9.- Tangas y tríos.

Ay, Jungkook... 🤦

Cuando Jungkook regreso al complejo de edificios luego de ser dado de alta (¡Una semana en el hospital! ¡Iba a volverse loco si la lechuga seguía cuidando de él! ¡No quería comer ensalada en su vida de tanto ver el cabello verde pasto del otro!), de que limpiaran sus vendajes por 1456 vez (la esponjita húmeda le hacía cosquillas... y algunas veces, sólo algunas veces, le provocaba una erección) y Taehyung insistiera en pagar todo (tampoco es que Jungkook tuviese dinero para pagar, en realidad), tenía en la cabeza cuatro cosas. Cuatro simples, pero a la vez, complejas cosas.

La primera era que no se decidía a llamar a su madre y contarle lo que había pasado, Taehyung le había dicho que nunca pudo contactarse con sus padres y de alguna manera, Jungkook lo agradeció. Sus padres eran demasiado sobreprotectores, lo cual resultaba paradójico con el hecho de que podían dejarlo morir de hambre al no enviarle dinero. Sin embargo, Jungkook se consideraba a sí mismo un buen hijo (mucho mejor que su hermano mayor, también) y no quería preocuparlos.

Tampoco quería que su madre decidiera viajar a Seúl a verlo y que comenzara a tratarlo como un niño. Por claro, él ya no es un niño. Tampoco quiere que lo avergüence frente a Tae o algo similar, así que, por más que desee ser consentido por su mamá, Jungkook sabe que eso no le hará nada de bien a su imagen de chico frío y solitario. Le costó demasiado forjarla como para tirarla al caño si su mamá aparecía diciendo que le haría sopa de alga mientras él se acurrucaba en el sofá con su pijama de pokemon a ver película de Disney. Por supuesto, Jungkook ya no tenía ese pijama... o bueno, sí la tenía, pero prefería no usarla para no dañar su imagen. Y sobre las películas de Disney... ya se las sabía todas, no necesitaba verlas.

Lo segundo tenía que ver con la charla breve que había compartido con la bruja malvada (a.k.a Hanna) que le había dejado con más dudas que respuestas. Extrañaba mucho a Aerum, se había encariñado demasiado con el niño durante ese tiempo (y con el padre también) y no tener claro nada sobre él le producía un hormigueo molesto en la punta de los dedos. Quería preguntarle por ello a Taehyung, pero temía abrir heridas que aún no sanaban bien o dañar su relación con él.

Lo que lo llevaba a pensar en la tercera cosa: ¡Taehyung había insistido en que se fuese a vivir con él! ... por un tiempo... ¡PERO A VIVIR CON ÉL! El mayor había insistido por días en que tenía una habitación disponible y ya la había acomodado para Jungkook. La colegiala interna de Kook gritó, lloró y mojó su ropa interior infinidad de veces, aunque el emo en su interior también temía llegar a ese apartamento y ver las sombras que esa noche le golpearon. Al final, su colegiala interna y el cobarde decidieron que, en ese caso, ir a colarse en la cama de Taehyung podía resultar en una agradable idea. ¿Quién le iba a decir que no a un adorable universitario con pesadillas?

Sin embargo, a pesar de haber sido obligado a aceptar tal magnifica propuesta, le preocupaba seriamente la cuarta cosa: el dinero, nuevamente, había volado lejos de su billetera. Tal vez no fue tan buena idea eso de comprarse tres pares de zapatos nuevos, el mismo modelo que ya tenía, pero en colores diferentes. No tenía cara para llamar a su hermano y pedirle dinero y sabía que con su madre todo sería infructuoso. Le quedaba su padre... pero no quería ser regañado, nuevamente, eso afectaría seriamente su imagen de chico malo.

Pero es que... ¡Big Bang había sacado nuevo disco! Y Jungkook realmente quería tenerlo, para poder escucharlo con Aerum y ayudar al grupo en los charts musicales, y ser un digno fanático y porque traía un póster exclusivo y... Bueno, Jungkook sólo quería tenerlo. Pero no era barato, además, todavía quería comprar para Aerum una caja de colores y quería darle un regalo a Taehyung por todo lo que hacía por él. Y un nuevo par de zapatos, también.

¡Había tanto que comprar!

¡Y él sin dinero!

