22.- Pelea de gatas.

Regresé... 

Si gustan leer más o menos sobre mis planes y el por qué me ausenté, dejé una nota en mi perfil. Del resto, los dejó con el capítulo... no puedo prometer muchas risas porque me siento un poco oxidada, pero iré retomando el tiro. Ah, y hay un poquito de agresividad en este cap... para que sepan. ;)

1/2

La suscripción de Netflix se había vencido.

¿Cómo era eso posible? ¿Cómo esperaban que Taehyung pudiese ponerse al día con la nueva temporada de Big Mouth? Necesitaba saber si en algún momento Nick tendría un monstruo de la pubertad que sí valiese la pena y le ayudase a crecer un poquito, a que se masturbarse por primera vez. Con lo rico que era masturbarse...

Ah, como quisiera poder hacerlo justo en ese momento. Tan sólo para no aburrirse.

Pero no podía. No podía porque Dios, Buda, Alá y los caballeros de la mesa redonda del rey Arturo habían decidido que debía estar incapacitado, que debía permanece con las piernas abiertas sobre la cama, con la mirada clava ahí donde su pequeño amiguito se burlaba de él por no poder acariciarlo. ¿Qué había hecho para merecer tal condena?

Taehyung había sido un alma de Dios, había rendido tributo al rey Arturo cada año en Halloween e incluso pensaba comprarse algún día una réplica de la espada de excalibur para que adornase la mitad de su sala. ¡¿Por qué le hacían eso?! Netflix debería de tener consideración con él y su trágica situación, es más, deberían de darle una membresía gratuita de por vida porque era un soldado caído.

Pero no... maldito capitalismo desmedido que lo dejaba sin otra opción que pensar en cómo saltar por la ventana o, peor aún, mirar el techo y contar las manchitas que había en él (dato curioso: ya lo hizo. Había exactamente 376 manchitas en todo el techo de la habitación. Eso y un poster de GDragon que no lo deja dormir con tranquilidad).

¡¿Cómo esperaban que Taehyung sobreviviese sin Netflix y el poder masturbarse cuando llevaba tanto tiempo sobre esa cama y alejado del mundo exterior?!

Era un hombre como cualquier otro... necesitaba de series basura, ramen y de acariciar su cuerpecito por lo menos una vez cada 12 horas. Era una simple ley natural que venía incrustada en su ADN de macho pecho peludo que se respeta.

Ni siquiera podía ponerse a revisar su celular porque de sólo desbloquearlo iba a encontrarse una foto de Jungkook con un delantal de florecitas y eso sólo le haría recordar la exquisita visión de su inocente Kookie vistiendo esas medias para él... lo que terminaría por activar su imaginación y ya no sólo ver en su cabeza a Jungkook con medias, sino que, a cuclillas sobre él, a punto de...

.- ¡Mierda! ¿Por qué~? – lloriqueó mientras lanzaba lejos la almohada y se revolcaba en la cama, tratando de no cerrar sus piernas con brusquedad – Mátenme... por favor, no me hagan sufrir más. No más.

¿Qué debía hacer para ganarse el favor del universo? ¿Hacer su propia réplica de la mesa redonda o ponerse una bata blanca al estilo Jesucristo como manera de rendirle tributo? A lo mejor debía dejar de pagar la membresía Premium de Redtube.com o donar dinero a causas que no fuesen sólo para perritos o gatitos sin hogar.

A lo mejor... a lo mejor rezando un padre nuestro su pene mágicamente sanaría o, por lo menos, le reconectaban Netflix.

¿Qué más podía perder?

🤦🤦🤦🤦

El atún estaba vencido, pero no es que importara.

Una vez escucho de alguien en el supermercado que se podía comer algo que estuviese vencido, así que no había que preocuparse por eso. Definitivamente, Hoseok era un hombre de múltiples talentos y además de eso, con un ánimo que era capaz de incluso reunir todas las esferas del dragón en menos de una hora; ¿cómo podía un simple atún vencido dañar su magnífica obra de arte culinaria?

Así que estaba seguro de que no pasaría nada trágico con haber usado unas cuantas latas de atún que, misteriosamente, habían estado escondidas en una caja que marcaba "EMERGENCIA". Su cena había quedado fantástica y estaba seguro de que recibiría todas las alabanzas de parte de sus comensales. Jungkook incluso debería de darle una galleta extra por tan excepcional desempeño.

