El final de los buenos días.

Apocalipsis.

Capítulo 1: El final de los buenos días

Bien... ¿Por dónde comenzar? Hay tantas cosas que decir; ¿Mi nombre? ¡Ah, claro! Izuku Midoriya, ¿Edad? Ammm... 23 años, ¿Cómo era antes de esta catástrofe? ¿Dónde estaba? ¿Cómo inicio todo? Cielos... son bastantes preguntas, pero hare lo que pueda.

Bien... empecemos desde el principio todo comenzó en "El atardecer carmín"

Aun lo recuerdo, ¿Cómo no hacerlo? Fue el último día de mi vida perfecta, una escuela, una casa tibia, amigos, sonrisas, incluso algo tan simple como un regaño de mi madre al llegar a casa tarde lo disfrutaría en estos días; pero como dije... es mejor empezar desde el principio.

***

Ese día recuerdo perfectamente que era un jueves, pues es el día que más clases tenia, en esos momentos tan solo era un preparatoriano de último año, tan solo tenía 17 años, y sin mentir mi semestre concluiría en un mes, las clases eran más pesadas y las tareas incrementaban, sin mencionar que en nuestra clase estaban haciéndose organizaciones para el final del curso, muchos irían a fiestas privadas, otros querían que fuese algo más "de película" la típica fiesta al anochecer, fotos, recuerdos, bailar hasta el amanecer; que triste que la vida como la conocíamos llegaría a su final esa misma tarde.

Mi día comenzaba a las 6:30 de la mañana, mis clases empezaban a las 8:30, aún recuerdo esa tediosa rutina... levantarme, ducharme, vestirme, bajar a desayunar con la típica sonrisa de mi madre, me lamento tanto el no haberla admirado como era debido, irme al bachillerato sin dar un último abrazo o beso de despedida solo porque estaba al teléfono.

Que tonto fui, hubiera esperado un poco más, caminar hasta la escuela sin disfrutar pequeñeces como los niños corriendo en las calles, las nubes blancas o incluso la pequeña brisa mañanera, llegar al colegio, entrar, sentarme y tener un dichoso "día normal de clases".

-¡Deku-kun buenos días!- decía Uraraka una de mis amigas –Buenos días para ti también- correspondí con una sonrisa, tome su hombro y le di un beso de mejilla a mejilla como saludo -¿Te has hecho los deberes de Química? Los problemas de genética simplemente no se me dan- dijo cabeza baja, simplemente reí –Claro, ya te los presto- entregue mis hojas perfectamente bien ordenadas a mi amiga para que esta las copiara.

-Buenos días...- entro nuestro profesor al aula -¡¿Qué tienen de buenos profe?! ¡Hoy salimos hasta las cinco de la tarde!- dijeron desde atrás de la clase –Y si tu no quieres salir a las ocho de la noche de nuevo, más vale que te sientes y te calles- respondió otro compañero, las risas se hicieron presentes y después el silencio.

Sin embargo ese armónico silencio fue roto por la puerta patearse –Señor Bakugo llega tarde, otra vez- dijo el profesor sin ni siquiera dirigirle la mirada, en todos esos años dando clase ya lo conocía -¡Y una mierda! ¡Yo voy excelente de tiempo! Usted llega antes de lo normal- sip... el mismo Kacchan de siempre.

-Dígale eso al padre tiempo señor Bakugo, vamos siéntese ya- y sin más pleitos Kacchan amigo mío desde la infancia se sentó delante de mí, dato curioso, Kacchan y yo somos amigos desde que estábamos en pañales, eran buenos tiempos sin embargo.... -¡¿Qué miras pedazo de nerd?!- su manera de demostrar amistad es un tanto extraña... -Nada Kacchan, solo me quede pensando- dije nervioso -¡¿Quién te dijo que me hablaras maldito Deku?! ¡Deja de verme!- y por fin tomo asiento

-Lo que digas Kacchan....- dije soltando un suspiro -¡Joder! ¿¡Que no te callas?! – Me rezongó –P-Pero si tú eres el que continúa hablándome – le aclare – Bakugo, Midoriya, ye que tienen tantas ganas de socializar ¿Por qué no van al laboratorio por los reportes de Física de la clase pasada? Y por supuesto después irán a detención por lo que resta de mi clase- dijo el profesor claramente molesto

-¡Pero yo no he sido!- intente abogar a mi favor pero con ese profesor era inútil... -¡Ahora!- grito el profesor y con eso nosotros habíamos perdido la pelea –Tch- chasqueo con la Lengua Kacchan, pero hasta él sabía que era inútil resistirse, ambos salimos del salón directo a los laboratorios que se encontraban en la planta baja, caminamos en silencio hasta las escaleras pero claramente Kacchan deseaba decirme incluso de lo que me moriría.