Así que esa noche, Taehyung le guío dentro del apartamento a oscuras y Jungkook tembló por el miedo, incluso pensó en gritar y esconderse debajo de la mesa cuando las sombras de algunos muebles se cernieron sobre ellos, pero el brazo fuerte de Tae abrazó su cintura y Kook pudo jurar que el grito de su colegiala interna se escuchó hasta la China. Al miedo le siguió la pena cuando Taehyung encendió las luces y una cena: pizza, gaseosas y papas fritas, apareció ante sus ojos.

.- Tae, no tenías...

.- Kookie, claro que sí tenía...

No dijeron nada más en un buen rato, Taehyung le llevó hasta la que sería su habitación para que dejaran sus cosas, la había decorado con sábanas de pokemon y Jungkook quiso echarse encima y decirle que se casara con él, pero se contuvo y regresaron al comedor, donde la pizza les seguía esperando. Y Jungkook descubrió que ciertamente, moría de hambre. El rugido de su estómago fue lo que rompió el silencio y provocó en Taehyung una risa estrangulada debido al trozo de pizza que masticaba.

A pesar de eso, la sillita infantil que estaba vacía le provocaba una sensación molesta en el estómago.

.- Aerum... ¿dónde está? – preguntó con voz baja, tímido.

.- Con Hanna en Daegu – la voz de Taehyung también sonó baja, como si le compartiera un secreto muy importante – Lo traerá de regreso en unos días, no te preocupes.

Pero claro que se preocupaba, el rostro triste de Taehyung le dolía (si, al parecer ya estaba jodido con el asunto de los sentimientos), además, le preocupaba Aerum. Tal vez Hanna no se había mostrado cruel ni agresiva aquel día en el hospital, pero Jungkook percibía el miedo en el niño, el mismo miedo que lo había llevado a esconderse aquella tarde en que conoció a Hanna era el mismo miedo que esa tarde en el hospital, hizo que Aerum llorara cuando Hanna dijo que debían irse. Jungkook quería que, más que nada en el mundo, Aerum estuviese bien.

Pero, ¿cómo decirle eso a Taehyung?

.- ¿Y lo dejaste así sin más? – se atrevió a preguntar.

.- ¿Por qué no lo haría? – se alzó de hombros Taehyung, mientras se llevaba una papa frita a la boa.

.- Bueno es que... - titubeó por un momento, pero terminó diciéndose que, más que nada, lo importante era el bienestar de Aerum - Parece que Aerum le tiene miedo, cuando ella vino hace tiempo, él se escondió y... no sé.

Taehyung le observó fijamente unos segundos antes de asentir: .- Ah, creo que eso tiene que ver más conmigo que con él.

.- ¿Cómo?

.- Hanna nunca ha sido una persona paciente y yo nunca he sido una persona que coja rápido las cosas – explicó y Jungkook le dio la razón en eso último (¡maldito lento!).

Pero, aunque fuese un lento, había que mostrarse comprensivo: .- Tae...

.- Cuando Aerum nació, yo tenía 16 años, casi 17 – comenzó a contarle, su voz sonando suave mientras su rostro se relajaba, aunque las comisuras de sus labios seguían crispadas, tensas ante todo el tema - Mis padres me echaron de casa y me recibió una tía, acá en Seúl. Sin embargo, nunca me sentía del todo cómodo viviendo de su caridad... así que ella me hizo un préstamo para comprar este departamento. Dentro de unos meses al fin podré pagarle todo y tal vez, pueda darle un poco más a mi hijo.

.- Tae, haces mucho por él, yo...

.- Era sólo un niño, Kookie... pero siempre tuve claro que quería darle todo lo que estaba a mi alcance – trató de explicarle, jugando con la botella de coca cola - El dueño de la productora donde trabajo me contrató debido a mi tía, pero me he ganado a pulso mi lugar ahí... sin embargo, me olvidé de algo importante.

.- Algo importante... ¿qué?

.- La familia materna de Aerum quería compartir con él, pero yo siempre me mostré aprensivo debido a todo lo que pasó cuando la noticia del embarazo se conoció – Taehyung suspiró y Jungkook sintió que eso le producía una tristeza infinita - Nunca me habían golpeado, Kookie, hasta la noche en la que se los conté a mis padres y mi papá me alzó la mano. Mi madre lloró. Decidí que lo único posible era irme lejos... - su rostro se ensombreció, como si pensarlo produjera en él un doloroso peregrinaje al pasado – Cuando Aerum nació, supe que no podía quedarme.

