34. Testigos.
El día del juicio había llegado, y la sala de audiencias estaba llena de tensión y murmullos ahogados. Yoongi permanecía sentado en su lugar, vestido con un traje oscuro que no lograba disimular el cansancio en su rostro. Las ojeras profundas y los hombros ligeramente caídos reflejaban las noches en vela, los días de incertidumbre. Aun así, mantenía la cabeza en alto, esforzándose por lucir tranquilo, aunque su corazón martilleaba contra su pecho.
Jimin, por otro lado, estaba destrozado. Su rostro estaba pálido, y sus ojos rojos delataban las lágrimas que no había dejado de derramar. Sentado en el otro extremo de la sala, rodeado por su padre y los abogados, se sentía atrapado, incapaz de entender cómo todo había llegado a esto. Cada vez que sus ojos se encontraban con los de Yoongi, más lágrimas caían. Pero Yoongi, a pesar de todo, le sonreía, esa sonrisa cálida que parecía prometerle que todo estaría bien, aunque las circunstancias indicaran lo contrario.
Cuando el juez llamó al primer testigo, el ambiente se volvió más denso. Dos de los antiguos compañeros de clase de Jimin subieron al estrado, hablando sobre cómo su relación con Yoongi era "forzada" y cómo habían notado algo extraño en su relación con Jimin.
Las palabras eran como dagas para Jimin, que apretaba los puños, luchando contra la necesidad de gritar que todo era mentira.
Como es que podian hablar de su relación, es como si la conocieran, pero claramente todo era falso.
Pero lo peor llegó cuando Taehyung subió al estrado. Su exnovio parecía seguro de sí mismo, con una expresión que mezclaba tristeza fingida y determinación.
—Llamó a Kim Taehyung al estrado. —Hablo la abogada del señor Park, y Taehyung caminó con un aire de aparente vulnerabilidad, pero con la confianza oculta de alguien que sabe exactamente qué hacer para ganarse a su audiencia.
Vestido pulcramente y con una expresión que combinaba tristeza y elegancia, se sentó, acomodándose con cuidado antes de empezar.
La abogada del padre de Jimin fue directa:
—Señor Kim, ¿podría relatarnos los eventos que llevaron a la desaparición de Jimin? ¿Qué sucedió en la última vez que tuvieron contacto?
Taehyung tomó un respiro profundo y dejó caer los hombros, como si el peso de su historia lo agobiara.
—Jimin y yo estábamos juntos desde hacía tiempo. Nos entendíamos, nos cuidábamos... pero todo cambió la noche que discutimos. —Hizo una pausa estratégica, dejando que el silencio llenara la sala—. Esa noche, él se enteró de algo que no tuve el valor de decirle directamente: mi padre no aceptaba nuestra relación.
Las primeras lágrimas rodaron por sus mejillas, y su voz tembló justo lo necesario para parecer genuina.
—Jimin se sintió traicionado, y con razón. Me gritó que no podía creer que no lo hubiera defendido, que hubiera permitido que mi padre dijera cosas terribles sobre él. Yo intenté explicarle que mi familia era estricta, tradicional, pero él no quería escucharme. Salió corriendo de mi casa esa noche, y no volví a saber de él.
La abogada aprovechó la pausa para profundizar: —¿Y qué sucedió después? ¿Cuándo volvió a tener noticias de Jimin?
—Semanas después —continuó Taehyung, enjugándose las lágrimas con el dorso de la mano—. Había desaparecido completamente, y yo estaba preocupado, destrozado. Pero cuando finalmente supe de él, ya estaba... —su voz se quebró, y respiró profundamente antes de continuar—. Ya estaba con Min Yoongi. Decía que lo amaba, pero todo había sido tan rápido, tan confuso... No era el Jimin que yo conocía. Él no era así.
La abogada asintió, alentándolo a continuar. —¿Cree usted que Min Yoongi tuvo algo que ver con este cambio en Jimin?
Taehyung miró al jurado, sus ojos aún brillantes por las lágrimas.—No tengo dudas. Jimin era vulnerable después de nuestra discusión, y creo que Yoongi se aprovechó de eso. Lo aisló de sus amigos, de su familia, de todo lo que le importaba. Él es mayor, más experimentado, y claramente lo manipuló para que se alejara de su vida anterior.
La sala quedó en silencio mientras Taehyung se limpiaba las lágrimas, su actuación perfectamente medida. Cada palabra, cada gesto estaba diseñado para inclinar la balanza en su favor.
Desde su asiento, Jimin apretaba los puños, luchando por contener las lágrimas. Su pecho dolía al escuchar las mentiras de Taehyung, pero más que eso, sentía rabia. ¿Cómo podía usar su amor pasado como un arma contra Yoongi? Cada palabra era una puñalada, no solo para Yoongi, sino también para él.
Al concluir, Taehyung dejó el estrado con una última mirada al jurado, asegurándose de que comprendieran su "dolor". Pasó junto a Jimin y, con una sonrisa casi imperceptible, dejó claro que estaba satisfecho con su actuación.
Jimin apenas podía contenerse. Quería gritarle, defender a Yoongi, decirle al mundo la verdad, pero estaba atrapado en una sala donde las mentiras parecían más convincentes que sus propios sentimientos.
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