03. Novios.

5 dias antes de la apuesta de su padre.

En la soleada mañana en el colegio, Jimin y TaeHyung pasea pasillos tomados de la mano. Los ojos curiosos y admiradores siguen sus pasos, y las susurros de envidia llenan el aire a su paso.

Jimin sabía que era enviadiado por muchos, ya que su novio era guapo, inteligente y estúpidamente rico.

Se siente radiante al sentir todas las miradas sobre el, especialmente cuando notan a su bello novio a su lado. Con una sonrisa encantadora, camina con confianza, disfrutando del halago silencioso que su presencia despierta en otros. La seguridad que emana de él solo aumenta su encanto, y juntos forman una pareja que despierta admiración.

Y envidia, sobretodo de Jeon JungKook, quien había estado enamorado de TaeHyung desde el octavo grado.

Mientras pasean, escuchan murmullos a su alrededor. Algunos compañeros de clase comentan en voz baja sobre lo bien que lucen juntos.

Mientras Jimin parecía disfrutar de esa atención, TaeHyung la ignoraba por completo.

—Te veo a la salida. —Hablo una vez que Tarhyung le dejo en su salón de clases.

Jimin se puso de puntillas y se acerco un poco para besar los labios de su novio, pero mientras que Jimin era impredecible y no le importaba besar a su novio en público. TaeHyung odiaba que lo hiciera, no quería exhibirse de esa manera.

TaeHyung evitó el beso y en cambio tomo las mejillas de su pareja y beso su frente, luego sus mejillas hasta tomar las manos del menor y dejar un beso en cada una.

Sin duda era él hombre perfecto.

—Esperaré por ti Jimin. —Le susurro al oído cuando lo abrazó.

—Te mandare un texto. —Respondió cuando TaeHyung deshizo el abrazo.

jimin impulsivo como siempre, decidió tomar la iniciativa y sorprendió a TaeHyung al robarle un beso inesperado.

El corazón de TaeHyung se aceleró instantáneamente, y su rostro se tiñó de un intenso sonrojo, a pesar de que era su novio quien le había besado.

Ese gesto repentino dejaba claro que Jimin sentía algo especial por él.

—Nos vemos. —Se despidió aún sonrojado.

Jimin entró a su salón de clases, al ver a su mejor amigo sintió esa mirada de complicidad.

—Así que el introvertido y reservado TaeHyung dejo que lo besaras. —Hoseok sonrió con un poco de burla en sus palabras, pues había notado que TaeHyung evitó el primer beso de su novio.

—Es tan anticuado, ya lo sé. —Bufo sintiéndose un poquito inseguro. —Aun no hemos dormido juntos.

—Dijiste que el fin pasado te quedaste en su casa. —Recordó casi sin entender a lo que su amigo se refería.

—No digo dormir, me refiero a dormir juntos, ya sabes. —Explicó haciendo énfasis en dormir juntos.

—¿Como? Que no llevan ya 9 meses juntos. —Respondió sorpresivo, Jimin era algo coqueto, desinhibido y sexualmente activo hasta donde sabía.  —¿Es por TaeHyung?

—Si, él quiere esperar. —Explicó sin querer dar más explicaciones.

—Quiere que sea especial por te ama. —Chillo Hoseok, sintiéndose emocionado por su amigo.

—Eso creo.

—¿Y tu, lo amas? —Indagó curioso por los sentimientos de su amigo.

—Llegó la maestra. —Respondió cortando el tema, cuando vio a su profesora entrar al salón de clases.

—¿Jimin? —Insistió al ver la reacción evasiva del mismo.

—El me gusta, ¿pero amor?, ¿no es muy pronto para eso?

••••••••••••••••❤️••••••••••••••••

Jimin visualizo a TaeHyung a no más de 10 metros de distancia, estaba sentado en alguna mesa de la biblioteca, y a su lado estaba Jeon JungKook.

El tonto enamorado de su novio.

Jimin se acercó a ambos, sentándose en las piernas de su novio, dejando un beso en la mejilla del mismo.

—¿Me extrañaste? —Pregunto con un puchero cuando tuvo la total atención de su novio.

—Jimin, no deberías hacer eso cuando hay gente, podría ser incómodo para ellos. —Insinuó Tae observando a Jungkook quien bajo la mirada al instante.

—Ay Tae no seas tontito a JungKook no le importa.—Hablo sonriéndole al contrario mismo que asintió en silencio y prosiguió a marcharse con la cabeza decaída.

—Claro. —Respondió dándole la razón a su novio.

TaeHyung bajó su mirada y fue a dar a los viejos y desgastados tenis de Jimin.

Parece que practicar danza todos los días le desgasta rápido el calzado.

Hace apenas dos meses le compro el par que trae puesto y ya están hechos añicos.

—¿Nos vemos en la noche? —Preguntó, poniéndose de pie.

—Creí que pasaríamos el día juntos. —Chillo Jimin en un berrinche.

No quería regresar a casa.

—Me surgió algo, te llevaré y después regreso. —Explicó, creyendo que era buena idea regalarle un par de tenis nuevos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top