Capítulo 2: El comienzo del cambio. 

Katsuki y yo mirábamos por el marco de la ventana, ocultos en una esquina, definitivamente no deseábamos ser vistos por esos horribles personajes, en el pasillo comenzaron a escucharse las voces de los maestros -¡Cierren y atranquen la puerta! ¡Nadie salga!- al menos nosotros no teníamos la idiota intención de salir y caer en sus molares.

-¡Oye nerd! ¿Qué tienes en tu mochila?- pregunto Kacchan mientras seguía mirando por la ventana -¿Mi mochila?- pregunte confundido, mientras me giraba a buscar mi bolso –Si estúpido de mierda, ¿Traes comida?, ¿Teléfono?, ¿Cargador?, ¿Tienes algo que nos pueda servir?- concluyo dando a entender su punto, abrí mi bolso y él de igual manera, tirando todo sobre el suelo.

-Veamos que tenemos...- dijo quitando las libretas de los demás objetos –Ambos traemos celulares, el cargador tampoco será problema, tu y yo traemos el almuerzo de un día, pero si lo racionamos posiblemente nos dure un poco más, yo traigo una navaja, tu llavero tiene una pequeña linterna... y parece que solo eso tenemos que nos sirva...- concluyo.

-Kacchan...- dije con temor –Escucha Deku, no sé cuánto tiempo estemos aquí, pero lo que definitivamente no es necesario son llorones, esto haremos, revisa en internet con la red de la escuela, no te gastes tus putos datos por si necesitamos llamar a alguien- dijo tomando su teléfono –Tengo plan... al menos por lo que resta del mes tendré llamadas ilimitadas, los datos si se me terminaran dependiendo cuanto los utilice- le informe.

-Bueno, la comunicación por el momento no será problema, bien, haz lo que te digo, busca noticias de esto, yo buscare en el radio- concluyo colocándose sus audífonos y yo buscando lo que me pedía, era increíble, en Facebook estaban "videos en directo" sobre esto –Kacchan no somos los únicos- dije asustado y con la mano titiritando.

-En el radio también están con la misma mierda, no salir de casa o de los edificios, atrancar las puertas, las ventanas y lo más importante "no entrar en pánico"- dijo eso ultimo imitando una voz fastidiosa de obviedad y casi de inmediato el teléfono de Kacchan comenzó a vibrar.

Este respondió –Vieja, no creí decir esto alguna vez en mi puta vida, pero... ¡Que jodido gusto es escucharte!- yo no supe si reír o preocuparme –Si maldición, escuche las noticias, no me moveré de aquí, ¿De verdad? Hasta que el ejército de mierda hace algo productivo, ¿Estas con ella?- dijo eso mirándome –Que casualidad... yo estoy con Deku, si, si, ya te lo paso- y acto seguido me extendió el teléfono –es tu madre, esta con la mía en nuestra casa- explico brevemente y yo tome el teléfono tembloroso.

-Ma... ¿Mamá?- dije en voz baja -¡Mi pequeño niño! ¡Estoy tan feliz de que estés a salvo! Y aún más sabiendo que no estás solo- dijo para después soltar un suspiro de claro alivio –Escucha mi amor, no te muevas de la escuela, los del ejercito dicen que están controlando la situación, por el momento no podré ir por ti, es recomendable no salir y lo más importante... mantén la calma mi niño, te prometo que todo estará bien.- mis comisuras comenzaban a descender y mi labio inferior a temblar, era claro que estaba a punto de llorar –Si mamá... cuídate tú también, si algo te pasa no sé qué haría... también cuida a la tía Mitsuki-intente controlarme y no llorar, pues Kacchan lo había dicho antes, lo que menos necesitábamos eran llorones –Mi niño... si te sientes asustado está bien llorar y estarlo, estas cosas no suceden siempre- concluyo Inko Midoriya -Si mamá, pero estoy bien, estoy con Kacchan, estaré bien, te pasare a Kacchan, seguramente quiere hablar con su mamá- se excusó para no ponerse a llorar en el teléfono -¡Y una mierda! ¡¿Qué quieres que le diga a la vieja?!- dijo Kacchan desde la ventana –Si mi amor, yo también le daré el teléfono a Mitsuki- y así fue.

-Soy yo, ¿Qué qui...?- fue interrumpido por un sonoro regaño de su madre, incluso yo pude escucharlo -¡Escúchame bien! ¡Vas a cuidar a ese niño con tu jodida vida! ¡Sirve de algo! ¡No te atrevas a ser el mismo ojete amargado de costumbre!- era asombroso como su madre podía ponerlo en su lugar tan fácilmente -¡¿Quién te crees que eres para darme ordenes jodida vieja?!- y fue cuando la puerta del aula de detención fue golpeada con brusquedad -¡Kacchan!- grite por instinto -¡¿Katsuki están bien?! ¡¿Qué fue eso?!- Kacchan colgó de inmediato.

-Silencio- dijo en un susurro, camino hasta la puerta que era golpeada cada cierto tiempo, agradecí en ese momento que la puerta tuviera una pequeña ventanilla centrada en la parte superior, con una pequeña cortina, Kacchan se asomó por está levantando levemente la tela que nos ocultaba a la vista. –Joder...- e instantáneamente volvió conmigo, me hizo un gesto de silencio con sus dedos.

