiaba para las materias, lamentablemente sus calificaciones no eran muy buenas, pero no se frustraba y solo lo seguía intentando, debido a su personalidad y su apariencia era constantemente ignorado por la mayoría de sus supuestos compañeros.

-No deberías quejarte, al menos a ti no te llueven toneladas de cartas – respondía su mejor amigo Sasuke Uchiha, un chico que era totalmente opuesto a él, su cabello parecía muy bien cuidado con un saludable tono oscuro, y unos penetrantes ojos que se asemejaban a la noche misma, era el mejor en la clase a pesar de que nunca se esforzaba, y siempre era acosado por toneladas de mujeres.

-¡Exactamente ese es el puto problema teme! tu siempre tienes una infinidad de cartas y regalos, la verdad no sé qué te ven ¡ME RECUERDAS A MI HERMANO! – Naruto gruñía al pensar en su hermano mayor Deidara, él siempre había sido asechado por casi toda su aula, aunque la mayor parte fueran cartas por parte de otros chicos ¡pero ya ni eso importaba! El punto es que él siempre conseguía muchos regalos y se los restregaba en la cara – ¡PERO ESTA VEZ NO SERA ASÍ!

-Realmente no sé qué por qué haces tanto escándalo, después de todo tu eres el que termina comiéndose los chocolates – Contraatacaba el Azabache, después de todo a él nunca le gustaron las cosas dulces, y encontraba que sería un verdadero desperdicio el arrojarlos a la basura.

-¡YA TE DIJE QUE ESE NO ES EL PUNTO!

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-Hola Ino – Saludaba Sakura, una hermosa joven de rosado cabello que llamaba la atención de varios de sus compañeros, excepto de la única persona que le interesaba.

-Hola Sakura – Respondia cortésmente la chica, después de todo ella había llegado tarde a la clase por lo que no tuvieron oportunidad para charlar antes - ¿Qué pasa?

-No nada, solo quería hablar un poco.

-Quieres hablar del San Valentín ¿cierto? – Muy perspicazmente se dio cuenta de las intenciones de su amiga a pesar de que la plática ni siquiera había comenzado.

-¡¿Qué!? ¿Cómo... como lo sabes?

-Hahahaha es que eres tan predecible, y como tu mejor amiga se lo mucho que te encantan estas cursilerías.

-¡No son cursilerías! – La chica se había sonrojado un poco debido a lo obvia que era – y dime ¿has pensado en alguien?

La chica se quedó pensativa unos segundos mientras veía a un Azabache siendo perseguido por un rubio que hacia todo lo posible por llamar su atención – supongo que seguiré con mi lucha – soltó escogiéndose de hombros.

-¿Te refieres a Sasuke Kun?

-¡Claro que sí! me molesta un poco que evite todos mis regalos e intentos por acercarme, pero si me rindo tampoco conseguiré nada – su semblante volvía a cambiar a uno más alegre y que trasmitía seguridad, lo cual le provoco un poco de envidia a su amiga - ¿y qué hay de ti?

-¿yo? Pues creo que ya no estoy tan segura – la verdad es que ya se había rendido con respecto a Sasuke, pero gracias a la determinación de la rubia comenzaba a cambiar de parecer.

-hmp – no le había convencido mucho su respuesta, pero prefería no seguir insistiendo.

Sakura volteo en dirección al Uchiha, que en este momento caminaba escuchando a Naruto, que más que charlar parecía que estuviera gritando, sin embargo, lejos de estar molesto, Sasuke parecía muy cómodo con la compañía de su amigo, e incluso tenía una pequeña sonrisa casi imperceptible – es curioso ¿no?

-¿Qué cosa? – Se sentía algo desconcertada por el repentino cambio de tema.

-ellos... me parece raro que siendo tan opuestos puedan ser amigos.

-la verdad a mí no me sorprende, después de todo se complementan.

-¿eh?

