El Final de la Carrera

El pelirrosa se movía de un lado a otro frente al aula donde Ainosuke se encontraba en esos momentos. Reki lo miraba preocupado bajo la sombra de un árbol.

–Ey ¿Estás seguro de que puedes hacerlo?– le preguntó.

–Debo poder– respondió –Debo poder ¿Verdad?– tragó saliva –Soy el presidente del comité estudiantil, debería ser capaz de todo. Si no, sería patético.

–Cherry...

–Solo es decirle "Oye, terminamos". Debería ser sencillo.

–Cherry...

–Mande– acariciaba frenético su cabello.

–¿Kaoru?– se acercó Adam a él.

–Cariño– forzó una sonrisa y lo miró nervioso.

–¿Estás... ¿Te sientes bien?– alzó una ceja.

–Pues...

–Ugh, por favor no me digas que es otro de tus malditos ataques– giró los ojos.

–Yo...

–Porque ya te he dicho que me fastidian.

–Lo sé, yo– tragó saliva y lo miró de frente –Creo que debemos terminar– se esforzó por que su voz no temblara mucho.

El peliazul se quedó callado por unos segundos. Debía admitir que estaba sorprendido, pero finalmente solo formó una sonrisa arrogante.

–¿Quieres terminar conmigo?– rio –Déjate de tonterías, Kaoru– acarició su cabello –Solo estás estresado por tus exámenes otra vez.

–No es así– se zafó –Y esta vez es definitivo. Nada de promesas de que cambiarás o serás una mejor persona. No planeo volver a caer– dijo con firmeza.

La sonrisa del mayor se desvaneció y su rostro tomó un semblante más oscuro –¿Esto es por el imbécil de tu amigo?

El pelirrosa se encogió con ojos cristalizados –Él ya no lo es más– masculló –Esta decisión es completamente mía. Ya estoy harto de sentirme insuficiente. Quiero ser feliz, pero eso es algo que no creo poder lograr a tu lado.

Reki quedó impactado por estas palabras. Aunque solo estaba como apoyo moral, nunca pensó que podría sentirse tan identificado con Kaoru.

Lo pensó por un rato. Felicidad ¿No es eso acaso a lo que todo ser humano apunta? Pero no todos podían alcanzarla de la misma forma. Durante gran parte de su vida se sintió egoísta al sentirse miserable por problemas que en su opinión eran tan insignificantes y banales. Pero ¿Y si no era así? Podía ver a su amigo sufriendo por un sujeto que a simple vista todos dirían que es su culpa por no darse cuenta de todas sus banderas rojas. Sin embargo, Reki conocía a Cherry y sabía que no era así. Y no por que los demás creyeran que era algo estúpido significaba que en realidad lo fuera.

Ambos tenían vidas diferentes y aún así sufrían en la búsqueda del mismo objetivo.

Ningún problema era mínimo, pues cada obstáculo estaba planeado de manera diferente para cada ser humano. 

Entonces lo entendió, la felicidad nunca había sido un deseo, era la meta.

–Tú vienes conmigo– jaló Adam al pelirrosa.

Al parecer no había notado la presencia del pelirrojo, por lo que le fue muy fácil seguirlos.

Se lo llevó hacia unas aulas abandonadas y lo azotó contra una pared.

–Repíteme de nuevo, lo que quieres hacer– gruñó.

–Lo nuestro no está funcionando– chilló el pelirrosa.

Lo tomó por un cuello –No creo que entiendas lo que estás diciendo ¿Tienes idea de todo lo que he hecho por ti?

–Me estás lastimando– masculló.

–¡YO TE CREE, KAORU! ¡TE HICE PERFECTO!– gritó.

Reki estaba horrorizado. Intentaba pensar en qué hacer, pero su mente estaba en blanco.

¿Y si llamaba a Joe? ¿Eso ayudaría o solo empeoraría todo?

–¿No lo entiendes? Eres mío, Kaoru– lo acarició. Por primera vez en su vida, Cherry se daba cuenta de la aspereza en sus manos –Cada imperfecta parte de tu cuerpo la moldee y perfeccioné para convertirte en quien siempre debiste. Sin mí, todo eso caerá y volverás a ser el patético y estúpido chico que eras antes– desabrochó su pantalón –Dime, cariño ¿Quién querría eso?– besó su cuello.

–No hagas esto, por favor– lágrimas resbalaron de sus ojos.

–Debes volver en sí – metió sus manos dentro de la ropa de su novio.

–No quiero. No te amo, déjame en paz.

–Tonterías– lo puso de espaldas.

Con una de sus manos lo inmovilizó mientras que con la otra acercaba su falo a la entrada del menor.

–¡DETENTE!– gritó Reki.

La pareja quedó sorprendida.

–Fire– le sonrió el peliazul –No deberías estar aquí ¿Por qué no regresas a tu salón antes de que algo malo pase?– lo amenazó.

–Aléjate de él– se acercó con lentitud.

–Reki– hizo una mueca –Amigo...

–No soy tu amigo– lo corrigió.

–Escucha, chico, lárgate si no quieres tener problemas.

–Suelta a Kaoru. AHORA– insistió.

Soltó una risita.

–¿Ahora te crees un héroe? ¿Después de haber arruinado la vida de todos?– lo miró –Reki, hazte un favor e ignora todo esto. Si tu vida antes de nosotros ya era una mierda, puedo hacer que se convierta en un infierno con solo chasquear los dedos.

–Como se me importara– se puso frente a él –Solo déjalo en paz. Si lo haces, no te delataré.

Soltó una carcajada –Aww ¿No lo harás? Que amable ¿Y con qué pruebas planeaba hacerlo?

–Tengo todo grabado en audio y video– mintió –Además, esa marca de ahorco qué le dejaste a Kaoru te será difícil de borrar.