¿Qué iba a decirle? El nudo en su garganta no le permitió decir nada, aunque consiguió reunir la fuerza necesaria para estirar su mano y entrelazar sus dedos con los de Taehyung, un agarre firme y seguro.

.- Sin embargo, a pesar de que corté todo contacto, incluso con mis amigos del instituto... Hanna averiguó dónde vivía – la sombra desapareció y Jungkook dedujo que se trataba de recuerdos más nuevos, más fáciles de llevar - Llegó una tarde y tuvimos una fuerte discusión, Aerum tenía solo dos años, pero estaba sentado en la sala... ella aventó un florero de cristal que accidentalmente me dio en la cabeza y cuando me levanté, estaba internado en el hospital con mi tía al lado. Hanna había huido con Aerum devuelta a Daegu.

Oh, iba a matar a esa bruja cuando la viera, claro que sí.

.- Entonces, ¡¿por qué lo dejas con ella?! Si fue capaz de hacerte eso...

.- Porque sé que fue un accidente y sé tiene razón en algo y es que Aerum tiene una familia que quiere amarlo y verlo crecer – explicó con suavidad Tae, como si le hablara a un niño pequeño, tal vez el ser padre le daba esa capacidad, tal vez siempre había sido así - Su abuelo está muy enfermo, posiblemente muera pronto, no puedo negarle eso a mi hijo, Kookie.

.- Pero...

.- Sé que puede ser difícil de entender, pero creo que el orgullo no me llevara a ningún lado, no si quiero darle una vida feliz a mi hijo.

Jungkook le miró unos segundos, sabiendo que eso daba por cerrada la discusión, sin embargo aún había cosas que quería saber, cosas que necesitaba preguntarle.

.- Pero su mamá...

Entonces la expresión de Taehyung cambió radicalmente, ya no era una sombra de nostalgia sino un pesado manto de tristeza el que cubrió el cuerpo del mayor, como si lo anclara al suelo y borrara todo rastro de felicidad. ¿Tan pesado era el pasado? ¿Tan fuerte era lo que había sentido? Jungkook quiso abrazarlo, acurrucarse contra él y tratar de hacerlo feliz, pero, ¿cómo hacerlo sin salir herido?

.- Yo... creo que mejor dejemos aquí el tema, Kookie – habló al fin Tae, su voz sonando dos octavas más gruesa – Estoy cansado y me imagino que tú también.

La conversación había terminado y al parecer, la cena también. Jungkook ahogó un suspiro triste mientras se en caminaba a su nueva habitación. Desde el primer día en el hospital había puesto en marcha un plan: "Ser frío y cruel con Kim Taehyung... verlo sólo como un amigo/vecino", pero las cosas parecían salir muy mal. Su primer y único paso era simplemente mostrarse distante y frío, hasta que al fin dejara de masturbarse con él y de querer besarlo.

¡Pero no!

Con todo eso, sólo quería abrazar a Taehyung hasta el fin del mundo, ¿cómo podría olvidarse de él si eran tan adorable como una tostada con mantequilla? Taehyung lo veía sólo como su hermanito (corazón roto no. 234365 de sólo pensarlo) y Jungkook no podía corresponderle de esa forma porque deseaba más, mucho más. Así que, mientras se desvestía, Jungkook tomó dos decisiones.

(Y sus decisiones nunca son del todo buenas).

Lo primero: "Voy a ser frío y duro, ya verás Taehyung... seré tan frío que te dolerá. ¡Como Alaska!"

Lo segundo: Le haría caso al consejo de su hermano de semanas atrás... así que busco la tanga.

¿Por qué tenía una tanga? Jungkook prefería no recordar como Jimin se la había regalado días atrás, cuando fue a visitarlo al hospital y le entregó el paquete. Suga había entrado minutos después y al verlos solos, casi pega el grito en el cielo. Jungkook sintió tanto miedo que se juró nunca volver a comer una ensalada porque: Chico lechuga y chico zanahoria es igual a ¡ensalada! Y ensalada es igual a ¡un Jungkook asesinado!

Pensó todo eso mientras se ponía la diminuta prenda color amarillo claro y decidía que no era capaz de verse al espejo o perdería el poco respeto que se tenía a sí mismo. Así que sólo se limitó a abrir la cámara en su celular y tomarse unas cuantas fotos desde varios ángulos: arriba, abajo, de lado, mostrando la nalga y otra un poco más enfocada hacia su entrepierna.