-ya sabes, es decir Naruto es muy impulsivo y alborotador, se podría decir que él es quien aporta emoción en la vida del otro, mientras que Sasuke es enfocado y tranquilo, lo que le trasmite a Naruto una sensación de paz y serenidad. Como dicen, los polos opuestos se atraen.

Esto había dejado anonadada a su amiga, la verdad es que nunca lo había considerado, y el hecho de que el rubio pudiera provocar todo eso en la persona que ella amaba hacia que se interesara mucho más en él – Naruto...

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-¡PERO YA ME HARTE! – Gritaba el rubio aventando todas las cosas en su habitación luego de volver de clases – ¡Aún falta una semana para el puto san Valentín y ya recibió una carta y dos regalos! – Naruto se desplomaba sobre su cama rojo de furia y de envidia - ¡Pero te aseguro que esta vez conseguiré más cartas que tú Deidara!

-Mis oídos escuchan una apuesta – canturreaba el nombrado asomándose en la habitación de su hermano – Que pasa patito feo.

-¡QUE DEJES DE LLAMARME ASÍ DEI!

-ya, ya, no tienes por qué gritarme – se tapaba los oídos con una expresión de molestia – bueno... ¿que era lo que decías acerca de las cartas?

-ahm.... Bueno.... Yo....

-lo sabía, eres un cobarde, hablas mucho y luego nada – provocaba a su hermano conociendo muy bien sus reacciones – eres tan fácil de manipular hermanito jejeje – Pensaba al ver la cara de enojo del menor.

-¡Dije que esta vez conseguiría más cartas que tú, Baka!

- JA, Si claro, sigue soñando Naru.

-Lo digo en serio hermano– su cara de seriedad respaldaba sus palabras.

-bueno, si estás tan seguro ¿por qué no hacemos una apuesta?

-¿eh? Dei ya te dije que no puedo conseguir explosivos – respondía sagazmente, al recordar la enorme cantidad de veces que Deidara le había pedido ayuda para robar la pólvora que utilizaban en una construcción de camino a su Universidad.

-No seas tonto, yo quiero apostar otra cosa – se sentía un tanto insultado por la respuesta – eres un idiota, tu tampoco comprendes al arte, eres un patito feo nada más.

-bien, te escucho – Miraba con algo de desconfianza a su hermano mayor.

-Pues, si yo gano debes ayudarme a conquistar a Itachi.

-¿¡Que!? ¿¡te... te gusta Itachi!?

-¿eh? ¿No te habías dado cuenta? Hasta nuestros padres lo saben – soltó la frase tan naturalmente como si estuviera hablando del clima – y siempre me están jodiendo con cuándo será la boda y esas cosas ¡pero algún día hare volar esta casa por los cielos, LO JURO POR KAMI!

Lentamente Naruto salió del shock que le había provocado su hermano y volvió a incorporarse - ¿y que hay si yo gano?

-¡No lo sé idiota, tu dime! – en ocasiones le desesperaba el hecho de que su hermanito fuera tan despistado.

-bueno... pues... ¡Ah, ya se! si yo gano...

-lo cual no pasara

-¡déjame terminar ttebayo! Como decía ¡si yo gano tienes que ayudarme a conquistar a Sakura chan!

-¿eh? ¿La frentona? Pffff, pan comido.

-¡BAKA, NO HABLES ASÍ DE SAKURA CHAN!

-bien, bien, como tú digas ¡ahora lo importante son las reglas! Número 1, solo pueden ser regalos que sean para ti, no cuentan los que te den tus amigos por que no los quieren – esa regla iba totalmente pensada por Sasuke, al recordar la cantidad de regalos que traía para comer con la inscripción "para Sasuke Uchiha".

-estoy de acuerdo – y nuevamente Naruto no había captado la indirecta.

-Número 2, tenemos que recibir todos nuestros regalos antes del término de clases, es decir, cuando suene las campanadas de las 18:00, cualquier regalo después de esa hora no cuenta.

-bien.

-Número 3, no podemos decirle a nadie que nos dé un regalo o carta, debe ser por decisión propia – esta regla era fácil de romper, pero ya que ambos hermanos se conocían muy bien sabían que ninguno de los dos lo haría – eso sería todo.

