Casilleros en la madrugada.

Capítulo 4: Casilleros en la madrugada

Cuatro horas exageradamente habíamos podido dormir; lo peor de todo es que no había podido descansar, la sensación había sido como la de un parpadeo, realmente seguía tan cansado como cuando me había recostado a dormir.

-Kac...- él me cubrió mi boca con su mano y me hizo un gesto de que guardara silencio, esto iba mal bastante mal; cubrí con ambas manos la suya, tratando de dar mayor seguridad a que mis palabras no saldrían y si acaso fuese a gritar seguramente con mis otras dos manos como barrera no lograrían escucharse, pero no conté con que Kacchan retiraría su mano de mi boca.

Lo mire asustado definitivamente, ¿Qué haría? Lo peor es que en esos momentos no podía preguntar, lo seguí con la mirada, se dirigía a las mochilas, estaba apurado, en su bolsillo trasero había guardado su pequeña navaja que por ahora era nuestra única arma, dejo de lado todas las libretas y en su mochila guardo nuestros celulares, cargadores, audífonos y el almuerzo que nos había quedado esa tarde.

Sin duda se estaba preparando para el peor escenario, se colgó en su espalda su mochila y de inmediato volvió conmigo, se arrodillo junto a mí y me ayudo a levantarme, descubrí mi boca, pero el negó con su cabeza, coloco su dedo índice sobre sus labios indicándome que no fuera a hacer ruido, yo solo asentí; me guio hasta el lado contrario de donde se abría la puerta, como costumbre, él estaba frente a mí, se asomó por la ventanilla con discreción casi podía ver como su pecho temblaba por los nervios, preste especial atención a la reacción que tendría su rostro y no me gustó nada...

Frunció el ceño y después vi como palideció, de seguro eran muchos los que estaban fuera en el pasillo, dejo de ver por el pequeño cristal y se dirigió a mí, me tomo por los hombros haciendo que me sentara en el suelo, de la mochila saco una libreta y un bolígrafo.

Escribió como pudo, extendiéndome la libreta, lamentablemente no pude leer nada, estaba bastante oscuro y entonces recordé la pequeña linterna de mi llavero, saque mi llavero y alumbre levemente la página -Son demasiados, estamos jodidos- no me gustó nada eso... -¿Qué haremos?- escribí como respuesta.

-Si nos quedamos podríamos estar jodidos y si escapamos definitivamente estaríamos más que jodidos- viéndolo desde ese punto me estaba diciendo "hazte a la idea de que estamos o podríamos estar muertos".

-¿Entonces? ¿Dices que nos quedemos?- volví a responder escribiendo -Yo no dije eso, estúpido, seria suicidio- termine de leer la oración y entre en pánico ¿Entonces que quería?, voltee a mirarlo claramente confundido, este me miro con ceño fruncido y después señalo con el pulgar el resto de los casilleros que estaban en el salón de clases, eran los antiguos casilleros que estaban en la planta baja de los laboratorios, eran muy espaciosos pero no lo suficiente para que entráramos los dos...

Nuevamente tome la libreta y escribí rápidamente -¡¿Quieres que nos metamos ahí?!- entregue la libreta y este asintió, arrebate el cuaderno y escribí en letras grandes haciendo notar mi preocupación -solo CABE UNO en CADA casillero, ¡UNO!- era mejor a que no cupiera ninguno... y ambos lo sabíamos, nuevamente leyó lo que escribí pero no hubo tiempo de responder, la puerta del salón había sido golpeada.

-¡No de nuevo!- pensé, Kacchan me agarro de mi brazo y como si de un brabucón se tratase abrió el casillero y me metió a la fuerza dentro de este -No... Kacchan por favor- susurre a punto de romper en llanto, este me aventó la mochila a mis brazos y yo la abrace intentando tranquilizarme -No dejare que te pase nada, volveré por ti- y después cerro el casillero ¿Cómo que volvería por mí? ¿Planeaba irse?, la puerta seguía siendo golpeada, mi única visión era limitada, eran las rendijas colocadas en el casillero, pude ver como Kacchan se metía dentro de uno de los casilleros y después cerraba la puerta de este.

La puerta seguía siendo golpeada, el casillero que estaba como obstrucción no duraría mucho más, can cada golpe se alejaba más de la puerta y hasta que por fin el seguro de la puerta no resistió más, la puerta se abrió fuertemente y después los cadáveres entraban al salón, aunque estaba oscuro pude ver cómo eran algunos.

Sus aspectos no eran como los de las películas, eran casi como si fuesen humanos agotados, aun así se notaba que su tono de piel era bastante pálido, la sangre había dejado de recorrer sus venas, era claro, algunas de las mismas venas azules con tonos verdosos y lilas estaban remarcadas en su cara, cuello y brazos, sus ojos no tenían vida alguna, su ropa estaba rasgada, uno que otro había perdido un zapato, una manga o alguna parte de su ropa.

En algunos podía ver las mordidas en sus hombros o cuello, otros las tenían en las piernas y algunos debajo de la ropa, solo las ubicaba por la sangre que estaba sobre la ropa formando la mordedura, parecían ser inofensivos, aun así recordaba con claridad como habían masacrado a varios de primer año, incluso podía ver uno que otro alumno por los pasillos.

Mi análisis fue abruptamente interrumpido por la mirada de un zombi entre las rendijas, cubrí mi boca con ambas manos evitando soltar un grito, me deslice con cuidado tratando de agacharme, pero fue inútil, el zombi gruño de manera brusca y después golpeo el casillero. -¡Dios mío no por favor!- pensaba en mi interior, golpeaba la puerta y después comencé a escuchar un par de golpes en las paredes del casillero. -Si no me muevo no me verán- pensaba pero era inútil, seguían golpeando y moviendo el casillero hasta que lo tiraron al suelo.

No pude evitar soltar un grito y ese fue mi error, trataron de abrir el casillero a golpes, mis ojos estaban llenos de lágrimas y mis nervios a flor de piel, con cada golpe soltaba un pequeño quejido de angustia que poco a poco evolucionaron en gritos -¡Ayuda!- grite de forma inconsciente.

Escuche como una puerta metálica se abría -¡Oigan mierda putrefacta por aquí!- era la voz de Kacchan -¡No! ¡Kacchan no!- grite intentando salir del casillero empujando la puerta -¡Cállate mierda! ¡Volveré por ti!- y después escuche pasos correr y los zombis alejarse -¡No Kacchan! ¡No te vayas! ¡No me dejes solo! ¡Kacchan! ¡KACCHAN!-

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