Pre Especial: Un infalibe plan.-
Jungkook lo ha pensado mucho por la última media hora, tiempo más que suficiente para idear su infalible, hiper fantástico y a prueba de errores, plan de escapar de Corea para unirse a la protección de testigos de algún país que pudiese llevarlo a vivir a la casa de al lado de Justin Bieber, dónde se convertiría en el amable Juanito Pérez, jardinero analfabeto con tendencias nudistas que enamoraría al rubio canadiense y se convertiría en su amante en menos de tres semanas.
Al principio pensó en hacerse unas quince cirugías plásticas, tal vez así podría parecerse un poco a un primo lejano de Justin, pero desistió de ese maravilloso plan al recordar aquella tarde a los once años, cuando tuvo que ir a urgencias porque Jaehyung pensó que era una buena idea lanzarse en patineta de un tobogán... ninguno había visto tanta sangre brotar de una herida y su mamá lo obligó a ver cómo cosían la piel de su hermano a la altura del abdomen, justo donde se había clavado la barilla que habían pensado que no sería ningún peligro en su atrevida maniobra.
No, nada que tenga que ver con agujas, incluso sí así terminase viéndose como Justin o como un primo lejano, muy lejano.
Entonces recordó la única persona en el mundo que jamás, nunca de los nunca, jamasito de las jamases, iba a darle la espalda a él, el adorable, dulce, humilde, tierno y otra vez adorable, Jungkookcito.
.- Te has comunicado con Jeon irreverente Junghyun, sí te debo dinero no insistas, ya deberías saber que no voy a pagarte, sí me vas a vender algo... ¿el mensaje anterior no te ha avisado que no tengo dinero para comprar nada? ¡Pan sí! ¡Siempre habrá dinero para pan! En caso de llamarme por cualquier otra razón, como para decir que soy el hombre más sexy del mundo, sólo espera en la línea...
Jungkook se mordisqueó el labio con los ojos fijos en la pared llena de polvo de su vacío apartamento, el emo limándose las uñas mientras esperaban a que su hermano dejase de canturrear "turu, turu, turu, turu" para fingir que tenía una contestadora en su celular cuando era evidente, por el resople molesto de su rinitis, que era Junghyun hablando en tiempo real.
.- Aquí Junghyun, allí quién... - se dignó a decir luego de tres minutos de "turu, turu, turu, turu" interminable y sin ritmo.
Jungkook tomó aire, pensando en cómo decir aquello tan importante que tiene por decir y que nadie más que su hermano puede escuchar: .- Bro...
.- ¡Bro!
.- Bro...
Junghyun dejó el silencio reinar unos segundos: .- Háblame, Bro. ¿Necesitas más dinero de papá? Dudo que mamá suelte billetes luego de que le gané jugando póker. Es mala perdiendo.
.- No, Bro... - responde, removiéndose en su pequeño rincón de la sala vacía – Necesito que me ayudes con algo más... especial.
.- No le vendo cocaína a mi hermanito menor, Bro – respondió de inmediato su hermano mayor – Aunque con la maría puedo pensarlo... pero sólo unos gramos.
.- ¿Qué?
.- ¿Qué? – secundó de golpe su hermano al otro lado de la línea, soltando una risita - ¿Desde cuándo buscas proveedores de droga, Jungkook? Mamá no te educó así, espera que le cuente y verás la que te espera, aunque... siempre puedo guardar silencio a cambio de algo.
.- ¿A cambio de qué? – preguntó en automático, ganándose una mara mirada por parte del emo – Espera... ¡yo no compro drogas!
.- ¿Seguro? Porque acabas de llamarme a pedirme, a mí... tu inocente hermano mayor.
.- Llamaba a pedirte otra cosa, idiota – trató de enfocarse, recordándose que tiene una importante misión acabo y no puede distraerse con secretos banales de su hermano mayor, no, Jungkook necesita acciones rápidas y contundentes – Necesito que me ayudes.