-muy bien, ya entendí, que gané el mejor – sonrió confiado estirando su mano.

-Gracias hermanito, ya sé que ganare – ignoro la mano del menor, y se fue a su habitación.

-¡ERES UN....!

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-Donde se habrá metido el Dobe – un nuevo día había comenzado y Naruto no daba señales de vida, Sasuke intentaba llamarlo en el receso, pero este nunca contesto - ¿le habrá pasado algo? – rápidamente sacudió su cabeza para alejar estos pensamientos, ahora se encontraba descansando apoyado en una ventana del pasillo, viendo el cielo y en ocasiones la entrada esperando ver una cabellera amarilla – estoy aburrido.

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Naruto odiaba saltarse clases porque eso significaba tener que estudiar más, sin embargo si quería ganar la apuesta tendría que hacer unos cuantos sacrificios, había ido de compras gastándose todo lo que había ahorrado en las vacaciones, pero ya tenía ropa nueva que a su parecer le quedaba muy bien, había pasado casi toda la noche en vela viendo por internet modelos y las últimas tendencias en ropa, y ahora se encontraba en camino a una peluquería debido a que su cabello estaba un poco largo y muy maltratado.

-Te vas a arrepentir de haber apostado conmigo Dei – decía muy seguro luego de ver como lucia con su nuevo corte y que gracias a unos tratamientos su cabellera había recuperado su vitalidad – supongo que los lentes tampoco me quedan muy bien – pensaba mientras se veía a través del espejo.

-disculpa, no estoy segura, pero creo que no te gustan tus lentes – comento acertadamente la estilista, la cual Naruto no pudo percatarse de su presencia al estar muy concentrado en su reflejo.

-¡Esta mujer es capaz de leerme la mente! – se sobresaltó el rubio – bueno... la verdad es que no me gustan mucho.

-¡Lo sabía! Si quieres puedo ayudarte con eso, unas cuadras más allá se encuentra una muy buena tienda óptica – dijo señalando una dirección a través de la ventana – no es muy grande pero tiene un letrero muy vistoso, estoy segura que puedes conseguir unos lentes de contacto ahí, solo dile que vas de parte mía y te harán un gran descuento, después de todo ella es mi hermana – la joven acerco una mano a su ojo sacando un pequeño lente, entonces Naruto pudo percatarse de que los ojos de ella no eran verdes, sino de un amarillo color miel.

-¡Muchas gracias! – el joven de un salto se le abalanzo a la mujer para abrazarla, y ella con mucha dificultad fue capaz de corresponder al acto.

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Como vuelvas a faltar hoy Dobe te prometo que te daré una paliza – Pensaba el azabache mientras se adentraba en el Salón de clases – ¿Qué demonios?

Al entrar al aula se dio cuenta que ahora no estaban todas las miradas sobre él como era de costumbre, sino que la mayoría de sus fans estaban viendo al joven que estaba sentado tranquilamente en el lugar de su amigo.

-Quítate – Sasuke a paso rápido encaro al chico, aunque no le prestaba demasiada atención, aún seguía viendo en dirección a la entrada esperando a Naruto, estaba seguro que si lo veía en su lugar armaría un gran escándalo - ¿estas sordo o qué? Ya quítate de ahí que ese lugar está reservado.

-¡Que dices teme, si este siempre ha sido mi lugar!

-¿Na... Naruto? – Sasuke estaba anonadado por el cambio de look de su amigo.

-¿¡quién más, teme!? podre estar sordo, pero tu estas ciego – Sonreía ampliamente dándole un aspecto más zorruno – Jejeje ¿tan diferente me veo?

-¿Qué rayos te paso? – se preguntaba el porqué de su repentina transformación mientras que discretamente seguía observándolo de arriba abajo.

-Nada, es solo que ahora estás viendo al Naruto 2.0 versión mejorada.

-Podrás haber cambiado por fuera, pero por dentro sigues siendo un Dobe – pensaba con un pequeño tic en el ojo – bueno, tampoco es como si me importara, ahora quítate que quiero sentarme.

