33.- Una broma.

Feliz día de los inocentes. 

:v













.- Le juro que todo fue una broma, de verdad - Jungkook pegó su mejilla a los barrotes de la celda del aeropuerto, dejando que el policía frente a él observase su ojo medio brotado y su mejilla – De veritas.

.- No puede hablar joven, ya se le informaron sus derechos – fueron las palabras del hombre, que permanecía sentado leyendo una revista para adolescentes y rellenando un test sobre si tu primer amor te amaba de verdad - Cualquier cosa que diga puede ser usada en su contra.

Jungkook lloriqueo y casi que hace pataleta en el suelo sino fuese porque se vería muy poco serio: .- ¡PERO YO SOLO ESTABA HACIENDO UNA BROMA!

.- No tiene necesidad de gritar – arguyó el hombre, limpiándose un oído con el dedo para luego mirárselo con sumo interés - Además, eso puede decírselo al juez, joven.

Las lágrimas se acumularon en sus ojos, imaginándose a sí mismo vestido de naranja como una zanahoria andante, de pie frente a un señor muy arrugado con un martillo de madera en la mano con el cual lo sentenciaría a mil años de trabajos sexuales forzados o algo similar. No, Jungkook no quería perder su virginidad así.

.- Pues eso haré – aseveró, tratando de lucir intimidante - También le diré que ustedes me han arrestado por... por...

Discriminación, susurró el emo.

.- ¡Eso! – asintió al aire, su rostro luciendo como si se le acabase de ocurrir la idea para acabar con el hambre mundial, con un mejor final para Juego de tronos o, mejor aún, la forma de graduarse sin nunca ir a clases – Por discriminación.

Con eso consiguió que el hombre lo mirase, consternado: .- ¿Disculpe?

.- Disculpado – aceptó feliz con su resolución - Pero igual se lo diré al juez. Ustedes me han discriminado por

El hombre arqueó una ceja, dejando la revista sobre la mesa del café: .- ¿Por...?

Jungkook se mordisqueó el labio, indeciso de nuevo, pero su cerebro funcionó rápido, convenciéndose a sí mismo de que ya no necesitaba del emo y la colegiala porque él solito era simplemente brillante: .- Porque soy demasiado bonito para este mundo y porque... porque... iba para la Patagonia. yo... un chico gay criando cabritas en la Patagonia, soy el blanco perfecto de la gente como ustedes.

El guarda se auto señaló: .- ¿Nosotros?

Jungkook asintió: .- Ustedes... discriminadores de chicos gais demasiado bonitos para este mundo.

El silencio reinó entonces por unos momentos, el policía observando con incredulidad a Jungkook, que había vuelto a pegar su rostro a los barrotes de la celda, esta vez más concentrado en lamer uno para comprobar su teoría de que eran dulces pintados de metal para engañar mentes débiles.

Fue entonces que entró otro oficial, más joven y con varios documentos en las manos que tendió al policía con la mirada aún fija en Jungkook: .- Oficial Lee, ordene una prueba de drogas para este joven

.- ¿Drogas, capitán?

.- Nadie en sus cinco sentidos diría lo que está diciendo – susurró, sacudiendo su cabeza como si alejase una idea extraña de ella - Pide que envíen los resultados directamente al juez. quién sabe qué cosa extraña se habrá metido.

Aquello lo dijo lo suficientemente alto como para que Jungkook lo escuchase y se girase, aún con la lengua afuera, para mirarlo mal: .- Para que sepa que no me he metido nada. Yo aún soy virgen.

.- Lo ve, oficial – negó con la cabeza, cada vez más incrédulo con la situación - Ordene esa prueba de inmediato.

El policía asintió, confuso: .- Como ordene, capitán.

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