12.- Huir.
YizMosquera, aquí tienes tu mención.
No me molestes más, querida. :P
.- Ae - ssi, quédate quieto, cariño – le susurró Jungkook mientras trataba de ponerle el zapatito izquierdo al niño, que se removía mientras trataba de que lo alzara en brazos – Sino me dejas terminar de vestirte, no volveré a cargarte, Ae – ssi – lo amenazó tratando de sonar lo más serio posible.
Aerum se quedó quieto, analizando la expresión en su rostro para luego reír, mostrándole sus brillantes y pequeños dientes. Ni siquiera Aerum lo tomaba en serio. Jungkook suspiró, en parte derrotado por tan solo un niño y en parte arrepentido de haber sido de esa manera con su madre cuando tenía la misma edad de Aerum, en aquella época (y esto es en palabras de su hyung porque Jungkook lo negará hasta su muerte) le gustaba correr desnudo por toda la casa y el jardín. Tenía suerte que Aerum por lo menos le gustaba usar pantalones.
Sería muy triste que el primer pene que viera en su vida, aparte del suyo, fuese el de un niño.
.- Bien, bien – Jungkook le cargó, consiguiendo maniobrar para colocar el zapatito en su pie y dar por terminador el vestuario del niño para ese día.
Jungkook se consideraba un gran asesor de imagen (aunque Aerum ni siquiera opinaba). Había combinado la ropa de Aerum las últimas semanas por color y textura, dando una gama de trajes muy diferentes a la forma en cómo Taehyung lo vestía. Aerum había pasado de trajes de Power Rangers combinados con dinosaurios a ser toda una tendencia en Twitter (donde sus 23 seguidores siempre le daban corazoncito).
Lo volvería una estrella en cuestión de nada.
Así que sonrió orgulloso mientras sentaba a Aerum en su sillita para comer, la voz de Taehyung se escuchaba desde la cocina, donde intentaba rapear. Por un momento se vio tentado a ir hasta el mayor y rogar por su atención pero lo cierto es que Jungkook había decidido que lo mejor era marcar una distancia prudencial entre él y su lindo vecino, aunque aún estaban viviendo bajo el mismo techo debido a que su madre lo había llamado para felicitarlo y decirle que no le enviaría el dinero para los muebles, argumentando que ya no los necesitaría porque estaba en el apartamento de su novio.
Ella no le dio tiempo de nada y colgó. Y con ello, se fue su dinero para el disco de Big Bang (y los muebles, claro está). Taehyung, por supuesto, no le negó el seguir quedándose en su casa, comiendo su comida, utilizando su lavadora, respirando su mismo aire. Aunque Taehyung no sabía de la colegiala en su interior que lo apuntaba con un arma para que, de forma discreta claro está, se pasara por la nariz de vez en cuando la ropa interior del mayor o se colara en su cama cuando no estaba para echarse una... manita.
Aun con eso, Jungkook realmente se estaba esmerando en alejarse.
.- Ya casi está el desayuno, Kookie – gritó Taehyung desde la cocina mientras hacia una pausa en su complicado rap - ¿Prefieres jugo o leche?
Solo quiero tu leche, hyung.
Jungkook se mordió el labio inferior mientras se acomodaba el bolso en los hombros. Durante las últimas semanas había evitado compartir tiempo y espacio vital con el mayor. Habían dejado de comer juntos y aunque Aerum parecía realmente afectado por todo ello, Jungkook no encontraba otra forma de marcar un límite. No podía hacer nada si, al llegar a casa Taehyung, Aerum se enojaba porque corría a su habitación argumentando que tenía demasiados trabajos como para comer con ellos; él simplemente necesitaba encerrarse en su cuarto a mirar al techo.
Aunque lo cierto es que Jungkook ya se sabía de memoria todas las líneas del techo de su habitación, de todo el tiempo que había pasado mirándolas fijamente. Había abandonado gran parte de sus responsabilidades y le sorprendía que a esas alturas, ningún profesor pareciera realmente preocupado porque su vida académica se iba en picada. Lo cierto es que había tratado, se quedaba hasta tarde tratando de componer o haciendo los deberes, incluso había descargado una aplicación para aprender inglés en su laptop pero nada parecía funcionar para sacarse de la cabeza la sonrisa de Taehyung.
Maldito precioso y perfecto Kim adonis Taehyung.
