Enfermó.
De verdad el mundo estaba en su contra.
De la nada un aguacero torrencial les cayó del cielo, dejándolo empapado y su ropa tan sucia y llena de lodo.
Cuando llegó Krest le reprendió por llegar hecho una sopa, él y los cachorros, así como la cantidad de lodo que trajo a casa.
Ese enano inmundo lo había obligado a bañarse, bañar a los perros y limpiar el chiquero que dejó en la entrada.
Todo transcurrió normal, pelearon en la cena, discutieron antes de irse a dormir y lo repitieron por la mañana, solo que para ese entonces el bicho ya sentía una pequeña molestia en la garganta y cabeza.
En la tarde ya se sentía morir y es que la gripe le había pegado duro, paso toda la tarde estornude y estornude, para la noche la tos no le dejaba dormir, ni a él ni a Krest. Y es que ese alacrán del infierno tosia con tal fuerza que lo escuchaba como si estuviera en su cuarto...algo de lo que no estaba muy alejado ya que el bicho prácticamente se colocó tras su puerta solo por molestar.
Muy a su pesar el cubo salió a comprarle un jarabe, pero Zaphiri no se lo tomó porque sabía feo, segun él, de por sí el bicho odiaba las medicinas.
Paso otro día más hasta que...hasta que Krest se arto y lo obligó a ir al doctor!
Justo en ese momento los gritos de ayuda se escuchaban por todo el edificio y es que Krest... bueno...
-em, señor Acuarius😐...señor Scorpi...o...ns😓, en...todo bien?!
Hasgardo miraba confundido a sus amigos, ok, eso era nuevo. Al pobre le habían mandado a ver qué era el escándalo en la última planta, pero enorme fue su sorpresa cuando se los encontró en el pasillo.
El cubo se las había ingeniado para amarrar a Zaphiri de pies y manos, en ese momento él y los canes le arrastraban hasta el elevador para llevarlo al doctor (en lo personal creo que habría sido más fácil llamar a uno pero bueno, es que cuando Zaphiri lo desespera su cerebro se va de paseo).
-Hasgardo...UF...buenos días.
-toro ayudamghhh!!!
Molesto el cubo le coloco un pañuelo en la boca.
-em, todo está bien?
-ah, si, no te preocupes, solo lo llevo al doctor para que lo cheque.
-...cofgh,cofgh,cofgh!
-intenta no toser o te vas a ahogar.
-😠
-ok... bueno, si necesita algo.
-ah... si, podrías llamar el ascensor.
-claro.
El toro fue a presionar el botón mientras los otros tres continuaban arrastrando al bicho por el pasillo.
-nos vemos!
-si.
-aguhhhhda!
Está de más decir que fue graciosisimo ver cómo lo llevaron arrastrando por el estacionamiento hasta el auto, donde uno de sus vecinos lo ayudo a hechar lo a la cajuela.
El circo en el hospital fue divertido, pero almenos le prestaron una camilla, de regreso se detuvo en una ferretería, le habían recetado inyecciones...y algo le decía que necesitaría alambre para amarrarlo a la cama a la hora de ponerselas.
Ah! Cuidar a su compañero era muy cansado.
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