Día 4: Discusión entre amigas

N/A: Hola de nuevo chicos, aquí vengo yo para traerles el día 4 de la semana Ronniecoln. Lamento si les quedé debiendo ayer este cap, pero tuve algunos inconvenientes personales que no me permitieron poder trabajar con el capítulo sino hasta ahorita. Intentaré seguir cumpliendo la cuota de capítulos en lo que queda de la semana, pero con este retraso que tuve lo veo medio difícil. Pero bueno, dejando eso de lado aquí tenemos el especial del día 4, donde Ronnie Anne enfrentará un dilema al que no sabe cómo lidiar correctamente. ¿Qué sucederá con nuestra amada latina? ¿Y qué papel jugará Lincoln en esto? Quédense para averiguarlo. Sin nada más que agregar, comencemos con el capítulos. Disfrútenlo.

Otro día en la academia César Chávez que parecía transcurrir con normalidad, pero que para cierta latina estaba lejos de ser así. De hecho, había sido una mañana relativamente extraña, puesto a que cuando fue a buscar a Sid para ir juntas a la escuela como suelen hacerlo, le habían informado que esta ya había salido por su cuenta. Inevitablemente se sintió un tanto preocupada ya que no era normal en su amiga el irse sin avisar. Esperaba encontrarla en la escuela para poder aclarar todo, pero ella le fue esquiva antes de tener que ingresar a clases.

En el salón se preocupó más, debido a que cuando la vio en su asiento y la saludó ella se volteó resoplando con soberbia. Ronnie Anne no estaba segura del porqué ella parecía estar tan molesta con ella, pero sin importar cuánto quisiera averiguarlo no podría hacer nada hasta que toque a hora del cambio de clases.

Fue una clase más larga y tediosa de lo usual, la preocupación que sentía por lo de Sid hizo que la clase fuera más obstinante de lo usual, como si el tiempo se hubiera ralentizado solo para molestarla. Para su alivio ya había terminado y estaban en el período de cambio de clases, en donde podría encontrarse en los casillero. Y gracias a que ambas tenían casilleros contiguos, pudo encontrar a Sid.

—¡Oye Sid!

La castaña al ver a la pelinegra llamarla y acercársele cerró su casillero y se dispuso a irse.

—¡Espera, Sid!

Pero Ronnie Anne la detuvo a medio camino.

—¿Sucedió algo? —preguntó, pero Sid la ignoró.

—Vamos, amiga, háblame. Estoy preocupada.

—¿Oh, de verdad?

—Sí, de verdad.

—Pues yo no te creo, seguramente estás mintiéndome.

—¿Qué? ¿Eso de dónde salió?

—Pues de las mentiras y engaños me has estado haciendo.

En verdad Ronnie Anne no sabía a lo que Sid se estaba refiriendo, lo que dificultaba saber la razón de su enojo. ¿Qué pudo causado el enfado de la castaña de ojos rasgado? Todo era normal entre hasta ayer, que fue cuando...

—Espera un minuto, ¿estás molestas por lo de ayer?

Sid desvió los ojos a la derecha, lo que indicaba que Ronnie Anne estaba en lo cierto.

—¡Oh vamos! ¿En serio te enojarás por una tontería?

—¡No es una tontería! ¡Algo como el primer amor es importante!

—¡¿De cuál amor estás hablando?!

—¡Yo te pregunté si te gustaba Lincoln y tú me dijiste que no! ¡Me mentiste, las amigas no se mienten en cosas como esas!

—¡Yo no te he mentido!

—Sí, claro, ayer demostraste lo contrario. ¿En qué otra cosa me has mentido? ¿Acaso tu verdadero nombre no es Ronnie Anne? ¿En realidad no vienes de Royal Woods?

—Ok, primero, sí me llamo Ronnie Anne, ¿o en serio crees que mi familia se prestaría para un engaño tan elaborado y prolongado? Segundo, claro que vengo de Royal Woods, ¿dónde más conocería a Lincoln? Tercero, ¡yo no te he mentido, de verdad no me gusta Lincoln!

—Y sigues con las mentiras. ¿Sabes? Creí que éramos amigas, creí que por todo lo que habíamos pasado tú sentías el mismo aprecio que yo sentía por ti. ¿Eso fue mentira también?