Si su madre no le enviaba dinero con tal amenaza, Jungkook se prostituiría de verdad.

Cuando llegó el momento de enviar las fotografías, las apiló en un mismo mensaje y escribió: "A esto me has obligado: vendo mi virginidad" y, dado que su celular estaba en inglés (algún día descubriría como cambiarlo), Jungkook anexo todos los contactos excepto el de su madre, pensando que de esa manera, sólo se enviaría a ella.

23 minutos después de pulsar "enviar", el caos se desató.

Lo primero que debió alertarlo fueron las 29 llamadas perdidas: algunas de sus tíos y amigos de Busan, 12 de su padre y 9 de su hermano mayor. No contestó ninguna porque estaba en la ducha cantando y para cuando salió, Taehyung lo esperaba sentado en el borde de su cama con el celular en la mano. Jungkook quiso cubrirse cual niña virgen (lo cual no era del todo falso, no era niña, pero si virgen). Sin embargo, antes de poder hacer cualquier cosa, los brazos de Taehyung ya estaban rodeándolo.

La colegiala interna murió...

.- Puedo entender que es muy difícil para ti, Kookie – inició su discurso Taehyung, aún abrazándolo – Pero hay otras maneras, podemos hablarlo... si, si, podemos hablarlo y que lo pienses de nuevo... aunque si es lo que quieres, ¿quién soy yo para juzgarte? Pero... estoy aquí para ti, podemos... podemos solucionarlo juntos.

Decir que no entendía nada, era poco. Jungkook estaba más concentrado en sentir el cuerpo de Taehyung contra el suyo y si no es por los incesantes golpes en la puerta, el mini Kookie hubiese parecido y causado una situación demasiado vergonzosa. Taehyung se separó para ir a abrir con la promesa de volver para hablarlo. Lo cual nunca sucedió porque la siguiente persona que entró en su habitación fue un chico lechuga profundamente molesto.

.- ¡¿QUÉ MIERDA SIGNIFICA ESTO?! – Le gritó mientras estampaba en su cara un celular donde una de sus fotos en tanga se mostraba en HD - ¡¿Por qué le envías esas fotos a Jimin?! ¡Maldito pervertido!

.- Suga, cariño... no es nada – Jimin reía tras el de pelo verde mientras le sujetaba por la cintura, juntando demasiado su pelvis con el trasero del otro como para ser sano, pero Jungkook estaba más preocupado en procesar toda la situación que en eso – Tal vez es sólo que Kookie al fin aceptó.

.- ¡Ni una mierda! – Siguió gruñendo el lechuga – Aléjate de él, rata del demonio o te alejaré a la fuerza. ¡Provocador! ¡Pecador! ¡Te mataré! ¡Cara de rana!

Los gritos siguieron mientras Taehyung entraba en la habitación, casi cubriendo el cuerpo de Jungkook con el suyo propio y provocando que Suga tratara de arañarlo mientras le gritaba ahora cobarde.

.- Aceptar, ¿qué, Jimin? – la pregunta sonó seria y el rostro de Taehyung era una frío témpano de hielo, tanto que Jungkook admiró su rostro embobado.

Jimin sonrió risueño.

.- El trío, por supuesto.

Newsssss...

Todos están cordialmente invitados al funeral de Jungkook.

Nuevamente, les digo lo mucho que me divierto escribiendo esta historia, créanme, lo disfruto muchísimo y espero que eso se note en lo que le sucede a nuestro adorable y torpe Jungkook. ¡Es que es tan lindooooo, pero algo tonto! Lo amo. 

Por otro lado, ¿qué les pareció el capítulo? 

Cuéntenme, cuénteme, cuéntenme, cuéntenme... Cuéntenmeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee. Así o más intensa? En todo caso, quiero saber qué les pareció y qué creen que pasará el próximo cap. En serio, quiero saberlo. Adoro leer lo mucho que les divierte la historia... :D

Y, díganme sí llegan hasta aquí porque wattpad ha estado molestando y no quiero que me corte el capítulo. :( Casi que no me deja publicarlo. 

En todo caso, muchas gracias por leer, votar y comentar.

LOS AMO. 

Edit: 18/02/19

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