ㅡCapítulo Tres; Amigo

El tiempo había pasado rápidamente, en cuestión de pocas semanas la relación entre Christopher y Woo Jin con sus asistentes iba mejorando. Aunque no todo podía ser siempre tan perfecto, sus sentimientos seguían estando de por medio complicándoles la situación.

Y sin duda estos habían empezado a salir a la luz cuando un chico de cabellos negros y bonitas facciones apareció.

—Buenas tardes, señor—Saludó con una reverencia en señal de respeto.

—Buenas tardes, por favor, no me diga señor—Pidió en un murmuro.

—Está bien—Asintió.

Como si lo hubieran llamado, su asistente hizo acto de presencia, corriendo hacia ellos y siendo atrapado entre los brazos del pelinegro.

—¡Min Ho Hyung!—Exclamó alegre, acomodándose en los brazos del más alto—¿Qué haces aquí?—Preguntó.

—Felix me dijo que saldrías temprano y quise venir a verte—Contestó, causando un sonrojo en el menor—Te extrañaba, Binnie.

Woo Jin sintió como si un nudo formara en su interior al ver lo cercanos que se notaban ambos chicos. Sumergidos en su propia burbuja ignorando su presencia.

—Disculpen, joven Seo y joven...—Interrumpió la escena con un carraspeo—¿Quién es usted?—Preguntó avergonzado.

—Soy Lee Min Ho—Se presentó separándose del menor.

—Señor Kim, usted dijo que durante la primera semana me iría temprano si no había asuntos que atender—Le recordó mientras posaba un dedo en su mentón, causando ternura en los mayores.

—Eso es verdad, puede irse temprano, Seo—Aceptó con un tono neutro—Si sucede algo lo llamaré—Avisó—Nos vemos, Seo—Hizo una reverencia.

—Está bien, hasta pronto jefe—Se despidió del mismo modo.

Una extraña sensación recorrió el cuerpo de Woo Jin en el momento que su asistente salió con el otro chico al cual no conocía. Era algo estúpido ponerse de ese modo por sus actitudes, Seo Chang Bin sólo era su empleado, no el niño pequeño que estuvo ahí cuando él era agobiado por el dolor de la soledad.

♤◇♧♡♧◇♤

El más bajo sintió los brazos del mayor rodear su cintura y pasar sus fríos dedos por debajo de su camisa. Su piel se estremeció ante el repentino contacto del contrario, empeorando al sentir un par de húmedos besos ser depositados en su cuello.

—M-Min Ho Hyung...—Jadeó en voz baja apoyando sus manos sobre las del contrario—No, por favor, sabes que soy novio de Felix—Le recordó, el mayor detuvo sus movimientos.

El más alto quitó sus manos del cuerpo ajeno, dando vuelta al menor para mirarlo fijamente a los ojos miemtras lo tomaba delicadamente por los hombros.

—Chang Bin, sabes que no puedes seguir con algo así—Dijo en un tono triste, mirando al menor con lástima—¿Cuánto tiempo más piensas aguantar?—Preguntó, Chang Bin agachó su cabeza mirando a otro lado.

—No lo sé, Hyung—Confesó.

—¿No lo sabes? ¿No sabes cuándo dejar algo que te destruye lentamente?

—Felix sabe cosas sobre mi pasado al igual que yo del suyo—Levantó la vista, mostrando sus ojos inexpresivos—En pocos meses logró enterarse de cosas que usted tardó años en descubrir, Hyung.

Lo que mayor daño provocaba en Min Ho, era saber que las palabras de Chang Bin no eran otra cosa que la pura verdad, sin siquiera una pizca de tacto en ellas.

♤◇♧♡♧◇♤

Aún con toda la cocina hecha un desastre y la televisión con la música a cuarenta de volúmen, para los dos australianos no había nada más en ese lugar que no fuera la presencia del contrario, con Felix mostrando una de sus hermosas sonrisas mientras reía al sentir las manos de Christopher rodear su cintura y hacerle cosquillas en aquella zona tan sensible de su cuerpo.

—J-Jefe, ya pare por favor—Rogó el menor intentando contener la risa.

—Bien, tenemos que terminar de cocinar—Aceptó mientras quitaba sus manos del cuerpo ajenoPor cierto, Felix.

—¿Qué se le ofrece, Jefe Bang?—Preguntó ante el llamado del mayor.

—Cuando estemos solos, dime Chris—Pidió, el cuerpo de Felix se tensó—¿Te encuentras bien, Felix?—Preguntó preocupado.

—Sí... Estoy bien, Chris...—Contestó separándose del mayorVamos, tenemos que limpiar la cocina—Ordenó, el peliplata asintió, dejándolo libre mientras lo miraba con tristeza.

Instantaneamente, los recuerdos de esa noche bombardearon su cabeza provocándole unas inmensas ganas de llorar. Christopher se dio cuenta de que había hecho algo mal.

♤◇♧♡♧◇♤

Woo Jin suspiraba frustrado, empezando a revolver sus cabellos con una mano mientras la otra tenía un bolígrafo con la intención de firmar una montaña de papeles. Se detuvo al ver su nombre al lado del de su asistente y casi en la otra punta de la hoja, el nombre del sujeto que había ido a buscar al menor a PlusWords cuando terminaron sus actividades del día.

—Chang Bin...—Nombró melancólico en voz baja—¿Qué me estás haciendo, Binnie? Supongo que da igual el tiempo que pase, no puedo olvidarte—Se rió de sí mismo—Aún te amo, Binnie—Susurró sincero, a pesar de que nadie pudiera escucharlo.

Podía pasar toda una eternidad, pero Kim Woo Jin había aceptado que ya no podía borrar de su mente a su asistente de baja estatura y tierno actuar.

♤◇♧♡♧◇♤

El cuerpo del mayor era rodeado por los brazos del rubio, recostados el uno sobre el otro mientras veían una de tantas entrevistas de sus jefes en la televisión. En específico, cuando confirmaron su relación.

—¿Sucede algo, amor?—Preguntó el pelinegro apagando el televisor.

—Tengo miedo, Binnie—Admitió con dolor en su voz—Hoy fuimos a su casa, estuvimos divirtiéndonos como si fueramos amigos de toda la vida, pero entonces le dije jefe—Relató, el mayor acarició sus mejillas.

—Estoy aquí para ti, continúa—Lo miró comprensivo.

—Me pidió que le diga "Chris" cuando hablemos a solas—Hizo comillas en el apodoTengo miedo de que sepa que soy yo, el chico por el cual soltaron rumores y se vio humillado en Australia.

Finalmente, la voz del extranjero se quebró para dar paso a sus lágrimas mientras el mayor le daba suaves caricias que aunque lo calmaran, no le producían el mismo cosquilleo que le daba el contacto del actor en su cuerpo.

—Woo Jin se veía extraño cuando llegó Min Ho Hyung, era como si no soportara su presencia—Mencionó con duda, el rubio dejó de sollozar—Cuando llegamos aquí, tuvimos una pequeña discución.

—¿Dijo que tenemos que terminar? ¿Que sólo nos hacemos daño?—Preguntó, el mayor asintió.

—En algún momento ya no podremos seguir, pero no quiero detenerme hasta que eso pase—Sin dejar pasar otro segundo, Chang Bin posó sus labios sobre los del menor.

Felix y Chang Bin se destruían lentamente el uno al otro, preferían vivir a base de mentiras entre amigos a que sus mayores pudieran volver a dañarlos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top