.- ¿Kookie? – Taehyung asomó la cabeza, su rostro luciendo abatido - Desayunarás con nosotros hoy, ¿verdad?
.- Lo siento, hyung – susurró mientras se inclinaba sobre Aerum y le besaba la frente con suavidad, el niño mirándole con el ceño fruncido – Tengo asesoría sobre un trabajo y ya voy tarde – mintió mientras casi corría hacia la puerta.
.- Pero... - la voz del mayor le detuvo justo en la entrada y Jungkook sintió que su corazón se saldría por su boca y huiría a Islandia – No tengo clase hoy, pensaba que... bueno... podríamos pasar la tarde juntos los tres e ir a cine, no sé.
Su colegiala interior se golpeó con una pared y se echó a llorar.
.- L-lo siento, hyung – repitió, esta vez tratando de que su voz no temblara – Hoy... Mmmm... Hoy tengo otros planes.
Y sin darle tiempo a nada, ni siquiera para ver su expresión dolida y los ojos anegados en lágrimas de Aerum, salió a toda prisa.
Huir, era lo mejor que Jungkook sabía hacer en su vida. Había huido todo lo que había podido a lo largo de sus 19 años: de sus compañeros y sus humillaciones, de las chicas empeñadas en ser su pareja, de las noches de besos en la parte trasera del automóvil del papá de Jimin, de la presión de ser un niño prodigio, de su desquiciada familia, de su padre indiferente y su hermano prepotente, de su madre sobreprotectora, de los sueños que no le pertenecían e incluso, muchas veces, quería huir de sí mismo. Si, sobre todo, quería escaparse de sí mismo.
Jungkook a veces se hartaba de ser él, de no tener el coraje suficiente como para expresarle a Taehyung sus sentimientos o para siquiera preguntarle todo lo que quería saber sobre la madre de Aerum, de no ser lo suficientemente empático para entender cómo Yoongi había sentido que perdía a Jimin por él, de no ser guapo, de no ser inteligente. Jungkook muchos días, justo como ese, se miraba al espejo y se lamentaba no ser nada de lo que los demás querían que fuera. Había llegado al mundo decepcionando a la gente y jamás sería lo que esperaban que fuera.
Y ahora, debido a eso, renunciaba a Taehyung.
Porque bueno... Jungkook siempre terminaba renunciando.
🤦🤦🤦🤦
La universidad lucía vacía a esa hora de la mañana, faltaban exactamente 45 minutos para que su primera clase iniciara, así que era poco probable encontrarse con alguno de sus compañeros a tan temprana hora, lo cual parecía lo adecuado cuando lo único que haces es huir de tu vecino/compañero de apartamento/amor de tu vida, nada mejor que la soledad para pensar y calmar los gritos histéricos de su colegiala interna. Así que esa mañana se tiró en el pasto ya casi amarillento fuera de la facultad, estirándose cual muñeco de nieve y haciendo burbujas con su saliva mientas cantaba "Un elefante se balanceaba" dentro de su cabeza.
Estaba decidido a llegar a 1.237 elefantes balanceándose.
Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña... lalala...
.- ¿Jeon?
Como veía que resistía, fue a llamar a otro elefante... lalala...
.- Señor Jeon, ¿qué hace tan temprano por acá? – la voz gruesa interrumpió su conteo mental que ya iba cerca de 231 elefantes y la burbuja de saliva le explotó sobre los labios mientras se enderezaba asustado.
Justo a unos pasos de él, Lee Hunseol, su guapo maestro de "Iniciación a la Música I", estaba agachado y con sus oscuros ojos sobre él. Jungkook sintió la vergüenza trepar por sus mejillas mientras se levantaba de un salto y saludaba al hombre con una reverencia, ganándose una risa suave de su parte y que el largo cabello de su profesor se meciera con el viento. Si antes se sentía avergonzado, ahora sólo quería esconder su cabeza en la tierra.
.- No me ha respondido, Jeon.
.- Oh, oh... lo siento, maestro Lee... - susurró Jungkook, sus manos jugueteando entre ellas producto de la vergüenza – Sólo llegué más temprano de lo usual – mintió.
El hombre se acomodó en su cálido abrigo (y Jungkook lamentó haber salido corriendo del departamento sin una chaqueta) mientras le miraba con una sonrisa curiosa. La vergüenza había menguado considerablemente pero aun así, la mirada fija del hombre sobre él le hacía sentir incómodo. A pesar de que a lo largo del semestre habían cruzado palabras, nunca había sido algo tan largo ni tan cercano como ese momento.