-Nee Teme ¿de verdad no quieres saber que sucede? – susurraba el rubio luego de la llegada del profesor.

-¿si digo que no aun así me lo dirás, cierto? – Sasuke soltaba un suspiro de cansancio al ver como su amigo asentía con su cabeza – bien, habla.

-como sabrás se acerca el San Valentín

-Nah ¿en serio? – respondía con sarcasmo mientras se contenía las ganas de reír al ver el puchero de su amigo.

-¡TEME! déjame continuar... bueno, lo que pasa es que yo y mi hermano hicimos una apuesta.

-supongo que consistía en quien recibía más cartas, y es por eso que estas totalmente arreglado – el Azabache se burlaba de la cara de asombro de su amigo, seguramente estaba un poco asombrado por haberlo deducido – no te sorprendas dobe, no era muy difícil de imaginar, ahora la única pregunta que tengo es ¿Qué apostaron?

-Ah... bueno yo.... Le dije que si yo ganaba, él... - su cara comenzaba a enrojecer por la vergüenza.

-Ya lo decía yo, podrá haber cambiado por fuera, pero sigue siendo el mismo por dentro.

- Él tendría que ayudarme a conquistar a Sakura Chan – Susurraba lo más bajito posible para que sea apenas audible para el Azabache.

Eso poco o nada le sorprendió a Sasuke, para él no era secreto que a su amigo le gustaba la joven, es decir, ya llevaba 2 años criticándolo del por qué la rechazaba cuando se le acercaba con algún presente, a lo que el Uchiha solo respondía que no sentía nada por ella y no quería darle falsas esperanzas - ¿Aún sigues con eso?

-¡Claro que sí Teme, ya te dije que lo nuestro fue amor a primera vista!

-No es cierto idiota, comenzaste en fijarte en ella luego de que se me acercara a pedirme una cita.

-¿¡y recuerdas lo celoso que me puse!? Esa es la prueba de que ella es la chica indicada para mí.

-¿te das cuenta de que eso no tiene ni un puto sentido?

-al igual que el amor

-si vas a comenzar con tus frases de amor, voy a sentarme junto a Suigetsu.

-Teme amargado.

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-¡Ves! Soy todo un genio ¿tienes idea alguna de cuantas chicas se me acercaron para darme su número? – Gritaba emocionado Naruto ya saliendo de la Universidad junto a su amigo Azabache.

-Te vas a pegar una infección – comentaba el Uchiha solo para molestar al rubio.

-¡No seas asqueroso Teme! además, tu sabes que no me interesa ninguna de ella – era verdad, después de todo, más de la mitad de ellas lo habían ignorado antes o incluso lo insultaban – como cambian las cosas eh.

-Claro, ya que tu solo tienes ojos para tu Sakura chan.

-Sip, espera... ¡Teme! – había tardado unos segundos en captar el tono de burla al decir el nombre de la joven – Sasuke ¿no estarás celoso?

-¿eh?... ¿de qué? – esa pregunta había desconcertado un poco al de ojos color noche.

-Pues, de que te voy a robar a todas tus fans – molestaba a su amigo mientras lo rodeaba por el cuello con su brazo.

-¿esas dementes? Oh por favor, quédatelas, en serio me harías un favor – y no mentía, ya que él siempre había preferido la compañía de un grupo muy selecto de personas, cuya lista tenía como miembro único al rubio – cambiando de tema ¿de verdad crees que puedes ganarle a tu hermano?

-¡Claro que sí! Lo hubieses visto ayer al verme, mis padres casi se desmayan al ver mi nuevo aspecto, y hoy Dei tenia tanto miedo que estuvo media hora arreglándose en el baño antes de ir a clases hahaha.

-Hmp bien, aquí nos separamos, supongo que lo único que puedo decirte es buena suerte dobe – Se despidió chocando los puños antes de caminar en dirección contraria al rubio.

-Gracias Teme, te veo Mañana – Se mantuvo unos segundos viendo la silueta de su amigo alejarse antes de hacer lo mismo.