.- Por supuesto, Kook. Tan sólo dile a tu sensual hermano mayor qué necesitas, yo haré todas tus fantasías realidad...
El emo no deja de sorprenderse que Jungkook no entienda el sentido de las palabras de su hermano, demasiado tonto como siempre: .- Necesito que compres un boleto de avión para... un amigo mío.
.- ¿Un boleto de avión? ¿Qué amigo? Tú no tienes amigos.
.- ¡Sí tengo!
.- No, no tienes. Y el señor mofletes no cuenta porque es imaginario, Kookie. Ya estás muy grandecito para...
.- ¡Se llama Juanito Pérez! – le cortó con indignación, sus mejillas inflándose con molestia por la evidente burla de su hermano – Es... es de la Patagonia y quiere volver a ver a su abuelita y las cabras que cría. Me pidió que le prestara para el pasaje... ¿podrías comprarlo?
Utiliza su voz más infantil y tierna para pedirlo, sabiendo que Junghyun es débil ante la posibilidad de ser el héroe de su hermanito menor. El silencio es largo y tenso antes de que su hermano afirmé que lo hará con un sonido similar a "ajam, ajam".
.- ¡Eres el mejor, hyung!
.- Lo sé, lo sé... no beses el piso por donde pase – es todo lo que responde con tono de tener el ego por júpiter – Lo compraré con la tarjeta de papá, ¿vale? ¿Para cuando quiere Juanito el vuelo a su casa?
Jungkook lo piensa, el emo lo piensa, los dos pensaron con mucho esfuerzo. ¿Por qué la colegiala no volvía? Ya habían sido demasiadas vacaciones y ellos necesitaban de ella, de su sabiduría perrísima y de su capacidad de tomar decisiones que para ellos eran imposibles.
.- ¿Mañana?
.- Ok... Comprado...
.- ¿Qué? ¿Ya? – se levantó de un salto en su lugar, incapaz de creerlo.
.- Claro, siempre tengo a la mano los datos de la tarjeta de papá. Te mando el ticket para que se lo des a tu amigo...
Eso fue mucho más rápido de lo que Jungkook pensó. Quién diría que Junghyun realmente podía ser eficiente.
Había creído que tendría tiempo de hacer algunas cosas más, tal vez entregar algunos de los trabajos de la universidad que jamás entregó o comprarse un nuevo par de botas para montañismo y así empezar una nueva vida con el pie derecho en la Patagonia. Además... necesitaba resolver cómo empacaría a Aerum en la maleta para que nadie sospechase.
Y decir adiós... Jungkook también quería decir adiós.
A Taehyung y su pene.
A Jimin y... no, de Yoongi no quería despedirse.
La señora de las galletas y la de la tienda que le fiaba el helado... también de los otros del edificio, por qué no, habían sido agradables.
Pero está bien, su plan ya está en marcha y no va arrepentirse ahora, no a sólo un día de estar camino a una nueva vida llena de aventuras, celibato y amor puro por la entrega a Dios. Jungkook no iba a desistir, no cuando todos sus sueños juveniles de ser una monja estaban a punto de cumplirse, además de que Aerum sería criado en la fe. Nadie mejor que Jungkook, nadie más puro e inocente que él, para ese trabajo.
Así que es esté su plan, sencillo e imposible de vencer:
PLAN PARA EMPEZAR A VIVIR DE CRIAR CABRAS EN LA PATAGONIA.
1.- Que Junghyun me compré un pasaje como Juanito Pérez.
2.- Empacar mi súper ligero equipaje de cinco valijas.
3.- Empacar el equipaje de Aerum y a Aerum.
4.- Viajar en un avió. Wiiiii.
5.- Empezar una nueva vida con cinco mil wons que seguro son miles de millones en la Patagonia.
6.- Ser felices siendo vírgenes.
Ah, un plan increíble. Irrefutable.
I-N-F-A-L-I-B-E...
Se escribía así, ¿no?
Continuará.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top