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— ¿¡No pensaron comprar menos mercadería cuando se dieron cuenta que tendríamos que irnos del apartamento?!— exclamó Axl con notoria molestia e indignación.

— ¿Prefieres esto o que se nos acabe la comida?— defendió Slash.

— La comida puede conseguirse después también.— dijo Axl.

— Estábamos en el supermercado...— dijo Duff.— ¿esperabas que dejáramos toda esa comida ahí como si nada?

— Dejen de discutir y sigan llevando los carros —dijo Izzy.

Luego de mucho esfuerzo lograron bajar ambos carros hacia el estacionamiento del edificio.

Se estaba oscureciendo ya, y empezaron a cargar la minivan de Duff tanto con la mercadería como con sus pertenencias.

Cuando ésta estuvo totalmente cargada, se subieron como pudieron al vehículo, se colocaron el cinturón y Duff partió.

— ¿A donde se supone que vamos? —preguntó.

— Lejos —respondió Slash— lo más lejos que se pueda.

— ¿Podrías ser más específico por favor? —preguntó Duff.

— Supongo que para el lado contrario a donde viene la plaga... —dijo Izzy colocándose tres dedos en la frente y cerrando los ojos.

Duff asintió.

— Para pasar el rato podemos contar chistes —dijo— ¿conocen el que una chica entra a un bar y..?

— ¡Lo conocemos! —exclamaron todos menos Duff al mismo tiempo con tono hastiado. Steven e Izzy con las manos en la cíen y Slash y Axl de brazos cruzados.

— Bueno, ya —contestó Duff.

— Mejor pone la radio... —comentó Axl.

Duff colocó un disco y pronto la música comenzó a sonar.

Suspiraron más aliviados,en cierta forma la música los relajaba.

— ¿Cuánto queda para llegar? —preguntó Steven.

— Ni siquiera sé a dónde vamos —respondió Duff.

Pronto vieron a lo que los otros chicos y las noticias se referían:

Calles, casas y autos ardían, gente se encontraba muerta en el suelo, todos corrían buscando refugio, gente disparando, y entonces...

— ¡Un infectado! ¡Un infectado! —gritó un hombre señalando a un hombre de mediana edad que vomitaba sangre luego de haber tosido.

Duff viró en U rápidamente, Izzy, quien iba de copiloto, se agarró fuertemente al tablero de la pequeña camioneta.

El rubio aceleró la marcha.

— ¡¿A donde vamos?! —exclamó Steven aterrado— ¿¡Vamos a morir?!

— ¡Steven, cállate! —gritó Axl.

Rápidamente Slash fue a ver las noticias en su celular.

«Informantes nos dicen que la plaga empieza a llegar a la zona. Además ésta ha ido mutando con el tiempo haciendo que algunas personas no mueran, pero pierdan el juicio. Muchos de los llamados "infectados sobrevivientes" han matado a numerosas personas. El número de muertos en las zonas afectadas es en total 20 millones aproximadamente. Se recomienda buscar zonas limpias o seguras, puesto que si la plaga no los mata, los infectados sobrevivientes lo harán. Seguimos sincroniza-»

Slash apagó el celular y se apoyó contra la pared de la minivan.

— ¿Donde se supone qué hay "zonas limpias o seguras"? —preguntó Axl molesto— ¡Nada está ni limpio ni seguro!

— Genial —dijo Izzy con ironía— ahora además de una plaga letal hay unos locos psicópatas.

— Además portan el virus, pueden matarte infectándote... —comentó Duff.

— ¡Dejen de hablar de cómo vamos a morir! —exclamó Steven con las manos tapando su cara— ¡Me enferma!

— Mientras no te enferme la plaga... —comentó Axl.

Entonces se toparon con tráfico.

— Lo que faltaba... —comentó Axl.

— ¿Y qué esperas que haga? ¿Que choque a los otros autos? —preguntó Duff molesto por la reacción del pelirrojo.

— No... —respondió Axl.

— Entonces —respondió Duff mientras abría una ventana y se asomaba a mirar— demonios...

— ¿Qué sucede? —preguntó Izzy.

— Hay un choque múltiple y... uno, dos, tres, cuatro..., cuatro atropellados... —respondió.

— Dios mío... —dijo Steven tapándose la cara.

— Ya Steve, vamos a salir de aquí —lo tranquilizó Slash poniendo una mano en su espalda.

— ¡La plaga viene y hay un tráfico enorme! —exclamó Axl— ¡¿Cómo esperas que estemos tranquilos?!

— Estándolo —respondió Duff— tienen que cooperar para poder sobrevivir.

Steven sacó un paquete de galletas de una de las bolsas y comenzó a comerlo con lentitud. Le ofreció a los demás, quienes se negaron, menos Slash quien comió unas pocas.

— Gracias Steven, acabas de desperdiciar un paquete de galletas —le dijo Axl y le dio un manotazo en la cabeza.

— Deja a Steven —lo defendió Izzy— está nervioso y tiene derecho a estarlo, si te molestaba que comiera debiste decirle mientras lo hacía.

Axl masculló algo que el resto no entendió, y luego de un rato, finalmente Duff decidió subirse a la berma con el fin de avanzar más rápido.

Luego de un rato en la carretera se bajaron a echar gasolina, menos Steven e Izzy, quienes prefirieron permanecer en la minivan.

Duff cargaba el auto mientras Axl y Slash iban a la pequeña tienda.

En su interior habían muchas personas viendo un pequeño televisor donde se mostraban las noticias.

El lugar estaba repleto, por lo que les fue algo difícil avanzar.

Slash miraba el televisor, los "infectados sobrevivientes" mataban a casi todo quien se libraba de la plaga.

— Axl, creo que deberíamos tener con qué defendernos... —le dijo Slash al pelirrojo.

— Supongo que sí, esos enfermos están por doquier.

— Voy a ir a la academia a buscar armas —dijo el de rizos azabaches— tendremos que volver.

— ¿¡Estás enfermo?! —exclamó Axl, algunos lo miraron asustados, por lo que añadió— ¡No de eso!

— No, debemos conseguir armas y algo con lo que defendernos —argumentó Slash sin dar muestras de cambiar de opinión.

Axl rodó los ojos.

— Bien, iremos a tu maldita academia —accedió Axl yendo a pagar lo comprado.

Slash asintió sonriente y fue a avisarle a los chicos.

(...)

— ¿Tú crees que después todo vuelva a la normalidad? —preguntó Steven.

— Por supuesto que sí —respondió Izzy mientras miraba por la ventana como Axl hablaba con Slash y Duff— Solo será un tiempo, luego descubrirán la cura y todo será normal.

Steven asintió.

— ¿Crees que podamos ver esa normalidad otra vez? —preguntó.

— Claro —respondió Izzy con un tono seguro, aunque por dentro sabía que quizás no podrían.

— ¿Lo prometes?

— Lo... Lo prometo, Steven —dijo y bajó la mirada sabiendo que no podría cumplir aquella promesa hacia el rubio de baja estatura y orbes azules— Lo prometo.

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