Minimiza mi existencia
Y la aceptación,
¿qué significa?
Si uno mismo es incapaz
de acumular autoestima
cuando constantemente
te van pisoteando.
Nah, mentira.
Sin embargo,
¿cómo podría estar de acuerdo
con la sensibilidad de mi cuerpo?
No me gusta llorar durante las películas
y aquí me ves, llorando
por un live action que no es
ni la quinta maravilla.
¿Cómo estar conforme con eso?
En mi mente solo traquetean
las burlas
que debería ignorar.
¿Y cómo ignorar
los insultos que me criaron?
Al fin y al cabo,
solo soy parte del ganado.
No sé qué pensar.
No quiero secar mis mejillas,
no me gusta tener mis ojos empapados
ni los recuerdos fortuitos de las pesadillas.
Quizás hay algo
que aún no he aceptado, sí.
¿Pero cómo aceptarlo?
Si solo carcajadas resuenan a mis oídos.
La sensibilidad solo me hace
una perra barata.
¿Por qué debería
aceptarlo?
No respeto ni la idea siquiera de ser femenina,
pero eso me lo trago
porque de eso no tengo escapatoria.
Y eso deja al llanto
en segundo plano
igual que siempre:
minimizado.
En un espacio reducido,
más pequeño que mi cuerpo,
más pequeño que mi tórax,
más pequeño que mi pecho.
Es lo que más aumenta el ruido
de las voces externas
preprogramadas para sonar
cuando no hay ruido que me distraiga
y entonces oigo a mi cabeza.
Y no me gusta pensar
ni leer ni llorar,
ni escribir ahora
que siento incomodidad.
Quizás esto es más de lo mismo.
Pero, ¿es realmente más de lo mismo?
Creo que
me estoy planteando
interrogantes nuevas
como reconocer el hecho
de que me han visto
demasiadas veces llorando
en público
porque soy una vergüenza
para mi público.
Que humillante he sido,
me dan ganas de desaparecer
y sé que debo
salir al mundo
y pintarme sonrisas
para que no se incrusten más espinas
en esta frágil piel que poseo.
La coraza se fragmentó.
¿Ahora qué más me queda
para protegerme?
Si la protección predecible e inevitable
de este estado de sensibilidad
que me hace ser un ser irritante
ha desaparecido
casi por completo,
es translúcido
y sigue en mi carne;
es fragmentos de vidrio
perforándome,
recordándome
que debo dejar el otoño
que debo salir de la caja
que debo ponerme curitas
y seguir adelante.
Y
me
jode
que
es cierto
pero al mismo tiempo,
¿cómo coño voy a aceptarme
en un estado tan vulnerable
cuando los ecos resuenan
y mi misma ideología,
misógina y sexista,
está en desacuerdo?
Puta algarabía,
mejor me pego un tiro
y así ya no lo intento.
Pero no hay balas,
no hay pistola,
no hay cadáver.
La puta sociedad es inevitable
y debo tragarme sus inventos.
Maldita sea.
Quiero cortarme los dedos
o desangrarme en el baño,
no lo sé.
Algo relevante y traumático
que me sirva de respuesta para
el "¿por qué estás llorando?".
Y me subí a tu auto
en el asiento del pasajero
y miré mi reflejo
en todos los espejos
porque la carretera era aburrida
y tú no dejabas de hablarme.
¿Sabes?
Un hombre me chifló
en la calle hace poco.
Me hace gracia,
no tengo las piernas depiladas
y mi figura no es
precisamente bonita.
Malditasea.
¿Por qué me salen lágrimas de barro
en los momentos menos necesarios?
No me entiendes,
no te entiendo.
Creo que nunca
ninguno de los dos sabremos
por qué carajos estoy llorando.
Al menos ya no lloro en el baño...
¿Sabes qué? Me harta.
Minimízame esta encrucijada,
que es mas profunda y cara
que todas tus putas casas
que todos tus putos autos.
Porque, ¿sabés qué?
Que te valga verga a vos saber
porqué putas estoy llorando,
total es mía el agua que derramo
y ya me harté
de sentirme tan patética
por algo
por todo
por cualquier cosa.
¿Y qué si estoy llorando?
Al fin y al cabo
soy un maldito humano.
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