Además, tenía que pagarle a Namjoon, a quien había sobornado con la mitad de una de las galletas que Kookie le daría, a cambio de que hiciera las compras (lo había mandado por un par de huevos y otra barra de chocolate) mientras él se aplicaba su facial de aguacate porque no fuese a ser que le saliese alguna arruga por estar demasiado tiempo en la cocina.

No, Hoseok muerto antes que con arrugas.

Sin contar que la receta que Jin le había dado del facial de aguacate era sencillamente increíble. Quién creyera que lo que los mexicanos se comían podía regenerar su linda piel y ellos desaprovechándolo en cosas tan banales como el guacamole. Triste, triste.

.- ¿Estás seguro de esto, Hobi? – Namjoon miro con algo de duda la olla que había bajado del fuego, donde se cocían los espaguetis en la salsa de atún con chocolate – No creo que Taehyung deba comer algo tan... pesado, todavía está en proceso de recuperación.

Hoseok se llevó una mano a la cadera, mirando críticamente lo que había estado cocinando por tantas horas. Namjoon no podía estar hablando en serio, ¡sí se veían deliciosos! Es más, él mismo podría comerse un plato entero, pero no podía porque eran para la cena romántica que sus amiguitos tendrían. No quería que Taehyung no pudiese coger por su culpa.

No había renunciado a superar su puntuación en Just Dance para que esos dos no tuviesen una noche loca. No, no... esos dos debían sacudirse el tapete sí o sí esa noche.

.- Con esto va a curarse aún más rápido – aseguró con una sonrisa mientras se quitaba el delantal y comenzaba a doblarlo para guardarlo en su bolsito tejido que colgaba de su cadera y en donde guardaba un condón y un chicle - ¿No has oído que el chocolate es afrodisíaco sí está bien preparado? ¡Me estoy asegurando que Tae tenga buena circulación para esta noche!

Namjoon abrió la boca, pero no dijo nada y Hoseok casi pudo jurar que vio como una mosca volaba directamente hacia la garganta del de cabello rosa chicle. Y ahora que lo pensaba, ¿no era hora de que su amigo se cambiara el color de cabello? Ese rosa era demasiado anticuado; debía preguntarle a Jin para que le cambiaran el tinte.

A lo mejor un naranja fosforescente le sentara bien al estilo de Namjoon, tendría que consultarlo con Jin.

Hoseok sacudió la cabeza, anotando en su lista mental que ya era hora de ese cambio de look (Namjoon prácticamente gritaba por él) y se concentró en la comida frente a él, sintiéndose profundamente orgulloso de su magnífico trabajo y sus buenas intenciones para con sus amigos. Era un alama tan caritativa y humilde que se sorprendía de su propia perfección.

Sin embargo, había otro tema que tratar antes de irse.

.- Ahora, lo que nos falta es instalar una cámara secreta en la habitación de Taehyung para así grabar como cogen esta noche y luego vender el vídeo.

.- ¡¿Qué?!

Por un momento, el rostro de Nam se puso casi tan rosa chicle como su cabello mientras comenzaba a toser de manera incontrolable. ¿Acaso se hacia el sorprendido? Si entre los dos, era más que evidente que el más alto era también el más pervertido, cada centímetro de su ser estaba lleno de fetiches y necesidad de chisme.

Es más, Hoseok podría describir a la perfección a Namjoon diciendo que era como una ahjumma chismosa del metro.

Nada le hacía más justicia que eso.

A lo mejor, era por esa misma razón que el oído de Nam estaba entrenado para escuchar a distancias largas cualquier sonido que sirviera de alerta a un posible buen chisme. A lo mejor, fue por eso que dejó de toser y se acercó prudencialmente a la puerta de la cocina, haciéndole un gesto a Hoseok de que hiciese silencio, justo en el momento que unos tacones resonaron fuera del departamento.

Oh, no...

Sólo había una persona que caminaba de esa forma y Hoseok lo supo tan rápido como él incluso antes de que el timbre de la puerta sonase con eco: .- Oh, mierda... es Hanna.