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Y el tan odiado día por parte del Azabache había llegado – Te odio San Valentín – Sasuke bajaba las escaleras para desayunar luego de haber tomado una ducha – Buenos días Oka san, Oto san ¿Aun no te mueres Itachi?

-Sí, yo igual te amo Hermanito – contraatacaba con sarcasmo el "saludo de su hermano" – ¿tan temprano y ya estás de amargado?

-Ya sabes que hoy no es mi día favorito.

Y con ese comentario Itachi sintió como su cerebro reaccionaba, sintiéndose como si una roca le cayera encima – el jodido San Valentín.

-Síp ¿no me digas que lo habías olvidado?

-como si tuviera algún interés en recordar el peor día del año.

-Suficiente – Interrumpía Mikoto Uchiha, la madre de ambos jóvenes – Primero, odio que digan palabrotas en la mesa.

-Espera que ya me levanto ¿Si las digo en el sofá está bien? – respondía el Mayor de los hermanos con un poco de burla.

-vuelve a pasarte de listo y te pondré la cacerola como sombrero – Amenazaba la mujer, sintiendo como sus hijos se aterraban por el aura que emanaba – y Segundo, no entiendo el por qué odian tanto este día.

-Es que tu no lo entiendes, siempre nos acosan y nos entierran en regalos y cartas.

-ohhh que terrible – contestaba irónicamente al recordar su época estudiantil, después de todo a ella también le pasaba lo mismo y lejos de desagradarle ¡le encantaba! – No sé qué tendremos los Uchihas.

- Pero no es lo mismo, ellas siempre nos persiguen y no entienden que un no es no – respaldaba ahora el menor de la familia.

- Bien, pues entonces para que ahora ustedes sepan lo que se siente van a tener que darle estos chocolates a alguien – les entrego una pequeña caja decorada de Blanco y azul a cada uno, ella ya estaba harta de escucharlos quejarse del San Valentín por lo que estuvo la noche previa cocinando los sabrosos chocolates en forma de corazón – y más les vale que no me entere de que los tiraron, sino conocerán de lo que somos capaces ¿cierto Fugaku?

-Hmp - fue la única respuesta del padre de la familia mientras leía el periódico, no podía estar menos interesado en la conversación.

Luego de comer cada uno iba en dirección a su universidad con la caja de chocolates en su bolso – Que rayos se supone que hare con esta cosa – pensaba refiriéndose a los chocolates, mientras caminaba comenzó a pensar en todo lo que había pasado esa semana, reía un poco al recordar el comportamiento de Naruto, en todo ese tiempo estuvo comportándose muy amable con todas las chicas que se le acercaban, pero era respetuoso, después de todo, no quería crear una mala impresión porque todo esto estaba planeado con el único fin de ganar la apuesta y con ello el amor de Sakura.

-Supongo que hoy será un largo día...

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-¡Muchas gracias! – Repetía nuevamente el rubio, aún no comenzaba ni la primera actividad y él ya había recibido 10 cartas junto con sus respectivos chocolates, mientras que Sasuke llevaba 8 de los mismos – ¡Oh Muchas gracias!

-11 – Contaba mentalmente el Azabache debido al aburrimiento, se sentía algo incómodo al lado de su tan solicitado amigo, sin embargo, este se negó rotundamente cuando le dijo que iría a sentarse junto a Karin, que también le había dado una carta al azabache, pero como señal de amistad que aceptó gustoso – Dobe, de verdad creo que sería mejor si me sentara en otro lugar.

-¡No teme! ya te dije que te necesito a mi lado, me traes buena suerte.

-¡y yo ya te dije que no soy un amuleto, dobe!

Afortunadamente, tal y como dijo la universidad, hoy las actividades escolares se habían cancelado para ser remplazadas con concursos y eventos con el fin de incentivar la participación por parte de los alumnos, y una de ellas era una carrera de parejas en la cual debían llegar primero mientras ambos tenían un pie atado al de su compañero.