Esto era malo, la única manera de que él quisiera silencio era que hubiera un zombi fuera... la puerta tenia seguro, estaba obstruida con unos casilleros, pero ¿Eso sería suficiente? Comencé a asustarme, mi respiración incremento tanto en ritmo como en sonido, sentía como mi corazón podría salirse de mi pecho en cualquier instante, mi sangre comenzó a congelarse por mi espina dorsal, estaba entrando en pánico.

-¿Y si entra? ¿Si morimos? ¿Si nunca más volvemos a ver a nuestra familia? ¿Y si vienen más?- hablaba rápido pero intentando susurrar, mientras tomaba mis cabellos entre mis manos -¿¡Y si mejor te callas?!- susurro molesto mientras estaba sentado sobre los casilleros para aplicar más peso sobre la puerta -¡Pero no quiero morir!- dije en desesperación –Con una mierda-

Kacchan se estiro sin levantarse de los casilleros para jalarme del brazo y sentarme entre sus piernas, mi espalda estaba sobre su pecho y su mano sobre mis labios –Silencio nerd- dijo contra mi oído, por un momento pensé que todo terminaría allí, pero no, nuevamente la puerta volvió a ser golpeada, pero con más intensidad, seguramente nos había escuchado y todo por mi culpa, volvió a golpear y un grito ahogado salió de mi garganta.

Kacchan sujetaba con fuerza mis labios y poco a poco sus manos se humedecían con mis lágrimas, esto iba mal... bastante mal, sentía como el teléfono de Kacchan vibraba en su pantalón, seguramente serian nuestras madres asustadas por nuestro bien estar, pero si respondía había la posibilidad de que la Tía Mitsuki gritara y el zombi nos escuchara.

Mis sollozos incrementaban y con ello la molestia de Kacchan –Deku... tranquilízate, todo está bien, yo te voy a proteger- dijo Katsuki contra mi oído, era claro intentaba tranquilizarme –Tranquilo... solo cierra tu jodida boca un poco más y se ira- concluyo, por un momento me tranquilice, pero ese zombi golpeaba más la puerta, por instinto tome asustado la mano que sujetaba mi boca y al instante el dueño de aquella mano me abrazo.

Un gruñido se escuchó y después los golpes cesaron, escuche como del otro lado de la puerta unos pasos arrastrados se alejaban de la puerta sintiendo un enorme alivio, nos quedamos estáticos unos cuantos minutos, no queríamos que el zombi regresara.

Una vez más tranquilos Kacchan me libero de todo agarre y se asomó por la ventanilla de la puerta. –Tranquilo, se largó- me dirigí a una esquina del salón, tome asiento en el suelo y escondí mi cara contra la pared –Vieja estamos bien, solo fue una falsa alarma tranquilízate- dijo Kacchan respondiendo una de las llamadas de su madre -¡Más te vale! ¡Inko-chan casi se me muere por hacerte el gracioso!- gritaba la madre de Kacchan del otro lado del teléfono.

Después de eso ignore sus gritos, no quería llorar, no deseaba llorar, pero me sentí tan impotente, me sentía angustiado, asustado, no sabía cómo estaba mi madre a pesar de que me había llamado hace unos instantes, ¿Qué habría sido de mis compañeros de clase? ¿Kacchan y yo habríamos sobrevivido si hubiésemos estado con los demás? ¿Había más sobrevivientes en la escuela? ¿El ejército realmente se habría encargado de la situación? Había tanto en mi cabeza y no pude notar el que Kacchan estaba llamándome

Hasta que me despertó del ensimismamiento con una patada en mi espalda -¡Joder! Te estoy hablando jodido nerd- dijo fastidiado –Lo siento... ¿Qué querías?- pregunte sin mirarle, no escuche su respuesta, con mucha inseguridad me gire a mirarle encontrándome con su cara de molestia, mis ojos estaban húmedos y de inmediato los limpie con el borde de mi manga, había dicho claramente que no quería llorones y era justamente todo lo contrario lo que hacía.

-Escucha nerd de porquería, la vieja me ha pedido que te cuide con mi vida, solo porque tu madre esta angustiada, ¡No pienso fallar! Así que- este se sentó en el suelo y me acomodo entre sus piernas como hace un rato lo había hecho -¡Mas te vale guardar esas lagrimas para cuando yo me muera! Que por obvias razones no ocurrirá- Ese... ese era mi mejor amigo de la infancia, el Kacchan que me cuidaba a toda costa había regresado –Ahora veamos qué tan hecho mierda está el mundo- dijo sacando su teléfono.

Colocamos los audífonos en el aparato, ambos teníamos un auricular en un oído, buscamos las noticias y esto era lo que estaba en vivo

"Es lo más horrible que se haya presenciado en todo el mundo, nadie sabe de dónde vino, nadie sabe si hay cura, pero se le ha llamado el atardecer carmín, pues hoy apenas hacia unas horas todo era paz y tranquilidad, sin embargo siendo las tres de la tarde las calles están teñidas, bañadas de sangre, literalmente fue un atardecer carmín"

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