7.- En la noche.
Drama... ON 🤦🏻♀️
Habían pasado cuatro cosas tras esa tarde: la primera de ellas era que su hermano mayor había cumplido con su palabra y le envió dinero, así que Jungkook compró mucha comida y recargó su celular para llamar y ver más porno y youtube (también mensajearse con Taehyung, no había momento en el que no dejaban de hablar).
Lo segundo es que no había ido a la universidad ya por cuatro días, evitando encontrarse con Jimin y su posible homicida, el cabeza de lechuga, lo cierto es que no quería enfrentarse con lo que se escondía tras ese repentino beso y le valía un carajo sus notas de la universidad, no lo enfrentaría hasta que le tocará (si, era un cobarde).
La tercera de ellas era que Taehyung y Aerum seguían en Daegu, haciéndolo sentir solito y lleno de preguntas que sabía, no haría. Y la última de las cosas era que los robos en apartamentos contiguos seguían sucediendo, así que Jungkook terminó enviándole un mensaje a Tae diciendo que para cuidar de su apartamento pasaría la noche en él. Por supuesto, Jungkook no dijo en su mensaje que se revolcaría en su cama como gata en celo, tratando de impregnarla de su aroma. Ni que revisaría su ropa y la olería como un pervertido sexual de cuidado. Así que Taehyung no sospechaba nada.
Ni tenía por qué hacerlo, claro; eso había sido solo la primera noche.
Ya para esa noche, que era la tercera, Jungkook sólo se acurruco en las sábanas de Taehyung y fingió que el mayor estaba ahí, olisqueando la almohada mientras pensaba que Taehyung acariciaba su cabello para hacerlo dormir, pero luego esa mano imaginaria baja por su cuello, apenas y tocando su piel con la yema de sus dedos, perdiéndose en la suavidad de las sábanas que ocultaban su cuerpo desnudo (que sí, que le gusta dormir desnudo... y revolcarse como gata en celo en la cama de Tae).
De un momento a otro, Jungkook se encontró jadeando con suavidad mientras era su mano la que ahora seguía el camino que la mano imaginaria de su vecino había hecho, tocando su cuello y sus clavículas como si fuesen nubes y luego acariciando ligeramente su pezón derecho. Se mordió el labio mientras ahora su mano jugaba con los vellos de la parte baja de su abdomen, jalándoles con extrema delicadeza.
El final de camino era su miembro semi erecto, que palpitaba en su mano mientras Jungkook buscaba un ritmo que le diera calma al calor que había dentro de él y a las imágenes mentales que se hacía de la mano (o mejor aún, la boca) de su lindo vecino alrededor de su pene.
.- Mmmm... Tae – gimió suave, acelerando el ritmo.
Sin embargo, el ruido de la puerta siendo abierta terminó por acabar con cualquier posible orgasmo.
Jungkook se enderezó mientras respiraba agitadamente, escuchando pasos suaves y lentos desde la sala, el sonido de algunas cosas moviéndose le alertó aún más y reuniendo todo el valor que nunca había tenido en su vida, se levantó de la cama y corrió con ligereza la puerta de la habitación. No había luz alguna en la sala mientras los sonidos suaves seguían llegando hasta él: pasos y cosas que se arrastraban o se levantaban.
Se mordió el labio inferior, nervioso. Taehyung le había escrito que llegarían antes del fin de semana, posiblemente la mañana siguiente, pero dudaba mucho que se tratara de su vecino moviéndose a oscuras, más con un niño pequeño en brazos. Eso quería decir que... ¡¿eran los ladrones?! Jungkook retrocedió, sin hacer ruido debido a sus pies descalzos sobre la alfombra. ¿Qué iba a hacer? Pensó en llamar a la policía, pero su celular se había quedado en la sala cargando después de que se gastó la batería tomándole fotos a la ropa de Taehyung.
Era quedarse encerrado en la habitación o salir.
Su seguridad versus una segura forma de morir.