-¡Esto será pan comido! – Naruto estaba lleno de entusiasmo mientras era atado junto a Sasuke.

-Aun no entiendo cómo me deje convencer para hacer esto – Se recriminaba mentalmente el Azabache.

Y con el disparo de un arma con balas de salva, comenzó la carrera, siendo nuestra adorable pareja la última en salir, pues ni habían dado el primer paso y ya estaban en el suelo.

-¡DOBE TE DIJE IZQUIERDA Y LUEGO DERECHA!

-¡ESO HICE TEME!

-¡MI IZQUIERDA IDIOTA, NO LA TUYA!

-¡Ups!

A pesar del lento comienzo, una vez se coordinaron fueron capaces de ir a la cabeza de los demás equipos, esquivando los obstáculos y cumpliendo los desafíos.

-Y los ganadores son.... Naruto Uzumaki y Sasuke Uchiha

-¡SI! Te dije que ganaríamos Sasuke – Naruto estaba tan emocionado que ni tiempo tuvo de pensar en el concurso - ¿y exactamente que ganamos?

Tanto el Azabache como los demás casi se caen por la impresión, en ocasiones el rubio podía ser muy distraído – pues ganaron este hermoso peluche del Kyubi – y no mentía, realmente el peluche era muy hermoso, la tela era muy fina y suave, era un poco grande, pero todo su cuerpo estaba bien proporcionado, y se podía notar que las costuras eran de muy buena calidad, y a pesar de que la criatura era considerada un demonio, le habían dado un aspecto muy adorable.

-¡Genial es muy lindo! – Naruto lo acaricio un poco para sentir su suavidad, pero luego lo estiro en dirección al Azabache – Toma Teme, es tuyo.

-¿Pero... no sería mejor que se lo regalaras a Sakura? – Preguntaba el nombrado un tanto incomodo y sorprendido por el gesto.

-¿eh? Pero si lo ganamos nosotros teme.

-Eres el rey de los despistados ­– El azabache se daba ligeros masajes en la sien suplicando por un poco de paciencia para soportar a su amigo – está bien, pero guárdalo en tu mochila porque en mi bolso no cabe – dicho y hecho, el rubio lo deposito en su mochila con la mitad del zorro fuera de ella.

-Esto.... Yo.... Bueno yo.... Quería... felicitarte Naruto Kun – de la nada apareció una joven cuyos atributos no podía pasar desapercibidos.

-¿Ah? ¡hola Hinata! ¿dijiste algo? – el rubio estaba tan concentrado con su amigo que ni cuenta se dio de la llegada de la joven.

-¡Ah! Si... yo... es que... quería... - con cada palabra podía sentir como el calor de sus mejillas solo crecía y crecía, por lo que opto a entregarle una pequeña caja de chocolates y escapar lo antes posible, pero no fue capaz de entregarle la carta de amor que tenía preparada.

-creo que le gustas – comentaba tranquilamente el Azabache.

-¿Qué? No lo creo, es solo que ella es muy tímida.

-Emm Naruto ¿Podemos hablar un poco en privado? – ahora era Sakura quien se acercaba e interrumpia a ambos chicos, acompañada por Ino.

-¡Cla... Claro Sakura chan! – Inútilmente trataba de ocultar su nerviosismo.

La joven caminaba junto a Naruto mientras se distanciaban del Azabache y la Rubia, ahora sintiendose más relajada le entrego una caja junto con una carta – Ten ¡Feliz San Valentín! – finalizo con un casto beso en la mejilla para seguir sonriendo – Lamento mucho no haberme dado cuenta, y estoy segura que crees que soy una superficial por haberte notado luego de que cambiaras tu apariencia...

-No Sakura Chan yo jamás...

-déjame terminar por favor – interrumpía la joven al ver que Naruto estaba incluso más nervioso que ella – solo quería decirte que te considero una persona maravillosa, y si tengo alguna oportunidad me encantaría que comenzáramos saliendo como amigos.

-Ah... sí claro, me encantaría – Friendzone fue la primera palabra que surco la cabeza del rubio.