Se miraron en silencio, reteniendo sin saberlo sus respiraciones mientras escuchaban pasos arrastrados hacia la puerta donde la bruja, es decir, Hanna, esperaba. Ninguno de los dos querría nunca cruzarse en el camino de esa mujer, no cuando la última vez que alguno intentó meterse entre las discusiones que sostenía con Taehyung, había terminado golpeándolo con su cartera llena de piedras o alguna mierda así.

A Hanna había que tenerle miedo, así se aseguraban su supervivencia cada vez que aparecía por el edificio, lo mejor era encerrarse en sus apartamentos en silencio y sin salir, hablando en susurros por woki tokis para informarse cualquier movimiento sospechoso del que fuesen testigos. Ni siquiera Suga era capaz de hacerle frente.

Aguardaron en silencio cuando el clic de la puerta siendo abierta resonó por la estancia y contuvieron el aliento mientras escuchaban lo que pasaba afuera.

Afuera, donde la madre de Jungkook abría la puerta con una sonrisa tensa producto de la mascarilla de sábila y aguacate que se había estado aplicando y que ya estaba reseca sobre su tersa piel de mujer joven y bella.

.- Bienvenida al hogar de los Kim-Jeon – saludó mientras ladeaba la cabeza, tratando de que la toalla rosa que sostenía su cabello no se cayese.

La mujer frente a ella no tenía más de 20 años, casi lo podía asegurar (era tan buena adivinando edades como leyendo la mano), llevaba el cabello peinado en una trenza larga y vestía unos jeans entallados que se perdían en los bordes de unas altas botas negras con taches. Imponía respeto y tenía un estilo que le recordaba a su propia adolescencia, antes de casarse, tener dos hijos y ser una madre modelo.

Sin embargo, la burbuja se reventó apenas ella abrió su boca: .- ¿Quién es usted, anciana?

.- ¿Anciana? – musitó sorprendida por tan insolente pregunta, cómo se le ocurría a esa chiquilla que ella era una mujer mayor - ¡¿Me has dicho anciana a mí?! ¿Cómo se te ocurre faltarme el respeto así, niñita? Yo soy una mujer joven y llena de vida.

.- Como diga... - chasqueó con la lengua, recargándose en un pie y contoneando la cadera.

.- ¿Cómo diga? – repitió, sintiendo la molestia comenzar a trepar por su cuerpo - No, no, no. Ningún como diga. Hazme el favor y te regresas por dónde viniste, no sé quién eres ni me interesa.

Su voz tenía un tono alto e imponente, además, como buena madre, iba acompañado de unas cuantas gesticulaciones que daban el punto de cierre a su mandato.

.- Usted no es quien para sacarme de esta casa.

Casi podía jurar que la bata que llevaba puesta también se erizó producto de la rabia. Su tono de voz y gestos siempre habían funcionado muy bien con su esposo y sus hijos: .- ¡Claro que lo soy!

.- ¡No lo es! – respondió con el mismo tono y pronto todo se volvió en un concurso de cuál de las dos podía gritar más alto.

.- ¡Que si lo soy!

.- ¡Que no!

.- ¡No me levantes la voz!

.- ¡Usted no es nadie para levantármela a mí!

.- ¡Me debes respeto, niñita!

.- ¡Yo no le debo nada, anciana!

.- ¡No soy una anciana!

Hanna resopló con fuerza y se enderezó, empujando a la mujer que estaba tapando toda la entrada para así poder colarse en el apartamento. Taehyung no había salido hasta ese momento y eso sólo le producía más dolor de cabeza que el de esa señora con cabello de estropajo y cutis demasiado graso le había causado con sus gritos de urraca herida.

.- ¿Dónde mierda está Taehyung?

La mujer, de la que desconocía el nombre se giró hacia ella, mirándola con ojos de madre a punto de levantar la escoba o la chancla: .- Cuida ese vocabulario conmigo, jovencita.

.- No me interesa – movió su mano restándole importancia, ni siquiera le daba miedo la amenaza en sus ojos, Hanna podía ser mucho peor y seguramente tenía más energía que esa mujer – Le pregunté dónde está el idiota ese.

.- ¡Ah, no! – casi pudo jurar que a la mujer le iban a salir todas las canas que le faltaban debido a la rabia que tenía, incluso su mascarilla se había cuarteado en una mejilla - A Taehyung no le vas a faltar el respeto en su propia casa y menos cuando está convaleciente.