Apresure el paso y él no tardó mucho en mostrarme su descontento -¡Hey estúpido pedazo de basura! ¡No vas solo!- dijo en voz alta al llegar al corredor –Lo... lo siento Kacchan- dije, a la vez que me detenía a esperarlo -¿Para qué tienes prisa? De todas formas tenemos un pase a la detención y con un reporte de cortesía, no sé tú pero a mí no se me antoja apurarme- dijo rodando los ojos y rebasándome con lentitud –Es... es verdad, pero el profesor necesita los reportes para la clase de hoy, no deberíamos demorarnos en llevárselos... -

-No es mi problema- me interrumpió, no pude evitar sentirme impotente, ¿Cómo es que no veía la seriedad de las cosas y solo veía por sí mismo? –Si nos apuramos... podríamos no ir a detención... -dije intentando convencerlo, este se detuvo y se giró a mirarme sobre su hombro –Solo... solo si tú quieres, hoy tenemos dos horas con ese profesor, se me hace un desperdicio de tiempo estar en un salón sentados dos horas, podríamos dar la vuelta y después regresar para la clase de Psicología – no resistía saber que su mirada estaba sobre mí, por lo que solo mire mis zapatos tímidamente

Bufo por lo que dije -¿El nerd me está invitando a irme de pinta?- siguió caminando –Lo siento nerd, pero prefiero estar encerrado dentro de cuatro paredes a irme de paseo contigo dos horas- finalizo –Pero... igual estaremos encerrados los dos...- susurre resignado, seguimos caminado hasta llegar a los laboratorios, afortunadamente estos estaban abiertos, pues si tenían llave sería un problema ir por los de intendencia para que nos abrieran, esos hombres siempre estaban regados por toda la escuela.

Tomamos los reportes y nos dirigimos al salón sin dirigirnos palabra alguna hasta estar en la esquina del pasillo donde estaba nuestro salón –Oye nerd- dijo estando frente a mi sin voltear a verme -¿Si, Kacchan?- pregunte frenándome a unos pasos de distancia –No podemos salir de la escuela, seguramente nos descubrirán y nos cargaran a piñas, pero podemos irnos a la azotea, tengo las llaves de la puerta- aquello me había alegrado demasiado -¡De acuerdo!- dije sin dejarlo terminar.

Me adelante a dejar los reportes y Kacchan entro justo detrás de mí –Aquí están profesor- dije alegre dejando los pesados cuadernillos sobre el escritorio –Bien... ¿Quién es el encargado de clase?- dijo el profesor –Soy yo- Iida mi amigo y el presidente de la clase levanto la mano de inmediato. –Por supuesto- dijo con obviedad el profesor –Acompáñalos a la sala de detención y una vez estén dentro regresa- dijo el profesor

Nuestros planes habían sido frustrados... vi el rostro de descontento de Kacchan, esto seguramente terminaría mal, tomamos nuestras cosas y salimos de clases, Iida efectivamente nos acompañó hasta la sala de Detención que estaba hasta el final del pasillo y tristemente frente a la sala de profesores –Llegamos- dijo Iida, como si no fuese bastante obvio –Cállate cuatro ojos- respondió Kacchan y entramos –Lo lamento Midoriya, dos horas encerrado con Bakugo no debe ser nada agradable- dijo Iida –Descuida... es Kacchan después de todo, regresa a clases antes de que te metas en un problema tú también- este asintió con la cabeza y cerró la puerta del salón yéndose directo a clases.

-¿De verdad nerd? ¡¿No pudiste pedirle que nos dejara libres!? ¡Es tu maldito amigo después de todo!- sabía que no estaría contento –Kacchan sabes que aunque lo hubiera hecho no hubiera accedido.- Kacchan resoplo y puso sus pies sobre la mesa, yo me senté una mesa después y saque una de mis libretas, aprovecharía este tiempo para estudiar.

Los minutos pasaron, el silencio era bastante acogedor, pues lo único que podía escuchar era mi lápiz escribir consejos en hojas nuevas para los exámenes, incluso se podía percibir la respiración de Kacchan al dormir, cuando sin previo aviso escuchamos gritos.

Deje mi lápiz sobre mi cuaderno, pensé que serían los de grados menores en el patio jugando deportes o algunos chicos gastando bromas, sin embargo los gritos eran de terror, Kacchan despertó por el escándalo -¿Qué rayos?- dijo asomándose por la ventana del salón -¡Deku ven aquí!- dijo a lo que yo corrí directo a la ventana, me coloque detrás de él y fue cuando todo cambio, nuestra buena vida había quedado atrás y el "atardecer carmín" había comenzado.

Un puñado de gente de piel pálida con tonalidades verdosas o azules por causa de sus remarcadas venas devoraba literalmente a parte del grupo de primer año, la escena era asquerosa además de aterradora, veíamos como sus molares desprendían la piel del musculo de los pequeños niños recién salidos de secundaria, ni siquiera habían completado un año en bachillerato.

Estábamos en el segundo piso, pero aun así yo podía ver con claridad como los ligamentos se partían al ser estirados de más, la sangre salpicaba por todos lados, y los niños de primer grado ni siquiera estaban muertos, estaban siendo masticados vivos, no por animales, ¡si no por personas! Era una escena de lo más perturbadora, el ver como la saliva escurría por sus comisuras al masticar un pedazo de carne humana, además de que a la vez los ojos de los que eran las presas se saltaban de la impresión y el dolor.

-¡Cierra la puerta con seguro!- grito Kacchan, corrí bobamente y puse el seguro además de que atranque la puerta con un casillero que antes estaba en una de las esquinas, la única entrada o salida estaba bloqueada, la única manera de enterarnos que sucedía era la ventana y la única compañía que tenía en ese momento era Kacchan

-Kacchan... ¿Qué sucede...?-

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