La primera vez lo vio fue cuando buscaba una Hormiga Reina. Su madre estaba convencida que no le agradaba completamente las hormigas que su hijo cuidaba. Una lo picó, otras invadieron la bolsa de azúcar. No tenía muchos argumentos para deshacerse de las pequeñas criaturas, y eso alegraba en silencio el niño, Scott Lang.

Mientras su madre dormía, él se escapaba de la casa para conseguir nuevas especies, que eran demasiadas. Con un frasco, que dentro suyo tenía un algodón mojado, y una linterna. Hace meses construyó una granja de hormigas, la cual estaba orgulloso. Era de una colonia joven, las Hormigas Carpinteras. Su tristeza fue inmensa cuando se enteró de la muerte de la Reina. Sin una Reina, las demás hormigas estaban desoladas, sin guía. Huérfanas, como Scott le había dicho.

—Mamá, ya no se mueve. Ahora son huérfanas —sollozó.

—Ay, mi amor. Tranquilo —trató de consolar. Sin éxito.

Scott tenía en claro que su mamá no comprendía. Nadie lo haría. Así que dio por terminada la conversación y se dispuso a comer.

Cuando fue al bosque a buscar entre las piedras una Hormiga Reina u otros insectos para dárselos de alimento a las demás colonias, escuchó la canción "Mr. Blue Sky ", la conocía por su madre. Siguió la tonada hasta que encontró un niño acostado en el césped. Ni tan alto ni tan pequeño, algo rubio.

No se había percatado de su presencia o quizá lo estaba ignorando. No sabía muy bien. Quiso alejarse y seguir con su búsqueda, pero el niño lo vio.

—¡Hola! —exclamó, quitándose los grandes audífonos. Vio que tenía unos casettes.

Scott no dijo nada. Saludó con la mano. El otro niño se acercó demasiado a Scott y le preguntó qué contenía el frasco.

—Insectos para mi granja de hormigas —contestó tímido.

—¿Coleccionas hormigas? Wow —el pequeño agarró sus audífonos y casettes.

—¿En serio crees que es increíble?

—Es fabuloso.

—La mayoría piensa que es tonto.

—Entonces son unos grandes tontos.

Scott rio y el otro pequeño igual. El niño agarró la manita de Scott y salió corriendo con él.

—Cuando estuvo buscando polvo de estrellas, me encontré con unas hormigas gigantes, ¡ven!

Fue algo lejos, junto a un árbol ahí estaban las hormigas que el niño había mencionado. Sólo que no eran las hormigas gigantes, sino que eran las que Scott estaba buscando, y entre ellas estaba la Hormiga Reina que aún conservaba sus alas, sacó un pequeño frasco y metió a ella y algunas más en él.

—Por cierto, me llamo Scott Lang, ¿y tú? —dijo, al recordar no haberse presentado.

—Peter Quill, dime Star-lord.

Ambos sonrieron.

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Mi primer fic de Star-ant, hay poco contenido de ellos y quería poner mi granito de arena uwu

Espero que les guste

Chau los amo ♡♡✿✿✿