.- ¿Y quién es usted para decirme que puedo o no hacer aquí? – le gruñó como un gatito enojado, muy enojado - Sino viene el idiota de Kim a callarme, ¡no voy a callarme! ¡¿Escuchaste eso, Kim Taehyung?! Trae tu maldito y vago trasero hasta aquí o tendré que arrastrarte al infierno conmigo.

.- ¡Ese vocabulario! – le riñó consternada la mujer, ambas estaban tan enfrascadas en sus gritos que no notaron a las dos sombras que se escabullían desde la cocina hacia la puerta de salida -¡Acaso eres una mafiosa!

La menor de los dos se llevó las manos a las caderas, sin retroceder: .- ¿Y sí lo soy, qué?

.- ¡Pues no permitiré que una mafiosa entré aquí y menos que insulte a Taehyungnie!

Hanna estrechó sus ojos, analizando la frase de la mujer mayor casi tan rápido como recordaba el último episodio de CSI: Miami que había visto, donde Horacio descubría que una anciana se había metido con un hombre con dinero y lo había asesinado para quedarse con todo su dinero. Aunque era poco probable que ese fuese el caso (Taehyung no tenía ni donde caerse muerto), no podía dejar de sospechar.

No dejaría a Aerum cerca de una anciana homicida.

.- Lo que me faltaba... Ahora Taehyung se mete con ancianas.

.- ¡Que no soy una anciana! – fue todo lo que rebatió la mujer.

.- ¡Eso no es lo que me dice su bata y la mierda verde que tiene pegada toda la cara! – la señaló despectivamente, como si eso fuese la simple prueba del delito.

.- ¡Es una mascarilla tonificante! ¡Sólo cuido de mi preciosa piel de bebé!

.- ¡De bebé de ochenta años, supongo! – se burló.

.- ¡Sal de aquí, jovencita!

La mujer hizo el amagó de aferrarse a su brazo para sacarla, así que ella fue más rápida y retrocedió hacia el fondo de la sala: .- Ya le he dicho que no me iré hasta no ver al imbécil de Taehyung, no me contesta el puto teléfono desde hace días y no lo dejaré salirse con la suya.

.- ¿Acaso eres su amante o qué? ¡Taehyung no puede tener amantes! – la mascarilla se le terminó de cuartear mientras un gesto de evidente molestia reemplazaba su sonrisa congelada, seguramente había echado a perder todo el tratamiento del día.

.- ¡¿Cómo se le ocurre insinuar algo así?! – de sólo pensarlo le daban ganas de vomitar - ¡Está enferma! Definitivamente tiene demencia senil.

A lo mejor debería de llamar al hospital o a un ancianatorio, pensó mientras observaba como la mujer caminaba directamente hacia ella, completamente crispada por la molestia. Casi le provocó un ataque de risas toda la imagen que proyectaba: descalza, con bata rosada y una mascarilla que se le desmoronaba como polvo.

Una versión barata y de mayor edad de Hulk.

.- Sal de aquí.

.- ¡Que no! – le rebatió y sin darle oportunidad a nada más, se giró hacia el pasillo de dormitorios.

Conocía el apartamento muy bien, muchas veces había entrado a la fuerza y arrastrado hacia afuera al cobarde de Taehyung. El muy bastardo siempre se negaba a darle la cara y sí había algo que a Hana le molestaba realmente, era que Kim Taehyung (a.k.a. Soy muy cool haciéndome el papá soltero) le huyese cual mariquita huyendo de la lluvia.

Tsk... ya se las vería con ella cuando lo tuviese frente a frente.

.- ¡¿Dónde estás, Kim Taehyung?! – gritó mientras empujaba con una patada la puerta de la primera habitación, tan sólo para encontrarla vacía y con la cama llena de bolsos – Joder...

Con la siguiente puerta no tuvo tanta paciencia, así que levantó del todo la punta de su bota y de un golpe saltó la cerradura. Dentro olía como a gato muerto o algo peor y por un momento, casi se vio tentada a taparse la nariz y huir lejos de ahí, sin embargo, la imagen de Kim Taehyung sin más que un pañal y una camisa blanca maga larga, le hizo fruncir el ceño.

.- ¿Qué es tanto es...? – Taehyung se giró levemente para mirarla, dedicándole una sonrisa rectangular que le provocó unos deseos casi incontrolables de gritarle "estúpido" y darle un taconazo - Oh, hola Hanna.