—¡Por supuesto que no! ¡Sí te considero mi amiga!

—(Suspiro) Lo siento, pero yo ya no sé si creerte.

El timbre escolar sonó señalando que era momento de volver a clases, por lo que la castaña se retiró directo al salón de clase.

—Sid...

Llamó Ronnie Anne a su amiga, pero no pudo seguir insistiendo ya que se sentía muy mal. La impotencia y la tristeza predominaban en Ronnie Anne, no era buena en esta clases de cosas y ahora se encontraba en un serio problema relacionado a ello. Hasta ahora no había visto a Sid tan molesta, mucho menos con alguien, lo que tal vez significaba que este problema era serio y no sabía qué hacer para arreglarlo. Solo le quedaba esperar a que se presentara otro momento donde pudieran estar a solas y hacer un nuevo intento de explicarle todo.

/

Llegó la hora de la salida y no pudieron encontrarse nuevamente. En todo el día Sid evitó deliberadamente a la latina para no tener que hablar con ella, cosa que frustraba mucho a Ronnie Anne. En la salida se creaba una pequeña oportunidad para poder acercársele sin que ella termine huyendo, por lo que no podía darse el lujo de fracasar esta vez.

Ahí encontró a Sid, parada en la acera frente a la escuela. Se le acercó a ella por detrás para que no la viera.

—Oye Sid, traje mi patineta conmigo, ¿qué tal si te llevo a casa?

—¿Y cómo sé que no me estás mintiendo y me llevarás?

—Vamos, ¿a dónde más te llevaría?

—No lo sé, puede ser a un edificio abandonado, al basurero de la ciudad, o incluso a Texas, sabes cuánto odio el calor.

—Sid, yo solo...

—Ahórratelo, Ronnie Anne, no estoy dispuesta a tragarme más mentiras tuyas.

—Pero yo...

Ronnie Anne solo pudo ver con impotencia como su amiga se iba caminando ella sola hacia su casa. Soltó un suspiro lamentando no haber podido arreglar las cosas entre las dos. Nikki, quien también se encontraba afuera de la escuela, observó que las dos parecían estar peleadas así que se acercó a Ronnie Anne para preguntarle.

—Guau chica, nunca las había visto a las dos peleadas. ¿Qué fue lo que pasó?

—Está enfadada porque cree que le mentí con respecto a lo de Lincoln.

—Oh...rayos, creo que fue culpa mía por decirle. De veras lo siento, RA.

—No te preocupes, yo soy la que ocasionó todo en primer lugar.

—Aún así me siento muy mal. Si quieres puedo intentar hablar con Sid para que te perdone.

—Eso sería de mucha ayuda, gracias.

Nikki se dispuso a alcanzar a Sid para hablar con ella y lograr que perdone a Ronnie Anne. En tanto la morena se tuvo que ir a su casa por su propio camino, esperando que pronto lo de ella y Sid pueda resolverse y volver a la normalidad

/

Desde que llegó a la casa se sentía muy desanimada. Su familia había notado su malestar y le preguntaron qué ocurría, pero ella se negó a responder y solo pidió que le dieran un poco de espacio, cosa que respetaron y la dejaron un rato sola en su habitación.

No podía dejar de pensar en las consecuencias que podía traer este conflicto con Sid. ¿Acaso dejarían de hablarse por culpa de esto? ¿Sid buscaría venganza para hacerle pagar? No sabía qué podía ocurrir después, pero su mente idealizaba los peores escenarios posibles, todos concluyendo conque la amistad de las chicas diera fin. Eso no la dejaba tranquila, no quería perder a una amiga tan buena como lo era Sid, pero por culpa de un malentendido su amistad estaba en riesgo, y el sentimiento de impotencia al no poder hacer nada para arreglar todo la dejaba abatida.

En medio de sus pensamientos, escuchó el tono de llamada de su teléfono que la trajo de vuelta al mundo real. Al revisar, vio que se trataba de una videollamada de Lincoln. Quizás no se encontraba con el mejor humor como para tontear un rato con Lincoln, pero él era un buen oyente y tal vez supiera qué hacer con respecto a su situación con Sid.