-y también, me gustaría que por favor no leas la carta hasta que termine el día, por favor.

-Está bien Sakura Chan, te lo prometo – pactaron el trato con una pequeña sonrisa – creo que después de todo no necesitare de Dei, pero aun así quiero ganarle.

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-Me pregunto de que estarán hablando – curioseaba un poco Sasuke luego de ver el pequeño beso por parte de la Haruno.

-Tampoco me quiso decir sobre que quería hablar con Naruto – comentaba la rubia como leyendo los pensamientos del Azabache – Bien, aprovechando que estamos solos quería entregarte esto – tranquilamente le estiraba una caja con forma de rosa que tenía una gran variedad de chocolates.

-Ino, yo...

-Ya lo sé, Sasuke kun, sé que tu no sientes nada por mí, sin embargo, yo te he estado observando durante mucho tiempo, ansiando el momento en el que pueda conocer tu verdadero yo, y es por eso que no quiero rendirme, puedes llamarlo amor u obsesión, pero la verdad es que creo que eres una maravillosa persona.

Esas palabras lo habían dejado sin habla, la verdad es que nunca se había molestado en conocer a alguna de las chicas que lo perseguían creyendo que todas lo hacían por mero capricho, pero estaba equivocado, decidió aceptar el regalo – muchas gracias Ino, aunque a mí no me gusta...

-Tranquilo es chocolate amargo, sé que odias las cosas dulces – luego de ver que los dos chicos habían terminado de charlar opto por ir a acompañar a Sakura – Adiós Sasuke Kun.

Sorprendido al ver que esa chica realmente lo conocía, aunque sea un poco, se mantuvo viendo los chocolates y recordó los que le había dado su madre – Supongo que no tengo nada que perder – caminó un poco para alcanzar a la joven rubia – Ino...

-¡Ven teme! ya casi son las 18:00 – no le dio tiempo para replicar y de un segundo a otro ya lo estaba arrastrando de la muñeca en dirección a la entrada de la universidad, donde se encontraría con su hermano.

-Espera.... ¡Dobe!

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-30, 31, 32 y 33... No lo puedo creer – el mayor de los Uzumaki contaba las cartas recibidas por Naruto por segunda vez, mientras que el menor hacia lo mismo con respecto a las cartas de su hermano – es un...

-¡EMPATE!

-¿¡cómo puede ser!? Debes de haber hecho trampa ¡maldito pato feo! – Deidara se negaba a aceptar que había perdido la apuesta siendo que se había arreglado muy bien ese día.

-¡Yo no he hecho trampa, y el único feo aquí eres tú! – Naruto estaba en las mismas condiciones, luego de recibir semejante cantidad de cartas estaba seguro que su hermano no podría ganarle.

-¿y que se supone que pasaría si empataban? – preguntaba Sasuke luego de ser arrastrado por su amigo para que lo acompañara.

-¡No lo pensamos, jamás creímos que podríamos empatar! – Dijo el mayor viendo en todas las direcciones para asegurarse de que algún admirador no se encontraba esperando para darle su regalo en el último momento – No hay nadie.

-¡y solo nos quedan 3 minutos! – Gritaba histérico Naruto observando su reloj y luego imitando a su hermano.

-Supongo que ambos perdimos – decía cabizbajo Deidara.

-¡No es justo, de verdad me había esforzado mucho para ganar! – comentaba el menor, su usual alegría se había esfumado para dar lugar a una mueca de tristeza.

Sasuke no iba a admitirlo, pero la verdad es que se sentía mal por la situación, él también era conciente del esfuerzo que había hecho su amigo – Oye dobe ¿las cartas de los chicos cuentan?

-¿eh? ¡claro que sí! Pero ya todos se fueron...

Sin que los demás chicos le prestaran mucha atención, sacó el regalo de su bolso junto con un bolígrafo para escribir algo sobre él - toma – ofrecía la caja con chocolates que su madre le dio en la mañana.