Sin embargo, le había prometido a Taehyung cuidar de su apartamento y lo que había en él, y sabía que afuera estaban los instrumentos musicales del mayor así como las cosas de Aerum; todo eso eran cosas que al mayor le había costado conseguir y que valoraba mucho. Jungkook no podía faltar a su palabra, además, sí conseguía frustrar el robo, quedaría ante Tae como un héroe y a lo mejor se ganaba un beso. Sólo tenía que arrastrarse hasta la sala y tomar su celular, llamar a la policía y esperar. Era extremadamente fácil.
Así que se puso una camisa holgada de Taehyung y un short, ambas prendas de color negro y se puso en cuatro, arrastrándose fuera de la habitación, escuchó los pasos y las voces amortiguadas, eran dos o tres personas. Con todo el cuidado y la paciencia que nunca había tenido, se deslizó hasta la entrada del pasillo, la luz de la luna iluminaba de forma tenue la sala y Jungkook pudo distinguir las sombras moviéndose.
Era tres y lucían altas y fornidas.
Tragó saliva mientras trataba de ubicar su celular en la oscuridad, lo había dejado cargando cerca de la mesa junto a la entrada a la cocina, así que tenía que arrastrarse de un lado al otro de la sala para alcanzarlo. Con cuidado, pasó los primeros sillones, pero tuvo que esconderse cuando una de las sombras pasó cerca. Podía jurar que el golpeteo ansioso de su corazón se escuchaba en toda la sala y que era cuestión de segundos para que le descubriesen.
Aun así, consiguió atravesarse hasta la entrada de la cocina, su celular seguía conectado y agradeció a todos los dioses que conocía porque no hubiesen reparado en él. Sin embargo, su plan maravilloso tenía una pequeña falla: nunca pensó qué hacer cuando consiguiese el celular. Es decir, consideraba demasiado arriesgado arrastrarse de regreso, sobretodo porque las sombras habían llegado a requisar esa parte de la sala y tampoco podía encender el teléfono, la luz de la pantalla le delataría de inmediato.
El golpeteo de su corazón aumentó.
La puerta de la cocina estaba abierta así que desconectó el teléfono y lo cubrió con su cuerpo para evitar el brillo automático mientras se arrastraba dentro de la cocina. Una vez dentro, soltó el aire que estaba conteniendo y encendió con rapidez el teléfono, buscando en los contactos el número que había guardado de la policía. Las voces en la sala se extinguieron y Jungkook temió que le hubiesen descubierto.
Sus miedos se hicieron realidad cuando la voz de la operadora retumbó en las paredes de la cocina y pasos apresurados se vertieron contra su escondite. Jungkook acaso a murmurar un "están robando" antes que la luz se encendiera y las tres sombras tomaran forma: se apeñuscaban contra la puerta de la cocina, sus rostros cubiertos con pasamontañas y vistiendo todos de negro. Jungkook tembló.
La voz de la operadora volvió a replicar en el teléfono, pero ya uno de los hombres se había lanzado contra él para quitarle el teléfono, Jungkook ni siquiera supo cómo lo esquivó, su cuerpo sólo se movió en automático hacia atrás, alejando el teléfono de las manos del hombre mientras se escurría hacia afuera, pero otro de ellos le tomó por los hombros y le lanzó al suelo, su costado se golpeó contra el mesón y gimió de dolor, soltando su celular que resbaló bajo el mesón.
Se arrastró como pudo mientras los hombres trataban de alcanzar el teléfono donde la voz de la operadora seguía brotando, Jungkook gritó la dirección y un "¡ayuda!" mientras buscaba como escapar, pero el tercero de los ladrones le jaló de la pierna, rasgando un poco su short. Jungkook gritó mientras le pateaba para soltarse, sin embargo sólo consiguió que otro hombre se fuera contra él y le golpeara con su puño varias veces en el rostro.
Jungkook le mordió el brazo cuando trató de ahorcarlo y pateó al otro, levantándose con esfuerzo y corriendo hacia la sala. Ni siquiera sabía cuánto tiempo había pasado, pero sentía la sangre resbalar por su mejilla y su cuello mientras corría y terminaba tropezándose con uno de los sillones mientras otro de los hombres le alcanzaba y le lanzaba contra la pared. Su espalda dio de lleno con la estantería de las fotos, que cedió bajo su peso y el ruido de los cristales rotos resonó por todo el apartamento mientras sentía su piel rasgarse debido a ellos.