.- El día de hoy no tendremos clase, señor Jeon – le informó entonces el hombre, sin dejar de sonreírle curioso – Les envié un correo el día de ayer avisándoles que podían utilizar el día para avanzar en sus proyectos finales de composición.
Jungkook sintió que el alma se le caía a los pies de solo recordar el proyecto final que seguía sin escribir y en el que sólo había incluido a Big Bang y una mención súbita de una sonrisa cuadrada a la que imaginaba para masturbarse. Y no es que fuese a entregar eso, no quería que lo juzgaran de pervertido.
.- ¿Qué no revisa su correo electrónico? – atrajo de nuevo su atención su maestro, ahora acercándose un poco más.
Ah, bueno... es que Jungkook solo utiliza internet para ver porno y videos de Big Bang. Y precisamente la noche pasada estuvo viendo una parodia de Big Bang donde GD se vestía de chica y conquistaba a Top, luego de eso, término viendo vídeos porno de chicos disfrazados de panda.
.- No lo revisé anoche, maestro – mintió.
El hombre asintió, parecía pensativo al respecto: .- ¿Nadie le avisó?
Ah, claro... a lo mejor debió ponerle cuidado a los gritos de Jimin cuando lo vio doblar la esquina pero Jungkook pensó que eran parte de la nueva rutina del mayor de apararse bajo la que seguramente era la ventana del maníaco (a.k.a Yoongi) y gritarle que le perdonara y que harían cositas.
.- No... n-no soy muy allegado a ninguno de mis compañeros – aceptó bajando la mirada, nunca era bueno admitir que era más bien una piedra solitaria y triste.
.- Pensé que era novio de Park – argumentó su maestro, consiguiendo que Jungkook lo mirara con sorpresa – O eso entendí cuando le pregunté por qué lo incluía a usted en su composición.
Jungkook quiso decir algo pero eso realmente lo había tomado por sorpresa, ¿por qué Jimin lo había incluido a él en la letra de su canción? Para empezar, ¿qué importancia tenía él en la vida de alguien más, alguien como Jimin?
.- Y-yo...
.- Por cierto, señor Jeon – siguió hablando su maestro, sin prestarle mucha atención a lo que iba a decir – Usted no me ha entregado ningún avance de su trabajo de composición y queda muy poco para su entrega final.
.- B-bueno... me ha costado un poco de trabajo – y no era mentira, realmente no sabía sobre qué escribir – Definir que me hace feliz es... algo complicado.
.- Vamos a una cafetería cerca de aquí y discutimos eso, ¿le parece? – Preguntó, su sonrisa aumentando considerablemente – Puedo... ayudarle.
Y Jungkook lo pensó con seriedad, era eso o tener que vagar todo el día por la universidad sin hacer nada porque bueno, regresar al apartamento no era una opción válida para él justo en ese momento. Así que asintió tímido y su maestro se giró para empezar a caminar, sin darle tiempo a nada más, la cafetería que el profesor había mencionado estaba justo enfrente de la entrada de la universidad y no les tomó más de seis o siete minutos llegar al vacío sitio.
No habían cruzado ni una sola palabra en todo el trayecto y Jungkook sentía que moría sino hablaban. El señor Lee no tenía más de 30 años y Jungkook mentiría si dijese que nunca le había parecido apuesto, la seriedad de su maestro que al mismo tiempo, siempre tenía una sonrisa para sus alumnos, era algo atrayente. Sin embargo, Jungkook había escuchado los rumores que se pasaban de estudiante a estudiante sobre el señor Lee; llevaba sólo cinco años como maestro en la facultad de Música pero ya muchas chicas y chicos decían que era un maestro fácil de... complacer.
Por supuesto, no es que Jungkook considerase que su profesor se fuese a fijar en él.
.- ¿Qué va a pedir, profesor Lee? – se animó a romper el silencio cuando ambos estuvieron sentados en un rincón del lugar y mirando la carta.
.- Dime Hunseol, Jungkook – le animó el hombre, sonriendo y Jungkook sintió el calor volver a trepar a sus mejillas.
.- ¿Qué desean ordenar? – los interrumpió la mesera antes de que Jungkook pudiese responder y suspiró aliviado.