—Hola, Lincoln—saludó Ronnie Anne sin mucho entusiasmo.

—Hola, Ronnie. ¿Viste el nuevo tráiler de la película del Rey de los aros? ¡Fue totalmente increíble! ¡Hubo unas cuántas escenas de acciones con efectos visuales asombrosos y la historia se ve bastante buena! ¡Oh, ya quiero que salga para poder verla! —relataba Lincoln con mucho ánimo en su tono.

—Sí, se oye genial—respondió la morena, no pudiendo evitar denotar tristeza en su tono.

—¿Qué sucede, Ronnie?

—Bueno...¿te importa si te pido ayuda con algo?

—Sí, por supuesto. ¿Qué pasa?

—Es Sid. Ella y yo...nos peleamos.

—Oh...entiendo. ¿Qué fue lo que sucedió?

—Es un malentendido. Cree que le mentí con respecto a...bueno, algo personal, y ahora no que quiere hablar por supuestamente mentirle.

—Te entiendo, me pasó lo mismo una vez con Clyde el año pasado.

—Sí, pero, ¿no crees que está exagerando? Independientemente si le mentí o no, no es para actuar de esa manera, menos con un tema que es irrelevante.

—Sí, recuerdo haber pensado lo mismo en ese momento. Pero debes entender también que ella no es tan fuerte como tú, quizás sin querer heriste sus sentimientos.

—(Suspiro) La verdad pensé lo mismo también, aunque no estuve segura. Sabes que no soy buena con estas cosas.

—No, la verdad no lo eres—bromeó Lincoln para aligerar el ambiente un poco—Pero no te preocupes, ustedes son muy buenas amigas. Estoy seguro de que si te disculpas ella te perdonará.

—...No lo sé...se veía bastante molesta.

—Tú inténtalo, verás que todo sale bien.

—Es que...jamás nos habíamos peleado, y ahora se veía bastante molesta. Incluso dijo que creía que nuestra amistad era una mentira—recordó Ronnie Anne con mucho pesar, mientras miraba al suelo—No puedo evitar pensar que...este es el final. Que tal vez Sid ya no quiera hablar con una mentirosa como yo...y terminaría sola—dijo expresando los oscuros pensamientos que rondaron por su mente, dejando que la tristeza y el pesar se manifestaran en sus palabras.

—No lo creo.

No obstante, Lincoln no iba a permitir que Ronnie Anne se sintiera afligida por mucho tiempo.

—¿Eh?

—Ronnie Anne, entiendo por qué estás pensando eso, pero déjame decirte que deberías. Creo que ustedes dos tarde o temprano van a poder superar esto y volver a ser amigas, Sid parece ser una persona comprensiva, estoy seguro que sabrá perdonarte. Además, tú eres genial, eres una persona muy agradable y una muy buena amiga, dudo mucho que ella quiera perderse de eso. Es decir, míranos, estamos a 3 horas de distancia y seguimos siendo tan buenos amigos como lo fuimos en Royal Woods, eso demuestra lo leal y afectiva que puedes ser con tus amigos, seguramente Sid piensa lo mismo—decía Lincoln señalando todos los y aptitudes que tenía Ronnie Anne, lo que generaba el involuntario sonrojo de la morena.

—Y aunque ustedes dos dejen de hablar, tú no estarás sola. Yo estaré contigo—aseguró Lincoln, lo que conmovió profundamente a Ronnie Anne.

Esas fueron las palabras más dulces que jamás había escuchado en su vida. Seguía sin creer que alguien tan tonto como él pudiera provocarle tantas emociones como en este instante, algo que internamente le encantaba sobre él.

—¿T-t-tú...lo dices en serio?

—¡Claro! Yo no me iré a ningún lado. Todavía me debes las veces que me pusiste hamburguesas en mi pantalón.

La broma de Lincoln sacó una risilla a Ronnie Anne, lo que significó la primera señal de alegría que manifestaba en todo el día.

—Vaya, eso en verdad me ayudó mucho. Gracias, Lincoln-agradeció la pelinegra con sinceridad.

—Ni lo menciones, para eso están los amigos.

—Sí. Bueno, voy a seguir tu consejo y le pediré disculpas a Sid.