Volvieron a jalarle de los pies, consiguiendo que uno de los cristales se enterrara en su cuero cabelludo mientras los golpes comenzaban a venir de un lado al otro, Jungkook se encogió en sí mismo mientras trataba de protegerse, jamás había estado en una pelea y ni siquiera había optado por la modalidad de artes marciales en el instituto, ¿cómo iba a defenderse de todo eso? No tenía ni idea y el miedo le paralizaba.
Entonces la puerta se abrió de golpe, la luz del pasillo inundando la sala y Jungkook sintió como los golpes se detenían y gritos viajaban de un lado al otro. Su cuerpo fue levantado como el de un muñeco de trapo por uno de los ladrones, pero el sonido de chispas eléctrica resonó antes de que Jungkook volviera a caer. Se quedó tendido, medio ido los momentos siguientes, la policía entró o los ladrones salieron, Jungkook no lo supo.
Solo podía observar las patas de la mesa, con su mente completamente perdida mientras sentía cada músculo de su cuerpo adormecerse. Las voces provenían del pasillo, aun así nadie entró al departamento por él, tal vez ni siquiera sabían que estaba ahí, así que se arrodilló con esfuerzo. Entonces le vio. Taehyung discutía en la puerta con una mujer en uniforme de policía, Jungkook quiso gritarle y decirle que estaba ahí.
Luego su vecino se giró y entró.
Jungkook no se movió, aunque Taehyung en realidad ni le vio.
Vio la mirada triste de Taehyung mientras entraba en el apartamento directo a recoger la fotografía que yacía junto a los estantes destruidos y los cristales desperdigados. Los ojos de V se inundaron en lágrimas mientras su pulgar acariciaba ahí donde antes se veía una sonrisa, el rostro de la chica se había rasgado debido al vidrio y era ya irreconocible. Jungkook no pudo evitar sentirse culpable, al parecer esa fotografía significaba mucho para su vecino y ahora, debido a él y su poco cuidado, había sido destruida.
.- Lo siento – murmuró mientras se arrodillaba en su dirección y bajaba la cabeza, consiguiendo que el mayor le prestara entonces atención – De verdad, lo siento mucho.
Taehyung soltó el marco que crujió al chocar con los cristales en el suelo, sus ojos rojos dieron con Jungkook, que permanecía arrodillado en el suelo. Sólo entonces se fijó en el más pequeño, ni siquiera había recordado que Jungkook estaba en su apartamento. Sus ojos le recorrieron, fijándose en como la ropa rasgada dejaba ver los moretones que comenzaban a hacerse más oscuros, en su cabello despeinado y en la sangre que goteaba desde su rostro y su pierna, haciendo un charco oscuro en el suelo.
¿Cómo había podido prestarle más atención a una foto vieja que a él? ¿Cuánto había sangrado ya?
.- Levántate, levántate – le dijo mientras se agachaba a su lado y le tomaba por los hombros, poniéndole de pie, ignorando el quejido de dolor que soltó - ¿Cómo estás? ¿Qué te duele? Dios, Kookie...
.- Hyung – susurró Jungkook cuando el otro le puso de pie, sus ojos fueron a dar con el marco que había caído – La foto...
Y entonces la levantó, dejando que los vidrios se enterraran en sus pies descalzos mientras Taehyung le miraba aún consternado, sintiéndose mal consigo mismo. Jungkook la zafó del marco y trató de arreglar los pliegues levantados del rostro de la chica, pero realmente lucía como una persona sin cara a la que V abrazaba sonriendo. Se mordió el labio, sintiendo algunas lágrimas bajar por sus mejillas mientras se la tendía a Taehyung.
.- Lo lamento, lo la...
Su lindo vecino no le dejó hablar.