.- Hili, Hini – arremedó infantilmente antes de adentrarse en ese cuarto que olía peor que basurero distrital.

.- ¿Qué tal ha ido to...?

La frase de Taehyung murió mientras ella se lanzaba sobre él para agarrarlo de la camisa y mirarlo fijamente a los ojos, queriendo transmitirle que, con ella, había llegado el infierno a su vida de nuevo.

Lo normal.

.- ¿Eres idiota o te haces, Kim? – le zarandeó de la camisa sin nada de delicadeza y sin importarle que él gimió de dolor - ¿Por qué no me contestabas el maldito teléfono? ¡He estado llamándote por más de cinco días! En casa me han estado colmando la paciencia por culpa de tu falta de compromiso...

Taehyung cerró su mano sobre las muñecas de ella, tratando de minimizar el agarre para poder contestar y tomar algo de aire: .- Eh... estoy incapacitado y...

.- ¡Y a mí qué! No me interesa sí te quedaste sin una pierna o calvo – le lanzó hacia atrás, quedando de rodillas sobre la cama y con los brazos cruzados, era su pose de ejecutora de sentencias, le servía tanto en Fornite como en la vida real - Ni siquiera me importa que estés oliendo como un cadáver que estuvo al aire libre por diez días.

.- ¿Quién es esta... señorita, Taehyung? –

La repentina voz y la respiración agitada detrás de ella no la asustó, aunque sintió la presión de una mano huesuda sobre su hombro, lo que provocó que diera un salto hacia atrás para bajarse de la cama y que la mujer de bata y mascarilla entrara en el campo visual de los dos.

.- Ah, la anciana ha llegado.

Los ojos de la mujer se estrecharon al mismo tiempo que su mandíbula se tensaba: .- ¡No soy una anciana! Deja de faltarme al respeto.

.- No le faltó al respeto, usted no tiene nada que ver en esta situación – le espetó sin descruzar los brazos - ¡Pinte un bosque y piérdase, abuelita!

Multiplícate por cero, ¿ok?

.- Insolente, niñita – le gruñó mientras se llevaba una mano a la toalla que envolvía su cabello y que amenazaba con caerse definitivamente - ¡Me meto porque tiene que ver con Taehyung y lo que es con él, es con mi...!

.- ¡A mí no me interesa sí usted se coge a Taehyung o no! – la paró antes de que le diese información que le resultase grotesca – Se lo repito: Esto no es asunto suyo, es entre él y yo.

.- ¡Claro que es asunto mío! – le respondió de inmediato - ¡Taehyung no puede tener amantes!

Y dale con lo de amantes... que viejita más posesiva.

Sin embargo, antes de que Hanna le contestase algo ofensivo o se quitase la bota para golpearla, la risa del único hombre en la habitación rompió con todo. Ambas se giraron indignadas para mirarlo, quien seguía riéndose sin reparo sobre la cama y con pequeñas lágrimas en las orillas de los ojos como muestra de lo bien que se la pasaba.

.- ¡TAEHYUNG!

.- ¡Bien, bien! – trató de detener su risa, sabiendo que sí no lo hacía, seguramente sufriría las consecuencias a manos de la mujer de menor edad y a quien, por experiencia, le tenía más miedo. Aunque tampoco quería descubrir sí la mamá de Jungkook era de cuidado – Y-ya me calmé.

Las dos mujeres seguían mirándole fijamente y por un momento, Taehyung quiso tener una cámara y poder fotografiarlas. Ninguna había notado el desastre que había ocasionado la discusión en ellas, Hanna tenía la trenza desecha y al parecer su maquillaje era barato porque se había corrido levemente por el sudor. Por otro lado, la señora Jeon ya no tenía la toalla en la cabeza y descubrió con sorpresa que tenía el cabello corto, muy corto.

Las pelucas sí que hacen milagros.

.- Taehyung... - gruñó Hanna.

.- Vale, vale... Señora Jeon, le presentó a Hanna – empezó con una sonrisa tensa, señalando a la menor – Lee Hanna es la tía de Aerum por parte de su madre; y Hanna, ella es la señora Jeon, la mamá de Kookie.

Oh...

OH...

No saben lo feliz que estoy de volver. 

Les extrañé mucho.

Edit: 18/02/19

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top