-¡NO! – Rápidamente se interpuso Deidara entre ambos chicos – no puedes darle uno de tus regalos, va en contra de las reglas.

-No es un regalo, es mío – dijo mientras le mostraba la etiqueta en la cual decía "De: Sasuke Para: el dobe" – Toma Naruto, es para ti.

-¿¡Que!? Pero... ¿Por qué? – Naruto sintió curiosidad del porque Sasuke tenía un regalo, y emoción de que además fuera para él - ¿no deberías dárselo a alguien más?

Sasuke suspiro derrotado, no queria tener que dar muchas explicaciones, pero conociendo a su rubio amigo sabia que él no los aceptaria sin una buena razón - Oka San los preparo, me dijo que debía de dárselos a alguien importante antes de que el día terminara, y si lo pienso bien supongo que tú eres la persona más importante que tengo – Sasuke seguía hablando mientras observaba el regalo que aún tenía en sus manos – Cuando tú no estás, yo... no sé qué hacer, me siento como suspendido haciendo todo por inercia nada más, pero estando tú alrededor siento como si todo cobrara sentido, me siento como si volviera a la vida... La verdad es que contigo, me siento humano – nuevamente volvió a estirar el regalo frente al rubio mientras este torpemente lo recibía sin que ninguno lo soltara – lo que quiero decir es....

-Feliz San Valentín Dobe.

-..............

-¿¡Que es... esta sensación!? – Se preguntaba Naruto viendo la escena más hermosa ante sus ojos, pudo escuchar las campanadas que provenían de la universidad anunciando la llegada del atardecer, mientras que Sasuke se encontraba frente a él con esa penetrante mirada y una bella sonrisa, además de ese pequeño sonrojo que brotaba de sus mejilas, y para terminar, el viento que desordenaba suavemente su cabello – No quiero que este momento acabe jamas...

-Ah, y antes de que lo olvide – Sasuke comenzó a levantar sus brazos puesto que el rubio ya había aceptado el regalo, comenzó pasándolos hábilmente alrededor de su cuello y acercándose peligrosamente.

-Sa... Sasuke – Naruto era incapaz de moverse, sentía como sus mejillas ardían y solo se concentraba en esos delgados labios que se acercaban a los suyos - Eras tu Sasuke... siempre fuiste tú... - instintivamente había comenzado a cerrar sus ojos, concentrandose unicamente en el palpitar de su corazón, pero los abrió nuevamente al sentir como el agarre se soltaba y sobre su cabeza pasaba el peluche del zorro, el mismo que segundos antes estaba en su mochila.

-No iba a olvidar mi regalo, dobe – cuidadosamente comenzó a apretar al peluche contra su pecho mientras se despedía de su amigo.

-Zorro suertudo – pensaba el menor mientras veía a su amigo partir y alejarse a paso lento.

-Eres muy afortunado Naruto... bueno, supongo que recibiste el regalo antes de lo acordado, y como soy un chico de palabra te ayudare a conquistar a la cabello de chicle.

Pero el rubio no le estaba prestando atención, seguía viendo como el Azabache se alejaba mientras trataba de razonar acerca de sus nuevos sentimientos, e inconcientemente soltaba la carta que le habia entregado Sakura, ahora poco o nada le importaba – Dei ¿Podemos cambiar la apuesta?

-¿¡Que!? ¡No es justo! ¿¡por qué quieres cambiarla!?

-Bueno, es que... -Su mirada bajo hasta el pequeño obsequio que mantenia en sus manos, apretandolo suavemente - creo que no era Sakura Chan de quien estaba enamorado – sin poder ni querer evitarlo una enorme sonrisa se formó en su rostro, mientras levantaba la mirada en dirección a su hermano, él cual se percató de la intensidad en sus ojos que respaldaba la seguridad de sus palabras.

Deidara un tanto perplejo vio la escena comprendiendo lo que ocurría a la perfección, soltó un ligero suspiro de cansancio mientras se encogía de hombros y le sonreía amablemente al menor – que se le va a hacer, supongo que a los Uzumaki nos gustan los Azabache.

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