Sus brazos habían rodeado a Jungkook con fuerza, apretándole contra su pecho mientras enredaba una de sus manos en su cabello, acariciándole con extremado cuidado y cariño. Jungkook jadeó por la sorpresa y lloró contra el hombro del mayor, aun asustado por todo lo sucedido y sintiéndose culpable también. Lloró con más fuerza cuando sintió su propio hombro humedecerse con las lágrimas de Taehyung.
.- Discúlpame tú a mí, Kookie – susurró el mayor – Debí haber venido antes, debí pensar primero en ti que en una tonta fotografía, yo...
Jungkook negó, se sentía pequeño entre los brazos del mayor, pero más que eso, se sentía diminuto contra el fantasma de esa chica. Era ese el momento en que se daba cuenta que Taehyung había dejado de ser un simple gusto para convertirse en algo más. Algo más que dolía como el demonio, porque no era correspondido y ni había luces de llegar a serlo. Y porque la chica de la foto que aún sostenía, era la que provocaba las lágrimas del mayor.
.- Es valiosa para ti...
.- Son fotos y nada más – le corrigió el mayor, alejándose levemente y observando fijamente sus ojos – Tú estás aquí, eres tú quien me importa ahora.
Y entonces, sin que Jungkook lo esperara, Taehyung le alzó, cargándole contra su pecho al estilo princesa mientras él sentía que el calor se agolpaba en sus mejillas producto de la vergüenza y el cálido sentimiento que se instaló en su pecho mientras Taehyung le sacaba del departamento. Los policías que aún registraban la escena les miraron con confusión, la misma que Jungkook sentía y que evitaba que su colegiala interior comenzara a gritar como loca.
.- Debo llevarlo al hospital – les dijo el mayor a la policía – Haré la denuncia cuando esté seguro de que él está bien – informó y se dio la vuelta, caminando hacia la escalera.
Jungkook sonrió contra el cuello del mayor y entonces sintió los hombros de Taehyung tensarse, se giró con ligereza mientras observaba a un agitado Jimin esperarles en la escalera, su rostro lucía rojo y no vestía nada más que un short rojo a media cadera, tras él, el chico lechuga estaba cruzado de brazos y les observaba con evidente molestia.
.- Jungkook... ¿está bien? – Fue lo que preguntó Jimin mientras Jungkook volvía a esconder su rostro contra el cuello de Taehyung – Hemos escuchado el alborotó, pero la policía no nos dejó subir y...
.- Me interrumpieron antes de tener sexo – cortó el otro chico, su voz sonaba contenido y Jungkook se lo imaginó con el rostro contraído y arrugado – Así que más vale que sea serio.
.- Suga – le riñó Jimin – Kim, él está...
.- Está sangrado mucho – fue lo que acortó de nuevo el chico lechuga mientras Jungkook sentía su fría mano posarse sobre su pierna, provocándole un latigazo de dolor – Debemos llevarlo a hospital ya mismo, Tae... ¿por qué esperaste tanto?
.- Lo sé, lo sé – susurró Taehyung bajo, afianzando su agarre en su cuerpo – Iba a llevarlo y...
.- De acuerdo, vamos; tengo las llaves del auto aquí – Jungkook quiso decirle a su lindo vecino/héroe que lo más probable es que el chico lechuga (alias "Suga") les llevara hasta un barranco y los lanzara de ahí, pero el dolor ni siquiera lo dejo hablar, con el miedo desapareciendo, sólo quedaba el dolor - Y tú... hablaremos después, Jimin – le escuchó decir.
Luego solo escuchó los latidos del corazón de Taehyung chocando contra los suyos el resto del camino, Taehyung no volvió a soltarle.
Buenas, buenas...
Pobre de nuestro Kookie.
No diré más que eso. ¿Ustedes tienen algo qué decir? ¿Qué quieren que pase ahora? ¿Qué creen? ¿Suga los llevará a un acantilado y tirara a Jungkook? ¿Por qué Taehyung llegó a tiempo? ¿Por qué la foto le afectó tanto? ¡¿Y Aerum?! Sin más y antes de que me maten...
Gracias por leer, votar y comentar.
Nos leemos pronto
Edit: 18/02/19
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