Adam soltó al pelirrosa, quien se apresuró en alejarse y se puso detrás de Reki.

–No te metas conmigo ¿Recuerdas quién soy? Ainosuke Shindo, heredero de la fortuna de mi padre. Si quisiera, puedo hacer que toda tu miserable familia acabe en las calles.

–¿Y tener dinero te da derecho de abusar de alguien?

–Eso es lo más divertido ¿No crees?– formó una sonrisa arrogante.

No lo pensó. Solo sabía que estaba molesto. Y ahora su puño golpeaba contra el rostro de Ainosuke.

El de ojos rosados soltó un gruñido y lo jaló por la muñeca.

–Reki– intentó Kaoru ayudarlo, pero el peliazul lo empujó.

–Te crees la gran cosa, niño ¿Crees que no nos damos cuenta que no eres más que una prostituta barata? Le chuparías el pito a cualquiera con el fin de recibir la más mínima muestra de amor. Pero no eres nada y es hora de que lo tengas claro.

–Soy una buena persona– susurró.

–¿De verdad? ¿Y por eso no tienes ningún amigo?

–Miya...

–Él solo quiere cogerte. Kojiro te tuvo lástima y Kaoru– lo miró de reojo –Solo míralo, ni siquiera está bien de la cabeza– se burló –Y aún así, no es la peor parte. Langa– rio –Debo admitir que a todos nos engañó. Hizo de todo para poder tener tu cuerpo y aún haciendo lo que mejor sabes, no pudiste satisfacerlo lo suficiente como para que se quedara– lo lanzó al suelo –Eres basura, Kyan. Nunca había visto a alguien tan defectuoso como tú. He logrado arreglar a muchas personas, pero pareces que eres un caso perdido. Viéndolo  de cierta manera, ni siquiera debiste haber nacido– le dio un golpe en el estómago -¿Debería hacerte el favor y acabar contigo de una vez?– alzó su cabeza jalando su cabello.

Kaoru soltó un grito para así alertar a quien fuera que pudiera estar en los alrededores.

Ainosuke gruñó y salió corriendo.

–Reki, vámonos– lo ayudó el mayor a levantarse.

El pelirrojo no reaccionaba a ninguna palabra que saliera de la boca de su compañero.

Solo había una frase en su cabeza.

Ni siquiera debiste haber nacido.

–¿Tienes clase?– le preguntó.

–No– mintió –Me voy a casa– forzó una sonrisa y sacó su skateboard.

–Oh, de acuerdo– lo abrazó –Gracias por ayudarme, Reki. Enserio– lo apretó con fuerza –¿Te veo mañana?

–Tal vez– contestó.

En cuanto llegó a casa, notó que no había nadie. Se encerró en su cuarto y sacó su celular.

Repasó sus chats de whatsapp. La mayoría se trataban de salones de su escuela. Fue saliendo de cada uno sin pensar en las consecuencias que podría traerle.

Se detuvo en su único grupo de amigos. Repasó los contactos y dejó fluir sus lágrimas. Inicio con Kojiro.

Reki: Ey, solo quería darte las gracias por todas las veces que me apoyaste y me cuidaste cuando recién entre al grupo. Eres un chico asombroso y estoy seguro de que algún día encontrarás a un chico que se de cuenta y te amará tanto como deseas que Kaoru lo hiciera. Por cierto, él acaba de terminar definitivamente con Ainosuke. Por favor cuídalo mucho, ya que yo no podré hacerlo.

El siguiente fue Miya.

Reki: Hola Catboy. Estoy orgulloso de ti y todo lo que has avanzado en estas últimas semanas. Enserio puedo darme cuenta el esfuerzo que le has puesto a ser una mejor persona. Lamento haber arruinado tu relación con Langa. De verdad es lo último que me hubiera gustado hacer. Te quiero muchísimo, Miya. Si hay un más allá, prometo acompañarte  desde ahí.

Kaoru.

Reki: Vales mucho más de lo que crees. Eres una persona muy valiente y fuerte, pero esto no significa que esté mal pedir ayuda o aceptar un error. Tienes amigos asombrosos que te apoyarán siempre en las buenas y en las malas. Quédate con ellos. Quédate con todos aquellos que ven más allá de tus imperfecciones y te aman por quien eres. Por que no eres perfecto, pero sí un humano. Y esa es la parte más hermosa de todas. 

Reki: Lo siento, no podré verte mañana

Salió del grupo.

Solo le quedaba una persona. 

Marcó el teléfono.

"Hola, soy Langa, No puedo contestar ahora, deja tu mensaje"

–Ey– esbozó una ligera sonrisa –¿Cómo estás? Espero que estés bien. Sé que la última vez que nos vimos no acabó bien, pero no fue tu culpa. Fui yo– entró a su baño –He aprendido mucho últimamente. Descubrí que toda mi vida he estado corriendo y esforzándome por alcanzar la felicidad. Nunca he dejado de correr. Siempre pensé que mientras más rápido lo hiciera, más rápido podría lograrlo. Toda mi vida he tenido miedo de detenerme, porque no sé lo que pasará– lloró -Pero mis piernas ya están cansadas de correr. Ni siquiera se sienten capaces de caminar– llenó la bañera –Gracias por todo. Me ayudaste muchísimo durante los últimos meses y no puedo imaginar irme con un mejor amor que el tuyo. Por que lograste llenarme de vida por unos instantes que jamás olvidaré. Te amo, Hasegawa. Y enserio lamento que ese amor te haya dañado tanto. Espero volver a encontrarme contigo a donde sea que vaya.

Después de mandarlo. Apagó el aparato.

Miró a su alrededor. De nuevo estaba ahí.

Reki Kyan sólo en el baño.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top