El hombre le sonrió a la chica y ordenó, sin preguntarle a él, dos café Latte. Jungkook se vio tentado a decirle que en realidad prefería el café americano o el de caramelo pero sentía que no había espacio a discutir una vez el maestro Lee dictaminaba algo, así que se removió en su asiento sintiéndose pequeñito e indefenso. Y Jungkook sonrió nervioso mientras la mano del hombre acariciaba de forma sutil su antebrazo, sus dedos jugueteando sobre su piel mientras esperaban que la mesera regresara con su pedido.
.- Así que, ¿no eres novio de Park? – preguntó el hombre, su mano todavía jugueteando con la suya mientras Jungkook se sentía temblar.
Solo pudo negar mientras el ringtone de nuevo mensaje interrumpía el momento, un "Oppa tiene nuevo mensaje" en tono infantil resonó con fuerza por segunda vez mientras Jungkook se apresuraba a buscar su celular en su bolso, escarbando entre la considerable cantidad de empaques vacíos de galletas y papitas, en el fondo, junto al bóxer que le había robado a Taehyung hace tiempo (no se aceptan quejas, es un tesoro preciado), su celular brillaba.
Nuevo mensaje.
De: Sexy Tae.
8:25 a.m.
Kookie, almorcemos juntos, por favor.
8:26 a.m.
Te inventaré a mi restaurante favorito y luego haremos lo que quieras.
La colegiala en su interior gritó mientras sacaba unos pompones rosas y se ponía a hacer volteretas pero el adolescente deprimido que también vivía en su interior se fue a un rincón y comenzó a intentar cortarse las venas con una lima para uñas.
Para: Sexy Tae.
8:27 a.m.
Lo siento, hyung
Jungkook se mordió el labio inferior mientras pensaba en qué más escribirle al mayor para no sonar como un ser sin corazón y sin alma, insensible y cruel de los sentimientos de su adorable y sexy vecino. Que ser tan desalmado que era por no aceptar ir a comer con él y Aerum cuando era lo que más deseaba (comenzaba a pensar que podía disfrazarse de la chica de la foto si con eso conseguiría que Taehyung lo mirara de esa forma) pero ya había matado una a una sus ilusiones de que Tae un día se levantara sabiendo que la respuesta a todo estaba en él (y entre sus piernas) como para dañar el proceso al aceptar salir con él.
.- ¿Es tu novio? – el maestro Lee le arrebató el celular de un manotazo, asustándole considerablemente mientras lo veía leer la conversación.
¿Qué era todo eso?
.- ¿Qué? No, no... es sólo... un amigo – murmuró cuando el hombre le miró con seriedad y dejó su celular sobre la mesa, justo en la mitad – Como mi hermano mayor.
El celular volvió a vibrar.
Y Jungkook sintió la tentación de tomarlo y leer el mensaje de Taehyung pero enfrentarse a la posibilidad de encontrar un simple "ok" resultaba dolorosa, además, el hombre frente a él le miraba esperando. Así que le sonrió al hombre y trató de concentrarse en él, en la forma en como sus dedos volvían a dibujar patrones musicales sobre su piel y en las cosquillas que eso producía.
.- Jungkook... - sonrió el hombre de pronto, su mano ahora agarrando la suya - ¿Qué dices si vamos a mi casa y... trabajamos en tu composición?
PERDÓN.
Lamento mucho la demora en actualizar pero no tienen ni idea de lo difícil que fue escribir este capítulo y no sé por qué. Bueno, tal vez es porque es mucho más dramático y no tiene mucha de la comedia normal pero uff... me costó horrores escribirlo, lo borré como tres veces.
Prometo no volver a tardar tanto, en serio.
Y ahora sí... ¿qué creen que pasará con su maestro? ¿Cómo se siente Taehyung? ¿Jungkook puede ser más inocente (o tontito)? Cuéntenme todo lo que quieran, en serio, saben que amo que me escriban lo que opinan o creen.
Gracias por tanto amor, les amo.
PD: Próximo capítulo: "Pelea de perros" y...
Avance salvaje. ;)
"Aerum se subió en su regazó con lentitud, sus manitas tomando su rostro mientras el niño dejaba un suave beso en su frente, imitando todas las veces en las que Jungkook lo hizo con él. Entonces lo abrazó, sintiendo como Aerum se acomodaba en sus brazos mientras las lágrimas comenzaban a derramarse."
Edit: 18/02/19
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