—De acuerdo, avísame si funcionó o si necesitas ayuda de nuevo.

—Lo haré. Adiós Lincoln.

—Adiós Ronnie.

Se despidieron ambos y apagaron sus respectivas pantallas.

Ronnie Anne repasaba en su mente las hermosas palabras que le dijo Lincoln hace un momento. No recordaba otro momento donde se sintiera tan valorada y querida como este. Estaba profundamente agradecida por tener a alguien como Lincoln en su vida.

Pero no podía seguir perdiendo el tiempo pensando en eso por mucho, tenía que resolver primero el dilema con Sid. Con una confianza renovada salió de su habitación y posteriormente del apartamento para dirigirse al apartamento de Sid. Pero a mitad del pasillo, las dos chicas inesperadamente se encontraron, pero estando ya las dos ahí Ronnie Anne aprovechó para formular su disculpa.

—Sid, qué bueno que te encuentro. Antes de que te vayas, déjame hablar primero por favor. Perdóname por lo de ayer por favor, no quise mentirte ni nada de eso, es solo que soy muy mala expresándome y en esas cosas de los sentimientos, por eso tal vez mis palabras no concordaban con mis acciones. Pero en todo caso, debes saber que sí te considero mi amiga, y no solo eso, eres mi mejor amiga, lo último que quisiera es lastimarte o engañarte. Así que si lo hice ayer, entonces lo siento, de verdad—dijo Ronnie para disculparse con su amiga, aunque no estaba segura si daría resultado dado lo molestaba que se mostró ella en la mañana.

No obstante, la castaña ahora parecía estar arrepentida, dado que se sobaba el brazo izquierdo en señal de pena y no era capaz de mirar a los ojos a Ronnie Anne.

—Sobre eso...hablé con Nikki hace un momento y...tal vez tenías razón y yo exageré. Es solo que creí que no confiabas en mí como para decirme algo tan importante como lo de Lincoln. Estaba herida y me dejé llevar por eso, lo siento.

—Entonces...¿amigas? —dijo Ronnie Anne sintiendo algo de nervios de inmediato por la posibilidad de que fuese rechazada, pero todo se esfumó cuando Sid le dedicó una cálida sonrisa.

—¡Claro! ¡Mejores amigas!

Las dos se dieron un cálido abrazo sellando la reconciliación entre ambas y dando paso al resurgimiento de su amistad.

—Pero debo pedirte algo, si vamos a ser amigas necesito que seas conmigo. Si no quieres hablar de algo por ser muy personal házmelo saber, pero no quiero más mentiras.

—¡Sí, seguro! No más mentiras.

—Bien. Para empezarte quisiera preguntarte algo y quiero que seas sincera conmigo.

—Totalmente honesta, lo prometo.

—Entonces...¿a ti te gusta Lincoln sí o no?

La pregunta tomó desprevenida a la morena inicialmente, no esperaba que todo tuviera un desenlace como este y ciertamente estaba un poco nerviosa. Pero si quería que las cosas con sus estuvieran 100% arregladas, debía responder la pregunta con sinceridad. Tomó un respiro y se preparó para dar su respuesta.

—Bueno...quizás un poco—admitió con mucha pena sin poder ver a los ojos a su amiga.

Pero casi de inmediato regresó la vista a ella cuando escuchó unos chillidos de su parte, y lo vio fue a Sid esbozando una gran sonrisa y temblando de la emoción.

—¡AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH! —gritó a todo pulmón la asiática llena de euforia por ver que a su amiga le gustaba un chico, lo que causó que todo el edificio...de hecho, toda la avenida se despertara de golpe.

N/A: Listo, así terminamos con el día 4 de esta semana especial. ¿Qué les pareció? ¿Les gustó o sienten que les quedé a deber? Déjenme su opinión en los comentarios. Para ser sincero al principio no veía con buenos ojos lo que había pensado para el día 4, pero por falta de ideas y tiempo tuve que conformarme con esto, aunque creo que lo ejecuté mejor de lo que tenía planeado, pero está lejos de ser lo mejor de esta semana. En fin, espero que les haya gustado y que pueda verlos hoy o mañana con el día 5 de la semana Ronniecoln. Tengan un buen día todos ustedes. Adiós.

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